Os dejo un bello disco de música de autores norteamericanos: Barber y William Schuman.
Las obras de Barber están representadas por el archiconocido Adagio para Cuerdas y el precioso Concierto para Violín. De Schuman se registran dos preciosas piezas: To thee Old Cause e In Praise of Shahn.
Bernstein en su doble faceta de músico compositor y director de orquesta comprendía perfectamente la dificultad que tenían los jóvenes compositores norteamericanos para darse a conocer. Por ello tenía la costumbre de programar frecuentemente obras inéditas de amigos compositores, en su mayor parte norteamericanos, y durante los doce años de la Dirección Musical de la Filarmónica de New York el porcentaje de obras americanas pasó del 4 al 15 %. Incluso interpretaba obras con las que o bien por su carácter musical o bien por el carácter del compositor no sentía especial afinidad o eran opuestas a sus gustos musicales.
En este disco se dejan reflejados ambos casos. Barber no fue un compositor agradable a Bernstein y viceversa. De Barber su conservadurismo musical y su homosexualidad clara, aparentemente irritaban a Bernstein, a pesar de que esos mismos aspectos e ideas estaban presentes y bullían en Bernstein mismo pero no estaban solucionadas. Se comenta en el CD la anécdota siguiente. Bernstein algo preocupado por esta escasa relación o afinidad con Barber llegó a preguntarle "¿Porqué no me estima usted? Barber le respondió que le estimaba en un 75 % ya que que unos 25 años atrás en la fiesta dada por Koussevitzki tras la representación del Concierto para Violín, Bernstein se sentó al piano para tocar la pieza y cometió numerosos errores. En ese mismo momento de la conversación Bernstein se sentó al piano y ejecutó la pieza sin fallo alguno y Barber dijo "ahora le estimo en un 76%". Definitivamente no había afinidad.
Samuel Barber
Todo esto no quita que la grabación presente estuviera preparada y ensayada de forma repetitiva, obstinada, hasta la perfección. Y cierto es que la versión lograda por Bernstein, la Filarmónica de New York y un soberbio Stern nos dejen unas emociones irrepetibles en la interpretación del Concierto para Violín que dicho sea es una maravilla de concierto, dulcísimo y emotivo a más no poder. El Adagio para Cuerdas resulta igualmente precioso y es una versión más a tener en cuenta.
Todo lo contrario a lo expresado para Barber ocurría con William Schuman, viejos amigos desde 1938 se tenían admiración y respeto mutuo y los mismos se extendieron hasta el final. Bernstein programó en su primer concierto con el cargo ya de Director Musical de la Orquesta Filarmónica de New York la American Festival Overture el 2 de octubre de 1958. La Sinfonía nº 3 de Schuman era otra de sus especialidades. Ambos llegaron a ocupar puestos de enorme relevancia en la música estadounidense: Bernstein la Dirección Musical de la Orquesta Filarmónica de New York y Schumann la Presidencia de la Juilliard School of Music y del Lincoln Center.
Bernstein y Schuman
Las piezas interpretadas de Schuman son preciosas, maravillosas y ejecutadas de una forma soberbia. El precioso oboe de Gomberg es una delicia.
Un precioso ejemplo de bonita música norteamericana de mediados del siglo pasado.
Barber
Adagio para Cuerdas
Concierto para Violín
Bernstein
Stern
Orquesta Filarmónica de New York
Grabaciones:
Adagio para Cuerdas, 12 de enero de 1971, Philharmonic Hall
Concierto para Violín, 27 de abril de 1964, Manhattan Center
Schuman
To thee Old Cause
In Praise of Shahn
Bernstein
Orquesta Filarmónica de New York
Grabaciones:
To thee Old Cause, 22 de octubre de 1968, Philharmonic Hall
In Praise of Shahn, 12 de febrero de 1970, Philharmonic Hall