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jueves, 31 de enero de 2013

Ralph Vaughan Williams. Sinfonía nº 4. Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis. Fantasia "Greensleeves". Serenata a la Música. Bernstein. Orquesta Filarmónica de New York. 1965. 1976. 1969. 1962.


Queridos amigos a petición de un amable seguidor anónimo dejamos esta noche un hermoso disco que realmente merece la pena que sea escuchado. La excepcional aproximación que Leonard Bernstein y sus músicos de la Filarmónica de New York realizaron a algunas piezas del compositor Ralph Vaughan Williams y en particular la acertadísima, inspirada, violente, vital, ruda y contundente interpretación de esa hermosa y dura obra que es la Sinfonía nº 4 del compositor británico.

Reconozco que no soy un apasionado de la música de compositores de la gran isla aunque muchas de sus obras tienen su momento en mi corazón. Entre ellas están algunas de las obras sinfónicas de Williams, las de Elgar, Bax o Britten. Y en concreto esta Cuarta Sinfonía de Ralph Vaughan Williams siempre me ha llamado poderosamente la atención por su enorme energía que se expresa libremente y sin freno alguno por el compositor. Una obra realizada no para gustar sino para transmitir e impactar, una obra que podríamos considerar casi un aldabonazo a la sociedad de su momento, un momento duro y previo a la gran catástrofe que se avecinaba de la Segunda Guerra Mundial.

Una obra que nos aparta de inmediato la posible imagen pastoralista o sentimentaloide del compositor breitánico y nos deja ante la elaboración sencilla y magistral a partir de dos temas muy simples de una obra desgarradora, atronadora, opresiva y angustiosa. Una obra que no tenía precedente sino varios años atrás en la hermosa Los Planetas de Holst en cuanto a impacto, agresividad y violencia sonora y musical (resulta quizá curioso que ambos músicos compartieran amistad directa y continuada durante parte del periodo compositivo de esta cuarta sinfonía de Ralph, allá por los años 1931 a 1932.

LA Sinfonía nº 4 de Williams fue terminada en 1934 y se dedicó a Sir Arnold Bax aunque Williams siempre tuvo palabras de agradecimiento y elogio para el director que tuvo el honor de realizar la presentación de la obra, Sir Adrian Boult el 10 de abril de 1935 al frente de la Orquesta sinfónica de la BBC. Poco después del estreno Williams fue galardonado por el Rey Jorge V con la Orden del Mérito en reconocimiento por su contribución a la música de su tiempo.


Dos temas forman la estructura simple de la sinfonía, uno en el conjunto orquestal y otro en los metales. A partir de ellos la habilidad de Williams de sacar partido a esos dos gérmenes simples es sensacional. Y marca desde un inicio el carácter violento y colérico de la composición. La sutileza de las transformaciones es sorprendente, transformaciones y juegos instrumentales variados con referencias cruzadas entre ellos a los temas principales. El desarrollo en contrapunto soberbio de los dos movimientos centrales pone un poco de sosiego en el devenir musical con preciosos juegos de flautas, cuerdas ostinadas, trombones, fagotes, tubas, caja (instrumentos cuanto menos sorprendentes en la importancia que se les concede) y conduce a un final fugado precioso con referencia a los temas iniciales y a los primeros compases del inicio de la sinfonía.

El propio compositor definía su obra como "simplemente la música que quise realizar en aquel momento y no más", música pura y directa sin referentes externos a los que remitirse. Gustaría o no pero era su forma de trasladar a sonidos su deseo. Y Williams consiguió una obra formalmente precisa, concisa y sabiamente estructurada, con transformaciones temáticas y referencias a los motivos base como forma de construcción fundamental.

Debo decirles que la interpretación que realiza el maestro Bernstein y la ejecución de los músicos de la Filarmónica de New York es de libro, para quitarse el sombreo. Perfecta en sentido musical, maravillosa en ejecución, realmente impactante en su concepción expresiva. Una delicia y un ejemplo perfecto de un Bernstein implicado en una obra que amaba profundamente.

El disco presenta otras piezas de carácter completamente diferentes al de la sinfonía nº 4. 

La Fantasía sobre un Tema de Thomas Tallis compuesta en 1910 y que proporcionó al compositor parte de su reconocimiento nacional como figura musical de relevancia fue presentada junto a la obra de Elgar The Dream of Gerontius y dirigida por el propio compositor en el marco de una velada del Three Choirs Festival. Tuvo un éxito significativo y lanzó al público general el nombre de Williams como compositor que en el futuro tendría grandes cosas que decir. Elaborada para doble orquesta de cuerda con el fin de conseguir ese efecto de la antifonía que buscaba el autor, la obra resulta de gran delicadeza y efectismo siendo realmente bella y muy grata su escucha. A pesar del reconocimiento inicial, el compositor realizó una revisión con el fin de condensar más la obra fruto de ciertas quejas vertidas sobre su extensión y duración.

La Fantasía Greensleeves, una de las obras con la que más se asocia el nombre de Williams representa una estructura musical sencilla. Inicialmente se concibe para un intermedio de una representacion de la obra de Shakespeare Las Alegres Comadres de Windsor. Williams emplea dos baladas conocidas para dar forma a la Fantasía constituyendo una obra sencilla, melódica, popular, pastoral o incluso bucólica. Gratísima música y música para escuchar y deleitarse. Impresionante David Nadien al violín.


Finalmente la Serenata a la Música fue compuesta en el verano de 1938 a partir de un encargo del gran director británico Henry Wood con la precisa instrucción del mismo de ser compuesta para un grupo exacto de seis cantantes que tenían relación con el director de forma más o menos directa. Williams emplea para su composición la idea que andaba tiempo rondando su cabeza, poner música a la escena de Jessica y de Lorenzo del Mercader de VEnecia de Shakespeare. Obra que va y viene entre dos extremos, la tensión, quizá propia ya de verdad de una época próxima trágica, y la musicalidad y belleza de la música calmada y sosegadora que es capaz de llevarnos a todos a un estado de placidez realmente asombroso. Se estrenó el 5 de octubre de 1938 en manos del director destinatario, Henry Wood.

Las tres piezas tienen una interpretación bellísima por Bernstein, los músicos y unos cantantes como pocas veces ha reunido a su alrededor el maestro. Los resultados, sencillamente maravillosos. Puro placer musical.

Espero de coraz´´on que disfruten de este hermosísimo disco y agradecer a nuestro anónimo amigo su petición que me ha permitido recordar estas bellísimas grabaciones y disfrutar de esta música tan variopinta y maravillosa.



Ralph Vaughan Williams

Sinfonía nº 4
Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis para doble orquesta de cuerda
Fantasia "Greensleeves" para violín, arpa y orquesta de cuerda con David Nadien, violín.
Serenata a la Música (Texto del Mercader de Venecia):
  • Adele Addison, soprano
  • Lucine Amara, soprano
  • Eileen Farrell, soprano
  • Lili Chookasian, mezzosoprano
  • Jennie Tourel, mezzosoprano
  • Shirley Verret-Carter, mezzosoprano
  • Charles Bressler, tenor
  • Jon Vickers, tenor
  • George London, bajo-barítono
  • Ezio Flagello, bajo-barítono
  • Donald Bell, bajo-barítono
  • Agrupación en las piezas: (Conjunto II; tenor III, soprano IV-V-VII, mezzo VI, conjunto y soprano VIII)


Orquesta Filarmónica de New York.
Leonard Bernstein

Grabaciones (por orden de la lista referida arriba):

Philharmonic Hall, now Avery Fisher Hall, Lincoln Center, New York, 21 de octubre de 1965
Manhattan Center, New York, 21 de diciembre de 1976
Philharmonic Hall, now Avery Fisher Hall, Lincoln Center, New York, 8 de diciembre de 1969
Philharmonic Hall, now Avery Fisher Hall, Lincoln Center, New York, 23 de septiembre de 1962














martes, 29 de enero de 2013

Bernstein. Primeros Años. Copland. Billy the Kid. Piano Sonata. Bernstein. Seven Anniversaries. On the Town. Leonard Bernstein. RCA Victor Symphony Orchestra. On the Town Orchestra. Piano. 1949. 1947. 1947. 1945.


Queridos amigos dejamos esta noche el primer disco de una serie de cuatro dedicados a las grabaciones de juventud de Leonard Bernstein que realizó para la casa RCA Victor (Radio Corporation of America). Unas grabaciones sencillamente geniales y que como todas los trabajos de juventud pecan o destacan según quieran mirarlo por su arrojo, desparpajo, valentía, vitalidad y sencilla vitalidad.

El primer disco es el que se dedica, quizá no podía ser de otro modo, a obras de Copland, su muy amado Copland, y del propio Bernstein, con obras unas intimistas y otras bulliciosas y frescas en ambos casos. Testimonio de la admiración de Bernstein por su maestro y mentor Copland y acierto de los jefes de la RCA al elegir las piezas de un joven talento, que ya no sólo promesa, de la dirección y composición musical norteamericana. 

Bernstein era por los años de estas grabaciones una figura de enorme prestigio en los ámbitos musicales norteamericanos habiendo tenido lugar ya su famoso estreno como director al frente de la Filarmónica de New York, el estreno de su Primera Sinfonía por parte de Reiner en Pittsburgh y el estreno de su musical On the Town en Broadway. Todo ello con menos de 30 años. Graduado en Harvard, estudiante del Instituto Curtis de Filadelfia (obtuvo el único sobresaliente que concedió en la vida Reiner), asistente al Music Center de Berkshire en  Tanglewood, la escuela de verano de la Sinfónica de Boston, donde fue colaborador estrecho de Koussevitsky y posteriormente en 1942 su asistente. Una carrera llena de éxitos, no cabe duda. Éxitos que arrancan unos años atrás y que siempre fueron estimados por Lenny y agradecidos a la gran persona y figura de la música norteamericana: Aaron Copland.


Su conocimiento fue una casualidad, en algunas biografías se habla de casualidad buscada. Bernstein adoraba desde su adolescencia la música de piano de Copland y en particular sus Variaciones. Conocía la obra al dedillo, la amaba y la tenía en una estima altísima amén de dominarla técnicamente a la perfección. Un 14 de noviembre de 1937, el día del cumpleaños de Copland, Bernstein acudió a una representación en New York de un ballet por parte de Anna Sokolow. Con 19 años la casualidad quiso que estuviera sentado junto a un señor llamado Copland. Un amigo los presentó tan sencilla como naturalmente: Copland este es el Sr. Bernstein; Lenny este es el Sr. Copland. Terminada la representación Copland invita a su recién conocido a su fiesta privada de cumpleaños. La ocasión era que ni pintada. Lenny, de manera natural se acerca, ya en la fiesta, a un piano y con naturalidad, alegría y algo de locura propia de la edad, toca las Variaciones de Copland de forma tal que se forja en ese mismo momento una amistad que permaneció hasta la muerte de ambos músicos (justamente en 1990 los dos). Para Lenny el 14 de noviembre de 1937 fue siempre una fecha mágica (varios años después otro 14 de noviembre en esta ocasión de 1943 Lenny subía al podio de la Filarmónica de New York).


Muchas cosas unían a ambos, personales, humanas, filosóficas y musicales. Pero siempre por encima de todas ellas estuvo la verdadera amistad personal, amistad íntima y profunda, libre de todo interés. Eran años duros para Copland y años de locura y bulliciosos pensamientos para Lenny. Durante los años iniciales de las décadas de los 40, 50 y 60 ambos mantuvieron una relación profesional de intensidad. Lenny era quien normalmente leía en primer lugar las composiciones de Copland, este por su parte orientaba la futura carrera de compositor de Lenny. Ambos trabajaron juntos en numerosas piezas, Billy the Kid, The Outdoor Overture, la Tercera Sinfonía de Copland, sus piezas para piano, su sonata para piano, etc. Ambos lucharon por aclarar el futuro de Lenny en su carrera musical y si bien nuestro querido Mitropoulos tiró un poquito más, la tarea de Copland quedará para siempre en la mente de compositor de Lenny.

Al igual que sucedió con Copland, aquellos años de juventud de Lenny tuvieron influencia profunda en lo musical y en lo humano, en su ser más íntimo. El conocimiento de Reiner, la emotiva relación con los Koussevitsky, la profundísima relación personal y musical con William Schuman, la amistad con el escritor, músico y aventurero Paul Bowles, alumno de Copland, la cómplice relación con su hermana Shirley, la bellísima referencia a Alfred Eisner, amigo de Lenny y compañero de habitación en Harvard fallecido de cáncer con 23 años, etc. todos ellos están reflejados de forma directa y desde el corazón sencillo de un joven en sus preciosas piezas Siete Aniversarios. Pequeñas piezas musicales al piano que reflejan su respeto por todos y cada uno de ellos, las sensaciones que esas relaciones le producían, el deseo de rendirles un pequeño homenaje. Piezas breves pero intensas y frescas, muy personales y bonitas.


Y qué refleja este disco en general. Pues la maestría de un joven músico, apasionado, ardiente en deseos de triunfar, arrollador, impetuoso, de ideas clarísimas en su concepción musical, con una capacidad expresiva de unas obras que amaba, bien por haberlas escrito o por haberlas visto nacer.

La esencia de la música americana de Copland en su vertiente expresiva y pictórica de la suite de Billy the Kid o la energía intensa de su Sonata para Piano, difícil e incomprendida obra. En ambos casos la intuición musical de Lenny le permite realizar una exposición fantástica, quizá de mayor intensidad que sus grabaciones posteriores de CBS (aún contando con su mejor calidad técnica) porque se interpretan desde la fuerza y el convencimiento que da la juventud.

Por otro lado nos quedamos con la bella simplicidad de unas piezas para piano de un Lenny que aún se debatía en una lucha durísima en cuanto a su futuro, intérprete o compositor, pero que en esa simplicidad nos deja testimonio de su sentimiento juvenil de cariño, admiración, respeto y agradecimiento a las personas que son destinatarias de las mismas. Y no olvidemos que tenemos una interpretación absolutamente genial y maravillosa de las danzas de On the Town, frescas, muy americanas, vivaces, puro ritmo y sentido del genio americano. Sorprendentes.

Un disco realmente histórico y precioso. Para disfrutar con alegría y corazón abierto. Un Lenny en sus inicios que nos muestra que allí estaba el germen de lo que más tarde sería: un enorme músico. uno de los mayores genios de la música del pasado siglo XX.


Bernstein, The Early Years I
Copland
Billy the Kid
Piano Sonata
Bernstein
Seven Anniversaries
On the Town

Leonard Bernstein, director y piano
Billy the Kid, RCA Victor Symphony Orchestra, 21 y 23 de junio de 1949
Bernstein, piano, Sonata de Copland, 22 de enero de 1947
Bernstein, piano, Seven Anniversaries, 17 de septiembre de 1947
On the Town, "On the Town Orchestra, 3 de febrero de 1945








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domingo, 27 de enero de 2013

Sentidos. Tercer Aniversario. Mahler. Sinfonía nº 3. Jascha Horenstein. Orquesta Sinfónica de Londres. 1970.


Mis queridos amigos, hace unas horas contesté a un comentario en la entrada de la celebración del aniversario de Furtwängler de nuestro amigo J.M.Brea en el que me felicitaba por "partida doble". No entendí dicha felicitación aunque luego hilando con un correo del buen amigo Jose lo llegué a comprender. El pasado 24 de enero cumplía años este humilde espacio, tres añitos hace ya que lo iniciamos. 

En este tiempo no he tenido más que satisfacciones personales. Amigos, correos, comentarios, charlas, etc. Han sido tres años de esfuerzo que, desde luego, ha merecido la pena. La sencilla idea de poder difundir algo de lo que soy poseedor y que entiendo forma parte de la "Cultura" en general fue el punto de partida de esta aventura. Y esa idea sigue viva. Si hemos podido hacer disfrutar a una persona con alguna de las entradas de Sentidos, todo ha merecido la pena. 

Los números de este espacio me llenan de orgullo que no de soberbia. 1.954.254 visitas, 220 seguidores oficiales, una media de 3.000 visitas diarias, amigos de todas las naciones, exploradores de internet de todo tipo (aquí si me permito la recomendación de usar Chrome, el que mejor funciona con diferencia para Sentidos), 3.529 comentarios (incluyendo las respuestas), 520 entradas publicadas, etc. No quiero aburrir con esto, pero no puedo dejar de estar feliz por todo ello. Feliz porque sencillamente esos datos son un reflejo de la buena acogida de algo que comenzó torpemente y que con ayuda de todos ha ido mejorando. Y feliz por encima de cualquier otra cosa porque me ha permitido conocer a muchas personas que, algunos con cara otros sin ella, me han demostrado cariño, amistad y comprensión.

Debo dar las gracias a todos y desde luego sin olvidar a los espacios amigos que visito con frecuencia y que siguen siendo fuente de inspiración para la mejora de Sentidos y su contenido. Dar las gracias y expresar mi profundo agradecimiento por permitir estos tres maravillosos años.

Empezamos con una Tercera Sinfonía de Mahler en manos de uno de mis directores más amados, Bernstein. Y hoy celebramos el tercer aniversario con la misma obra en esta ocasión en manos de un genio de la dirección orquestal, Horenstein. Un genio que con el paso de los años va teniendo el respeto y estima que merece en gran parte por la difusión de sus grabaciones radiofónicas y otras que se realizaron y publicaron en sellos de poco renombre y que van siendo rescatadas poco a poco.


La interpretación de Horenstein de esta obra es sencillamente impresionante. Creo que pocos han logrado un acercamiento tan claro y profundo a la esencia de la misma, Bernstein, Mitropoulos, Kubelik. Su manejo orquestal es sencillamente prodigioso, la prestación de la Sinfónica de Londres realmente soberbia, los coros y la solista, una deslumbrante Norma Procter,  están sensacionales y la grabación maravillosa.

Un verdadero prodigio de grabación y de interpretación que espero puedan disfrutar y admirar. Un Mahler esencial, bellísimo, intimista, profundo, claro y asequible de la mano de uno de sus más reputados recreadores: Horenstein.



Mahler
Sinfonía nº 3

Jascha Horenstein
Orquesta Sinfónica de Londres
Norma Procter, contralto
Ambrosian Singers, Dir. John McCarthy
Wandsorth School Boys`Choir, Dir. Russell Burgess
William Lang, fliscorno, (flügelhorn)
Dennis Wick, trombón

Grabación, Fairfield Halls, Croydon, Londres del 27 al 29 de julio de 1970











Aclaración sobre los Comentarios.


Estimados amigos, habrán notado que hacía ya unos días, demasiados para lo que acostumbro, que no respondía a vuestros comentarios.

Les pido disculpas. Es algo que no he hecho y que no me gusta pues los considero la principal forma de mantener esta preciosa aventura que es Sentidos y desde luego una falta de respeto a todos aquellos que escriben.

No sé de qué manera pero desde hace un mes aproximadamente alguien o algo introduce comentarios indiscriminados, ofensivos en general hacia muchas cosas y con enlaces a diversas páginas de interés cuestionable, publicitarias, sexuales, de juegos, etc. El propio Google se ha encargado de filtrarlos y no aparecen en la lista de comentarios publicados pero sinceramente ha sido un follón eliminarlos. Como saben no tengo puesta restricción alguna a la hora de publicar comentarios en las entradas, y lo voy a seguir manteniendo así, pero ese alguien o algo lo ha aprovechado para bombardear repetitivamente el correo y el blog.

A día de hoy parece haberse cansado o aburrido y ayer ya pude contestar sin miedo a los comentarios sobre Furtwängler.

Volveremos a hacerlo de nuevo y rescataré todas las respuestas pendientes.

Un fuerte abrazo de vuestro amigo Julio.


viernes, 25 de enero de 2013

Furtwängler. ¡Feliz Cumpleaños Maestro! Furtwängler. Sinfonía nº 2. Orquesta Filarmónica de Viena. 1953.


Queridos amigos, no quería dejar pasar el día de hoy para celebrar con todos vosotros un aniversario de considerable interés para todos loa amantes de la música clásica. Tal día como hoy del año 1886 nacía nuestro querido y estimado Wilhelm Furtwängler, quizá la figura de la dirección orquestal más importante del pasado siglo XX y posiblemente de toda la historia musical. Sus interpretaciones del gran repertorio clásico y romántico son y seguirán siendo referencias en cuanto a la forma de aproximarse a esas partituras, su figura histórica seguirá siendo fuente de investigación y posiblemente controversia, su figura humana un ejemplo a tener presente y su figura como compositor algo que con el tiempo irá alcanzando cada vez mayor valor.

Creo que hay pocos directores que me produzcan tanto grado de satisfacción y emoción en la escucha de sus discos como el maestro Furtwängler, Bernstein, Jochum, Szell o Celibidache forman parte de mi grupo selecto de predilectos pero seguramente Furtwängler esté, al menos en una gran parte de las obras clásicas, un poquito en primera fila.

Sus interpretaciones siempre me resultan sorprendentes, siempre diferentes al resto y distintas en cada audición. Sus arrebatos dinámicos y de tiempos me encandilan como lo hace su precioso manejo de la orquesta y su sabiduría para trasladar a sonidos el sentido profundo de las obras, siempre claro está según su concepto. Quizá sea que muchas de sus ideas, permitidme esta osadía, sean próximas a las mías o su concepción global del ser humano y del ente musical logren calar de manera única en mi corazón.

Sea cual sea el motivo, al fin y al cabo pienso que todo es cuestión de esa cosa tan misteriosa que llamamos sentimiento, Furtwängler representa una entidad de altura incuestionable, un músico que es capaz de hacerme llorar y de esbozar una sonrisa cómplice de alegría. Alguien que en muchos momentos de soledad interna ha logrado que algo me acompañara y me hiciera un poquito más feliz.

Por ese sólo logro merece mis máximos respetos.


Muchas felicidades querido maestro. Ojalá tu ejemplo pueda seguirse por muchos más sin necesidad de vivir lo que viviste (cosa que estoy convencido te hizo ser lo que llegaste a ser). Gracias por tu talento, tu pasión, tu firmeza y tu capacidad de ser humano, simplemente humano.

Que disfruten de la hermosa Sinfonía nº 2 del maestro Furtwängler en la que quizá sea la más bella interpretación grabada junto a la de su amigo Jochum con Baviera. Una obra generalmente poco apreciada pero que es realmente bella y que traduce como pocas el alma profunda de Furtwängler y su concepción de la música. Y en este disco tenemos una interpretación intensísima y de enorme sentimiento y profundidad por parte del maestro y de una exquisita Orquesta Filarmónica de Viena.


La Sinfonía nº 2 de Furtwängler es una obra preciosa que merece mayor difusión que la lograda al igual que su precioso Concierto Sinfónico para Piano y Orquesta. La obra, comenzada por Furtwängler a principios de la Segunda Guerra Mundial, fue su principal actividad de trabajo en los años de postguerra de 1946 y 1947 obligado por la imposición de los aliados sobre los músicos que premanecieron trabajando en Alemania o Austria durante la etapa nazi. La Primera Sinfonía originada a principios de siglo y que vio la luz sobre 1941 ilustraba ya el carácter compositivo de Furtwängler, un trabajo que seguía muy de cerca el modelo Bruckneriano y muy relacionada con esa etapa juvenil de un Furtwängler insomne, activo e "irritado". La Segunda Sinfonía tiene otro carácter, es una obra emocionante, viva, intensa, estructurada y orquestada de manera más precisa y fina dentro de un modelo brucknerino final con reminiscencias mahlerianas. Hay quién afirma que es una copia de Bruckner pero sin que tenga la capacidad de sostener una obra tan monumental como la tenía Bruckner. Para mí, la obra tiene valor, es bella, muy amplia de concepción, serena e intensa, dulce y apenada, con ecos del pasado y algunos pasos al futuro aunque básicamente es su expresión personal de lo que entendía por música: alma y corazón. Tiene cualidades que merecen su audición.

Finalizar con unas breves palabras del propio Furtwängler: "La esencia de un director, la verdadera ética del mismo no reside en su perfección técnica sino en su actitud espiritual". Palabras que hoy suenan a quimera y entelequias de difícil realidad pero que creo son una verdad como un templo.

Gracias querido maestro. Te sigo queriendo y admirando. Ojalá la mirada de esta maravillosa foto sea capaz de transmitir a todos la inmensidad del pensamiento y el alcance del espíritu que reflejan. 


Algunas fotos en homenaje al maestro. Su familia, su fuerza.





Furtwängler
Sinfonía nº 2
Furtwängler
Orquesta Filarmónica de Viena
Grabación en la Sala Dorada de la Musikverein, 22 de febrero de 1953









Visitar también la interpretación para DG aquí.



domingo, 13 de enero de 2013

Bruckner. Sinfonía nº 5. Schuricht. Orquesta Filarmónica de Viena. 1963.


Queridos amigos volvemos de nuevo a la actividad tras varios días de abandono de la misma por buenos motivos (ya colocaré alguna fotito más en la pestaña Mis Fotos). Hemos adoptado un perrito en la familia y sinceramente hemos estado todos plenamente dedicados a él. Germán o German se llama, oficialmente Germán aunque atiende más a German acentuando en la pronunciación en la e. Estamos encantados con él. Es un precioso pastor alemán de unos dos añitos. 


Y qué mejor forma de celebrar la llegada de Germán que con música alemana. Una maravillosa interpretación de la Sinfonía nº 5 de Bruckner de la mano del maestro Schuricht dirigiendo a la Filarmónica de Viena en un concierto en vivo del año 1963. Una de las más bonitas recreaciones de esta obra que existen, a la altura de las mejores, con todo el carácter de la tradición que tiene Schuricht, su fenomenal manejo de la evolución global de la obra, su atención a la belleza sonora orquestal y al detalle de la partitura. Y sin dejar de lado la contribución global al maravilloso resultado de la filarmónica vienesa, realmente soberbia y bella en su sonido amén de perfecta en su ejecución de la que como ejemplo tomen simplemente la ejecución de las cuerdas en los pasajes iniciales de cada movimiento, realmente maravillosas.


El maestro Schuricht elige la versión de 1878 en la edición de Nowak de 1951 que no presenta diferencias significativas con la edición Haas de 1935 realizando un trabajo sorprendente con cada uno de los movimientos de la obra, con detalle, finura, matización, sonoridad bellísima, tempos y atención a la globalidad poniendo énfasis en la magna estructura global de cada movimiento, en la aparición de los diferentes temas, desarrollando las corales y fugas de forma magistral. Un manejo lleno de experiencia y sabiduría.

Una aproximación muy próxima en su carácter global y su sentido a la que puede realizar Jochum, Furtwängler o Knappertsbusch, sin lugar a la espectacularidad sonora a veces tan dada y buscada, una interpretación rendida a la expresividad de la propia partitura, a su calidad musical, a su desarrollo y a su armonización temática. Realmente bella.

Espero que disfruten de ella y me disculpen la cortedad de los comentarios.

Un fuerte abrazo a todos.


Bruckner
Sinfonía nº 5
Carl Schuricht
Orquesta Filarmónica de Viena
Grabación realizada en Viena, Musikverein Grosser Saal el 24 de febrero de 1963, toma sonora de la ORF
Versión de 1878, Edición Nowak de 1951 (sin grandes diferencias con la Edición Haas de 1935)










domingo, 6 de enero de 2013

Día de Reyes 2013. Conciertos de Szell en Salzburgo. Obras de Beethoven. Obertura Egmont y Sinfonía nº 3. Obras de Bruckner. Sinfonías nº 3 y nº 7. Orquesta Filarmónica Checa. Staatskapelle de Dresde. Orquesta Filarmónica de Viena. 1963. 1965. 1968.


Mis queridos amigos, en esta noche mágica para todos dejamos un regalito de los Reyes Magos que vuelven a traernos el maravilloso ejemplo del arte del maestro Szell en alguna de sus más reputadas colaboraciones en el Festival de Salzburgo. Actuaciones irreprochables, de una calidad y viveza sin par, al frente de tres formaciones europeas de excelso nivel: la Filarmónica Checa, la envidiable Staatskapelle de Dresde y la siempre increíble Filarmónica vienesa. 

Son regalitos algunos nuevos (Beethoven y la Filarmónica Checa), algunos actualizados (Bruckner y la Filarmónica de Viena) y otros procedentes de remasterizaciones de casa discográfica distinta a la que ya había dejado antes alguna de estas interpretaciones (Bruckner y la Staakskapelle de Dresde con el sello Andante).

En cualquier caso un momento lleno de magia, de alegría, de ilusión por poder volver a rescatar estas joyas fonográficas grabadas por el maestro Szell con una fuerza y energía sorprendentes; con una vitalidad y frescura asombrosas y con una elaboración realmente magistral.

Una joya musical que creo es un bonito regalo de este día de magia, sueños imposibles, deseos, esperanzas y alegría.

Que lo disfruten como niños. Yo ya los veo como un precioso roscón de Reyes a saborear.

Que disfruten de este regaslillo y que los sabios Magos de Oriente les dejen muchas, muchas sorpresitas.

¡Felices Reyes Magos!


Beethoven
Sinfonía nº 3

George Szell
Orquesta Filarmónica Checa

Grabación
Festival de Salzburgo, 4 de agosto de 1963













Bruckner 
Sinfonía nº 3

George Szell
Staatskapelle Dresden
Versión de 1890 en revisión de Bruckner, Joseph y Franz Schalk. Edición de Theodor Raettig

Grabación
Festival de Salzburgo, 2 de agosto de 1965













Bruckner
Sinfonía nº 7

George Szell
Orquesta Filarmónica de Viena
Versión de 1885 Edición de Leopold Nowak (1954)

Grabación
Festival de Salzburgo, 21 de agosto de 1968













Visiten también entradas anteriores del sello Andante aquí
Visiten entrada actualizada de la Sinfonía nº 7 de Szell y Viena aquí..