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sábado, 24 de mayo de 2014

Fritz Wunderlich. Lieder de Schumann, Beethoven y Schubert. 1965. 1966.



Actualización de la entrada original del 18 de febrero de 2010: 
Fritz Wunderlich. Lieder de Schumann, Beethoven, Schubert. 1965.

Podríamos aprovechar el momento para encabezar la misma con las preciosas palabras del inicio de Dichterliebe, "En el maravilloso mes de mayo..."

Que la disfruten queridos amigos. Realmente una clase magistral de belleza, sensibilidad, exquisitez y pasión.

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He aquí otro disco excepcional. Por todo, por canciones, por autores y por intérpretes. Un disco de canciones repletas de emotividad, dulzura, pasión, ternura, amor, sueños, poesía; Romanticismo en su más pura esencia.

Todas son bellísimas, desde el ciclo "Amor de Poeta" de Schumann a las bellísimas canciones de Schubert pasando por las de Beethoven.

La conjunción entre Wunderlich y Giesen es soberbia, genial. El piano en su sitio, precioso, como fondo de esa voz irrepetible que fue la de Fritz (qué pena de día de cacería, de bota mal atada, de escalera y de barandilla; qué pena de pérdida tan precoz).


El ciclo de Schumann, difícil como pocos, está maravillosamente cantado. Las palabras se integran con la música y la dicción y los acentos que pone Wunderlich son insuperables; nos llevan por un maravilloso camino recorriendo los poemas como un todo continuo, como una historia sin pérdidas de interés ni de emoción. Grandes cantantes la han grabado, todos excepcionales. Pero me sigo quedando con esta grabación que no deja de emocionarme cada vez que la escucho.

Las canciones de Schubert y Beethoven añaden un plus de valor al disco. Son todas maravillosas, emotivas y bellas. Eran dos genios, sobre todo Schubert, en esto de las canciones.

Destacar, creo que es imposible no hacerlo, esa maravilla de canción que es Adelaide de Beethoven. Junto a los Cuatro Últimos Lieder de Strauss de Szell-Schwarzkopf, es de lo más bello que haya escuchado jamás. Escuhar a Wunderlich decir "Adelaide" me sigue poniendo la carne de gallina y haciendo brotar lagrimitas de emoción por tanta belleza.

Este hombre cantaba de una manera que te hacía respirar hondo, muy hondo, y decir: ¡qué belleza! Te toca el corazón, el sentimiento más profundo, te sosiega, es un bálsamo para el espíritu, es poderoso, sensible, maleable, sonoro, lírico, dulce y expresivo. Irrepetible.

Mi homenaje a este gran cantante prematuramente fallecido y que me ha hecho pasar ratos de una profundidad emotiva que permanecen y permanecerán en mi memoria y corazón para siempre.




Fritz Wunderlich
Lieder de Schuman, Beethoven, Schubert
Fritz Wunderlich tenor
Hubert Giesen piano
1965 y 1966

Grabaciones:

München, Hochshule für Musik, octubre y noviembre de 1965 (Dichterliebe, Beethoven, Schubert, D360, D799, D905, D764)
München, Akademie der Wissenschften, julio de 1966 (Schubert, D891, D558, D800, D957, D547)

Schumann - Dichterliebe 

01. I. Im wunderschönen Monat Mai
02. II. Aus meinen Tränen spriessen
03. III. Die Rose, die Lilie, die Taube, die Sonne 
04. IV. Wenn ich in deine Augen seh
05. V. Ich will meine Seele tauchen
06. VI. Im Rhein, im heiligen Strome
07. VII. Ich grolle nicht 
08. VIII. Und wüßten's die Blumen, die kleinen
09. IX. Das ist ein Flöten und Geigen 
10. X. Hör' ich das Liedchen klingen 
11. XI. Ein Jüngling liebt ein Mädchen 
12. XII. Am leuchtenden Sommermorgen 
13. XIII. Ich hab im Traum geweinet
14. XIV. Allnächtlich im Traume seh' ich dich 
15. XV. Aus alten Märchen winkt es
16. XVI. Die alten bösen Lieder 

Beethoven

17. I. Zärtliche Liebe, WoO 123 
18. II. Adelaide, Op.46 
19. III. Resignation, WoO149 
20. IV. Der Kuss, Op.128 

Schubert

21. I. An Sylvia, D.891 
22. II. Lied eines Schiffers an die Dioskuren, D360 
23. III. Liebhaber in allen Gestalten, D.558 
24. IV. Der Einsame, D.800 
25. V. Im Abendrot, D.799 
26. VI. Schwanengesang, D.957 
27. VII. An die Laute, D. 905 
28. VIII. Der Musensohn, D.764 
29. IX. An die Musik, D.547 












jueves, 22 de mayo de 2014

Stravinsky. Petrouchka. La Consagración de la Primavera. Ansermet. Orquesta de la Suisse Romande. 1957.


Segundo disco con las obras mayores del periodo inicial, primitivo o ruso de Stravinsky. Las magníficas aproximaciones del maestro Ansermet a Petrouchka y a La Consagración de la Primavera.

Petrouchka, ballet en un acto y cuatro escenas, con coreografía de Michel Fokine, libreto de Stravinsky y Alexandre Benois y decorados y vestuario también de Alexandre Benois, fue compuesto durante el invierno de 1910-11 y estrenado en París en el Théâtre du Chatelet por los Ballets Rusos de Sergéi Diágilev el 13 de junio de 1911 bajo la dirección musical del gran maestro Pierre Monteux. Emplea de manera novedosa para la época la música popular y mitológica del folclore ruso. Las marionetas de la obra, las polichinela del mundo latino, cobran vida y desarrollan la capacidad de sentir; la fuerza emotiva, los colores orquestales, el ritmo de la obra resultan ser impactantes.

La interpretación que ofrece Ansermet y su Orquesta de la Suisse Romande, no deja de emocionarme en cada audición; parecen revivir, sonoramente, cada uno de las escenas con una intensidad sencillamente digna de admiración.



Tamara Karsavina, la Bailarina en el estreno de la obra en 1911.


La Consagración de la Primavera fue una de las primeras obras musicales que escuché. He de confesar que me abrumó, sobrepasó mi capacidad de escucha. No era capaz de asimilar esos sonidos tan impactantes, esos ritmos y timbres tan diferentes a lo que había escuchado hasta ese momento. Digamos que yo era un poco como los románticos franceses del día del estreno ¡aunque sin participar en la trifulca eh! Poco a poco fue entrando en mi esa violencia rítmica y pude enterderla algo más y sobre todo pude escucharla entera sin abandonar. Hoy en día es una de mis composiciones favoritas y una magnífica oportunidad de sentir fuerza emotiva pura y tranquilidad emocional como en ninguna otra obra.

La Consagración es un ballet en dos actos basado en la Rusia pagana (L'adoration de la terre y Le sacrifice), con coreografía de Vaslav Nijinsky creado para los Ballets Rusos de Sergéi Diágilev. Fue estrenada en París en el Théâtre des Champs-Élysées el 29 de mayo de 1913 con Pierre Monteux como director de orquesta. El rechazo en su época fue monumental provocando que en el segundo acto se tuviera que contener al público (¡aquello tuvo que ser impresionante!).



Decorado original de La Consagración. Adoración de la Tierra (diseño de Nicholas Roerich).

Nuevamente la aproximación de Ansermet y su orquesta es bellísima, la transcripción rítmica, de los colores, la plasticidad que logran, la belleza pura del sonido, la sensación de imprevisto, el impulso, el desorden, etc. es transmitido de una manera bellísima. Una interpretación genial.




Stravinsky
Petrouchka
La Consagración de la Primavera
Ernest Ansermet
Orquesta de la Suise Romande
Victoria Hall, Ginebra, 1957











Stravinsky. El Pájaro de Fuego. Le Chant du Rossignol. Ansermet. Orquesta de la Suisse Romande. 1955. 1956.


Precioso disco el que os dejo ejemplo de una aproximación espiritual y de un entendimiento profundo basado en la experiencia directa de un director con unas obras musicales de un compositor excepcional.

El encuentro entre Stravinsky y Ansermet tuvo lugar a principios del siglo XX sobre final del año 1911. Stravinsky compositor célebre ya por sus obras El Pájaro de Fuego y Petrouchka comenzaba a escribir La Consagración. Ansermet comenzaba su dedicación completa y profesional a la dirección y a la música (sus primeros pasos en la dirección fueron en el año 1910 con orquestas poco conocidas de Lausanne y Montreux). Su aprendizaje no tuvo mejor prueba de fuego que el encargo de la dirección musical de la gira americana de los Ballets Rusos de Diaghilev en el año 1916. La asociación con dichos ballets se prolongó varios años y fueron notables los estrenos de varias obras de Falla, Prokofiev y Stravinsky.



La fidelidad de Ansermet y la defensa de la música de Starvinsky que realizó el maestro fueron dignas de alabanza. Fundador en 1918 de la Orquesta de la Suisse Romande, su espíritu analítico, su profunda curiosidad musical, su enorme intelecto, la pasión por la fidelidad a la partitura y su sensacional forma de traducir la fortaleza corporal y escénica que tiene la obra de Stravinsky hace que (para mí) sea uno de los mejores traductores de su música.

Las obras presentadas en este primer CD correesponden a El Pájaro de Fuego (1910) y Le Chant du Rossignol (1917). Preciosas obras y a la par fáciles para el acercamiento al difícil mundo musical de Stravinsky.

La dirección de Ansermet y la ejecución de la Orquesta son dignas de admiración: preciosas, precisas, con una sonoridad bellísima, un ritmo impresionante y una ejecución instrumental soberbia. Preciosa aproximación a estas partituras atrevidas e innovadoras y de requisitos orquestales enormes.



Espero que disfruten de ellas.


Stravinsky
Ernest Ansermet
Orquesta de la Suisse Romande
El Pájaro de Fuego
Le Chant du Rossignol*
Victoria Hall, Ginebra, 1955, 1956*












domingo, 11 de mayo de 2014

Debussy. Obras Orquestales I. La Mer. Prélude à l'après-midi d'un Faune. Jeux. Nocturnes. Bernstein. Orquesta Filarmónica de New York. 1960. 1961.


Mis queridos amigos dejamos esta tarde un precioso disco, que en breve será complementado con un segundo, dedicado a la música orquestal de Debussy de la mano de mi admirado Bernstein al frente de su orquesta de New York. Espero que nuestro amigo Scotch pueda saborear plenamente las delicias musicales en ellos contenida.

Del maestro Debussy hay enormes registros fonográficos, verdaderas preciosidades. No es concretamente un compositor del que pueda presumir tener conocimiento, no ya profundo, si no que me conformaría con asomarme a su superficie y poder apreciar toda la belleza que en su interior tiene. No es por ello un compositor del que posea una amplia colección fonográfica. Las piezas que tengo me dan suficiente y hasta el momento no he sentido una mayor necesidad de ampliar la discografía.


Entre la que poseo, aparte Boulez, me quedo con el gusto exquisito de las interpretaciones de Bernstein de los años 60. Su acercamiento fuertemente colorista, poderoso, sensual, enormemente transparente y luminoso a la par que con texturas densas sabiamente expuestas con un regusto sonoro realmente precioso y cargadas de colorido, sonoridad exquisita y ritmos mágicamente elaborados.

En el caso concreto de este disco me quedo con una interpretación de La Mer realmente soberbia con una aproximación genial a las texturas y juegos de luces y sombras, plena de colorido, luminosidad y evocación sonora, inquietante y abrumadora y con unos Juegos realmente maravillosos, increíbles en su plasticidad y en la facilidad con la que esta difícil partitura se expone y con el aprovechamiento que hace Lenny del refinado y exquisito motivo y de la preciosa melodía, ligera y transparente melodía que se condensa alrededor del tema principal con preciosas acentuaciones rítmicas que son manejadas como pocos por un director que de exquisiteces y ritmo algo sabía. Realmente precioso.

Las otras dos piezas que completan el disco son también preciosas recreaciones de obras de enorme dificultad, expresivas, coloristas y plenas de una magia envolvente que te hace disfrutar de los sonidos y de las combinaciones instrumentales como pocas obras pueden lograrlo. El Preludio y dos de los Nocturnos nos llevan a un mundo de sensaciones realmente indescriptibles, una combinación maravillosa de delicadeza, ritmicidad, sensibilidad, luminosidad y sonoridades realmente alucinantes. Una música llena de plasticidad, de insinuaciones, de evocaciones, de alternancias entre claridades y sutilezas, con insinuaciones fascinantes.

Espero que disfruten de este precioso disco.

En la próxima entrega dejaremos un disco de igual calidad con Images y la Rapsodia para Clarinete acompañadas de dos verdaderas maravillas de Ravel: Ma mère y Pavana. Un acoplamiento que nos mostrará las mismas cualidades de un enorme director, Bernstein, que sabe manejar la belleza y sutileza de la música francesa a un nivel equiparable al de los más grandes valedores de la misma.



Debussy
Obras Orquestales

La Mer
Prélude à l'après-midi d'un Faune
Jeux
Nocturnes

Leonard Bernstein
Orquesta Filarmónica de New York

Grabaciones:

La Mer, 16 de octubre de 1961, Manhattan Center, New York
Prélude à l'après-midi d'un Faune, 28 de septiembre de 1960, Manhattan Center, New York
Jeux, 2 de mayo de 1960, Manhattan Center, New York
Nocturnes, 28 de septiembre de 1960, Manhattan Center, New York

PD: la entrega procede del CD más moderno de la Edición Bernstein Century con idéntico contenido a la que corresponden estas fotos de la Royal Edición.









sábado, 10 de mayo de 2014

Giulini: recordando a un gran Maestro. Bruckner. Sinfonía nº 7. Giulini. Orquesta Filarmónica de Viena. 1986.


Mis queridos amigos, con un poquito de retraso, en parte por mi cabeza y en parte por temas informáticos, publicamos esta entrada dedicada a celebrar el cumpleaños de uno de los grandes, muy grandes, directores del pasado siglo XX, Carlo María Giulini, que nacía un día como el de ayer del año 1914 en Barletta. 

Un maestro dotado de una capacidad técnica de una enorme altura que apoyada en una exquisitez humana, musical y emocional como pocos más han tenido para ofrecernos recreaciones que han pasado a la historia discográfica en forma de monumentos sonoros difícilmente olvidables y superables. Entre ellos se encuentra esta fantástica, luminosa, sensual y delicada Séptima Sinfonía de Bruckner, una de las más bellas jamás realizada y a la par de las geniales de Böhm, Celibidache o Jochum.

La preciosa Séptima Sinfonía de Bruckner fue comenzada a componer poco tiempo después de finalizada la Sexta y su trabajo se extendió desde el 23 de septiembre de 1181 hasta el 5 de septiembre de 1883 siendo una obra "perfecta" desde el momento de su finalización. El estreno tuvo lugar en Leipzig el 30 de diciembre de 1884 bajo la dirección de Arthur Nikisch y resultando un éxito extraordinario de público y crítica, el punto de partida para iniciar el reconocimiento de Bruckner como gran sinfonista. De esta versión original del estreno no se ha conservado el contenido exacto de la misma siendo la versión de 1885 la empleada en las ejecuciones de esta imponente obra sinfónica. 


De esta versión de 1885 se tienen tres Ediciones:

Edición Gutmann (publicada en 1885). Tras el estreno en 1884 con algunos cambios, antes de esta publicación. Posiblemente Nikisch, Franz Schalk y Ferdinand Löwe influyeron significativamente en esta edición, siendo discutible hasta qué punto tales cambios fueron autorizados por Bruckner. Las modificaciones se refieren principalmente a tempo y orquestación.

Edición Haas (publicada en 1944). Robert Haas intentó eliminar las influencias de Nikisch, Schalk y Löwe, para recuperar el concepto original de Bruckner. Para ello, utilizó material procedente del autógrafo de 1883, que ya incluye cambios posteriores. El cambio más evidente en esta edición es la ausencia de platillos, triángulo y timbales en el clímax del movimiento lento argumentando Haas que Bruckner había decidido posteriormente eliminarlos.

Edición Nowak (publicada en 1954). Leopold Nowak mantiene la mayor parte de los cambios de la edición de 1885, incluyendo la percusión en el tiempo lento; las indicaciones de tiempo de la edición de Gutmann, pero poniéndolas entre corchetes. Algunos directores omiten el golpe de platillos en el tiempo lento, siguiendo los criterios de Haas. No es el caso de esta recreación del maestro Giulini que conserva platillos, triángulo y timbales en el clímax del movimiento lento dotándolo así de un empuje y fuerza realmente impresionantes.

Una recreación musical realmente maravillosa y asombrosa, con un tratamiento sencillamente insuperable de los bloques temáticos del primer movimiento con su imponente energía y tensión, su luminosidad y su precioso melodismo, su ritmicidad y su precioso figuralismo. En el imponente Adagio Giulini nos construye una monumental e intensa oda fúnebre, sublime, con unas cuerdas graves poderosas y unas tubas evocadores y profundamente bellas enlazando dos temas que conforme son re-expuestos van aumentando en su intensidad por su desarrollo y amplificación hasta llevarnos a momentos realmente sublimes de emoción. En este segundo movimiento la personalidad de Giulini, su carácter, su humanidad y su arte se despliega en todo su esplendor acompañando a una Filarmónica de Viena realmente indescriptible. una hermosa página musical queridos amigos. El Scherzo se nos presenta como un verdadero ejercicio de ritmo, con una dinámica robusta, intensa y poderosa compensada de manera sencilla con la dulzura y danzabilidad lírica con un sencillo tema pleno de nostalgia inmerso en su desarrollo. El movimiento final es una verdadera maravilla de poder inmenso de conmover. Preciosos temas mantenidos en unas cuerdas bellísimas, un ritmo imponente, unas referencias preciosas al tema inicial del primer movimiento, un coral cromático soberbio, unos tuttis plenos, poderosos, dinámicos e impactantes y un final a modo de peroración maravillosa de ambos temas constructivos que nos deja un punto de majestuosidad difícilmente superable.

Una verdadera delicia de obra y de recreación por parte de Giulini, sencillo, con sabio manejo de la masa de cuerdas vienesa, por otro lado maravillosa, con detalles marcados en momentos realmente sublimes y con algo más y especial, con un discurso global que nos lleva de principio a fin por senderos luminosos y claros de belleza musical expuesta con una simplicidad y transparencia como pocas veces se ha logrado.

Espero que disfruten de este hermoso disco y pequeño homenaje a la par a un maestro que aportó a la música su propia vida. 



Bruckner
Sinfonía nº 7
Carlo María Giulini
Orquesta Filarmónica de Viena
Grabación: Viena, Musikverein, Grosser Sal, junio de 1986
Versión de 1885 en Edición de Leopold Nowak, 1954