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Queridos amigos, finalizamos las entregas de las obras sinfónicas de Brahms dirigidas por Furtwängler y editadas por EMI con el último disco, el correspondiente a las obras concertantes, su increíble Concierto para Violín y el genial Doble Concierto para Violín y Violonchelo, su último trabajo orquestal. Rendimos así homenaje en el día de su natalicio al genio de Hamburgo.
El Concierto para Violín fue compuesto por Brahms en 1878 y fue dedicado a su amigo el violinista Joseph Joachim quien se encargó de sus estreno el 1 de enero de 1879 con Brahms dirigiendo a la Gewandhaus de Leipzig. Parte del material que inicialmente iba a constituir un cuarto movimiento fue usado posteriormente por Brahms en la elaboración de su Segundo Concierto para Piano.
Obra de madurez compositiva de Brahms tuvo en su gestación una contribución importante de Joachim resultando en un concierto técnicamente muy pulido y perfeccionado (Brahms no era un experto en el violín a diferencia de lo que ocurría con el piano). Es una magnífica conjunción de escritura para solista y orquesta resultando fantástica la fusión de ambos "instrumentos" en un único sentido: la belleza global del conjunto. En su desarrollo podemos escuchar frases sensacionales de carácter romántico, sensual, lírico que alternan con otras de mayor energía, impulsividad o incluso a veces dramatismo. En otro post anterior podemos escuchar otra fantástica versión del Concierto para Violín y algún comentario más respecto al mismo.
En la interpretación que dejamos ahora asistimos de nuevo a la unión mágica de dos genios musicales y humanos, Menuhin y Furtwängler. Entre todos los violinistas que he escuchado, siempre es difícil realizar una valoración de sus cualidades, en primer lugar partiendo de mi desconocimiento técnico y en segundo lugar de mi variabilidad anímica, pero sí que he de confesar que Menuhin es quizá el que más directamente toca mi fibra sensible. Tiene una pulcritud sonora excepcional, un control de la emisión fantástica y fundamentalmente es siempre muy, muy emotivo en sus acercamientos a las obras musicales. Despierta siempre la belleza en mi corazón. En esta ocasión me ocurre lo mismo que con su fantástica interpretación del concierto de Bruch: me resulta conmovedor. La unión lograda con Furtwängler es tal que el resultado final es de una belleza extrema. Absolutamente maravilloso concierto al que hemos de añadir, en su valoración, la fantástica interpretción ofrecida por la Orquesta del Festival. Un concierto para disfrutar sencillamente de la belleza de la música.
Furtwängler y Menuhin
El Doble Concierto para Violín y Violonchelo es un excepcional ejemplo de concierto clásico-romántico y una muestra increíble de la conjunción concertante de los instrumentos. Fue compuesto por Brahms en el verano de 1877 teniendo lugar su estreno en Colonia el 18 de octubre de 1877 dirigido por el propio Brahms e interpretado por los destinatarios del mismo: el chelista Robert Hausmann y el violinista Joseph Joachim (un sentido homenaje de Brahms a este último tras las "discrepancias" personales que jalonaron la etapa previa de la relación entre ambos). Ambos músicos compañaron a Brahms por diversas ciudades alemanas en una gira de conciertos. Las críticas musicales no fueron nada favorables incluso las de los más íntimos amigos del compositor.
Obra difícil y quizá menos cautivadora que sus conciertos para piano o el concierto para violín, resulta a pesar de ello de una belleza extraordinaria. En su composición de nuevo Joachim prestó una ayuda inestimable a Brahms colaborando estrechamente en la escritura de la parte solista o incluso sugiriendo algún tema del concierto de Viotti para incluirla en la nueva obra del maestro Brahms. Fuese como fuese, lo cierto es que la obra fue tachada de aburrida y con poco futuro. Sin embargo con el paso de los años se ha convertido en una pieza muy valorada y estimada. Les recomiendo la escucha de esta otra aproximación al Doble Concierto que dejamos tiempo atrás en el blog.
En la interpretación del presente disco, Furtwängler se hace acompañar por dos excepcionales músicos, miembros de la propia orquesta vienesa, Willi Boskovsky al violín y Emanuel Brabec al violonchelo. Ambos junto a una portentosa Orquesta Filarmónica de Viena y un excepcional y apasionado Futwängler nos dejan una maravillosa recreación de la obra. Hermosísima, con una calidez extraordinaria, un sentimiento e impulso sin igual, un impulso de amor profundo por la obra que recorre toda la interpretación, un impulso incesante, emergente desde el mayor de los respetos por una musica que amaban. Los solistas recrean la música con sentimiento y pasión y la toma sonora ayuda a acentuar esa sensación de pasión a la par que de energía y vitalidad. Una interpretación soberbia, increíble y sensacionalmente bella. Les recomiendo con sinceridad que se recreen en la maravillosa sonoridad y belleza de esta aproximación, disfrutarán de una música excepcionalmente bella e intensamente apasionada.
Emanuel Brabec
Willi Boskovsky
Brahms
Concierto para Violín*
Doble Concierto para Violín y Violonchelo**
Wilhelm Furtwängler
Orquesta del Festival de Lucerna. Yehudi Menuhin, violín.*
Orquesta Filarmónica de de Viena. Willi Boskovsky, violín; Emanuel Brabec, violonchelo.**
7 de octubre de 1949. Lucerna, Kunsthaus. Vivo.*
27 de enero de 1952. Viena, Sala Dorada. Vivo.**
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