Música preciosa de Bartók la que os propongo escuchar hoy. Dos piezas fundamentales en su catálogo y de las más ampliamente interpretadas y reconocidas: el Concierto para Orquesta y la Música para Cuerdas, Percusión y Celesta.
El Concierto para Orquesta de Bartók fue compuesto en 1943 poco tiempo después de que adoptara la nacionalidad americana y fue un encargo (bendito encargo) de la Koussevitzky Music Foundation en memoria de la esposa del maestro Serge Koussevitzky, Natalie.
El estreno de la obra, en presencia del propio compositor, tuvo lugar en Boston en el Boston Symphony Hall el 1 de diciembre de 1944 teniendo un gran éxito de público y quedando ya como una de las obras habituales en los repertorios orquestales. En su composición emplea todos los recursos compositivos incluyendo muchas referencias a las formas clásicas, a la música popular europea (fundamentalmente húngara), instrumentos y ritmos populares, etc. El resultado es una obra preciosa, rica en colorido, instrumentalmente bellísima, juegos instrumentales maravillosos en toda ella, movimientos lentos sedosos y hermosísimos, referencias humorísticas a otras obras (Shostakovich y su séptima) y fugas maravillosas y arrebatadoras. Una obra con una brillantez, energía y pasión sencillamente impresionantes.
Bartók fallecería el 26 de septiembre de 1945 de leucemia y según sus propias referencias a la obra, esta se presenta sin ser una verdadera muestra de desesperación, más bien evoluciona desde la austeridad del primer movimiento, la alegría del segundo movimiento, lo lúgubre del tercero a un movimiento final donde se afirma, simplemente, la vitalidad (que no es poco dado el momento de la vida de Bartók en que fue compuesta).
La Música para Cuerdas, Percusión y Celesta compuesta en el año 1936 fue un encargo de Paul Sacher para celebrar el décimo aniversario de su Orquesta de Cámara de Basilea. Su estreno tuvo lugar en Basilea el 21 de enero de 1937 por la Orquesta de Cámara de Basilea dirigida por el propio Sacher.
En conjunto la obra presenta una enorme belleza rítmica y cromática e incluye el uso de fuentes folklóricas e impresionistas. La disposición de los elementos orquestales, los dos grupos de cuerda y el central de percusión, enfrentados, espaciados en el escenario musical, las réplicas entre ellos, etc. consigue una maravillosa impresión musical, con fuerza, ritmo, danzabilidad, espacialidad y belleza sonora única.
En esta ocasión os dejo una interpretación de ambas obras por Leonard Bernstein y la Filarmónica de Nueva York. Acercamientos bellísimos por intensidad, fuerza, impulso, sonoridad, sentimiento, ritmo, precisión, construcción de las obras y por un juego orquesta e instrumental delicioso. Para mí, de las más bonitas junto a las de Fricsay (excepcionales) y Solti.
Bernstein y la Orquesta Filarmónica de New York grabando.
Os dejo esta interpretación, espero que disfruten de ella. En breve subiré la de Fricsay como homenaje a esta bellísima música.
Bartók
Concierto para Orquesta
Música para Cuerdas, Percusión y Celesta
Leonard Bernstein
Orquesta Filarmónica de New York
Grabaciones:
New York
Concierto para Orquesta, 30 de noviembre de 1959, St. George Hotel , Brooklyn
Música para Cuerdas, Percusión y Celesta, 20 de marzo de 1961, Manhattan Center