Mis queridos amigos, no he podido resistir la tentación de dejar este precioso disco, es algo que me complace sobremanera y que debo agradecer a nuestro estimado blog amigo MetroGnome Music que disponía de esta preciosa ejecución de la Séptima de Bruckner procedente del concierto que se presenta en la grabación Sony para DVD/VHS (de la que no tengo posibilidades de pasar a formato audio). Muchísimas gracias querido y añorado Progress. Su labor fue enorme y les recomiendo encarecidamente lo visiten.
La grabación que hoy dejamos supone para mí la mayor y más excelsa de cuántas se han realizado de la Séptima Sinfonía de Bruckner.
Una interpretación irrepetible y creo insuperable. Una ejecución excepcional llena de una profundidad y una intensidad que sólo el maestro Celibidache era capaz de lograr en uno de sus días de inspiración (simplemente, por citar algunos ejemplos, la audición del final del primer movimiento o el excelso golpe de platillos del segundo - posiblemente el golpe de platillos más intenso de todos - o las tubas wagnerianas del mismo o el mágico final del cuarto movimiento proporcionan un placer indescriptible).
Enorme y portentosa, mágica y sorprendente, sobrecogedora e imponente. Algo que no se puede describir con palabras recorre toda la ejecución de la obra, un algo íntimo, personalísimo, sobrehumano e inalcanzable. Un viaje increíble por un inmenso edificio espiritual elaborado de manera minuciosa sobre celestiales y mágicas notas, fraseos, sonidos, desarrollos, temas y espacios imaginarios que se presentan de manera inesperada y sorprendente.
Y a pesar de todo lo que se haya dicho esta Münchner Philharmoniker en manos del maestro rumano es un instrumento insuperable del que consigue un brillo, un timbre, un color, una intensidad únicos. Ni siquiera su alabada grabación con los músicos berlineses alcanza el grado de magia que esta interpretación posee. Cuerdas maravillosas, maderas portentosas, metales impactantes, profundos y serios, una percusión verdaderamente asombrosa y un conjunto empastado conducido a tempos imposibles para cualquier otro director, impulsados por un espíritu superior, un Celibidache conocedor de las enormes posibilidades del espacio sonoro y de los entresijos de esta imponente Séptima de Bruckner.
No tengo más palabras para dejar queridos amigos, Simplemente les aconsejo dos cositas. Primero escuchen esta joya, verdadero tesoro fonográfico y testimonio único de una obra y un director en momento de gracia. Segundo acudan a este enlace si quieren seguir disfrutando de otra verdadera perla musical: Celibidache, Cuarta Sinfonía, Münchner Philharmoniker.
Disfruten de esta joya. No se arrepentirán.
Bruckner
Sinfonía nº 7
Münchner Philharmoniker
Sergiu Celibidache
Grabación:
Tokyo, Suntory Hall, 18 de octubre de 1990
Versión Original de 1885. Edición de Leopold Nowak de 1954
Con Platillos, Triángulo y Timbal
Muchas gracias, Julio. Celibidache siempre es una buena noticia.
ResponderEliminarQuerido amigo, gracias por el comentario. Ciertamente, Celibidache siempre es bienvenido y siempre una sorpresa nos depara. Que disfrute del disco.
EliminarMuchas gracias por este discazo Julio¡¡¡¡
ResponderEliminarMi querido Ángel, estoy plenamente convencido que te gustará. Es una gozada escucharlo una y otra vez con serenidad y tranquilidad. Un CD hermosísimo. Ya nos contarás querido amigo.
EliminarQue detalle este Julio. es sin duda la mejor "Septima" que se ha grabado. Lo digo porque "Cheli" huia de las grabaciones programadas que, segun el, son imposibles de recrear el tiempo y espacio optimo (muy relativo-Einteniano, por decir) Esta grabacion y concierto es recordado como lago historico ya que fue tambien ejecutado un dia antes de la extraordinaria "Octava"...no habra como estas dos. De la obra del maestro me resistia a, no se porque, escuchar el Adagio y sinceramente es de una profundidad arrolladora, compungida, patetica en el significado sentimental...al prinicpio es sereno y doloso en las cuerdas, luego, llego un fugaz dolor ejecutado por los metales, pero muy sentido y despues una expresion "bucolica" en las maderas (que me recuerda a Beethoven oyendo el canto de los pajaros)...pero, el tema principal se presenta en todo el Adagio en un ostinato insistente que referencia la pena del autor por la muerte de su "heroe" Wagner......ese tema hacia la coda es de un dolor profundo, si que para mi es indescriptible; junto al Adagio de la "Octava" deberian o deben ser considerados Patrimonios de la Humanidad como la "Novena de Beethoven. Una grabacion historica, jamas habra otra igual. Gracias Julio, que el "Amado Dios" de Bruckner (y Diosnuestro) Te siga bendiciendo.
ResponderEliminarMi querido amigo David. Siempre certero en tus bellas indicaciones. Celi tendrá muchas losas sobre su memoria pero hay que reconocer que cuando acierta lo hace con una rotundidad imposible de negar. Tiene momentos mágicos y esta grabación, como la Sexta y la Octava son verdaderas maravillas. La pena es que no tengo medios de pasar dichos VHS a sonido (gracias de nuevo al amigo Progress por hacer posible esta joya de Séptima).
EliminarUn verdadero monumento espiritual y de sensaciones es esta recreación japonesa y ciertamente difícil será escuchar un Adagio tan profundamente interpretado. Dios debe estar contento de tener seres humanos como Anton desde luego.
Un fuerte abrazo.
Estimado Julio Salvador
ResponderEliminarSin dudas, debemos estar frente a una interpretacion de excelente calidad. Si tu la recomiendas, tan efusivamente, no puedo menos que bajarla ya y disfrutar, sin dudas de una entrega tan maravillosa.
¿puedo, aunque sea un poco tarde desear un muy feliz cumpleaños a Sentidos? Creo que este marvillos blog, nació un 24 de Enero....¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!! No sólo a Sentidos, a todos nosotros también por tener la enorme alegría de ser sus fieles seguidores. Un abrazo y GRACIAS, José
Querido Jose, gracias, gracias por el comentario. Estoy plenamente convencido que te apasionará.
EliminarY gracias por ese recordatorio que había pasado desapercibido. Estás en todo. Hoy lo celebraremos como se merece. Una preciosa entrada de Beethoven en honor a todos aquellos que hacen posible esta aventurilla.
Un fuerte abrazo (te he mandado correo).
¡Muchas gracias!
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