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jueves, 5 de mayo de 2011

Brahms. Sinfonías nº 2 y 3. Danzas Húngaras nº 1, 3 y 10. Wilhelm Furtwängler. Orquesta Filarmónica de Berlín. Orquesta Filarmónica de Viena. 1952. 1949. 1949.


Queridos amigos, seguimos con los maravillosos discos dedicados a las obras sinfónicas de Brahms grabados por Furtwängler. En esta ocasión dejamos las preciosas aproximaciones realizadas en vivo junto a la Orquesta Filarmónica de Berlín de las sinfonías segunda y tercera. El disco se complementa con algunas Danzas Húngaras grabadas en estudio con la Filarmónica de Viena.

Las dos interpretaciones de las sinfonías son, de nuevo, un ejemplo soberbio del arte directorial de Furtwängler. Sinceramente geniales y maravillosos acercamientos a dos obras difíciles pero que ofrecen frutos insospechados de belleza cuando son abordadas con cariño, respeto, sinceridad y comprensión.


La Sinfonía nº 2 de Brahms fue compuesta en el verano del año 1877 en Carintia y tuvo un tiempo de creación muy corto comparado con el larguísimo periodo compositivo de la Primera Sinfonía del maestro alemán. El carácter es melancólico, con algunas pinceladas trágicas o dramáticas de sus dos primeros movimientos. Tiene un sabor dulce, intensamente contemplativo, tranquilo, sereno que se va matizando con una mayor ligereza en sus movimientos finales. La obra tuvo una estupenda acogida en su estreno el 30 de diciembre de 1877 en Viena dirigida por Hans Richter.

Es un ejemplo maravilloso de la forma de componer de Brahms a partir de pequeños motivos musicales desde los que va elaborando un edificio sonoro y estructural increíblemente bello y variado. Muchos entendidos mantienen su "débito" y su "semejanza" con la Sexta Sinfonía de Beethoven por su carácter dulce y bucólico y aunque no entro en esos detalles, que no alcanzo a poder debatir, en mi humilde opinión la obra de Brahms transita por otros senderos quizá con mayores logros propios o incluso semejanza con autores como Schumann o Schubert. Aparte estos detalles técnicos, la sinfonía resulta enormemente cautivadora, bellísima en su melodismo, con unos temas musicales soberbios y un desarrollo admirable.

En la preciosa interpretación de Furtwängler se pueden admirar verdaderos detalles de una belleza enorme. La increíble calidad melódica de Brahms está expuesta de forma inconmensurable, la sonoridad que logra de la orquesta berlinesa es sencillamente incomparable incluso con maestros de la talla de Szell, Giulini, Jochum o Kertesz. La profundidad sonora y emotiva que logra es para mi gusto insuperable. Es imposible contener la emoción ante, por ejemplo, el inicio de ese segundo movimiento sencillamente sobrecogedor. En toda la interpretación de la obra emergen detalles sonoros sorprendentes que tocan directamente el corazón y si bien la sonoridad que existe en otras versiones realizadas en época estéreo, con mucho mejor sonido, es de una calidad mucho más alta, he de reconocer que esta toma sonora es suficiente (más que suficiente) para apreciar en todo su esplendor a una orquesta soberbia y entregada a la música. Sencillamente magistral.


La Tercera sinfonía de Brahms, sinfonía de una gran dificultad en su interpretación y en la que se puede caer fácilmente en la "ñoñería", fue compuesta en el año 1883 en Wiesbaden y fue estrenada en Viena el 2 de diciembre de 1883 por Hans Richter quien la consideró como la "Eroica" de Brahms (¡qué losa tuvo que tener Brahms!).

Una obra de carácter fuerte, intensa, muy emotiva y hermosa, enormemente cálida y vibrante con alternancias de movimientos y pasajes suaves, lentos y líricos, con otros de carácter más bravo, intenso o incluso salpicados de matices dramáticos. La obra es sencillamente bella, rica en expresividad, elaborada sobre un tema base, fundamento de la obra, fantástico. Su famosísimo y maravilloso tercer movimiento es sólo un ejemplo de la dificultad expresiva de toda la obra.

En la interpretación de Furtwängler se puede apreciar todo el valor de la obra, sin sentimentalismo excesivo, se da valor justo a todos los matices de la composición y la belleza expresiva y sonora que logra extraer de la filarmónica berlinesa es desde mi punto de vista de las mejores que he escuchado. Es una interpretación llena de riqueza, dulzura, matices, color, ritmo y expresividad emotiva amén de la excepcional forma de desarrollar el discurso musical por Furtwängler y de la excepcional belleza sonora que logra de los músicos berlineses (sencillamente impresionantes).

En definitiva un disco maravilloso, una muestra soberbia de una forma de ver la música y de una época increíble de la interpretación musical. Una sencilla y maravillosa muestra de arte y expresividad musical que difícilmente se ha vuelto a repetir. Para ello se necesitaría revivir una época y unas convicciones que difícilmente volverán.


El tiempo - así me lo explico Furtwängler - no es una realidad física, es una condición espiritual por la cual se reducen a la unidad todos los "muchos". (Celibidache).





Brahms
Sinfonías nº 2 y nº 3
Danzas Húngaras nº 1, 3 y 10*

Wilhelm Furtwängler
Orquesta Filarmónica de Berlín
Orquesta Filarmónica de Viena*

Grabaciones:

Sinfonía nº 2: 7 de mayo de 1952, Múnich, Deutsches Museum. Vivo. OF de Berlín.
Sinfonía nº 3: 8 de diciembre de 1949. Berlín, Titania Palast. Vivo. OF de Berlín.
Danzas Húngaras 1, 3 y 10: 4 de abril de 1949. Viena, Sala Dorada. OF de Viena.*

Mp3:



FLAC:


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