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sábado, 13 de agosto de 2011

Tchaikovsky. Obras para Violonchelo y Orquesta. Ensemble Instrumental Música Viva. Nicolai Alexeiev. Alexander Rudin. 1997.


Queridos amigos. Esta noche quiero dejar un disco que considero francamente bello. Las obras para violonchelo y orquesta del genial Tchaikovsky, en unos casos obras originales para la combinación citada y en otros preciosas adaptaciones de otras piezas del compositor. Un disco para calmar el alma, un disco de belleza musical soberbia.

Es disco no tiene desperdicio. Seguramente existen mejores interpretaciones, realizadas por grandes virtuosos y grandes formaciones orquestales. Pero este disco realizado por los músicos del Ensamble Instrumental Música Viva dirigidos por Nicolai Alexeiev y Alexander Rudin y con el precioso violonchelo de Rudin te desplaza a un mundo de sensaciones maravillosas y todos ellos consiguen traducir la bellísima música de Tchaikovsky de una forma extraordinariamente cálida, fácil y directa al corazón.


Nicolai Alexeiev

En algunos momentos el Ensemble Instrumental Música Viva quizá no suene tan compactado o perfecto como las grandes formaciones orquestales, pero el alma de la música sí logra ser transmitida y lo hace de una forma sencillamente preciosa. Quizá donde más se note esa pequeña falta de compactación es en la Serenata para Cuerdas, obra maravillosa pero de muy delicada aproximación para extraer toda su belleza. Y no quiero decir con esto, Dios me libre, que suene mal, ni mucho menos, es tan sólo una sensación auditiva. Su aproximación y calidad expresiva es de lo más bello que sobre esta obra se hay dicho recientemente.


Ensemble Instrumental Música Viva

Las piezas adaptadas son sencillamente geniales, de una pulcritud extraordinaria, una entrega y una sensibilidad interpretativa de un altísimo nivel.

El violonchelo de Rudin suena siempre maravilloso, cálido, sedoso, profundo. De gran técnica no deja de lado el carácter emocional de la música de Tchaikovsky. 

Realmente es un gran intérprete.  Con una gran dinámica en su interpretación, logra transmitir el valor de la música, su valor humano y sentimental. En las Variaciones, presentadas en su forma original sin las modificaciones realizadas por Wilhelm Fitzenhagen, el chelista destinatario de la obra, Rudin se nos muestra como un músico de técnica soberbia, muy intenso, expresivo, rico y refinado. Está realmente soberbio en las Variaciones y en los dos Andante cantabile, siendo sencillamente bonito y delicadísimo el derivado del op. 66. El Nocturno es una delicia de música; sublime belleza y sonoridad en una pieza breve con una emoción concentrada enorme. En todas ellas Rudin se nos muestra preciosista, detallista, cálido, sensual y de sonido cautivador. 


Alexander Rudin, violonchelo

La maravillosa y genial música de la Serenata para Cuerdas, a pesar de los detalles antes comentados, resulta de una audición muy placentera y bella. Destaca por su ritmo y su tempo, ágiles sin ser rápidos pero quizá un poquito más vivos de a lo que, al menos yo, estoy acostumbrado a escuchar. No quita esto que una vez el oído coge su ritmo, el placer musical obtenido es extraordinario. Música expresiva, bellísima, delicada, vivaz, hermosa, muy emotiva y enormemente armoniosa. Intensa interpretación de las cuerdas con hermosísimos y preciosos pizzicatos es de destacar, quizá, el intento de una aproximación mas relajada y vivaraz a esta música.


Alexander Rudin, director

En resumen un disco para disfrutar del conjunto de la música de Tchaikovsky para el violonchelo y la orquesta, para admirar la musicalidad y belleza de este genial compositor, uno de los verdaderamente grandes. Un músico con alma y cuya alma está en su música. Un bonito CD para relajarse y gozar.

Tomo unos días de vacaciones y espero volver el martes. Que disfruten de este soberbio y motivo disco.


Tchaikovsky
Obras para violonchelo y Orquesta
Ensemble Instrumental Música Viva

Directores:
Nicolai Alexeiev (1-5)
Alexander Rudin (6-9)

Alexander Rudin, chelo (1-5)

Grabación
febrero de 1997, Mosfilm Studios, Moscú