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martes, 20 de noviembre de 2012

Beethoven. Bruckner. Szell. Staatskapelle Dresden. Conciertos de Salzburgo. 1961. 1965.


Estimados amigos, permitidme que esta noche deje como entrada esta actualización particular. Corresponde a un doble disco maravilloso y excepcional que dejamos hace ya bastante tiempo, casi al inicio de la andadura de este espacio, las entradas merecen esta atención especial y no me gustaría que pasaran desapercibidas en el conjunto de actualizaciones diarias que no reflejo directamente en el día a día. Un poco más adelante actualizaremos las entradas correspondientes a las grabaciones de Sony.

Los conciertos celebrados en Salzburgo y que se reflejan en estos dos discos son absolutamente excepcionales, por la calidad musical de los mismos, la extraordinaria prestación de la orquesta de Dresde, la visión de Szell de las obras ofrecidas (obras trabajadas a menudo por el maestro y con una concepción muy clara y definida amén de su interpretación vital y enérgica) y la calidad sonora del testimonio.

Szell fue uno de los primeros directores de renombre mundial en volver a acudir a Salzburgo después de la II Guerra Mundial. Tras una aparición inicial en 1949 vuelve a acudir de manera regular a partir de la temporada de 1952 en que queda como uno de los directores permanentes del festival hasta el año 1969 asegurando cada temporada la presentación de conciertos sinfónicos regulares que fueron verdaderas maravillas y ocasiones especiales para el público. La elección del repertorio de Szell en estos conciertos básicamente se centró en los grandes compositores europeos familiares al público y a las orquestas europeas con las que participaba extendiendo esa preferencia a su Orquesta de Cleveland en la temporada  de 1967 en que participó con la misma. Esta elección no pudo ser más apropiada. Obras conocidas, estimadas y valoradas por el público y que eran parte del repertorio de las orquestas invitadas del festival o de la propia Filarmónica de Viena (ORTF, Concertgebouw, Dresde) con las que llegaba a trabajar de manera minuciosa nuevos detalles y matices, giros, recreaciones y precisiones para darles nueva vida según su propia experiencia "americana".


Es justo recordar que todo esto fue en gran parte posible por el empecinamiento de Karajan, con sus más o menos claras u obscuras intenciones, en hacer del festival no una exclusividad de la Filarmónica de Viena. Suyo es el mérito de tener un festival abierto a orquestas de prestigio, empezando por la Filarmónica de Berlín y continuando con las grandes formaciones europeas entre las que es de destacar la participación continuada de esa gran orquesta que es la Estatal de Dresde, orquesta maravillosa, de una sonoridad peculiar, finísima, precisa, de una técnica soberbia, matizada, preciosista, colorida, brillante y nítida.

Espero que disfruten de nuevo de estos dos maravillosos testimonios de una asociación peculiar, maravillosa, irrepetible y sublime en cuanto a los resultados.

Les dejo los enlaces a las entradas originales, por si tienen a bien leerlos, así como a los archivos. Creo que van a disfrutar de una música excepcional, maravillosamente recreadas, interpretadas con una energía y vitalidad que, aún reconociendo como propias de Szell, en estos dos conciertos se elevan a un nivel increíble y de una orquesta brillantísima, excepcional y entregada a las indicaciones e ideas particulares de un Szell en estado de gracia.




CD 1





Beethoven
Obertura Coriolan
Concierto para piano y orquesta No. 5, Emperador
Sinfonía No. 5

George Szell
Staatskapelle Dresden
Nikita Magaloff, piano

Grabación
Grosses Festspielehaus de Salzburgo
6 de Agosto de 1961




CD 2






Beethoven Obertura Egmont
Bruckner Sinfonía nº 3

George Szell
Staatskapelle Dresden

Grabación
Grosses Festspielhaus de Salzburgo
2 de agosto de 1965