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domingo, 19 de septiembre de 2010

Sibelius. Sinfonía nº 1. Bernstein. Orquesta Filarmónica de Viena. 1990.


Al fin, lo prometido es deuda. Hoy queridos amigos os dejo el último registros que faltaba de la serie de grabaciones para DG de las sinfonías de Sibelius por Leonard Bernstein. No creo que existan registros extraoficiales del resto de las sinfonías (3, 4 y 6) , pero si alguien los conoce sería de agradecer nos lo dijera.

Para mí, uno de los discos absolutamente increíbles que se han grabado. Una interpretación excepcional por todas las partes, orquesta y director, e independientemente de lo que en revistas o lugares especializados se comente sobre las formas o "licencias" de Lenny en cuanto a la aproximación. el resultado final es una maravillosa versión y unos 40 minutos de maravillosa música que cala hasta lo más profundo tu corazón, tu alma, tu ser.

La Primera Sinfonía de Sibelius finalizada en 1898 fue en estrenada el 26 de abril de 1899 por la Orquesta Filarmónica de Helsinki dirigida por el propio compositor. Posteriormente Sibelius trabajó sobre ella creando una versión revisada que fue terminada en 1900 y que fue estrenada en Berlín por la Orquesta Filarmónica de Helsinki, dirigida por Robert Kajanus el 18 de julio de 1900.

La obra es una preciosidad en cuanto al desarrollo perfecto de los diversos temas de la misma, los tiempos perfectos de los elementos en segundo plano, los ritmos, el colorido orquestal, es una obra culminación del romanticismo musical en composición, estilo y sensibilidad musical. Es una obra con orquestación preciosa, limpia, segura, brillante y escrita de forma que podemos ver en ella un todo global.  A lo largo del desarrollo el manejo de los instrumentos es bellísimo (los clarinetes, cuerdas, flautas, maderas y metales en sus diversas apariciones individuales o en grupos), el carácter de los diversos temas está perfectamente variado y con juegos entre ellos maravillosos; lo lírico, lo poderoso, lo emotivo, lo triste, lo expresivo, lo reflexivo, lo enérgico se presentan en todo su interior. Un final maravilloso que recoge todos los elementos anteriores desarrollando un monumento musical enérgico hasta su vigoroso y apasionado fin con los pizzicatos de cuerdas y los timbales. Memorable.


Es un inicio de un Sibelius maduro compositivamente que irá evolucionando y adaptando la composición al deseo y necesidad musical futura de cada obra. Pero ya vemos aquí su impulso vital, sus temas que participan en el desarrollo expansivo de la obra, las melodías dinámicas que adquieren una supradimensión en el global de la obra.

En esta aproximación que os dejo de Bernstein, no puedo ser imparcial, para mí es la mejor. La que más me llega y la que más me hace sentir, emocionarme y vivir sensaciones indescriptibles. Seguro que otras aproximaciones existen de igual calidad. Pero repito esta es la mía.

Disfruten de la calidad sonora, del virtuosismo instrumental, del colorido, de la calidez y sedosidad de la Filarmónica de Viena y disfruten también de un maestro en sus etapas finales que está en estado de gracia, impulsando a una orquesta soberbia de una manera portentosa.

Una preciosa ejecución. Un disco que conmueve.



Sibelius
Sinfonía nº 1

Bernstein
Orquesta Filarmónica de Viena

Grabación
Viena, Musikverein, Sala Dorada, 24 de febrero de 1990










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