Queridos amigos, tras algunos días, muchos diría yo, en el dique seco, retomamos un poco de la actividad principal de este espacio, la difusión de la música como simple vía de placer y cultura.
Hoy lo vamos a hacer con uno de esos disco maravillosos, listos para ser escuchados y para llenarse de serenidad y tranquilidad espiritual. Y lo hacemos con un director que para mi gusto es uno de los más apropiados para traducir la bellísima música del maestro Haydn: Leonard Bernstein.
Mucho se ha criticado a Lenny el planteamiento final de sus últimos años a la hora de elegir el repertorio a grabar con la DG. Y quizá una gran parte de esas críticas sean fundadas. Quizá por ello dejó una labor sin terminar que quizá hubiera alcanzado cimas de una altura enorme como podría haber sido su segunda integral de Sibelius o la de Shostakovch. Pero no hubo tiempo para ello y se le critica haberlo empleado en autores y obras ampliamente representadas en la discografía como lo son las de Mozart (mucho menos frescas que sus interpretaciones para Sony), las de Schubert (de una belleza extraordinaria en lo musical) o las de Stravinsky (alejadas de la excepcional fiereza de sus aproximaciones con New York o incluso con Londres).
Pero esto es historia y las cosas sucedieron como sucedieron. Y en este estado de los hechos Lenny nos dejó unas aproximaciones de madurez a Haydn que aunque sin esa chispa de vitalidad que derrochaban sus interpretaciones newyorkinas no dejan de ser unas aproximaciones con otro acercamiento diferente. La belleza pura de la obra musical de Haydn, su enorme valos compositivo, su sensacional y sublime forma de encantar al corazón y de llenar el alma de pura sensación de paz.
La Sinfonía Concertante para violín, chelo, oboe y fagot es una obra de arte. Una muestra excelsa de la enorme belleza musical que logra "Papá" Haydn con esos cuatro instrumentos acompasados con la orquesta.
Fue compuesta en el año 1792, planteada como una obra orquestal con cuatro instrumentos en el grupo de solistas: violín, chelo, oboe y fagot y desarrollada en tres maravillosos movimientos: Allegro, Andante y Finale. Allegro con spirito, a lo largo de los que el preciosismo musical tanto en el diálogo entre los solistas como en la integración con el grupo orquestal no hace más que instarnos a reconocer la habilidad de Haydn para componer y para hacerlo además de forma tan bella, armoniosa y delicada.
Si a todo ello le sumamos una interpetación por los filarmónicos vieneses de una calidad excelsa, una participación de los solistas simplemente excepcional y una dirección de Lenny pausada, profunda y clara, no tenemos más remedio que rendirnos ante la escucha de esta obra.
La Missa in Tempore Belli también denominada Paukenmesse o Misa con Timbales fue compuesta por Haydn en Eisenstadt , en agosto de 1796, unos años después de la guerra europea que siguió a la Revolución Francesa y con Austria, temerosa de la invasión militar. La misa se representó por primera vez el 26 de diciembre de 1796 en la Iglesia de los Escolapios de María en Viena. En su interpretación musicológica e histórica hay controversias varias, desde los que la califican de una composición menor y poco menos que obligada de hacer por Haydn hasta los que ven en ella la composición de un patriota en aquellos tiempos difíciles para su nación sin olvidar a quines piensas que muchas de sus referencias y extractos tienen un marcado carácter antibelicista.
Lo cierto y verdad es que musicalmente es de una simplicidad tan bella que en ello está gran parte de su belleza. Su delicadísima comunión entre música y palabras, la forma tan especial en que se engranan ambas partes, los delicados toques de chelos o los excepcionales pizzicatos de las cuerdas unidos a las preciosas partes vocales la hacen merecedora de una escucha abierta para llenarnos de su profundo sentimiento de gloria, serenidad, gracia y paz.
La interpretación del cuarteto solista, del Coro de Baviera y de ese instrumento maravilloso que es la Sinfónica de la Radio no hace más que añadir valor a la visión de Lenny sosegado, profundo, intenso y emotivo; un Lenny con un corazón pleno de amor y deseoso de amor.
Espero de todo corazón que disfruten de estas dos maravillosas muestras de una música sublime, delicada, sencilla, profunda y hermosísima. Una música muy, muy necesaria en estos días, como lo fue para los austriacos y para Lenny en sus respectivos momentos históricos.
Haydn
Sinfonía Concertante*
Missa in Tempore Belli**
Leonard Bernstein
Orquesta Filarmónica de Viena*
Rainer Küchl, violin
Fanz Bartolomey, chelo
Walter Lehmayer, oboe
Michael Werba, fagot
Grabación: octubre de 1984, Viena, Musikverein Grosser Saal*
Leonard Bernstein
Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera**
Coro de la Radio de Baviera**
Judith Blegen, soprano
Brigitte Fassbaender, alto
Claes H. Ahnsjö
Hans Sotin, bajo
Grabación: septiembre de 1984, Munich, Residenz, Herkulessaal**
Es una música que no nos exige un esfuerzo para entenderla, no hay en ella los grandes dramas y desgarros del mundo actual, na hay búsqueda profunda,late en ella como un ritmo más pausado en la vida, como una existencia natural que se expresa más allá del conflicto de los salones y la revolucíon.
ResponderEliminarSaludos.
Querido Millares, ¡qué bonita descripción!
ResponderEliminarUna forma clara de expresar lo profundo de esa bella música de Haydn y de su transcendencia que yo he querido transponerla la la exstencia de Lenny.
Muchas gracias querido amigo.
Después de lo que llevabamos últimamente, bién está Haydn para "desengrasar". Pero el último Bernstein......A mí su última etapa me parece de un manierismo exacerbado. En estos tiempos del "historicismo informado" (lo que sea que quiera decir eso) sugiero a quien le interese oir el Haydn al que yo estaba acostumbrado, con orquesta amplia e instrumentos modernos (ese Haydn que ya no se puede oir en las salas de concierto porque parece anticuado y que no se está a la onda), sugiero la escucha de sus últimas sinfonías por Klemperer y Szell, ambos magníficos, diferentes, a mi juicio de obligado conocimiento. Y después comparar con lo que se escucha ahora. Para gustos hay colores.
ResponderEliminarY como cada loco con su tema, y ahora yo me he enganchado al de FURTWANGLER durante la guerra, vuelvo a poner grasa en la maquinaria y SUBO A RETROSHARE su novena sinfonía de Bruckner en octubre de 1944, con Alemania al borde de la dserrota. Sencillamente im-pre-sio-nan-te!!
Vamos a por Furt querido Alejandro.
ResponderEliminarY ya que estoy con la 9ª de Bruckner, SUBO a RETROSHARE la sublime interpretación de GIULINI con la Filarmónica de Viena en 1988
ResponderEliminarNunca mejor dicho, sublime querido Alejandro.
ResponderEliminarMuchas gracias, es un blog genial y tienes un gusto exquisito en lo que a música se refiere. Te informo de paso de que este link no funciona.
ResponderEliminarEstimado JGV lo repongo ahora mismo, en 10 minutos lo tienes.
EliminarGracias por el comentario y el aviso.
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