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miércoles, 29 de julio de 2015

Shostakovich. Sinfonía nº 8. Mravinsky. Orquesta Filarmónica de Leningrado. 1947.


Queridos amigos, dejamos esta noche un disco que hacía ya meses tenía en mente para una entrada pero que por unos u otros motivos se ha ido quedando un poquito en el olvido. Estoy convencido que su escucha compensará esta tardanza. Es un inolvidable y portentosa interpretación de la gran Sinfonía nº 8 de Shostakovich lo que ya es cosa mayor en sí mismo y que se acrecienta aún más si los intérpretes son el maestro Mravinsky y su Filarmónica de Leningrado.  

La Sinfonía nº 8 de Shostakovich fue escrita en el verano de 1943 y estrenada el 4 de noviembre de ese mismo año por la Orquesta Sinfónica de la URSS bajo la dirección de su destinatario: Yevgeny Mravinsky. No fue excesivamente bien recibida, se la llamó oficialmente "Stalingrado" y tuvo numerosas críticas de músicos soviéticos. Llegó a ser borrada del mapa musical después del Decreto Zhdanov de 1948 que la prohibió. La sinfonía fue rehabilitada en octubre de 1956, en la interpretación de la Orquesta Filarmónica de Moscú llevada a cabo por Samuil Samosud.

Obra compleja y difícil es una de las más logradas composiciones de Shostakovich que nos deja una partitura intensa y alejada de efectismos y grandilocuencias. Esa misma falta de impacto sonoro fue motivo, injusto desde luego, para ser condenada al olvido al que nos referíamos más arriba. No era la obra "políticamente" correcta que se esperaba en la Rusia de la Segunda Guerra Mundial.


Un movimiento inicial enorme y de gran duracón se presenta a modo de canto de lamentación seguidos de dos movimientos a modo de mascaradas que conducen a un pasacalle para derivar en un movimiento final poco heroico-patético, más bien lo contrario, un final de tono apagado, de sufrimiento; reflejo quizá de las intenciones del compositor de transmitir la dureza de la vida, una alegoría del destino trágico del hombre.

Nos encontramos con una obra de tinte sombrío, apagados, una obra de enorme dureza en su concepción y en su sonoridad que invita a una escucha pausada para apreciar sus profundos valores como enorme paisaje sinfónico simbólico, imaginario, áspero y realista que aún así se puede considerar como un paisaje de enorme y desesperada humanidad en la que la garra, la intensidad emotiva están a flor de piel y en el que la desoladora idea de una vida como la que tocaba en aquellos años "sufrir" lleva al compositor a ofrecernos su contrapropuesta en forma de un inmenso y sentido fresco musical pleno de humanidad y esperanza. Y de veras queridos amigos que lo logró.

Esperoque disfruten de la excepcional aproximación que realiza el maestro Mravinsky, una recreación intensa, dura, ruda, profunda y lacerada. Excepcional.

Les recomiendo encarecidamente visiten nuestro blog amigo Oído Fino en esta entrada dedicada a la misma obra. No se sentirán defraudados con la sabiduría de mi querido Fernando.


Shostakovich
Sinfonía nº 8

Mravinsky
Orquesta Filarmónica de Leningado

Grabación: Leningrado, 2 de junio de 1947









8 comentarios:

  1. Hola Julio.
    Si que es cierto que la obra rezuma tintes de tragedia desde el inicio, pero eso no quita que se aprecie una obra plena de pasajes sonoros muy elaborados, creo que todos hemos pasado por momentos difíciles y que afloran del subconsciente.
    Gracias.
    Un abrazo, Manolo.

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    1. Mi querido Manolo mira que revisando tu último comentario veo ahora este. Siento la tardanza. Maravillosa obra y maravilloso disco. Durísimo. Muchas gracias.

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  2. Actualizada la entrada/Update entry: Shostakovich. Sinfonía nº 8. Mravinsky. Orquesta Filarmónica de Leningado. 1947.

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  3. Don Julio, después de escuchar esta versión de la Octava de Shostakovich creo que puedo afirmar que es 'la' Octava por antonomasia. No me importa el sonido ni que la grabación tenga carencias (¡1947!), es una interpretación que me ha puesto los pelos como escarpias y que hace honor al gran compositor, al gran director y a esa época de horror y negrura que fue el comunismo estalinista. Agradecidísimo por el aporte.

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    1. Querido Buhodós, no sabría decirte yo la mía. Cierto y verdad es que Mravinsky en esta obra hace diabluras y logra tal intensidad que se hace difícil decir algo más que excepcional. e alegro por tu disfrute.

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  4. Me sumo a Buhodós. Gracias Julio por tu labor, tus comentarios imprescindibles.

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    1. Muchas gracias querido Miguel. Una Octava sublime, mágica. Lo es, ciertamente lo es.

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