Queridos amigos hoy dejamos, para general disfrute y en particular para los amantes de la música del genial Shostakovich, un disco absolutamente maravilloso y sorprendente. La interpretación realizada por Leonard Bernstein al frente de la Orquesta Sinfónica de Chicago de las sinfonías de Shostakovich nº 1 y nº 7 para el sello amarillo.
Lenny ya había abordado con resultados realmente buenos estas obras con su Filarmónica de New York para CBS-Sony en los años 60 y 70 consiguiendo en aquel tiempo unas soberbias aproximaciones a estas dos obras sinfónicas del maestro ruso; aproximaciones limpias y claras, dinámicas y vitalistas, irónicas y profundas. Bernstein amaba la música de Shostakovich y reflejaba en ellas su ser y su alma de músico y de intérprete.
En estas interpretaciones más recientes de finales de los años 80 nos encontramos con el mismo Lenny intenso y cautivador de sus grabaciones anteriores al que se une una madurez, una capacidad analítica y expresiva y una brillantez en el manejo de los recursos orquestales absolutamente sobresalientes. Si unimos a estos detalles el hecho (importantísimo) de contar para estas grabaciones con un instrumento musical como es la Sinfónica de Chicago, los resultados son espectacularmente bellos.
La Primera sinfonía de Shostakovich es un verdadero prodigio de hermosura. Una obra con un enorme dinamismo, con una espectacular unión de ironía, ritmo, sarcasmo y belleza. Una obra de un compositor joven, muy joven, pero con una madurez extraordinaria, capaz de escribir una obra difícil como esta en sus ritmos y en su significado, plagada de sorpresas instrumentales y sonoras y que desborda vitalidad, magia, encanto y dinamismo.
Obra preparada para su graduación en el Conservatorio de Leningrado se escribió entre 1924 y 1925 y fue finalizada en diciembre de 1925 estrenándose el 12 de mayo de 1926 por la Filarmónica de Leningrado dirigida por Nikolai Malko. Aún a pesar de todos los comentarios referentes a sus carencias y que la tachan de excesivamente llena de influencias de otros compositores no deja de sorprender siempre y en cada una de las veces que se escucha por su hermosura, su instantánea asimilación sonora y su plenitud de color, ritmo, armonía, dinamismo y melodía. A pesar de su juventud Shostakovich logra una magnífica obra musical que incluso resulta más renovadora y musicalmente atractiva que sus dos siguientes sinfonías. Un impresionante muestrario de manejo de los diversos instrumentos, las cuerdas, vientos, maderas, piano, percusión y metales, sabiamente entrelazados, ofrecen momentos de belleza sonora indescriptibles. Shostakovich nos ofrece además una magnífica forma de manejar los sentimientos y el carácter de la música con cambios bellísimos, inesperados y maravillosos de ritmo, instrumentación y tono de la música, permitiendo el salto desde lo satírico e irónico de los dos primeros movimientos al sentido más profundo, descarnado y trágico de la música de los dos últimos. Una verdadera obra de arte.
La interpretación que nos deja Bernstein y la Sinfónica de Chicago es sencillamente impagable. Un verdadero monumento sonoro, expresivo e interpretativo. Preciosa sonoridad de la excelente orquesta americana con una pulcritud de ejecución enorme, espectacular.
El estreno tuvo lugar en Kuibyshev el 5 de marzo de 1942 por la Bolshoi Theatre Orchestra dirigida por Samuil Samosud y se transmitió a toda la Unión Soviética. Moscú acogió su estreno local el 29 de marzo de 1942 en el Salón de las Columnas de la Casa de los Sindicatos con una agrupación orquestal de la Orquesta del Bolshoi y diversas Orquestas de la Radio de toda la Unión Soviética. El éxito de la sinfonía fue inmediato y tuvo una enorme acogida internacional y representaciones inmediatas en Londres y EEUU. El 9 de agosto de 1942 tuvo lugar un impresionante estreno en la propia Leningrado, con la Orquesta de la Radio dirigida por Karl Eliasberg, reforzada como se pudo, tras un bombardeo previo del sector alemán para silenciarlo durante la retransmisión.
Amén de todos los detalles históricos que acompañan a esta sinfonía la misma tiene una calidad musical que destaca. Su energía, su ritmo, su orquestación, su musicalidad contagiosa son detalles que hacen de la misma un verdadero monumento sinfónico. Y en esta interpretación de Bernstein y los músicos de la Orquesta de Chicago todo ello se aprecia de forma inmediata. La calidad instrumental es impresionante, la fuerza de la música es transmitida de una forma viva, inmediata y apasionada por Lenny; un Lenny arrollador, inmenso, de una precisión insospechada en él, directo, intensísimo, brillante, con una manejo maravilloso de la masa orquestal y de los detalles y matices más insospechados; un Lenny que mantiene la tensión de forma magistral, dosificándola, manejándola de manera soberbia sin desperdiciar momento alguno y sin cargar las tintas en la superficie de la brillantez sonora. Emotiva, tensa, densa y dura.
Una interpretación realmente espectacular, brillante, de enorme tensión y de una calidad sonora realmente espectacular en la brillantísima grabación de la casa alemana. La Orquesta de Chicago, ¡sencillamente, no hay palabras para describir su calidad, precisión y brillantez!
Que disfruten de estas dos hermosas sinfonías de una de los grandes compositores de la historia y que disfruten de la magia de uno de los más grandes genios de la dirección.
Sorprenderá a quién no las haya escuchado.
Sinfonía nº 7 "Leningrado"
Leonard Bernstein
Orquesta Sinfónica de Chicago
Grabaciones:
Sinfonía nº 1, 23 de junio de 1988, Chicago, Symphony Hall
Sinfonía nº 7, 23 de junio de 1988, Chicago, Symphony Hall
Shostakovich
Sinfonía nº 1Sinfonía nº 7 "Leningrado"
Leonard Bernstein
Orquesta Sinfónica de Chicago
Grabaciones:
Sinfonía nº 1, 23 de junio de 1988, Chicago, Symphony Hall
Sinfonía nº 7, 23 de junio de 1988, Chicago, Symphony Hall
Sinfonía nº 1
Sinfonía nº 7