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lunes, 25 de abril de 2016

Shostakovich. Sinfonías nº 5 y nº 6. Barshai. WDR Sinfonieorchester Köln. 1995. 1996.


Queridos amigos, después de unos días de pausa en los que he descansado un poco y he estado preparando nuevos discos, retomamos el espacio con la tercera entrega de la prevista Integral Sinfónica de Shostakovich de la mano de Barshai y la WDR Sinfonieorchester Köln.

Lo hacemos con un disco precioso y a la par sorprendente. Precioso por la enorme calidad interpretativa de las obras presentadas y precioso por la belleza de las mismas. La Quinta y la Sexta de Shostakovich son dos obras de enorme intensidad emotiva, de profundo calado emocional y de una belleza musical impresionante. Sorprendente por la sensacional y particular recreación de la Quinta alejada de lo que habitualmente estamos acostumbrados a escuchar.

La Quinta Sinfonía fue compuesta por el maestro entre abril y julio de 1937 siendo estrenada en Leningrado por la Orquesta Filarmónica de la ciudad bajo la dirección de Yevgeny Mravinsky, el 21 de noviembre de 1937 y es una obra inmensa, poderosa, rítmica y monumental que atendiendo a otras consideraciones puso un poquito de "paz" en las relaciones entre el compositor y los estamentos oficiales tanto musicales como políticos del país. Ya comentábamos en una anterior entrada que Shostakovich tenía que satisfacer dos requerimientos, por un lado mantener su ideal artístico y su nivel musical y por otro ofrecer una música atrayente para las masas y aceptable para el "oído político censor". Difícil papeleta esta en la situación histórica en la que vivía el maestro. Pero todo hay que decirlo y Shostakovich con su Quinta Sinfonía, su respuesta musical a ambas demandas, logra superar con creces todas las expectativas. Y menos mal, porque las críticas oficiales, las amenazas, la depuración rondaban por ahí y eran peligrosas al extremo.

Apartado del mundanal ruido, se dedica a componer esta maravillosa obra. Y sus resultados fueron espectaculares. Para el público y para los guardianes de lo "adecuado", los políticos. El público adoró desde un principio la sinfonía, y las autoridades le dieron su bendición oficial. Si la Primera había significado la entrada triunfal de Shostakovich en la escena internacional, la Quinta Sinfonía habría de cimentar su importancia como el más destacado sinfonista del siglo.

Se dice que la obra lleva como subtítulo "Respuesta de un artista soviético a una crítica justa", algo que por un lado muchísimas fuentes niegan fuera así y por otro lado, fuera verdad o no, resulta de un irónico grandioso, de realismo oficial nada de nada, más bien lo contrario, triunfo de un realismo propio nada optimista y formal como cualquiera otra obra sinfónica y desde luego no basada en lo popular. Música de Shostakovich. Música pura para reflejar la tragedia de su pueblo.


La Sinfonía nº 6 del maestro fue compuesta en 1939 después de un tiempo que el mismo compositor califica de confusión. En un principio, en 1938, Shostakovich comenta que ha empezado una nueva sinfonía que se llamará “Sinfonía Lenin para solistas, coros y orquesta” y que será una obra monumental con parte cantada según el poema escrito por Vladimir Mayakovsky, “Oda a Vladimir Ilyich Lenin” y otros textos de varias canciones folclóricas. Pero muy pronto en 1939 decide no continuar su composición y deja preparado el material sinfónico para una nueva sinfonía que no contendrá textos ni coros, ni referencia alguna a Lenin y que será de carácter más jovial y desenfadada que la Quinta y para nada trágica (lo cual nuevamente desconcierta a los queridos guardianes del bien del partido y a los miembros de la Asociación de Compositores). La obra se comienza en el mes de abril de 1939 y se finaliza en octubre del mismo año.

Fue estrenada en Leningrado el 21 de noviembre de 1939, interpretada por la Orquesta Filarmónica de la ciudad dirigida por Yevgeny Mravinsky, como la Quinta, y es recibida con entusiasmo por el público, especialmente su movimiento final, que es repetido ante la insistencia del mismo. El 3 de diciembre la obra se presenta en Moscú.

Poco tiempo después recibió importantes críticas al considerarse una obra deslavazada y sin sentido, desordenada y poco coherente. Ciertamente podemos considerar que la Sinfonía nº 6 es de forma extraña, con un gran movimiento inicial lento, seguido por dos rápidos, sin atenerse a la forma sonata clásica y que su espíritu para nada es una continuidad del esperado según el camino de la Quinta, pero esas críticas tienen un fondo más político y formal que un valor musical cierto.


Nos encontramos ante una obra sinfónica muy atrevida, llena a la par de expresividad, amargura inicial o incluso desesperanza seguida de una enorme vitalidad, jovialidad y aspectos incluso triviales y grotescos. Ahí está la grandeza de esta composición, y podemos incluso decir que su similitud con el alma mahleriana, en su preciosa forma de combinar y alternar las frases y temas de sentido trágico con otros risueños y festivos además haciéndolo de forma preciosa, manteniendo la tensión y la expectativa musical durante todo el devenir de la misma y además y de forma sutil y a veces descarada exponiendo en ella la realidad de su mundo: lo trágico, lo irónico y lo festivo.

Espero que disfruten de este precioso disco francamente sensacional en el que Barshai y su orquesta de la WDR con una interpretación formidable de la difícil Sexta y una recreación memorable de la Quinta con un final alejado por completo de aquellos que normalmente hemos escuchado, muchísimo más sereno (que no falto de intensidad) y lento de lo habitual, bellísimo, detallado y profundo, en el que podemos apreciar de otra forma la maravillosa música del maestro Shostakovich.




Shostakovich
Sinfonías nº 5 y nº 6

Rudolf Barshai
WDR Sinfonieorchester

Grabaciones
Sinfonía nº 5, 3 al 8 de julio de 1995 y 26 de abril de 1996
Sinfonía nº 6, 17 al 20 de octubre de 1995
Colonia, Philharmonie
Grabaciones Westdeutschen Rundfunk Köln








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