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sábado, 28 de octubre de 2017

Shostakovich. Sinfonía nº 7. Slovák. Czecho-Slovak Radio Symphony Orchestra - Bratislava. CSRSO. 1989.


Queridos amigos, continuamos las entregas de la excepcional integral de la obra sinfónica de Shostakovich de la mano del gran maestro Slovák y sus compañeros de aventuras en la misma, los sensacionales músicos de la Czecho-Slovak Radio Symphony Orchestra en Bratislava.

Una integral que está teniendo muy buena aceptación por parte de todos ustedes lo que me alegra sobremanera por el aprecio que le tengo, los recuerdos que me está trayendo su escucha y por supuesto por la calidad que de manera injusta pienso se ha infravalorado de esta colección.

En el día de hoy dejamos quizá, junto a la Quinta, la más famosa de las obras sinfónicas del maestro ruso. La Séptima Sinfonía, Leningrado, una obra sobre la que se ha escrito y especulado mucho en lo referente a su concepción musical y su relación histórica verdadera con los acontecimientos vividos en la ciudad durante el asedio alemán.

La idea de Shostakovich, en principio, era reflejar a su país en guerra, expresar su horror y su vivencia como pueblo. Que la obra pueda o no ser una reacción a la invasión alemana y al asedio de la ciudad o bien tener otras connotaciones dirigidas contra la misma opresión estatal rusa es algo que sigue en discusión aunque parece claro que por los datos de inicio de composición muy anteriores al sitio de la ciudad e incluso a la invasión alemana, Shostakovich quisiera reflejar otra guerra distinta, la guerra interior de su propio pueblo.

Quizá como afirman muchos especialistas, la obra puede ser entendida como un fresco pictórico de la brutalidad del totalitarismo de forma general. Una obra escrita contra todo tipo de fascismos y totalitarismo, parece ser la intención real, adecuadamente oculta por Shostakovich debido a las presiones políticas, presentando una condena del estalinismo, el totalitarismo más brutal y represor de toda la historia de la humanidad.


En cualquier caso, según los datos existentes, Shostakovich tuvo un inicial intento de elaborar una estructura programática de la obra en asociación con títulos expresivos de cada movimiento que servirían como hilo orientador de ese programa de la obra.

Los subtítulos eran: "Guerra", "Memorias", "Los grandes espacios de mi patria", "Victoria" aunque finalmente no se asociaron a la obra. Lo que sí quedó asociada a la partitura, una vez fue estrenada, fue el sentido que se daría a la misma. El aparato estatal tenía un arma de propaganda perfecta para reflejar el valor del pueblo ruso y su lucha contra el opresor olvidando de esa manera cualquier otro significado posible o intención del compositor.

Su estreno tuvo lugar en Kuibyshev el 5 de marzo de 1942 por la Bolshoi Theatre Orchestra dirigida por Samuil Samosud (fundador de la Filarmónica de Moscú y director de enorme prestigio en el campo teatral) y fue transmitido a toda la Unión Soviética.

Samuil Samosud


El éxito de la obra fue inmediato y tuvo una enorme acogida internacional con representaciones inmediatas en Londres y EEUU (después de las vicisitudes en la salida de la partitura que fue microfilmada y llevada a esos destinos en plena Batalla del Atlántico pasando por Teherán, El Cairo, y Buenos Aires) dirigida por Henry Wood y Toscanini respectivamente. Una copia de la grabación de Toscanini fue presentada a Shostakovich que no tuvo muy buenas impresiones de la misma.

Poco tiempo después tiene lugar su estreno en Moscú (en paralelo se inicia el proceso de microfilmado de la partitura para su salida del país) el 29 de marzo de 1942 en el Salón de las Columnas de la Casa de los Sindicatos con una agrupación orquestal de la Orquesta del Bolshoi y diversas Orquestas de la Radio de toda la Unión Soviética dirigidos por el mismo Samosud.

Posteriormente el 9 de agosto de 1942 tuvo lugar un impresionante estreno en la propia ciudad de Leningrado, con la Orquesta de la Radio dirigida por Karl Eliasberg, reforzada como se pudo, tras un bombardeo previo del sector alemán para silenciarlo durante la retransmisión.

A día de hoy y pasados ya muchos, muchos años de aquellos acontecimientos, nos debemos quedar con el enorme valor musical amén del simbólico que esta excepcional partitura encierra. Una partitura que escuchada en directo es absolutamente impresionante.

Su energía, su ritmo, su orquestación, su musicalidad contagiosa son detalles que hacen de la misma un verdadero monumento sinfónico. La calidad instrumental de la orquesta y el conocimiento profundo y respeto de Slovák por esta obra logran que la fuerza de la música sea transmitida de una forma viva, inmediata y apasionada, incluso por momentos de forma arrolladora e inmensa, combinando esto con una recreación sencilla y limpia de los movimientos y pasajes más meditativos y reflexivos con un manejo perfecto de la dinámica, del tempo, de la intensidad sonora y de las texturas musicales. 

Slovák se nos muestra dueño de una precisión asombrosa, directo, intensísimo, brillante, con una manejo maravilloso de la masa orquestal y de los detalles y matices más insospechados; logra mantener la tensión de forma magistral, dosificándola, manejándola de manera soberbia sin desperdiciar momento alguno y sin cargar las tintas en la superficie de la brillantez sonora. Emotiva, tensa, densa y dura y a la par camerística, seria y profunda.



Una verdadera maravilla de interpretación que espero disfruten.


Shostakovich
Sinfonía nº 7 "Leningrado"

Czecho-Slovak Radio Symphony Orchestra - Bratislava
Ladislav Slovák

Grabación
Nº 7, Concert Hall of the Slovak Radio in Bratislava - 1 al 5 de febrero de 1989






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3 comentarios:

  1. Muchas grcaias por este hermoso (y subvalorado!) ciclo, querido Julio!!

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  2. Muchísimas gracias, Don Julio. Una excelentísima versión. Gracias por su labor.

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  3. Gracias de nuevo a ambos. Espero que estéis disfrutando de estos discos. Realmente me encantan cada vez más.

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