Queridos amigos, hace un tiempo dejamos pendiente la subida de este disco. Nuestro querido amigo Alejandro indicaba que era una verdadera joya sobre todo en lo referente a la interpretación de la Octava Sinfonía. Y he de añadir que es una joya en ambas obras. Como todo Furtwängler, está lleno de una musicalidad especial y de un concepto de Beethoven sublime, superior, elegíaco, apolíneo, monumental y grandioso.
En estas grabaciones realizadas en directo nos muestra su absoluto dominio de la música del maestro Beethoven. Su interpretación de la Cuarta Sinfonía está llena de belleza de intensidad, de energía y de convicción. Es electrizante y poderosa. Arrolladora. Con unas cuerdas dignas de mención por su precioso juego y su excepcional soporte al desarrollo y vertebración de toda la sobra, Furtwängler juega con ellas de forma elegante y combinándolas de manera maravillosa con las maderas y metales.
La Filarmónica de Viena se nos presenta como un instrumento delicadísimo y perfecto para lograr esa sonoridad elegante, vibrante, aterciopelada y sedosa siendo capaz de imprimir intensidad, ritmo y energía sin perder jamás su precioso conjunto. Una verdadera maravilla. Una interpretación llena de sentido, atmosférica, luminosa y vitalista.
Lo mismo puede decirse de la interpretación de la Obertura Leonore III llena de vigor, de sonido clásico corpóreo, denso, mágico. Con un desarrollo nada apagado ni timorato luce su enorme fuerza y vitalidad.
Y en la Octava Sinfonía Furtwängler se deleita en el precioso juego de ritmos y cambios melódicos de la que hace gala. Auténtico lujo de dinamismo, de cantabilidad, de precisión en la ejecución; con un dominio magistral de los crescendos y de la dinámica de la obra, Furtwängler nos sorprende con una vitalidad realmente electrizante, con un manejo sensacional de los vaivenes melódicos, con un control preciso de la intensidad sonora y de la pulsación rítmica de la orquesta.
En esta ocasión una Filarmónica de Berlín sorprendente, preciosa en su sonido, maravillosa en su tempo, de acompasada y mágica integración global entre todas sus partes es una delicia escuchar cómo suena. Puro placer musical escuchar esas trompas y maderas en su Menuetto arropadas por la masa de cuerdas de los berlineses a un ritmo danzable verdaderamente asombroso y bello. Su movimiento final es un ejemplo perfecto de energía contenida con manos artesanas para dosificar su poder emotivo y su belleza. Energía que se va liberando de manera delicada en unas cuerdas arrebatadoras en su belleza y en unas cumbres sonoras mágicas con maravillosos descensos a valles de paz y armonía totalmente impensables para volver a elevarse a la cumbre mágica de la sonoridad beethoveniana en su final arrebatador, enérgico, dulce y singular.
Una verdadera obra de arte de la música, de la dirección y de la interpretación orquestal. Un juego sorprendente de delicadeza, luminosidad, vivacidad, humor, ligereza y excepcional juego orquestal.
Espero que disfruten de todas estas preciosas interpretaciones de Beethoven en las mágicas manos de Furtwängler y en los instrumentos de dos formaciones irrepetibles.
Beethoven
Wilhelm Furtwängler
Music Arts
Sinfonía nº 4, Orquesta Filarmónica de Viena, Munich, 4 de septiembre de 1953
Sinfonía nº 8, Orquesta Filarmónica de Berlín, Berlín, 14 de abril de 1953
Leonore III, Orquesta Filarmónica de Viena, Viena, Musikvereinsaal, 2 de junio de 1944