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miércoles, 13 de noviembre de 2013

Bruckner. Sinfonía nº 7. Stanislaw Skrowaczewski. Saarbrücken Radio Symphony Orchestra. 1991.


Mis queridos amigos, en esta noche una entrada preciosa y cortita en comentarios. Un paso más hacia la culminación de la Integral Sinfónica de Bruckner por el maestro Skrowaczewski. 

En esta ocasión una de sus sinfonías más ampliamente grabadas, interpretadas y conocidas. Y no por ello cada interpretación nueva que escuchamos deja de sorprendernos. Hay algo especial en la música de nuestro amado Bruckner que ofrece esa posibilidad de permanente sorpresa durante la escucha de su música y que permite que todas las recreaciones que de ella se hacen nos aporten algo nuevo, algún detalle, algún movimiento o pasaje, una melodía, un sonido, una estructura que antes no habíamos percibido o sencillamente un placer general en la audición completa.

Y este último caso es el que a mí particularmente me sucede con la interpretación de esta Séptima por Skrowaczewski. No podría destacarles nada en particular pero sí ese todo final cuando la obra termina y quedas plenamente satisfecho de un recorrido maravilloso por una música realmente increíble. Me recuerda muchísimo a la aproximación de Jochum a esta obra. Sencillez, claridad, nada de estridencias, flujo maravilloso de ideas musicales expuestas con una exquisitez sorprendente. Es como si simplemente se dedicara a traducir lo que el maestro dejó escrito y se dejara llevar por esa escritura; matizo aquí y allá, destaco algo por aquí, potencio esta frase o pasaje, pero al final simplemente pretendo que todo fluya en una unidad formal y espiritual única. Y realmente lo consigue. 


Quizá es en esta interpretación en la que la comparación con las grandes formaciones orquestales habituadas a Bruckner se deja notar un poquito para la Orquesta de Saarbrücken o quizá sea una percepción mía simplemente derivada de la sencilla fluidez con la que interpreta la obra. Hay calidez, sentimiento, las melodías y las sonoridades de Bruckner quedan expuestas de una manera preciosa y limpia y el ritmo del flujo musical resulta de enorme belleza. Y logra al igual que Jochum, Barenboim, Böhm o Karajan dejar en mí una sensación de serenidad y de paz verdaderamente agradable. Sin grandes brillos hay frescura, dinámico y poderío cuando se precisa. Nada de enlentecimientos gratuitos o pesados, la música se desarrolla a un ritmo sensacional, sorprendente y continuado.

En suma que sin que pueda destacarles nada concreto el disfrute que me proporciona es de un nivel altísimo. Algo tiene de especial esta recreación de Skrowaczewski, algo que la hace diferente a las demás y digna de admirarse y conocerse. De verdad, un verdadero prodigio de belleza, serenidad, tranquilidad y hermosura.


La Séptima de Bruckner fue escrita entre 1881 y 1883, y revisada en 1885. Está dedicada al rey Luis II de Baviera. El estreno tuvo lugar en la ópera de Leipzig, en 1884, fue dirigido por Arthur Nikisch, y constituyó el mayor éxito de toda la carrera de Bruckner.

Skrowaczewski interpreta la Versión de 1885 en la Edición de Nowak que mantiene la mayor parte de los cambios de la edición de 1885 de Gutmann, incluyendo la percusión en el tiempo lento y en su caso sin omitir el golpe de platillo del movimiento lento. 

De forma muy resumida y para aclarar un poquito esto de las ediciones de la Séptima y en cuanto a las tres ediciones de la Versión de 1885, dejamos de nuevo estos comentarios publicados ya en anteriores entradas:

Edición Gutmann (publicada en 1885).
Tras el estreno en 1884 se hicieron algunos cambios, antes de esta publicación. Está aceptado que Nikisch, Franz Schalk y Ferdinand Löwe influyeron significativamente en esta edición, pero es discutible hasta qué punto tales cambios fueron autorizados por Bruckner. Fundamentalmente, estas modificaciones se refieren a tempo y orquestación.

Edición Haas (publicada en 1944).Robert Haas intentó eliminar las influencias de Nikisch, Schalk y Löwe, para recuperar el concepto original de Bruckner. Para ello, utilizó material procedente del autógrafo de 1883, aunque este ya incluye cambios posteriores. El cambio más evidente en esta edición es la ausencia de platillos, triángulo y timbales en el clímax del movimiento lento: Haas argumentó que Bruckner había decidido posteriormente eliminar la percusión en este punto, lo cual ha sido ampliamente discutido.

Edición Nowak (publicada en 1954).Leopold Nowak mantuvo la mayor parte de los cambios de la edición de 1885, incluyendo la percusión en el tiempo lento. Incluyó las indicaciones de tiempo de la edición de Gutmann, pero poniéndolas entre corchetes. Aunque se incluyen en la partitura impresa, algunos directores omiten el golpe de platillos en el tiempo lento, siguiendo los criterios de Haas.

Espero de todo corazón que disfruten de este hermoso disco. Un disco que nos acerca de manera muy bella a una forma de entender y plasmar Bruckner realmente preciosa. Una muestra de un estilo directorial fino, sencillo, pausado, sabio y directo. Una preciosa muestra del arte de Stanislaw Skrowaczewski.


Bruckner Sinfonía nº 7
Versión de 1885 en Edición de Leopold Nowak de 1954
Stanislaw Skrowaczewski
Saarbrücken Radio Symphony Orchestra 
Kongresshalle Saarbrücken
27 al 29 de septiembre de 1991






3 comentarios:

  1. Estimado Julio Salvador.

    poco se puede agregar a tus siempre certeros comentarios. Obra que como bien dices fué uno de sus más reconocidos éxitos en vida, sobre todo teniendo en cuenta, si la memoria no me falla, que nunca llegó a escuchar en vida ni la quinta, ni la sexta. Obra que como se sabe, fué pautada sobre todo el II movimiento por la muerte de su "maestro" Richard Wagner.
    Hermosa versión, Gracias por compartir tanta belleza con nosotros.

    José

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    1. Querido Jose, como siempre gracias por el comentario y el agradecimiento, que no se merece.
      Es disco es realmente bello, como digo quizá diferente, al menos a mí me suena distinto a otras Séptimas, pero tiene un encanto especial. Cada día que voy preparando los disco de Skrowaczewski más me gustan sus interpretaciones.
      A pesar como bien dices de sus "fracasos" en vida, el tiempo le ha dado al maestro su lugar en la historia de la música querido Jose, un lugar que es desde luego de gran altura.
      Un abrazo.

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  2. Actualizada la entrada: Bruckner. Sinfonía nº 7. Stanislaw Skrowaczewski. Saarbrücken Radio Symphony Orchestra. 1991.

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