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miércoles, 16 de junio de 2010

Pfitzner, Sinfonie C-Dur. Stravinsky, Sinfonía en tres Movimientos. Brahms, Sinfonía nº 4. Furtwängler, Orquesta Filarmónica de Viena. 1949. 1950. Salzburgo.


Queridos amigos vamos a dejar un disco precioso de Furtwängler en el Festival de Salzburgo de 1949 y 1950 dirigiendo obras no particularmente afines a su ideal sonoro y otras plenamente integradas en su mundo. Son obras de Pfitzner, Stravinsky y Brahms.

Pfitzner fue un compositor de origen ruso muerto precisamente pocos meses antes de la celebración del concierto que os dejo. A modo de memorial por su muerte (tras unos años anteriores en condiciones francamente pésimas) y en agradecimiento por la actitud, en edad temprana de Furtwängler, que tuvo para con él Pfitzner, Furtwängler interpreta su preciosa Sinfonía en do mayor en el concierto ofrecido el 7 de agosto de 1949. La obra, concebida como una revisión y orquestación de un cuarteto de cuerda, es claro ejemplo de obra de espíritu alemán cl´ssico y encierra una belleza digna de tener en cuenta; bella, con fortaleza, delicadeza y emotiva, es una obra muy bonita de escuchar.


Stravinsky no fue uno de los compositores interpretados con frecuencia por Furtwängler pero sí era conocedor y admirador de su obra. En concreto hacia esta Sinfonía en tres Movimientos, obra del periodo neoclásico del compositor a modo de reacción a la opulencia sonora y sentimental de las obras románticas, Furtwängler sentía una admiración por la forma compositiva, la sencillez estructural, la economía sonora y la belleza conseguida. Su interpretación, sin llegar a los niveles de los grandes especialistas (Monteux, Ansermet, Haitink, Boulez) es bonita y testimonio de su aproximación.


La interpretación de la excepcional Cuarta Sinfonía de Brahms presentada es, si no me equivoco, el único registro disponible con la Filarmónica Vienesa. Pese a tener un poquito menos de calidad sonora que los registros con Berlín, el testimonio es de enorme valor y los resultados obtenidos con la Orquesta de Viena, en plena forma y máxima entrega, con un Furtwängler maravilloso, dejando fluir la música y a los músicos, son maravillosos. Logra un Brahms emotivo e instintivo, muy bello, incluso algo austero, perfecto en su fluir. Sinceramente una interpretación preciosa.

Espero que disfruten del CD.


Pfitzner
Sinfonía en do mayor
Furtwängler
Orquesta Filarmónica de Viena
Salzburgo, 7 de agosto de 1949

Stravinsky
Sinfonía en tres Movimientos
Brahms
Sinfonía nº 4
Furtwängler
Orquesta Filarmónica de Viena
Salzburgo, 15 de agosto de 1950