Mis queridos amigos, ya de regreso de las vacaciones navideñas (extraordinarias, inolvidables e irrepetibles vacaciones las de este fin de año 2013 e inicio del 2014), algo recuperadillo de las innumerables emociones vividas y asentado un poquito ya en la "tierra" laboral, volvemos a retomar este nuestro espacio, no sin olvidar que en cuanto vaya asimilando lo vivido y reconstruyendo la historia de estas vacaciones habré de colocar alguna breve reseña a las mismas, breve pero intensa; reseña, relato, experiencia, y agradecimiento, cosa que será harto difícil de hacer sin que mi corazón dé un vuelco con cada palabra que ponga. Es deuda y lo haremos en breve.
De esas vacaciones muchísimo he disfrutado junto a mi mujer y a la persona responsable de ellas. Y de ellas traigo en lo material una pequeña joyita que puede ilustrar mi agradecimiento general a ambos, a la hermosísima Viena, al genial Karajan, a la Sala Dorada...Un precioso, realmente precioso, disco con una grabación realmente incandescente de la Sinfonía nº 5 de Bruckner de la mano de uno de los genios de la dirección de toda la historia impulsando a una encendida y genial Sinfónica de Viena (la generalmente llamada "segunda, primera orquesta de Viena). Más adelante rendiremos homenaje a la "pata" que falta en esta mesa vienesa vacacional, a la Filarmónica de Viena.
Siempre he manifestado mi predilección por la obra de Bruckner, con algunas de ellas entre las obras que más me llenan, Cuarta, Octava, Séptima y por supuesto la Quinta. Una obra esta colosal, realmente hermosa, de una estructura amplísima, vasta, inalcanzable; una obra llena de espacios misteriosos, de sonoridades profundas y con la flexibilidad de poder ser recreada de muy diferentes maneras según se apoyen unos u otros matices de la misma. En cualquier caso el resultado es siempre espectacular, un verdadero edificio de belleza estructural lograda por el adorno de las acentuaciones en uno u otro aspecto de su musicalidad; un torrente de energía y ritmo; de fuerza e intensa dulzura y armonía.
Nuestro bien querido maestro Karajan nos deja en esta recreación de la obra su lado más bello.
¿Se habla de frialdad, de mecanicismo, de "sólo" técnica? Pues, mis queridos amigos, no hay de eso más restos; los habrá dejado para otra ocasión. Nos encontramos con un Karajan que entrega todo, intensidad, conocimiento profundo del significado de esta obra bruckneriana, inmensa musicalidad, precioso manejo instrumental y de grupos, sabia acentuación de los bloques temáticos, perfecta unificación del total de la estructura y partes en un sólido monumento musical que te impresiona poco a poco y cada vez con mayor fuerza. Digamos que va calentando a fuego lento la cocina de sus artes de director para luego servir con ellas en dosis pequeñas y crecientes una obra que se ha preparado con todo el amor y la entrega del mundo.
¿Se habla de frialdad, de mecanicismo, de "sólo" técnica? Pues, mis queridos amigos, no hay de eso más restos; los habrá dejado para otra ocasión. Nos encontramos con un Karajan que entrega todo, intensidad, conocimiento profundo del significado de esta obra bruckneriana, inmensa musicalidad, precioso manejo instrumental y de grupos, sabia acentuación de los bloques temáticos, perfecta unificación del total de la estructura y partes en un sólido monumento musical que te impresiona poco a poco y cada vez con mayor fuerza. Digamos que va calentando a fuego lento la cocina de sus artes de director para luego servir con ellas en dosis pequeñas y crecientes una obra que se ha preparado con todo el amor y la entrega del mundo.
Por él y por una maravillosa Orquesta Sinfónica de Viena (instrumento con el que el maestro al igual que con los Filarmónicos) tuvo una intensa y profunda relación. Sus metales, sus maderas, sus bellísimas cuerdas, sus maderas, se van encendiendo conforme la mano del maestro va pasando por ellas con el calor de un corazón que ama y entiende la obra y cuando están todas encendidas surge la magia final del calor profundo acumulado en ellos.
Una verdadera gozada, una experiencia sonora monumental, una transcripción viva, impulsiva, radiante de energía, sabiduría y belleza.
Muchas gracias querido maestro. Es usted un fenómeno, de verdad. Gracias por dejarnos un Bruckner tan sencillamente humano, mágico y terrenal con su enorme belleza y con hasta alguna bendita imperfección.
Que disfruten queridos amigos de una soberbia interpretación de una de las más hermosas obras sinfónicas de Bruckner. Una interpretación llena de pasión, brillante, monumental, encantadora e incandescente, de verdad.
Bruckner sigue siendo Bruckner, una verdadero artista de la obra sinfónica y Karajan...un genio, sencillamente un genio.
Busto de Herbert von Karajan
Wiener Staatsoper
Bruckner
Sinfonía nº 5
Herbert von Karajan
Orquesta Sinfónica de Viena
Grabación:
Directo, Viena, Musikverein Grosser Saal, 2 de octubre de 1954
Version de 1878 en Edición de Robert Haas de 1935, sin diferencias significativas respecto a la Edición Nowak de 1951
¡Feliz año 2014, querido Julio¡¡¡¡¡. Te echaba de menos. Espero que nos cuentes cuanto antes esas maravillosas vacaciones. Me descargo esta quinta de Bruckner y la escucho a tu salud.
ResponderEliminarUn abrazo¡¡
Querido Ángel. Ya como decía en la anterior entrada de fin de año, yo también echaba de menos el estar en línea. Pero ha merecido la pena, y muchísimo.
EliminarContaré, contaré. Simplemente deliciosas vacaciones vienesas.
A disfrutar de este hermosísimo Bruckner, una grata sorpresa la verdad.
Como siempre una maravilla querido Julio. Gracias.Un beso
ResponderEliminarGracias amiga Susa. Sé que disfrutarás de esta grabación. Tiene un encanto especial.
EliminarUn besito.
Estimado Julio Salvador.
ResponderEliminarEnormemente feliz....
Feliz por esta extraordinaria entrega
Feliz por el reencuentro en el blog con el amigo
Feliz por ver que has tenido esa experiencia mágica, increíble...¡¡que tan merecida la tienen!!
¿ Qué mas puedo pedir? Parece que empezamos el 2014 con todo....¡¡ y esto es el principio!!
Recibe un fuerte abrazo y el agradecimiento de siempre...ya a bajar esta joya....¡¡GRACIAS!! JOSE
Mi querido amigo Jose. Sé y siento la verdad en tus palabras. Espero que así sea, vamos creo que salvo alianzas extrañas contra la red, jejeje, que seguiremos en la brecha y con cositas realmente bonitas.
EliminarDisfruta de esta hermosura y ya sabes como te comentaba que enormemente agradecido por tus palabras de ánimo permanente.
Saludos y Feliz año nuevo. Comenzando de mejor forma con Bruckner....si algo me "hipnotiza" es el uso de los metales en los que transpone a un organo. La primera vez que me atrajo ese empaste fue en la tercera sinfonia en el "Gemäßigt, mehr bewegt, misterioso" y djie que era "musica clasica pesada" y ahora es la musica que casi mas escucho junto a Beethoven, es fascinante. Un abrazo y deseos de exitos. Dios Te bendiga.
ResponderEliminarMi querido David, siempre agradables palabras las tuyas y con ese afecto amén de la bonita referencia a nuestro querido Padre. Ciertamente muchas veces he sentido esa misma sensación de "pesadez" en las obras del gran maestro, una pesadez que se va aliviando conforme penetras en su mundo y vas viendo poco a poco la ligereza de sus partes y la maestría con la que luego es un todo maravilloso.
EliminarPuede parecer a alguno una barbaridad, pero en Sevilla hay un compositor, Francisco Javier González Ríos, que amén de amigo y compañero compone de maravilla. Tiene obras preciosas y fundamentalmente en las elaboradas para agrupación musical de Semana Santa..."suena Bruckner".
Un fuerte abrazo y que Dios te acompañe siempre.
I have been enjoying and reading your blog the last week, and I'm very grateful for the music you gift, such as the Bruckner symphonies. Thanks very much!!!
ResponderEliminarThank you dear friend. It is a pleasure and I hope you continue to enjoy with us.
EliminarFantástica versión la de Karajan, tan 'maduramente juvenil'. ¡Qué pedazo de director! Y ¡qué orquesta....! Muchísimas gracias. Sin tu labor, ¡cuántas joyas me perdería...!
EliminarQuerido y estimado Buhodós, no puedo más que seguir las apreciaciones de tu comentario. Un enorme director al frente de una orquesta galvanizada. Una pequeña joya.
EliminarUn fuerte abrazo.
Estimado Julio Salvador.
ResponderEliminarsin lugar a dudas que al referirnos al célebre Von Karajan estamos ante uno de los más grandes directores musicales de todos los tiempos....me gustaría saber de quien un 16 de Enero, hace poquito, creo que del año 1957, nos abandonaba, cuál es tu concepto. Sin dudas un GRAN director. Arturo Toscanini. Es una pena que alguna de sus versiones no tengan la calidad técnica actual. Pero he escuchado versiones del Maestro increíbles, por ej. me viene a la mente su versión de Manfredo de Tchaikovsky...¡¡EXCEPCIONAL!! un abrazo. José
Querido Jose, lamentablemente no puedo darte referencias sobre el gran Arturo. Es uno de esos vacíos que de forma incomprensible se ha ido haciendo en mi discoteca (incomprensible pero con explicación). He visto cosas suyas en vídeo y he escuchado algo pero no tengo datos para un objetivo juicio de valor.
EliminarUn grande sin duda...pero no puedo decir más.
Un fuerte abrazo querido amigo.
Estimado Julio Salvador
ResponderEliminarHablando de Grandes Directores....puede ser que nos haya abandonado el Mtro Claudio Abbado? sería una gran pérdida sin dudas...Gracias. José
Jose, lamentablemente se confirmó. Llega este comentario tarde, mis disculpas. Agradezco a todos la excepcional acogida del aporte en homenaje al gran Claudio.
EliminarUn fuerte abrazo.