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domingo, 23 de junio de 2013

Martinu. Integral Sinfónica. Václav Neumann. Orquesta Filarmónica Checa. La Obra de un un Soñador. 1976. 1977. 1978.


Queridos amigos me gustaría dejar esta mañana este precioso estuche de discos dedicados a la obra sinfónica de uno de los mayores genios musicales del siglo XX, el compositor checo (bohemio de nacimiento) Bohuslav Martinů (en adelante Martinu). Un músico verdaderamente genial y maravilloso, lleno de sorpresas, con un estilo peculiar y personalísimo y realmente agradable de conocer. Y lo hacemos dejando las grabaciones realmente asombrosas y llenas de fuerza, una de las máximas cumbres alcanzadas en la fonografía de la musica sinfónica de Martinu, del gran director Neumann al frente de la siempre fenomenal Orquesta Filarmónica Checa. Ingredientes de calidad que, suele ser la norma, dan un resultado sencillamente asombroso.

Descubrí la música de Martinu de forma totalmente casual. Un sencillo disco de Naxos de esos que sueles comprar por "probar". Quedé fascinado de la vitalidad, variedad, imaginación, frescura y belleza de su música. Con los años pude escuchar algún concierto a la ROSS lo que no hizo sino aumentar mi cariño por la música del compositor checo una música que me sigue maravillando en cada escucha de sus discos y particularmente de los dedicados a su obra sinfónica.

Martinu nace en el pequeño pueblo de Polička, Bohemia, actualmente en la República Checa, sintiendo desde pequeñito una atracción especial hacia la música y los sonidos en general (particularmente por las campanas, cosas de los avatares del destino por su nacimiento, crianza y profesión paterna). Se puede decir que fue un músico de formación autodidacta destacando en la práctica del violín y llegando a ser atril de dicho instrumento en la Filarmónica Checa recibiendo una gran parte de su formación inicial más "académica" de la mano de Josef Suk músico que le anima a seguir con sus estudios formales y a intentar consolidar su propio estilo musical al igual que más adelante haría otra de las grandes influencias de Martinu, el músico francés Albert Roussel durante la estancia de nuestro compositor en París. En la capital gala, Martinu consolida su estilo con influencias de las nuevas tendencias en la música, el jazz, el neoclasicismo y el surrealismo y desarrollando de manera libre su espíritu musical ansioso de expansión, de libertad, de explorar. Las influencias del propio Roussel se suman a las recibidas por Bartok, Prokofiev y Stravinsky sin dejar de lado las fuentes musicales de su origen natal, la música de su tierra que sigue presente en la mente de nuestro compositor.

Martinu tiene que abandonar París a consecuencia de la II Guerra Mundial y emprender una nueva vida mas allá del charco, en los EEUU. Allí se gesta el nacimiento de su producción sinfónica en un periodo que se extiende entre 1942 a 1953. Fueron años duros para Martinu, años de soledad y lejanía de su tierra natal, de dificultades económicas y personales, de tristeza interior y complicada vivencia personal. El ciclo sinfónico de Martinu puede decirse que es un reflejo de su vivencia personal en esta etapa de su vida desarrollada en los EEUU, marcado por sus luces y sombras, sus alegrías y penas. Para una figura de la musica americana como Copland, la presencia en EEUU de Martinu así como la de otros compositores de su generación fue una punto de enorme transcendencia para el desarrollo de los músicos locales norteamericanos, un impacto profundo para el devenir y la formación musical de esos jóvenes compositores que vieron en ellos figuras de enorme valor humano y profesional y de los que recibieron una influencia del todo transcendental.


La Sinfonía nº 1 de Martinu fue el resultado del encargo de esa gran figura de la vida musical americana que fue Serge Koussevitzky y fue dedicada (así se lo solicitó en carta personal a Martinu) a la esposa del director, Natalie Koussevitzky. Estamos ante una obra sinfónica compuesta a los 51 años (¡os suena Brahms!), una obra que no podemos catalogar de obra de madurez pese a ello sino de obra inicial, primeriza, pero llena de valor formal y emocional. Una obra amplia, romántica, serna y trágica a la par, marcada de reseñas formales a los eventos recientes vividos por el compositor a su llega a los EEUU y de recuerdos de lo dejado atrás, su patria, una Europa devastada, el caos, el terror y la lejanía. La obra se estrenó en Cambridge el 12 de noviembre de 1942 por la Orquesta Sinfónica de Boston bajo la batuta de Koussevitzky. Para músicos de la talla del propio Koussevitzky o de Charles Munch se trata de una obra excepcional.


La Sinfonía nº 2 de Martinu es de un carácter mucho mas intimista y una extensión menor. Casi una obra de cámara con reflejos marcados del carácter de la musica bohemia, sencillamente bella y llena de paz y serenidad, de alegría y calma. Una obra que sorprende por su sencilla manera de atraparte en su belleza y paz, de emocionarte y de hacerte sentir el puro placer de las cosas simplemente bonitas. Fue el resultado del encargo de la comunidad checa residente en Cleveland para celebrar la independencia de la patria checoslovaca y fue estrenada el 28 de octubre de 1943 por la Orquesta de Cleveland bajo la batuta de Erich Leinsdorf.


La Sinfonía nº 3 es el resultado del propio deseo del compositor de rendir homenaje a la Sinfónica de Boston y a su director Serge Koussevitzky. Es una obra de un estilo formalmente clásico, de tono trágico y de carácter severo. Dotada de enorme fuerza emocional y de un espíritu de determinación y lucha, de imposición al destino. Fue estrenada por sus destinatarios, la Orquesta Sinfónica de Boston y Koussevitzky el 12 y 13 de octubre de 1945 en Boston.


La Sinfonía nº 4 destaca por una mágica capacidad de atracción hacia una música sinfónica de concepción moderna y llena de felicidad y vitalidad. Es quizá la más vitalista de las obras sinfónicas de nuestro autor, hecho derivado posiblemente de la alegría de la paz y del fin de las penalidades de la guerra acontecidos durante el desarrollo de la composición, y fue estrenada por la Orquesta de Filadelfia bajo la dirección del maestro Ormandy en la Academia de Música de Filadelfia el 30 de noviembre de 1945. Es una obra en la que el carácter melódico de la música tradicional bohemia es muy marcado recordando la tradición sinfónica de Smetana y Dvorak.


La Sinfonía nº 5, mi preferida, fue compuesta para la Orquesta Filarmónica Checa con ocasión del Festival de la Primavera de Praga. Su estreno norteamericano corrió de la mano del maestro Ansermet. Representa quizá la más representativa de la imaginación de Martinu, de su espíritu innovador y de su espíritu de libertad componiendo una obra casi concertante, bellísima, de enorme ritmo y fuerza motora con sus ritmos combinados y sus tempos lentos y rápidos casi obstinados que producen una sensación de energía inacabable. La obra fue estrenada por Rafael Kubelik en Praga con la Filarmónica Checa a sus órdenes el 28 de mayo de 1947.


Tras la composición de  la Quinta Sinfonía, Martinu sufrió una caída desde un segundo piso, que le privó temporalmente del oído y le produjo pérdidas de memoria ademas se sumió en una depresión profunda y duradera. Jamás regresó a su patria donde le aguardaba un puesto como profesor del Conservatorio de Praga.

Nos tenemos que ir al año 1953 para ver una nueva obra sinfónica del maestro Martinu, una obra que definitivamente asienta para siempre el nombre del mismo entre lo más grandes del siglo XX. Son las Fantasías Sinfónicas bautizadas posteriormente como Sinfonía nº 6. La obra está dedicada al director Charles Munch con motivo del 75 aniversario de la Orquesta Sinfónica de Boston siendo el propio Munch, uno de los mayores admiradores de la música de Martinu, quien la estrenase en Boston el 7 de enero de 1955. Es una obra que choca con las anteriores composiciones del maestro por sus llamativos contrastes, su inquietante dramatismo, su colorido vívido, su torrencial impulso motor sin violencia sino con progresividad, su gradación de intensidad creciente y asombrosa hasta ese coral final deslumbrante la hacen realmente maravillosa. Un magnífico punto final a una tarea monumental y realmente soberbia en el plano de la composición sinfónica del maestro checo.


Y finalizamos este breve recorrido por la obra sinfónica de Martinu con una simple recomendación: disfruten de la belleza de esta música. Es realmente sorprendente, agradable, diversa, emotiva, realista, llena de mensaje y de vida. 

La interpretación ofrecida por Neumann y la portentosa Filarmónica Checa es deslumbrante, mágica, perfecta en su ejecución y llena de emotividad. Única e irrepetible. Maestro y orquesta son unos consumados intérpretes de una música que aman y que llevan en su alma, en su tradición.


Si me permiten quisiera dedicar de manera especial esta entrada a un grupo de personas amantes de la musica en general, de la cultura, plenos de humanidad y calidad personal y muy en particular a nuestro amigo Quinoff. Va por ellos y por él. ¡Que disfrutéis del chico de las campanas!

Martinu
Integral Sinfónica

Václav Neumann
Orquesta Filarmónica Checa

Grabaciones en Praga, Casa de los Artistas, Sala Dvorak

Sinfonía nº 1, del 8 al 15 de febrero de 1977
Sinfonía nº 2, del 17 al 22 de marzo de 1977
Sinfonía nº 3, del 14 al 18 de octubre de 1977
Sinfonía nº 4, del 23 al 26 de agosto de 1977
Sinfonía nº 5, del 26 al 29 de septiembre de 1978
Sinfonía nº 6, del 9 al 14 de enero de 1976












Mp3


FLAC


5 comentarios:

  1. Estimado Julio,

    De todo corazón espero se hayan superado satisfactoriamente los problemas a los que aludía en su momento, y si no es así, con el mismo deseo hago votos por su pronta solución.

    Sólo quiero agradecer el cambio que hizo a Mega, me parece que favorece mucho a los visitantes de su blog.

    Y finalmente, estoy "bajando" a Martinu, ojalá lo disfrute tanto como usted!

    Saludos, jm

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    1. Estimado JM muchas gracias. Espero que el sistema pueda funcionar bien. Ya nos contará qué le parece esta bellísima música.

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  2. Gracias, queridísimo Julio por este portentoso aporte.
    Seguro que lo disfrutaré
    (Muy contento por tu recuperación)
    afterbach

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    1. Querido Efrén, estoy convencido que le gustará. Es una musica muy fresca y bonita. Y la interpretación, sencillamente magistral.
      Gracias por el comentario al respecto de lo personal.

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  3. Actualizada la entrada/Updated entry: Martinu. Integral Sinfónica. Václav Neumann. Orquesta Filarmónica Checa. La Obra de un un Soñador. 1976. 1977. 1978.

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