Mis queridos amigos, dejamos esta noche un precioso disco dedicado a las Sonatas para Clarinete y Piano de Bramhs. Un disco excepcional y bellísimo, lleno de ternura, emotividad a raudales, sensibilidad exquisita y profunda serenidad. Una verdadera obra de arte musical.
Las Sonatas para Clarinete de Brahms son obras tardías dentro del corpus musical del maestro alemán. Se compusieron durante la estancia de Brahms en Bàd Ischl en el verano de 1894 (lugar en el que el maestro también escribe sus dos otras obras para clarinete, el Trio op. 114 y el Quinteto op. 115). Momentos podemos calificar de otoñales del músico es quizá la ocasión para dejar hablar al bellísimo clarinete capaz como pocos instrumentos de transmitir esa sensación de profunda armonía y serenidad que emanan de su timbre.
Las dos sonatas fueron presentadas a Clara Schumann que mostró un enorme entusiasmo hacia ellas augurando su éxito en público tal y como así sucedió en su estreno en Viena en enero de 1895.
La Primera Sonata es una hermosura, una mezcla perfecta de sentimiento dentro de un rigor musical muy equilibrado por el maestro dentro del que se puede disfrutar de la belleza del sonido del instrumento en pasajes que van desde lo más sentimental hasta lo lírico pasando por momentos de melancolía y otros de grácil felicidad. Una verdadera preciosidad.
La Segunda Sonata, de proporciones algo menores, nos deja una obra quizá más ardiente y profunda que la primera pero siempre enormemente poética, delicada y sutil, con marcados cambios de acentos en su evolución y con un aire realmente lleno de profunda emotividad.
El disco se acompaña de una pieza juvenil de Brahms compuesta en el marco de una obra en la que participaron Schumann, su pupilo Albert Dietrich y el propio Brahms. Era una Sonata para Violín (estrenada por Joseph Joachim en octubre de 1853 en Düsseldorf) en la que Brahms compuso el Scherzo que aquí se nos presenta adaptado para clarinete.
Se completa el precioso disco con dos adaptaciones para clarinete, piano y soprano de los Lieder Op. 91 del maestro, lieder preciosos compuestos en 1864 y 1884, originalmente para alto, viola y piano sobre textos de Emanuel Geibel y Friedrich Ruckert. Los lieder están relacionados emotivamente con episodios de la vida personal del violinista y amigo de Brahms Joseph Joachim (el nacimiento de su primer hijo y su divorcio, dos extremos en el rango de los sentimientos en el último de los cuales parece que existieron ciertos roces entre el compositor y el violinista por el partido que tomó el primero por la mujer del segundo).
Espero que disfruten de estas verdaderas obras de arte, llenas de sentimiento y belleza y servidas por dos verdaderos artistas húngaros, el clarinetista Kálmán Berkes y el excepcional pianista Jeno Jandó (al que hay que reconocerle no solo ya su enorme calidad sino la extraordinaria labor en la difusión de la música). En los lieder una preciosa voz de la mezzo húngara Tamara Takacs hará las delicias de todos.
Brahms
Sonatas para Clarinete Op. 120, nº 1 y nº 2
Sonatensatz: Scherzo*
Lieder Op. 91*
Kálmán Berkes, clarinete
Jeno Jandó, piano
Adaptaciones de Kálmán Berkes*
Tamara Takacs, mezzo (Lieder)
Grabaciones:
Phoenix Studio, Unitarian Church, Budapest, del 23 al 25 de marzo de 1995