Mis queridos amigos. Después de la entrada dedicada a nuestro estimado maestro Abbado, en triste ocasión desde luego, hoy dejamos esta entrada dedicada a celebrar el cumpleaños de otro enorme director, quizá el más grande de toda la historia. Hoy celebramos el cumpleaños de Furtwängler, nada más y nada menos.
Y lo hacemos con uno de los discos más enormes jamás grabados no sólo ya de Beethoven sino de toda la música clásica. Un disco soberbio, enorme, impresionante. No es una joya de sonido pero eso no influye para nada o si quieren es un detalle menor. Hay que rendirse a la extraordinaria visión de Furtwängler de ambas obras, una visión profunda, intensísima, apasionada y rabiosa.
Extraordinaria aproximación la del maestro, sencilla, directa, intensa, impulsiva (muy impulsiva), acerada, explosiva, casi diría que de una tensión resuelta directamente desde el corazón. Todas estas características se aprecian en ambas sinfonías y particularizando en una Quinta de una extrema profundidad, intensa, trágica y una Séptima de una vitalidad radiante, luminosa, contagiosa.
Nos encontramos ante la más representativa y clara expresión del arte de Furtwängler. Un discurso musical clarísimo, equilibrio de sonoridad, máxima expresividad en las cuerdas, combinación maravillosa de ritmo y líneas melódicas largas y extendidas, fraseo cautivador, acentuación nítida e intensa. Un verdadero prodigio que se ve arropado en una excepcional interpretación de la orquesta berlinesa, lanzada, arrebatada, hechizada por la magia de un ser excepcional.
Hay interpretaciones de muchísimo mejor sonido pero difícilmente vamos a encontrar una de mayor garra, emotividad, preciosismo e intensidad. Sorprendentes e irrepetibles. Excepcional testimonio de un artista irrepetible, de una orquesta extraordinaria, de una época excepcional (en todos los sentidos) y muestra también de un trabajo de recuperación histórica de la memoria musical de enorme valor.
Que disfruten de ellas. Estoy plenamente convencido que no se van a sentir defraudados después de su escucha.
¡Felicidades querido Maestro!
Beethoven
Sinfonía nº 5
Sinfonía nº 7
Orquesta Filarmónica de Berlín
Wilhelm Furtwängler
Grabaciones:
Beethoven Sinfonía nº 5, Berlín, Alte Philharmonie, 30 de junio de 1943
Beethoven Sinfonía nº 7, Berlín, Alte Philharmonie, 3 de noviembre de 1943
Grabaciones de la Reichsrundfunk Berlin
¡Enhorabuena Julio, precioso homenaje...!
ResponderEliminarCuando escucho el nombre de Furtwängler me pongo de rodillas.
Guillermito fue uno de los mejores magos de la dirección de orquesta... JAJAJA
Otra vez muchas gracias.
Salud, paz, sonrisas y muy cordiales saludos.
Elgatosierra
Querido Gato, muchas gracias por el comentario. Bien dices, un mago, un grande de esto de la dirección orquestal.
EliminarComo siempre aconsejas: salud, paz y sonrisas.
Estimado Julio, ¡muchísimas gracias! La Sinfonía 7 es, por lejos, mi pieza favorita hasta el día de hoy. me muero por escuchar esta versión.
ResponderEliminarSaludos,
Estimada Daniela, creo que te gustará. Es de una altura y nervio realmente insuperables. Obvia un poquito el sonido, o mejor dicho, aprovéchalo para sumergirte más aun en el momento y apreciaras verdaderas maravillas.
EliminarUn fuerte abrazo.
Gracias por este maravilloso disco. Electrizantes versiones, especialmente la 7ª. Lástima de ese desafortunado empalme en el minuto 7´14 del Allegro con brío de la 5ª. Al editar alguna pifia, seguramente ocurrida en el directo, han utilizado dos compases de otra grabación... que está 1/4 de tono alta.
ResponderEliminarVeo en la programación de los berlineses de la temporada de 1943, que en la sesión del 3 de Nov. también tocaron el concierto nº 4 de Beethoven, con Conrad Hansen al piano. Me parece que hay también alguna grabación por ahí. Completaba el programa una sinfonía de Ernst Pepping, un desconocido compositor, supongo protegido por el régimen nazi, puesto que le incluyeron en la lista Gottbegnadeten (artistas considerados indispensables, que al estallar la guerra quedaban exentos de obligaciones militares).
De todas formas, cuando escucho estas legendarias grabaciones de la radio, del Furtwängler de aquellos años, no puedo evitar el imaginarme a un Goebbels con otros jerarcas, sentados en un palco del viejo Alte Philharmonie de la Bernburger Str. Seguramente emocionados con el maravilloso Andante de la 7ª. Precisamente a primeros de Julio, cuando tocaron la 5ª, se teminó de construir el Crematorio V de Auschwitz.
Sé que no debo hacerlo, lo sé. Hacer Música, así con mayúscula, es algo tan sublime que debe de abstraerse de cualquier otra condición humana. Pero ya dije, no puedo evitarlo. No puedo.
Mi querido amigo anónimo, gracias por este emotivo recuerdo que haces asociado a esta entrada a todo un mundo que acaecía por aquellos años. Siempre es momento para expresar lo que uno desea y sobre todo siente.
EliminarBien indicas, existen esos conciertos de Furtwängler y de otros músicos no tan afines al ideal imperante. Pepping más que afín tenía una posición envidiable dentro del grupo de compositores "de iglesia" que mantuvo un estatus tranquilo durante estos años. Y en los posteriores no tuvo incidente alguno con comités desnazificadores siguiendo una brillante carrera compositiva y discente. ¿Podía haber sido más radical en su postura frente al régimen nazi? Quizá, como pudieron haber sido Krauss, Böhm, Gieseking o Schneiderham.
Para nada querido amigo esto es defensa de aquel execrable estado, para nada. Simplemente las circunstancias históricas de muchos, muchos de verdad, fueron las que fueron y cada cual se manejó como pudo o entendió. Abominables desde luego todos aquellos que participaron en crímenes, faltaría más.
Yo al escuchar esta música pienso que puede ser un verdadero homenaje a aquellos que tuvieron la desgracia de ser perseguidos y exterminados por la canalla Nazi. Ojalá así sea y así lo deseo. Y siempre me quedaré con una historia que todavía tiene que dar mucho tiempo para ser vista con verdadera objetividad.
Vamos a desear que el arte rinda este homenaje que planteas, es Música con mayúsculas.
Un fuerte abrazo mi querido amigo.
En cuanto al empalme tienes toda la razón, se escucha diferente. Hay otro reprocesado de Tahra y de una Edición Furtwängler mastodóndica en la que se aprecia menos. Posiblemente como indicas sea algún error en las pistas preservadas o unos reprocesados más antiguos realizados sobre el mismo material.
En cualquier caso, excelentes y maravillosos ejemplos de un Beethoven sublime.
Un fuerte abrazo.
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