Queridos amigos, esta noche dejamos para el deleite de todos un excepcional disco de la Séptima Sinfonía de Bruckner grabado por el maestro Wand en directo al frente de la Orquesta Filarmónica de Berlín. Y es excepcional por un conjunto de detalles que presentes en un momento dado hacen que la interpretación resulte especial. Se unen la maestría y experiencia de Wand como director ya maduro y de amplio conocimiento de la obra bruckneriana con unos registros que se toman en directo durante varios días en Berlín y la aportación realmente soberbia de una orquesta, la Filarmónica de Berlín, increíble, excelsa, estupenda y realmente portentosa. Le suman un cuarto detalle más, y de no poco valor, que es la calidad técnica de la grabación y obtenemos esa conjunción mágica que deriva en una recreación realmente sincera, técnicamente insuperable y musicalmente profunda en su desarrollo, en sus detalles y en sus matices.
El maestro Wand admira a Bruckner y son esa admiración que es sincera y reposada en los años de trabajo sobre su obra nos presenta el momumento musical de la sinfonía recalcando la belleza estructural de los grandes bloques brucknerianos, recreando su relación directa con la escritura musical para órgano, esa escritura estratificada maravillosa que Bruckner desarrolló, poniendo de relieve de forma magistral la unión mágica de los bloques sonoros con un color de base en las cuerdas, maderas y metales que tan precisa y preciosamente dispone Bruckner. En definitiva recrea la originalísima arquitectura musical y sonora del maestro haciéndola parte integrante de de la estructura formal y base de la comprensión de la construcción global del edificio inmenso que es la obra completa. Wand, como Furtwängler y como Jochum (más este último) nos deleita con la originalidad inicial de la obra bruckneriana, con su esencia misma, con su construcción inicial.
Amén de todo lo anterior Wand siempre se ha esforzado en indicarnos su profunda creencia en que las obras brucknerianas tienen un componente que va más allá de lo puramente musical. Intenta transcender del significado único como música para hacernos partícipes de un significado mayor, de un significado que está relacionado con una maravillosa magia cósmica superior, un orden de alto nivel que sobrepasa la propia condición humana. Su dimensión es más alta, es una dimensión de orden divino.
Muchos años de concienzudo trabajo, trabajo casi siempre en la sombra, que se inicia en sus años de dirección en la Orquesta Gürzenich de Colonia y que se siguen en la etapa provinciana de la Ópera Cómica de Allenstein le llevan finalmente a una madurez y comprensión del lenguaje bruckneriano que se traduce en su primer acercamiento completo a la integral sinfónica realizada en Colonia con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Colonia o WDR- Sinfonieorchester. Esta aproximación inicial a la integral bruckneriana es un hito histórico en la carrera discográfica de Wand y una muestra de ese concepto personal del sentido profundo, misterioso y superior de la música sinfónica de Bruckner.
En las grabaciones con la Filarmónica de Berlín podemos apreciar que Wand sigue las mismas pautas, ideas y conceptos de sus grabaciones iniciales de la WDR. Se remarca un poquito más ese contenido espiritual profundo de la obra bruckneriana tanto por la evolución interna personal del maestro derivada de la experiencia de los años como de su cada vez mayor convencimiento en la necesidad de exponer ese sentido místico y superior en sus conciertos. Se afina aún más la precisión rítmica y el detalle, se buscan los tiempos justos, sin pesadez pero sin prisas por levantar rápidos y frágiles monumentos sonoros, con un esfuerzo concentrado en elaborar bien la base estructural de la obra, la arquitectura constructiva de la misma y para ello usa su experiencia, su enorme facilidad para el manejo del color, de la tímbrica y del tiempo.
Wand es capaz de ofrecernos una Séptima Sinfonía en la que todos sus bloques constructivos, esos preciosos bloques sonoros brucknerianos que son los ladrillos de la obra son expuestos de manera clara, se hacen reconocibles sin ser mezclados sino yuxtapuestos, manteniendo unos ritmos y unos tiempos ágiles que lo hagan posible. Wand deja de lado la construcción de una magna obra sólo grata al estruendoso sonido, al magno, puro y bellos sonido. No, Wand nos hace ver a través del sonido su origen y nos hace disfrutar de la belleza del mismo sin impedirnos disfrutar de su belleza constructiva. Y además de todo ello nos deja alma, vida y corazón en su recreación, como si los años, su vivencia y el directo le permitiera expresar de forma más convincente que estamos ante una obra superior en concepción, sentido y destino.
Un excepcional trabajo, un maravilloso trabajo humano que se acompaña de una excepcional ejecución de los berlineses. Precisos pero con un punto de calor; milimétricos pero con una regla flexible, de una sonoridad plena y bellísima y con una modulación fantástica en la intensidad sonora gracias a la perfecta orientación del maestro Wand.
Espero que disfruten de esta forma tradicional de afrontar Bruckner, forma mantenida por Wand desde sus inicios, forma quizá no tan rada a ser aclamada como "maravillosa" pero forma fiel y honrada de rendir homenaje a quien la compuso con un sentido dado.
Una maravillosa interpretación que seguro les encantará. Disfruten de ella por favor. Es un verdadero homenaje al más profundo y emotivo Bruckner con es respeto absoluto a su música y a su originalidad compositiva.
Bruckner
Sinfonía nº 7
Günter Wand
Orquesta Filarmónica de Berlín
Grabación del 19 al 21 de noviembre de 1999
Versión Original de 1885 en la Edición de Robert Haas de 1944