Queridos amigos dejamos hoy una nueva entrega del ciclo sinfónico de Shostakovich de la mano del director Rudolf Barshai.
La entrega de hoy es la imponente e impresionante Cuarta Sinfonía del maestro ruso. Una obra complejísima y que produce sensaciones muy difíciles de explicar exigiendo su escucha una total apertura de miras ante la música que nos va sonando. Es la obra de Shostakovich que podríamos calificar de la obra perdida.
Después de sus éxitos iniciales de sus tres primeras sinfonías, éxitos de público y también "oficiales", Shostakovich tiene un prestigio en su país como músico eminente y gran compositor. Ese prestigio se derrumba de la noche a la mañana por el famoso artículo de Pravda en el que se critica su ópera Lady Macbeth del distrito de Mtsensk. Así pasa de lo más alto y granado a lo más bajo que se puede caer, en un Estado además que no se andaba con tonterías.
"Caos por música". Artículo original en Pravda. 28 de enero de 1936.
Poco tiempo antes de todo este lío del artículo de Pravda, Shostakovich no era un gran maestro sinfónico. La especialidad de Shostakovich era la música para el teatro. Su primera sinfonía, su ceremonia de graduación en el Conservatorio de Leningrado, se había convertido en una leyenda después de su primera representación en 1926, pero no se había afianzado en el repertorio, ni tenía en la segunda o tercera sinfonías, piezas ocasionales para orquesta y coro de marcado carácter oficialista, un valor suficiente como para asentarlo en el universo musical sinfónico.
El compositor desea ampliar su campo de acción, desea explorar nuevas formas y estructuras sinfónicas y de ese deseo parte el inicio de la composición de su Cuarta Sinfonía. Por esta época su relación con su gran amigo, profesor del conservatorio de Leningrado y director artístico de su filarmónica, Ivan Ivanovich Sollertinsky, le acerca al mundo expresivo de Mahler. En él ve nuestro joven compositor el camino a seguir en su intento de consolidar su talento musical y avanzar por nuevas sendas que den forma a su futura obra musical.
Una primera idea de Shostakovich era hacer de la Cuarta "una obra programática monumental llena de grandes pensamientos y grandes pasiones." Más tarde abandonó este enfoque programático pero conservando al tiempo los grandes pensamientos y pasiones que serían la base de su trabajo creativo sobre la nueva obra.
En el otoño de 1935, Shostakovich comenzó lo que se convertiría en la versión definitiva de su Cuarta Sinfonía. Había completado los dos primeros de sus tres movimientos cuando por el desastre de la condena oficial de su ópera, Lady Macbeth , y la consiguiente represión cultural contra los llamados "formalistas", de los cuales Shostakovich se considerará un representante líder, todo se derrumba (ayudado por algún que otro artículo más en su contra). El maestro sin embargo no ceja y finaliza la composición de la obra (es difícil imaginar cómo o en qué ambiente lo llega a hacer) plasmando en ella todo el dolor y la angustia que estaba viviendo.
En la primavera de 1936, casualmente el día del nacimiento de su primer hijo, Galina, Shostakovich presenta su nueva sinfonía a un grupo de músicos que incluía a los directores Fritz Stiedry, entonces director titular de la Filarmónica de Leningrado, y Otto Klemperer, director musical de la Filarmónica de los Ángeles. Ambos directores saltaron de alegría ante la perspectiva de la interpretación de la obra. En el otoño, Stiedry inició ensayos en Leningrado mientras que la puntuación de la partitura se preparó para la edición.
El estreno estaba previsto para el 11 de diciembre de 1936 por el citado Stiedry. Sin embargo, fue cancelado. La misma mañana, un breve anuncio apareció en el periódico local: "El compositor Shostakovich hizo un llamamiento a la Filarmónica de Leningrado con la petición de retirar su Cuarta Sinfonía al no corresponder en absoluto a sus actuales convicciones creativas y representa para él un testimonio de una fase obsoleta". Se comenta que los rumores de la nueva obra de Shostakovich llegaron a oídos de la Unión de Compositores, cuyo director, V.Y. Iojelson, acudió personalmente junto con un representante del gobierno a presenciar uno de los ensayos. Tras esta visita, curiosamente, la sinfonía desaparecía del programa.
Tendría que esperar 25 años más para su estreno que tuvo lugar definitivamente en la Navidad de 1961 por la Filarmónica de Moscú dirigida por Kiril Kondrashin después de la reelaboración de la la partitura a partir de las partichelas de los ensayos que se conservaban por la Filarmónica de Leningrado.
Desgraciadamente para sus admiradores y para la música en general, los mandamases de entonces no supieron ver que la Cuarta Sinfonía de Shostakovich era demasiado monumental y deslumbrante, demasiado extravagante y difícil, obra de un verdadero modernista, independiente e incluso iluminado que juega con las estructuras clásicas adaptándolas a sus ideales, transformando los temas y formas clásicas, inundando de ideas nuevas el desarrollo continuado de la obra de forma que puede llegar a parecer una sucesión inaudible de sonidos aunque en el fondo se observa su hilo conductor de la gran forma clásica con las preciosas modificaciones del maestro.
Usa además una orquesta de gran magnitud y emplea una distribución de movimientos casi extrema con la duración enorme de los movimientos extremos rodeando a un único tema central de gran brevedad y de marcado carácter mahleriano como lo es también su tercer movimiento con un juego precioso en el ritmo, un uso maravilloso de las danzas, y una recreación muy mahleriana de diversos estados anímicos contrapuestos.
La Cuarta de Shostakovich es una obra de marcado carácter expresionista con episodios de gran violencia que a la manera de Gustav Mahler se mueve entre el humor socarrón e irónico y la profunda tragedia. Fue una de las últimas obras musicales vanguardistas compuestas en la Unión Soviética durante el estalinismo. Durante dicho tiempo...la nada.
El primer movimiento es una forma sonata de grandes dimensiones con una exposición gigantesca que ya nos deja una amplia definición de dos grandes áreas temáticas. El movimiento se desarrolla impulsando las transformaciones temáticas a través de nuevas variaciones y el añadido de nuevos elementos como material secundario y con inversión de la exposición y recapitulación de los temas.
Su segundo movimiento es un corto rondó con mucha influencia mahleriana, con temas ya presentados previamente en el primer movimiento y con un estilo global de Ländler que nos recuerda vivamente la música del maestro austriaco.
El último movimiento se destaca sobre los dos anteriores, un verdadero universo de magia y pasión. Es como un juego de engaño del maestro Shostakovich. La combinación de movimiento lento que avanza desde la marcha de apertura funeral (muy mahleriano también) a un allegro enérgico que parece prometer un final sinfónico tradicional y grandioso se nos cambia con la maestría de Shostakovich que se desvía en una serie de episodios rítmicos, líricos, incluso caprichosos, incluyendo valses y galopes y emanados del humor y del talento de un compositor teatral experimentado. En su final poderosos metales sobre un ostinato de timbales y cuerdas graves unidos a una marcha fúnebre se desvanece poco a poco en reminiscencias temáticas fugaces con tono sombrío en las cuerdas y unos toques finales de la celesta que llevan el movimiento y la obra a su fin en un tono podemos decir que "equivocado" o al menos no esperado, lleno de profunda seriedad, serenidad pasmosa e intensa emotividad.
Una excepcional obra musical queridos amigos que espero puedan disfrutar en esta recreación realmente preciosa de Barshai que sabe realzar cada matiz de esta compleja obra, su sentido, su belleza, su variedad anímica y todo ello sacando un rendimiento realmente fantástico a la WDR Sinfonieorchester que está sensacional en todas sus secciones, con pulcritud, limpieza, belleza de sonido, pulso y constancia a lo largo de todo el desarrollo.
Shostakovich
Sinfonía nº 4
Rudolf Barshai
WDR Sinfonieorchester
Grabaciones
16 al 24 de abril y 24 de octubre de 1996
Colonia, Philharmonie
Grabaciones Westdeutschen Rundfunk Köln