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martes, 12 de abril de 2011

Dvorák. Concierto para Violín. Concierto para Violonchelo. Eugene Ormandy. Philadelphia Orchestra. Isaac Stern, violín; Leonard Rose, chelo. 1965. 1963.


Esta noche queridos amigos dejamos un CD especialmente dedicado a Miguel. Siento, querido amigo, que no sea tal y como lo tienes en tus discos LP, seguiré buscando no obstante las Variaciones Rococó. Por ahora nos quedamos con el CD presentado, una verdadera maravilla por la calidad de las obras y por la de los intérpretes.

El precioso, maravilloso e increíble Concierto para Violín de Dvořák quizá no haya alcanzado el lugar en el repertorio que creo merece por sus cualidades propias. Es de una belleza increíble, de una musicalidad y finura sin par. El Concierto para Violín fue compuesto por Antonín Dvořák en el año 1879 y dedicado inicialmente a Joachim. Tuvo numerosas modificaciones que fnalizaron con la versión de 1882 y al parecer el distanciamiento con Joachim. El concierto fue estrenado el 14 de octubre1883 por Frantissek Ondrícek en Praga quien también le dio el estreno en Viena y Londres. Hoy en día sigue siendo una importante obra en el repertorio de violín aunque menos valorada que sus Conciertos para Violonchelo o Piano y también tenido en menor estima que otras piezas dedicadas a idéntico instrumento. Sin embargo es una obra preciosa en directa sucesión de las obras del periodo clásico y romántico con añadido de elementos tradicionales folclóricos. Un primer movimiento bellísimo, saltarín, bailable, enormemente técnico que sin solución de continuidad enlaza con el segundo lleno de un lirismo bellísimo, solumne y dulce a la par. El tercer movimiento a modo de sus Danzas eslavas es fresco, alegro, danzarín, rítmico y virtuosístico tanto en el plano del instrumento solista como en el de la orquesta. En suma una obra digna de escuchar con atención., con mucho valor musical y con una enorme dosis de belleza musical, sonora y emotiva.


En este CD tenemos además a unos intérpretes absolutamente excepcionales. Isaac Stern es quizá el violinista que mejor técnica tenía entre sus contemporáneos a la par del gran Oistrakh. En muchas de sus grabaciones, al menos para mi gusto, es tan técnico que pierde alma (que la tenía siempre aunque muchas veces sin darle salida). En esta interpretación quizá por la excepcional dirección de Ormandy se logra vislumbrar esa alma musical del gran Stern. Está soberbio, pleno de facultades, finísimo, de una musicalidad insuperable; logra transmitir sentimiento, solemnidad, dulzura, frescor, alegría sin dejar de lado la perfección en la ejecución. Ormandy toma las riendas de una Philadelphia Orchestra poderosísima, maravillosamente encantadora, perfecta, compenetrada, cálida y sensacional.


La segunda obra presentada es el soberbio y nunca suficientemente ponderado Concierto para Violonchelo quizá la mejor página jamás escrita para este instrumento y la orquesta. La obra tiene grandes referencias en la historia discográfica, Szell-Fournier, Bernstein-Maisky, Celibidache-Du Pré, etc. pero esta aproximación de un Ormandy genial, preciso y desenfrenado junto a la belleza y complicidad del chelista americano Leonard Rose (un fenomenal músico formado en el Curtis Institute, chelista de la NBC, Cleveland y New York) se percibe como algo único e irrepetible. Sonoridad impactante, compenetración, ritmo, melodía, sonido solista de una belleza finamente sedada y sonido orquestal impresionantemente perfecto. El resultado es una interpretación maravillosa, cálida, emotiva, suave, hermosa, rica, matizada y colorista. Una joya, una verdadera joya.


Espero que disfruten de este maravilloso CD. Es una buena muestra de la forma de hacer música de mitad del pasado siglo, músicos con alma y corazón amén de técnica. Que lo disfrutes Miguel.

Dvorák
Conciertos para Violín* y Violonchelo**
Ormandy, Stern, Rose
Philadelphia Orchestra
Grabaciones: 22 de marzo de 1965* y  24 de noviembre de 1963**