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martes, 16 de julio de 2013

Recordando a Herbert von Karajan. Bruckner. Sinfonía nº 7. Orquesta Filarmónica de Viena. 1989.


Queridos amigos hoy es día de justo, justísimo y merecido homenaje a uno de los más grandes directores del pasado siglo XX que no es otro, gustos y manías aparte, que el gran Herbert von Karajan. El maestro austriaco nos dejaba un día tal como hoy del año 1989. Con él se perdía la que fue sin tipo alguno de duda la máxima figura de la historia de la fonografía de la música clásica y la persona que más hizo por ella, por la difusión de la misma y por el avance y progreso de las tecnologías de grabación. Un mérito que no le podrá ser discutido jamás y al que desde luego debemos sumar su enorme valor como director de orquesta, de ópera, organizador teatral, valedor de festivales, embajador musical universal y creador del nacimiento musical de la Europa de postguerra, le pese a quién le pese.

Un excelente músico, dotado de la que quizá haya sido la más depurada técnica de todas las que hayan existido, maniático hasta extremos insospechados en todas las áreas de su actuación y de su vida, egocéntrico con total derecho y megalómano criticado por muchos; poderoso en los ámbitos musicales más diversos, descubridor de talentos musicales, intérprete apasionado de las grandes obras del repertorio clásico, romántico y moderno.

Jamás dejó de tener influencia, positiva o negativa, en los ámbitos en los que se movía y quizá sus últimos años no tuvieron el reconocimiento que su orquesta le debía, aunque en este punto habrá sus más y sus menos en cuanto que el mismo discurso se invierte colocándolo en el sentido opuesto. Aparte de esas tiranteces finales no debemos olvidar el enorme tesoro que representan sus grabaciones con la orquesta berlinesa, un tesoro que es de un valor incalculable y que con los años seguirá aumentando en prestigio y valoración y un tesoro que se enriquece si le añadimos, de manera totalmente apropiada y justa, el conjunto de registros dejados con los vieneses y los londinenses, como ejemplo de las orquestas principales y más representativas con las que trabajó y que elevan aún más el listón del "valor" Karajan.


Para mi es simplemente el gran director que me abrió paso, junto con Bernstein y Fricsay, en el complejo mundo de la música clásica y al que debo el amor que pueda sentir por esta música. Cierto es que soy persona que se fascina con facilidad por las personalidades profundas y convincentes, intensas y duras en sus conceptos. Y Karajan era una de esas personalidades y una de las más intensas y fascinantes de la historia musical del pasado siglo. Un reflejo en el que quería buscar parte de una forma de ser que me gustaba pero que no logré asimilar; no todos valen para desarrollar una personalidad tan profunda y complicada como la del maestro Karajan. Pero muchísimas de sus vivencias, anécdotas, historias que he podido entender y leer de su biografía siempre fueron referentes personales a tener en cuenta.



Sirva esta entrada del registro, soberbio y maravilloso, de la Séptima Sinfonía de Bruckner, su último registro fonográfico, con la orquesta de sus últimos días, una inconmensurable Orquesta Filarmónica de Viena, como humilde homenaje a uno de los músicos que más han hecho por la difusión de un arte que era su pasión, la Música Clásica en mayúsculas y como tributo a uno de los directores que mejor me ha sabido hacer entender y disfrutar de Strauss, Bruckner, Beethoven (su último ciclo con DG sigue pareciéndome magistral y sublime), Mozart, Schubert, Schumann, Verdi, Puccini, la Escuela de Viena y otros muchos más. 

Disfrutarán de un Bruckner realmente intenso, profundo, expresivo, humano y carnal, de una sonoridad espectacularmente bella, cautivadora e intensamente emocional. Calificable con una sola palabra: bellísimo. El maestro al final de sus días seguía siendo el gran maestro que siempre fue y en esta ocasión arropado por unos músicos que le veneraban da un poco más de aquello que, unas veces más y otras menos visiblemente, siempre nos procuró dar, una entrega total a la belleza sonora y conceptual de la obra.

Simplemente gracias querido maestro, tu recuerdo siempre permanece vivo en mi corazón.

Si quieren disfrutar un poquito de la vida e historia del maestro pueden visitar el siguiente enlace de su Centro Karajan.

Editando la entrada en el día de hoy (17/07/2013) me complace dejar el enlace a un archivo de gran valor documental escrito por nuestro buen amigo Ernesto Nosthas que a tenido a bien recordarme su existencia y su publicación en el blog de nuestro querido Cuervo. Sin ánimos de entrar en tipo alguno de polémica creo que es de gran interés su lectura. Lo enlazo aquí. 

Igualmente les dejo el archivo con un excepcional comentario acerca de esta maravillosa grabación de Karajan de nuevo de la mano de Ernesto. Les aseguro que merece la pena su lectura. Enlazado aquí.

¡Muchas gracias querido Ernesto!




Bruckner
Sinfonía nº 7
Karajan
DG
Orquesta Filarmónica de Viena
Grabación de 18 al 23 de abril de 1989, Viena, Musikverein Grosser Saal
Versión Original de 1885 en la Edición de Robert Haas de 1944
(El CD corresponde a la Edición Karajan Gold)