Páginas

sábado, 2 de marzo de 2013

Brahms. Sinfonía nº 3. Schubert. Sinfonía nº 8. Furtwängler. Orquesta Filarmónica de Berlín. 1954. 1952.


Mis queridos amigos dejamos en la noche de hoy un disco realmente fantástico. Estaba aprovechando la actualización de una entrada anterior de Furtwängler con la Segunda de Brahms cuando volví a encontrar este disco lo que me llenó de alegría pues lo creía perdido (como ha sido el caso del disco de la próxima entrada). Y realmente les confirmo que ha sido un agradable hallazgo. La interpretación que nos deja el maestro Furtwängler de las dos obras de Brahms y de Schubert es sencillamente impactante.

Furtwängler siempre a representado a mi entender una de las figuras emblemáticas y referentes en cuanto a la interpretación de la obra sinfónica del maestro Brahms y aunque con una menor discografía sus interpretaciones de las sinfonías nº 8 y nº 9 de Schubert siguen siendo cumbres dificiles de alcanzar.

En cuanto a su Brahms y más en concreto en este Brahms, en esta hermosísima Tercera de Brahms, nos encontramos realmente con un mago del arte, un músico absolutamente sincero y profundo a la hora de ofrecernos su visión del mundo brahmsiano, una visión muy próxima a sus anhelos, venturas y desventuras como intérprete y como compositor. Furtwängler nos ofrece desde el mismo instante del inicio una Brahms impactante, emotivo, arrollador e inmenso. Nos ofrece una Brahms rico y expresivo, un Brahms en el que el maestro con sus famosas y criticadas fluctuaciones "inapropiadas" de tiempo juega con las notas para dejarnos la esencia de lo que él considera el arte musical, su deber de entrega a los dos polos en los que esta debe rendir su máximo, la monumentalidad y el lirismo, lo dramático y lo lírico.

El maestro se entrega a una lectura de detalle, casi camerística de esta obra, obra que por su parte se presta muy bien a esa aproximación, que permite una ejecución desde lo microscópico de sus partes hasta elevarla a la grandeza de una sinfonía de profunda resignación, de enorme calado emotivo y de una fuerza extrañamente poderosa.

En la obra de Schubert, esa preciosa sinfonía nº 8 con sus dos movimientos que por sí mismos se bastan y se sobran para dar un ejemplo de composición es afrontada de manera intensa y a veces dramática por Furtwängler. La forma en la que el maestro nos expone los dos extremos de esta obra, el atormentado y oscuro Allegro junto con el luminoso y ensoñador Andante es una verdadera obra de arte.

Una muestra de la forma de Furwängler de dejar su pensamiento en la obra que traduce, su sentimiento plasmado en la profundidad de lo sombrío y trágico. Realmente impresionante el desarrollo temporal de la obra, lo perfecto del marcaje de los pasajes, la sensibilidad extraordinaria que se plasma en cada nota. Una interpretación sublime, poderosa, intensa y realmente ejemplo de una maravillosa capacidad técnica de recursos.




En ambas interpretaciones el sonido es mucho más que aceptable, es bonito, denso, bello y luminoso. Y la Orquesta Filarmónica de Berlín un instrumento realmente digno de todos los parabienes. Si en Brahms nos encontramos con verdaderas maravillas sonoras en la obra de Schubert es una verdadera delicia escuchar el mágico sonido que nos ofrece particularmente en sus cuerdas y maderas. Una orquesta de lujo para un director de lujo. En todo caso un lujo de disco.

Disfrútenlo mis queridos amigos. Es una escucha que merece la pena y que nos dejará apreciar de nuevo ese arte incomparable del más grande de todos los tiempos: Furtwängler.



Brahms
Sinfonía nº 3

Schubert
Sinfonía nº 8 Inacabada

Wilhelm Furtwängler
Orquesta Filarmónica de Berlín

Grabaciones:

Brams, Sinfonía nº 3, 27 de abril de 1954, Titania Palast, Berlín, grabación de la RIAS Berlín
Schubert, Sinfonía nº 8 Inacabada, 10 de febrero de 1952, Titania Palast, Berlín, grabación de la Sender Freies Berlín









Visitar también la entrada con la interpretación de la Sinfonía nº 2 aquí.