Queridos amigos, retomamos las entregas de la Integral Sinfónica de Shostakovich por el maestro Slovák.
Y lo hacemos con una sensacional obra, la fantástica e intensa Décima Sinfonía. Una obra realmente impresionante, verdadero monumento sinfónico se mire por donde se mire. Compuesta después de la muerte de Stalin en el verano y otoño del año 1953 (aunque hay datos que apoyan que estaba ya esbozada y escrita desde 1951 siendo el momento de la muerte de Stalin el que permite al compositor su rescate y finalización o incluso algunos borradores de partes de la obra en 1946) fue estrenada por Evgeny Mravinsky y la Filarmónica de Leningrado en la Gran Sala de la Philharmonie de Leningrado el 17 de diciembre de 1953.
Fuesen como fuesen los hechos en cuanto a la cronología de su composición, en el citado año de 1953, año de la muerte de esa losa brutal y opresora que fue Stalin, Shostakovich daba a conocer la obra, su "Décima Sinfonía", que aún siendo criticada por los conservadores en un comienzo, más tarde fue reconocida como una obra maestra, tanto en la Unión Soviética como en el exterior.
Amén de ello y como indicábamos en una anterior entrada "...la obra obtuvo un enorme éxito de público, tanto en su país como en el exterior. Shostakovich triunfaba de nuevo (malos años había pasado nuestro querido Shostakovich por la "bendita" actuación de nuestro amigo Shdanov director del Departamento Cultural del Comité Central que tuvo el honor de haber amargado la vida a muchos compositores rusos desde Prokofiev pasando por Miaskovski, Khatchatourian, Kabalevski hasta nuestro querido Shostakovich que le resultaba particularmente antipático) y triunfaba con éxito doble, como compositor y con éxito de público. Un reflejo de su resistencia, de su alma profundamente fuerte que vuelve a vencer y sobreponerse a las dificultades...".
La Sinfonía nº 10 se estructura de la siguiente manera:
I. Moderato. De tintes oscuros con una progresión impresionante hasta un clímax profundamente emotivo. Un movimiento con tres temas cuyo desarrollo es sensacional y con un marcado tono sombrío y pesimista.
II. Allegro. A modo de scherzo con vientos, cuerdas, metales y percusión arrolladores. Muchos especialistas consideran este movimiento una caricatura grotesca de Stalin con una marcada percusión y un ritmo que podemos calificar de frenético.
III. Allegretto. Un movimiento de danza con melodías preciosas enfrentadas en su carácter emotivo, oscuridad frente a alegría, y referencias a Mahler (trompa) y a Elmira antigua estudiante suya (¿un amor oculto?). En este movimiento se nos presenta el tema con el motivo DSCH derivado de las iniciales del compositor y que va siendo tomado por los distintos atriles de la orquesta.
IV. Andante - Allegro. Lleno de alegres melodías y ritmo arrollador hasta un final impresionante en fuerza, ritmo, potencia y referencias políticas y personales (de nuevo el motivo de su nombre interrumpiendo el ascenso intenso hacia el impresionante final).
Motivo Elmira
Motivo DSCH
Como indicábamos más arriba, la Décima Sinfonía es una obra de alto contenido trágico que no fue demasiado bien recibida en su patria, en los estamentos oficiales, recriminándole su pesimismo. Una obra agria y dura que puede representar una biografía histórica de la época. El primer movimiento está relacionado directamente con los opresivos años del estalinismo, el segundo nos presenta al propio dictador grotesco y caricaturizado, destacando su carácter violento y animal, en el tercer movimiento se retrata el propio Shostakovich y su ser mismo y en el último nos muestra la victoria del compositor sobre las circunstancias adversas, con ese triunfal final interrumpido por el propio tema de Shostakovich.
En cuanto a la interpretación dejada por el maestro Slovák y sus músicos de Bratislava no puedo decir más que me resulta sensacional y me engancha. Logra en esta Décima que resulte absolutamente arrolladora, emotiva y profunda. Se mueve más en el campo de los sentidos que en el propiamente compositivo, remarcando de forma peculiar los aspectos emocionales de la sinfonía cosa que en el caso de la Décima se me antoja particularmente interesante y apropiado.
Digamos que Slovák traduce la obra de manera que cautiva al oyente desde el inicio hasta su maravilloso final.
Espero que disfruten de este precioso disco.
Shostakovich
Sinfonía nº 10
Czecho-Slovak Radio Symphony Orchestra - Bratislava
Ladislav Slovák
Grabación
Nº 10, Concert Hall of the Slovak Radio in Bratislava - 20 al 26 de junio de 1989
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