Querido Fritz, mi muy querido y añorado Fritz. Te debía este pequeño homenaje. Había pasado ya septiembre ese mes a la vez alegre en que podíamos celebrar tu cumpleaños y a la vez triste, demasiado triste, que no lo permitiría más. Un pequeño retraso por mi parte que no se justifica y que aún así no va a impedir que todos nuestros amigos disfruten de este hermosísimo testimonio de tu arte.
Un arte supremo, un don de Dios que aprovechaste y entregaste a corazón abierto y aparte de ello un logro de tu personalidad y de tu esfuerzo el haberlo llevado a las cotas más altas que se podían imaginar para alguien que andaba en la treintena.
Muchas cosas hiciste en ese corto periodo de tiempo en que estuviste aquí junto a nosotros. Llegaste de la mano de tus padres; de tu profesora, invidente ella pero no sorda desde luego, que te impulsó hacia el terreno del canto; de tus amigos de profesión (que bello gesto verdad esa confabulación entre Josef Traxel que fingió enfermar y que estaba confabulado con el primer reemplazo, el enorme Wolfgang Windgassen, para darte la oportunidad de estrenarte en Sttutgart y nada menos que con tu amado Mozart); de muchos y muy buenos músicos que te ayudaron en tus bajos momentos (Giesen, maravilloso y honorable, Karajan, único y conocedor de la excelencia, Hermann Prey, humilde y humano, y otros muchos).
Por supuesto no podemos olvidar a esa "Señora" en palabras marcadas y en mayúscula inicial, esa gran Señora que fue tu mujer, Eva Jungnitsch, y no sólo tu mujer sino tu referencia absoluta en la vida como lo fue tu familia. ¡Ah! importante como tu decías, no debemos olvidar tu tierra, tus amigos, tus reuniones de caza, charla, canto, alegrías y placer humano que tanta vida te dieron y que pe permitían llevar de manera más soportable el ritmo del éxito, del trabajo, del esfuerzo que por aquellos años tenías.
Todos ellos pusieron un poquito de ellos mismos para que esa gran persona, ese gran ser humano, alcanzara el nivel que esa voz prodigiosa y ese talento artístico global creciera. Tu decías que te quedaba poco para llegar al nivel de madurez deseado..."los cuarenta, los cuarenta..." pero no pudiste llegar. Tampoco te hizo falta. Giesen te decía "...ya está Fritz, ya está...". Dejaste un legado que pocos han podido dejar. y no sólo en fríos términos numéricos que no me importan. Dejaste un legado de amor, de entrega, de pasión, de belleza, de sutileza y encantadora magia musical.
Nos dejaste tu ser, porque tus interpretaciones tenían un poquito de ti en ellas. Y eso, querido Fritz, se nota cuando uno te escucha años después a través de los discos, testimonio de ello. Fíjate si se nota que sueles tener esa difícil habilidad de transmitir sentimientos, todos y cada uno de ellos, en esos discos a través de esa voz tan maravillosa, tan modulada, tan bien manejada, tan increíblemente bien transmitida y tan generosamente llena de expresividad y corazón. Y siempre, siempre logras que o bien sonriendo o bien emocionándonos de una manera profunda sepamos que sigues aquí. Y seguirás para siempre.
Gracias Fritz, las mereces, estas y muchas más. tu regalo es un regalo no sólo sonoro, es mucho más es un regalo de tu propia vida y de tu propia alma. Y eso es un regalo impagable. Tu aparente juvenil entrega es nuestra alegría y bálsamo para muchas penas; tu profunda pasión es un camino abierto por el que podemos llegar a experimentar las mayores y más intensas emociones que la música puede proporcionar; tu fuerza y tu entrega es acicate para nuestra ilusión y entrega. Sencillamente no sólo eras bueno sino que encandilabas a todos. Y sigues haciéndolo Fritz.
Descansa en Paz
Al escuchar este disco que nos deja el último recital de Wunderlich, yo al menos no puedo evitar llorar de emoción. Me traslado al momento mágico del concierto y me siento en el cielo del placer musical. Me quedo atrapado en la belleza, riqueza y expresividad del mismo. Una joya de la música, una verdadera joya.
Wunderlich
The last Concert
Fritz Wunderlich, tenor
Hubert Giesen, piano
Grabaciones
Edimburgo, Usher Hall, 4 de septiembre de 1966, último recital en vida
Extras en Salzburgo, 19 de agosto de 1965
Gracias, como siempre. No sé si conoces : http://www.eliteclasica.org/viewtopic.php?f=16&t=20694&view=unread
ResponderEliminarUn saludo cordial
Gracias a ti Manel. No lo conocía. Vamos a enredar un poquillo en él. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQue disfrutes de Fritz.
Julio, simplemente agradecer por compartir a Fritz Wunderlich!!!!
ResponderEliminarGracias querida amiga. ¿Verdad que era una gloria bendita?
ResponderEliminarQue lo disfrutes con amor.
Greetings Julio - please could you repost?
ResponderEliminarOf course I do. It is a pleasure. Exceptional CD. Wonderful Wunderlich. A hug dear Galahad.
EliminarActualizada entrada/Update entry: Fritz Wunderlich. 26 de septiembre de 1930 - 17 de septiembre de 1966. Nuestro más Cariñoso Homenaje. Último Recital. Schubert. Schumann. Edinburgh. Extras de Salzburgo. Beethoven. Schubert. 1966. 1965.
ResponderEliminarHace ya casi ocho años, cuando me acerqué a la figura de Jussi Björling, dejé escrito que pocas veces una voz humana (masculina) me había llegado tan hondo la primera vez que la escuchara, y que en la tesitura de tenor quizás solamente Alfredo Krauss y Fritz Wunderlich me habían alcanzado de modo semejante desde el primer momento. Aquí se puede leer:
ResponderEliminarhttp://medymel.blogspot.com.es/2009/09/jussi-bjorling-tenor-lirico.html
Desde entonces, he estado dándole vueltas a una entrada sobre Fritz Wunderlich, pues de Alfredo Kraus ya había escrito poco antes. Ha pasado mucho tiempo, escuchando interpretaciones suyas, nombrándolo repetidamente a lo largo de mi espacio bloguero o trayendo grabaciones suyas, sin hallar la inspiración necesaria para una adecuada reseña.
Y ahora, asistiendo a este texto tuyo (¡no sé cómo se me había pasado!), amigo Julio, desisto de mi intención primera, pues no creo que encuentre nada mejor que decir sobre el gran tenor. Esta entrada la hago mía y, por lo tanto, me basta enlazarla para darme por satisfecho. Así que no me queda más que darte la enhorabuena por el artículo y las gracias por la extraordinaria e histórica grabación que has traído.
Mi querido y estimado Jose Manuel. Enorme tu comentario, tan eorme que me deja sin palabras. Unas palabras como las tuyas destinadas a esta entrada, humilde pero enormemente sentida, es algo extraordinario. Al igual que te pasa a ti, me sucede lo mismo, pocos cantantes han impactado más en mi corazón como Kraus y Wunderlich. Y este último, por las circunstancias de su final me hacen experimentar más admiración y dolor. Era un verdadero genio, un enorme artista y una excepcional persona.
EliminarTodo lo que puedas decir de él será maravilloso.
Muchas gracias de nuevo querido Jose.
Emocionante testimonio. Pocos días antes de su fallecimiento, quiso acabar su concierto con el homenaje de Schubert a la música. Muchas gracias.
ResponderEliminarQuerido Sergio me agrada ver tu comentario. Un bien dicho homenaje a la música del, quizá, más puro poeta de la misma. Un fuerte abrazo.
EliminarHola, muchas gracias por tu magnifica página y emotivos comentarios.
ResponderEliminarMe gustaría hacerte una petición, ¿Sería posible conseguir la grabación de 1960 de Requiem de Mozart Dirigida por Karajan y de tenor Wunderlich?
Gracias de nuevo.
Estimado amigo Anónimo. Es posible. Déjame un tiempo para rebuscarla y la semana que viene seguramente estará subida. Una grabación preciosa en Salzburgo. Me alegra tu recordatorio.
EliminarMuchas, muchas, muchas gracias de antemano y tu pronta respuesta.
EliminarGustav.
Querido Gustav en la entrada de Strauss-Szell y los Cuatro últimos Lieder te he dejado respuesta también a esta. Si dios quiere viernes o fin de semana próximo la tenga preparada. Un abrazo.
EliminarMuchas gracias querido Julio.
EliminarUn abrazo,
Gustav
Querido amigo Gustav, esta noche se deja en el blog. Precioso Requiem.
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