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domingo, 10 de febrero de 2013

Ravel. Bolero. Chabrier. España. Borodin. Danzas Polovtsianas. Rimsky-Korsakov. Capricho Español. Tchaikovsky, Obertura 1812. Igor Markevitch. Orquesta Sinfónica de la RTVE. Royal Concertgebouw Orchestra. Orquesta Sinfónica de Londres.


Queridos amigos esta noche dejamos un precioso disco, un disco para el simple placer musical, para la alegría y la sonrisa ante la escucha de una música animada, vitalista, rítmica, colorida y rica. 

Es uno de esos discos de saldo quede vez en cuando encuentras por los cajones de las tiendas y que esconde verdaderas joyas musicales. Una de ellas es la siempre maravillosa dirección de ese gran músico que fue Markevitch, otras, quizá la mayor de todas, la sorprendente interpretación del Bolero de Ravel que realiza la, desgraciadamente, nunca bien valorada Orquesta Sinfónica de la RTVE y tercera la, y ya no debe ser sorpresa, maravillosa sonoridad que posee esa orquesta genial que es el Concertgebouw. No nos olvidamos de la Sinfónica de Londres, maravillosa, pero es que las otras dos están en otro nivel.

La ejecución que realiza Markevitch al frente de su orquesta la Sinfónica de la RTVE (fundador y 17 años de relación que la llevaron a lo más alto, sin miedo alguno a decirlo) es de lujo, una verdadera joya musical, por prestación de conjunto, por maestría y arte de sus solistas, por su sensibilidad tímbrica, su ritmo arrollador y su colorido instrumental.

(Nota de 12 de febrero de 2012. Gracias a los comentarios de nuestro amigo Alejandro, modifico la palabra titular por relación. Como bien me apunta Alejandro, Markevitch no fue oficialmente titular de la orquesta, tarea que desempeñaron inicialmente por oposición Ros-Marbá y García Asensio, pero mantuvo una relación con la misma hasta poco antes de su fallecimiento dando su último concierto con ella en diciembre de 1982). Muchas gracias Alejandro.)

Será pasión de español, pero para mi gusto una de las mejores interpretaciones del Bolero que jamás se hayan grabado. Soberbia, bonita, magnífica. Siempre que la escucho me llena de frescura, de emociones, me seduce y me maravilla. Y lo mismo podemos decir de su España de Chabrier, fresca, vitalista, con estilo, sin amaneramientos, con ejecución preciosa y precisa. Otra joya de esta pareja de verdaderos monstruos de la música.

Qué pena que no hayamos sido capaces de exportar adecuadamente uno de los instrumentos musicales de mayor valor que ha tenido España, una orquestas sensacional con maestros solistas de una calidad altísima, que tuvo el honor de interpretar bajo las indicaciones de las mejores batutas de cada época y que contribuyó de forma impagable a dar a conocer el concierto musical y la música clásica al gran público de España. 


El resto de piezas no le van a la zaga queridos amigos. Un interpretación brillantísima de las Danzas Polovtsianas de Borodin y una recreación dinámica, ágil, sin grandilocuencias de la preciosa Obertura 1812, en ambos casos al frente de ese instrumento prodigioso que es la Royal Concertgebouw Orchestra, un maravilloso conjunto con unas excepcionales voces instrumentales individuales que en su globalidad ofrecen unos de los más bellos sonidos que puedan escuchar a una orquesta clásica.

El Capricho Español de ese enorme orquestador que fue Rimsky queda en los atriles de otra de las orquesta predilectas de Markevitch, la Sinfónica de Londres, que ni que decir tiene que responde de manera excepcional a los requisitos de esta partitura tan brillante, difícil, dinámica, colorista y vital.

Espero que disfruten de todas estas piezas aunque les pediría especial atención a las interpretaciones de la Orquesta Sinfónica de la RTVE. Para quitarse el sombrero.

Gracias querido Markevitch por tu música, tu labor y tu entrega. Aquí, en España, no se te olvida.




Bolero y otras Obras Orquestales
Varios Compositores
Igor Markevitch
Varias Orquestas

Ravel, Bolero
Orquesta Sinfónica de la RTVE, octubre de 1966
Chabrier, España
Orquesta Sinfónica de la RTVE, octubre de 1966
Borodin, Danzas Polovtsianas del Príncipe Igor
Royal Concertgebouw Orchestra, Netherlands Radio Chorus, septiembre de 1964
Rimsky-Korsakov, Capricho Español
Orquesta Sinfónica de Londres, octubre de 1962
Tchaikovsky, Obertura 1812
Royal Concertgebouw Orchestra, septiembre de 1964







Bernhard Henrik Crusell. Conciertos para Clarinete. Gérard Korsten. Uppsala Chamber Orchestra. 1996.


Queridos amigos dejamos esta noche un precioso disco dedicado a los conciertos para Clarinete del compositor finlandés Bernhard Henrik Crusell uno de esos músicos tenidos por "segundas espadas" de la composición musical pero verdadero artista y muy particularmente en sus composiciones para su instrumento del cual fue un auténtico virtuoso y al que ayudó en su progresión técnica como indicaremos más adelante.

Crusell fue famoso, primero por su virtuosismo y después, como indicábamos, por haber escrito música principalmente para su instrumento, en este caso, el clarinete, que, tras estudiar en Berlín con el pionero Franz Tausch, contribuyó a mejorar de forma significativa siguiendo posteriormente en París donde tomó también contacto con otro artista importante como Jean-Xavier Lefevre, que llegó a dar al clarinete su sexta llave.


Crusell en sus mejores etapas llegó a tocar un clarinete que tenía de ocho a once llaves fabricado en Dresde por Grenser y Wiesner de manera específica para él. De su etapa alemana se afianza en él la máxima del maestro Tausch: primar la belleza del sonido del instrumento sobre la técnica.

Comenzó a estudiar composición inicialmente en la Banda de Música Militar de Sveaborg uno de cuyos miembros lo acogió en su familia y facilitó su traslado posterior a Suecia en donde logró el puesto de clarinetista principal de la Real Orquesta de la Corte y pudo proseguir de forma seria esos estudios iniciales a partir de 1790 y lo hizo con Vogler, Böritz, Berton y Gossec entre otros maestros.

Su ámbito de formación y actuación básicamente estuvo entre Suecia, Francia, Alemania con alguna salida a Rusia e Inglaterra. En cualquiera de estos lugares el éxito obtenido como intérprete fue siempre notorio. Sus composiciones más destacadas fueron para el clarinete pero escribió también para muchos otros instrumentos y abundante música vocal amén de ser un reputado traductor al sueco de las óperas más célebres del repertorio de la época (era un experto lingüista).

Los tres Conciertos para Clarinete de Crusell fueron editados en Leipzig entre 1811 y 1829 y nos dan muestra de unas obras de relativa dificultad instrumental, pero que precisan de gran belleza sonora, limpieza de ataque, afinación y agilidad y sutileza en su interpretación. Es una música de gran belleza, bien hecha y desarrollada, con estructuras sonatísticas, unos muy animados movimientos extremos y melodiosos andantes que son verdaderamente bellos y reconfortantes. Particularmente bellos resultan el Andante de su Segundo Concierto, el tercer movimiento Alla Polacca del nº 3 y el precioso Adagio del nº 1. 


Unas composiciones en el estilo de aquellas otras fenomenales que hicieran Winter, Krommer, Spohr y ya en un nivel algo mayor Weber y Mozart (hay que recordar que fue Crusell quien introdujo en su país el bellísimo concierto mozartiano).

El Concierto nº 1 fue dedicado al Conde Gustav Trolle-Bonde parece que fue escrito en algún momento entre 1803 y 1805 y fue publicado en Leipzig en 1811 es de una simple belleza que por ella sóla te entusiasma amén de jugar con las posibilidades expresivas del instrumento y de tener un desarrollo de temas de enorme impacto sensual y delicadeza.

El Concierto nº 2 ha sido fechado en 1815 y fue dedicado a Alejandro I, Zar de Rusia, publicándose cuando el permiso necesario fue concedido, en 1818. En su elaboración se presta especial atención a la explotación de los recursos del instrumento y al virtuosismo del intérprete y se añade un tono de patetismo y dramatismo de gran profundidad al que sigue un bello andante de ricos cambios dinámicos y expresivos y un final en forma de Rondó de gran belleza y encanto.

El Concierto nº 3 fue publicado en 1828 y dedicado al príncipe heredero Óscar de Suecia y Noruega. Se trata de una composición anterior al Concierto nº 2 y al parecer data del año 1807. Es un concierto muy imaginativo, de gran brillantez y hermosas cadencias solistas de dificultad grande y de enorme capacidad de expresividad. Finaliza con un precioso y rítmico movimiento Alla Polacca de una enorme vitalidad y brillantez.

Las interpretaciones que nos deja el disco son realmente bellas. El sonido y la técnica del clarineteista Per Billman son realmente sensacionales y dota a su interpretación de la gracia, finura, sonoridad y belleza que precisan estos bellos pentagramas (como curiosidad indicar que Billman ocupó justo 190 años después el puesto de clarinetista principal que tenía Crusell en la Real Orquesta de la Corte).


La Orquesta de Cámara de Uppsala se nos muestra como una agrupación con la flexibilidad, la maleabilidad y el carácter propio para interpretar esta pequeñas obras de arte todo ello acompañado además por la ágil, sincera y fresca dirección de Gérard Korsten que dota a esta música de un significado sencillo: simplemente belleza musical.


Espero que disfruten de esta hermosa música y que les acompañe en sus momentos de descanso y paz. Es realmente reconfortante.


Bernhard Henrik Crusell
Conciertos para Clarinete
Uppsala Chamber Orchestra
Gérard Korsten, director
Per Billman, clarinete
Grabación, Ytterjärna Kulturhus, Järna, Sweden, 24 al 26 de septiembre de 1996