Queridos amigos, proseguimos con las entregas de las grabaciones en directo del maestro Wand al frente de la Filarmónica de Múnich. Y lo hacemos con su portentosa grabación de la Novena Sinfonía de Schubert, una de las más maravillosas obras sinfónicas jamás escrita.
El maestro Wand amaba las obras de Schubert y en particular sus dos últimas obras. De la Octava pueden revisar la entrega recientemente dejada Schubert. Sinfonía nº 8. Wand. Orquesta Filarmónica de Múnich. 2000. Si maravillosa era esa grabación lo mismo puede decirse de la que hoy dejamos, un verdadero prodigio de musicalidad, de belleza sonora, de plasticidad, ritmo, colorido, frescura, manejo de temas y grupos instrumentales (unas maderas realmente sensacionales).
La obra estructurada en cuatro movimientos:
I. Andante - Allegro ma non troppo
II. Andante con moto
III. Scherzo. Allegro vivace
IV. Finale. Allegro vivace
Después de algunos intentos fallidos de estrenar la obra, tachada de compleja y larga, fue a finales de 1838 y principios de 1839, cuando Schumann visitó la tumba de Schubert y a su hermano Ferdinand que empezó su reconocimiento. Fue en casa de Ferdinand donde descubrió la sinfonía en medio de una inmensa pila de manuscritos y papeles desordenados. Gracias a su iniciativa y perseverancia la obra se envió a los conciertos Gewandhaus de Leipzig y de ahí al citado estreno de la mano de Mendelssohn.
Una obra sensacional con recuerdos de sus propias composiciones, referencias a clásicos como Mozart o Beethoven, temas de carácter alegre y dinámicos, temas populares vieneses y por encima de todo ello una magnífica experiencia instrumental nunca vista hasta entonces.
En su magnífico primer movimiento, el famoso tema enunciado por las trompas se convertirá en el elemento de unidad, la “piedra clave” de la obra siendo un movimiento de fuerza arrolladora y desbordante, de enorme pujanza; el Andante con moto con un lirismo sutil con maravillosos juegos entre cuerdas, maderas y metales; el Scherzo, rico y profundamente humano, que presenta uno de los más excepcionales juegos corales de maderas y metales junto con el añadido del impulso vital y rítmico de las cuerdas con preciosos cambios de color y dinámica; y finalmente su Allegro Vivace en el que la atemporalidad de la música popular vienesa es llevada a su máxima expresividad, una maravillosa conjunción de dinámica cambiante, ritmo, gracilidad y un final poderoso y apoteósico.
Una obra realmente única e irrepetible que gracias a su descubrimiento permitió conocer aún más la enorme capacidad compositiva del gran Schubert y permitir con ella el desarrollo futuro de la música venidera de Brahms, Mahler o Bruckner.
Una joya que en palabras del mismo Schumann "¡lleva en sí el germen de la eterna juventud!”.
Espero que disfruten de esta verdadera maravilla musical en esta ocasión en las manos del gran maestro Wand en una recreación poderosa, fresca, intuitiva, grácil e inmensa a la que aportan su colaboración indescriptible los sensacionales miembros de la Münchner Philharmoniker en verdadero estado de gracias.
Schubert
Sinfonía nº 9
Günter Wand
Münchner Philharmoniker
Grabación, Gasteig, Múnich, Large Hall, (Philharmonie im Gasteig)
Año 1993
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Muchísimas gracias. Una versión magnífica de mi sinfonía preferida de Schubert.
ResponderEliminarQuerido Buhodós, cierto. Una obra que cada vez que la escucho me gusta y me llena más. Una preciosa interpretación del maestro Wand que la adoraba.
EliminarHermosa, muchas gracias Julio!
ResponderEliminarMe alegro mucho querido Guiller. Realmente lo es.
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