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domingo, 12 de septiembre de 2010

Mascagni. Cavalleria Rusticana. Orquesta y Coro de la Scala de Milán - T. Serafin - Callas, Di Stefano, Panerai, Canali, Ticozzi. 1953.


Queridos amigos, hoy me apetecía escuchar algo de ópera sin que fuera demasiado larga y he encontrado este precioso CD que se ajustaba perfectamente a lo que andaba buscando.

Una grabación bellísima con un reparto impresionante de cantantes-músicos-intérpretes que logran conmover al máximo y transmitir los sentimientos de una manera irrepetible.

Cavalleria Rusticana (Nobleza Rústica o Caballerosidad Pueblerina) es una ópera verista de Pietro Mascagni estrenada el 17 de mayo de 1890 en el Teatro Costanzi de Roma. Consta de un solo acto y suele representarse junto con la ópera "I Pagliacci". El libreto fue escrito por Guido Menasci (1867 - 1925) y Giovanni Targioni-Tozzetti (1863 - 1934) basado en un relato del novelista Giovanni Verga (1884).

 

Los personajes:

Santuzza (joven aldeana), soprano
Turiddu (aldeano de regreso del ejército), tenor
Alfio (arriero), barítono
Lola (esposa de Alfio), mezzosoprano
Mamma Lucia (madre de Turiddu), contralto
Campesinos, niños, arrieros, etc.

Obra emotiva, de amores desvelados y traicionados, de celos y pasiones, traiciones y muerte, es de una belleza, fuerza y pasión que son transmitidas de una manera perfecta en su desarrollo.

El Preludio es una preciosa miniatura orquestal, su Intermedio Sinfónico es bellísimo, el Coro con la oración Regina Coeli Laetare increíblemente bonito, el Voi lo sapete de Santuzza emotivo y bellísimo, y el fragmento final Mamma, quel vino è Generoso de una pasión y profundidad que te conmueve el corazón poniendo punto final a esta historia de amor, pasión y muerte, de sentimientos sencillos y cotidianos llevados al máximo de su dureza y realidad.

 

Los cantantes, más que simplemente cantantes los considero verdaderos actores, están tan profundamente introducidos en sus personajes que simplemente no sólo hay que valorar sus voces, ya por sí bellísimas, sino la pasión que ponen en la interpretación de sus personajes. Callas y Di Stefano (dos genios del arte) están sencillamente conmovedores e impresionantes, cantando con pasión y entrega, veraces y elocuentes. Y la dirección del genial Serafin es maravillosa (qué gran director, sí señor), logrando una flexibilidad y sonoridad orquestal preciosa y acompañando de manera magistral a los cantantes.


Les dejo con esta bellísima obra que espero disfruten con pasión, corazón y amor.

Mascagni
Cavalleria Rusticana
Coro y Orquesta del Teatro de la Scala de Milán
Tullio Serafin, director orquesta
Vittore Veneziani, director coro
Santuzza, soprano, María Callas
Turiddu, tenor, Giuseppe Di Stefano
Alfio, barítono, Rolando Panerai
Lola, mezzosoprano, Ebe Ticozzi
Mamma Lucia, contralto, Anna María Canali
Campesinos, niños, arrieros, etc. Coros
Milán, Basílica de Santa Eufemia, junio y agosto de 1953




sábado, 11 de septiembre de 2010

Encuentro



Desconocida eras, tan sólo una lejana voz envuelta en tristeza y pena.

El pesar y el llanto permanentes eran en ti
cuando siempre decías que merecerlos no podía ser justo,
que tanto sufrir y llorar, mella en tu corazón hicieron, en tu corazón y en tu vida
antes de felicidad llena.

Dejaste de ser desconocida, y aunque a la vuelta de ese breve encuentro,
con tu tristeza y pena quedaste,
no vi pero intuí una leve sonrisa en tu cara,
una chispa de alegría en tu corazón sentí que hizo saltar en el mío la emoción.

¡Eras guapa morena! de tez pálida, rostro fino y delicado, apenado sí,
pero aún con chispa de vida,
vida en esos ojos miel que entre lágrimas dejaban ver un alma buena,
y un deseo de amar y ser amada tan profundo como nunca vi.

¿Se cumplió el sueño? Yo creo que sí, que la sonrisa fue puesta de nuevo en ti,
tus ojos brillaron, sin lágrimas,
tu corazón regaló amor y fue llenado de amor,
pasajero amor, pero amor profundo.

Tan sólo por eso mereció la pena, el encuentro y la despedida,
cruel despedida necesaria para ti.
Sé que eres libre, sonríes, vives, y amas; a otro, pero amas.
Lo merecías morena guapa.

Bartók. Concierto para Orquesta. Música para Cuerdas, Percusión y Celesta. Bernstein. Orquesta Filarmónica de New York. 1959. 1961.


Música preciosa de Bartók la que os propongo escuchar hoy. Dos piezas fundamentales en su catálogo y de las más ampliamente interpretadas y reconocidas: el Concierto para Orquesta y la Música para Cuerdas, Percusión y Celesta.

El Concierto para Orquesta de Bartók fue compuesto en 1943 poco tiempo después de que adoptara la nacionalidad americana y fue un encargo (bendito encargo) de la Koussevitzky Music Foundation en memoria de la esposa del maestro Serge Koussevitzky, Natalie.

El estreno de la obra, en presencia del propio compositor, tuvo lugar en Boston en el Boston Symphony Hall el 1 de diciembre de 1944 teniendo un gran éxito de público y quedando ya como una de las obras habituales en los repertorios orquestales. En su composición emplea todos los recursos compositivos incluyendo muchas referencias a las formas clásicas, a la música popular europea (fundamentalmente húngara), instrumentos y ritmos populares, etc. El resultado es una obra preciosa, rica en colorido, instrumentalmente bellísima, juegos instrumentales maravillosos en toda ella, movimientos lentos sedosos y hermosísimos, referencias humorísticas a otras obras (Shostakovich y su séptima) y fugas maravillosas y arrebatadoras. Una obra con una brillantez, energía y pasión sencillamente impresionantes.


Bartók fallecería el 26 de septiembre de 1945 de leucemia y según sus propias referencias a la obra, esta se presenta sin ser una verdadera muestra de desesperación, más bien evoluciona desde la austeridad del primer movimiento, la alegría del segundo movimiento, lo lúgubre del tercero a un movimiento final donde se afirma, simplemente, la vitalidad (que no es poco dado el momento de la vida de Bartók en que fue compuesta).

La Música para Cuerdas, Percusión y Celesta compuesta en el año 1936 fue un encargo de Paul Sacher para celebrar el décimo aniversario de su Orquesta de Cámara de Basilea. Su estreno tuvo lugar en Basilea el 21 de enero de 1937 por la Orquesta de Cámara de Basilea dirigida por el propio Sacher.

En conjunto la obra presenta una enorme belleza rítmica y cromática e incluye el uso de fuentes folklóricas e impresionistas. La disposición de los elementos orquestales, los dos grupos de cuerda y el central de percusión, enfrentados, espaciados en el escenario musical, las réplicas entre ellos, etc. consigue una maravillosa impresión musical, con fuerza, ritmo, danzabilidad, espacialidad y belleza sonora única.

En esta ocasión os dejo una interpretación de ambas obras por Leonard Bernstein y la Filarmónica de Nueva York. Acercamientos bellísimos por intensidad, fuerza, impulso, sonoridad, sentimiento, ritmo, precisión, construcción de las obras y por un juego orquesta e instrumental delicioso. Para mí, de las más bonitas junto a las de Fricsay (excepcionales) y Solti.

Bernstein y la Orquesta Filarmónica de New York grabando.


Os dejo esta interpretación, espero que disfruten de ella. En breve subiré la de Fricsay como homenaje a esta bellísima música.


Bartók
Concierto para Orquesta
Música para Cuerdas, Percusión y Celesta

Leonard Bernstein
Orquesta Filarmónica de New York

Grabaciones: 
New York
Concierto para Orquesta, 30 de noviembre de 1959, St. George Hotel , Brooklyn
Música para Cuerdas, Percusión y Celesta, 20 de marzo de 1961, Manhattan Center











viernes, 10 de septiembre de 2010

Sibelius. Sinfonías nº 2 y nº 5. Celibidache. Swedish Radio Symphony Orchestra. 1965. 1971.


Queridos amigos míos el disco que os dejo es una joya.

La aproximación de Celibidache a Sibelius en dos de sus más famosas e interpretadas obras, las Sinfonías nº 2 y nº 5, que tienen numerosísimas grabaciones excecionales (Szell, Barbirolli, Bernstein, Colin Davis, etc.) supone para mí un descubrimiento musical todas y cada una de las veces que escucho esta preciosa grabación.


La forma en que Celibidache consigue transmitir la fuerza motriz y el impulso de estas dos sinfonías, cómo logra que florezcan y renazcan todos y cada uno de los motivos, como si estuvieran vivos; como es capaz de mantener el fondo místico, descriptivo, sin dejar de lado los afectos, las emociones, la intuición o la sorpresa, resultan bellísima e impresionante.

La Segunda Sinfonía, maravillosamente lograda, con su sonoridad, su transparencia, su naturalidad sin corsés, su belleza sobria; la monumentalidad expansiva, el tempo logrado en su desarrollo es increíblemente bello. Los detalles aparecen frescos, matizados, perfectos en su unión global en la obra. Y el movimiento final se desarrolla hacia su apogeo final construyéndose con una fuerza indescriptible. El resultado global es una excepcional aproximación a esta maravillosa obra de Sibelius. Sin desperdicios, abrumadora, imponente y sencillamente genial.

La Quinta Sinfonía, una de las más maravillosas obras sinfónicas escritas por Sibelius (para mí junto a Segunda, Tercera y Séptima) fue interpretada en los años finales de la colaboración entre la orquesta sueca y el maestro rumano. La calidad del conjunto formado, su madurez orquestal y musical y el hecho de tener un conjunto orquestal entregado al maestro logra una tensión, una belleza y una sonoridad de un carácter sublime redondeando una obra que mantiene una emotividad y una sensibilidad de alto voltaje en una obra perfectamente unida e integrada. Perfecta.


Les dejo que disfruten de este disco y en particular les animo a enviar comentarios con su parecer. Yo la tengo en el altar de las grabaciones imprescindibles. Lo voy a escuchar de nuevo esta noche para relajarme y sentir emociones que sólo Sibelius puede darme. que descansen.

Sibelius
Sinfonías nº 2* y nº 5
Swedish Radio Symphony Orchestra
Celibidache
Estocolmo, Konserthus, noviembre de 1965* y marzo de 1971









jueves, 9 de septiembre de 2010

Shostakovich - Sinfonía nº 11 "El Año 1905". Mravinsky. Orquesta Filarmónica de Leningrado. 1959 (1967).


Volvemos a retomar a un compositor y a un director a los que teníamos algo olvidadillos y por los que siento una especial predilección: Shostakovich y Mravinsky.


Os dejo un disco con la Sinfonía nº 11 obra de la que ya hemos dejado una anterior muestra absolutamente maravillosa en manos de la Sinfónica de Houston y Stokowski (http://juliosbv.blogspot.com/2010/02/shostakovich-sinfonia-n-11-leopold.html) que recomiendo escuchen y si pueden lean los comentarios.

A modo de breve recordatorio la sinfonía fue compuesta en 1957 para conmemorar el 40 aniversario de la Revolución Soviética y se creó por vez primera el 30 de octubre de1957 en el Conservatorio de Moscú por la Orquesta Sinfónica del Estado de la URSS dirigida por Nikolai Rakhlin.

En esta ocasión corresponde el honor de interpretar esta obra soberbia al gran Mravinski. Y como en él es habitual no defrauda. Una interpretación bellísima, directa, fuerte, que transmite todos los sentimientos de la partitura de forma maravillosa. Fuerte y acerada como es habitual en el maestro pero suave y delicada cuando lo precisa (el tercer movimiento por ejemplo es una delicia en su escucha y desarrollo). Le acompaña además una absolutamente inconmensurable Orquesta Filarmónica de Leningrado de una musicalidad, una calidad instrumental y una sonoridad orquestal increíble.


En cuanto al disco que os dejo hay en él una pequeña controversia al comparar con los datos de la discografía del maestro Mravinsky. En el propio CD y en otros semejantes que ofrecen esta obra dan como fecha y lugar de grabación 1967 en la radio de Praga. Consultando otras fuentes parece ser que en realidad se trata de una grabación en la radio pero el 2 de febrero de 1959 en el Large Studio of Moscow Radio. La toma sonora, sea cual sea, es maravillosa, monoaural pero impresionante, permitiendo captar todos los detalles con una calidad increíble.

Disfruten de esta interpretación, creo sinceramente que merece la pena. Es un bellísimo ejemplo de la maravillosa forma de entender a Shostakovich que tenía el gran maestro Mravinsky. Un Shostakovich acerado, musicalmente perfecto, sin gestos a la grandilocuencia ni de cara a la galería. Un Shostakovich sencillamente soberbio.


Shostakovich
Sinfonía nº 11 "El Año 1905"

Mravinsky
Orquesta Filarmónica de Leningrado

Grabación
Moscú, Estudios de la Radio, 2 de febrero de 1959