Queridos amigos. Hoy es un día muy especial. Es el día de la Inmaculada, Un día de mucha historia y de mucho arraigo en España. Es el santo de mis dos nenas del alma, mu mujer y mi hija. Además, entre otras celebraciones, se cumplen 125 años del nacimiento del excepcional artista mexicano Diego Rivera (entre otras muchas cosas un fabuloso muralista) y 146 años del de Jean Sibelius. Un buen motivo para celebrar de manera especial este día.
Para ello he elegido un disco sencillamente precioso. George Szell interpretando de forma magistral dos obras sinfónicas de gran envergadura y especialidades de la casa: la Quinta de Beethoven y la Segunda de sibelius. Ilustramos la entrada con una carátula especial con la pintura La Maternidad de Rivera. Mi sencillo homenaje a todas las Inmaculadas del mundo y a los dos artistas arriba mencionados.
Las grabaciones proceden de registros preparados con motivo de las visitas de Szell a Amsterdam en los meses de noviembre de 1964 y 1966 y son un ejemplo claro de la excepcional manera de preparar las grabaciones que tenía Szell. El resultado es sencillamente inmejorable.
Un aspecto fundamental a tener presente para valorar ese resultado es la excepcional participación de la orquesta holandesa. Su prestación, tanto en conjunto como en sus solistas, es soberbia. Confiere una calidez sonora preciosa y en cierto modo "lima" el carácter seco habitual de Szell en sus interpretaciones.
La interpretación de la Sinfonía nº 5 de Beethoven, obra absolutamente magistral, es para mi gusto una de las más grandes que se puedan escuchar y no sólo de las numerosas grabaciones dejadas por Szell sino del global de las interpretaciones grabadas que, al menos yo, haya escuchado. Sus matices están perfectamente desgranados, la sonoridad compacta de la orquesta es sorprendente y bellísima, los instrumentistas están sencillamente geniales y Szell deja de lado, un poquito, su habitual carácter analítico para dejarse ver como un director humano. Sorprendente de veras. Basta con escuchar ese dificilísimo último movimiento para caer rendido ante una interpretación sencillamente magistral.
La Segunda Sinfonía de Sibelius sigue los mismos cánones interpretativos antes referidos para la obra de Beethoven. Su aproximación no es del estilo emocional por ejemplo de un Bernstein ni se aproxima a la belleza sonora de un Karajan o a la exquisitez de un Barbirolli. Ni siquiera se parece a la excepcional interpretación que ofreció el mismo Szell en Tokio en su último concierto (la dejaremos para otra entrada en breve). Pero reune un poquito de todos los antes referidos y auna calidez, emoción, sonoridad pulcra y bella, desarrollo exquisito, matizaciones preciosas de los pasajes y de las intervenciones solistas, profundidad, inmensidad y lejanía, intensidad tímbrica, colorido orquestal precioso. Resulta verdaderamente placentero escuchar esta aproximación a la obra de Sibelius, sumergirse en las profundidades de sus sonidos, en la belleza de sus contrastes y en el precioso mundo sonoro del maestro finés.
Espero de corazón que les guste este disco.
Está dedicado con todo el cariño del mundo a las Inmaculadas, a Rivera, a Sibelius y a todos vosotros.
Beethoven
Sinfonía nº 5
Sibelius
Sinfonía nº 2
George Szell
Royal Concertgebouw Orchestra Amsterdam
Grabaciones en el Concertgebouw de Amsterdam:
Beethoven del 28 al 30 de noviembre de 1966
Sibelius del 25 al 28 de noviembre de 1964 (otras fuentes dan como fechas posibles dela grabación la del 18 al 21 de noviembre de 1964)Ilustración: Rivera: La Maternidad
Un espectacular post, para un dia muy especial.
ResponderEliminarEl dia de la Inmaculada Concepcion de María tambien se celebra en nuestra América en varios paises.
Saludos y gracias.
Gracias claudia. Efectivamente tienes toda la razón del mundo. Es una festividad de amplio arraigo en América. Un fuerte abrazo. que disfrutes del disco.
ResponderEliminarQué maravilla! George Szell siempre nos obliga a arrodillarnos respetuosos y reverentes. Y aunque procura explorar los rincones más humanos de las obras hoy referenciadas, destaco en Él su característica fundamental: su amplitud sonora, dotada de un fraseo del todo claro, producto de la visión particular del director que se "posesiona" del compositor y lo descubre en su más íntimo ser. En últimas, esa es la esencia de la dirección orquestal, como también de la interpretación de un instrumento.
ResponderEliminarGran post, amigo Julio. Feliz festividad y un saludo a las Princesas de tu Casa. Una abrazo.
Muchísimas gracias querido Iván. Un fuerte abrazo y transmitiré a mis nenas tus saludos.
ResponderEliminarHola Julio ¿tienes pensado publicar la primera parte del disco? Un abrazo desde Uruguay.
ResponderEliminarSí querido amigo. Está en proceso para realizar el archivo en uno sólo colocando el movimiento de Mozart en su orden. En breve estará.
ResponderEliminarGracias, desde Girona.
ResponderEliminarGracias a ti Elisabet. Un fuerte abrazo. que disfrutes mucho de este disco. Y en lo posible que tu inspiración siga bebiendo de esas fuentes maravillosas.
ResponderEliminarEntrada actualizada/Updated entry.
ResponderEliminarActualizada entrada Feliz Día de la Inmaculada. Beethoven, Sinfonía nº 5. Sibelius, Sinfonía nº 2. Szell. Concertgebouw Orchestra. 1966. 1964.
ResponderEliminarPodrías y serías tan amable de volver a subir el archivo flac?
ResponderEliminarMuchas gracias por adelantado
Juan, actualizados ambos archivos. Que disfrutes.
EliminarMuchísimas Gracias por el aporte!!!
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