Mis queridos amigos esta entrada va dedicada a todos aquellos amantes de la verdadera alma humana, de su sentido, de su lucha entre opuestos, de su componente vital y trascendente.
Pocas músicas hay en el mundo que reflejen de manera más equilibrada y a la par más difícil el sentimiento humano contradictorio en su lucha entre opuestos pero siempre anhelante de verdad, serenidad, felicidad y paz. Pocas músicas como la de nuestro amado Beethoven, personalidad obstinada y persistente en su afán de desarrollo de nuevos concepciones artísticas no sólo por el hecho en sí de su desarrollo como parte técnica y evolutiva del arte musical como como parte esencial de su profunda creencia en el papel fundamental de la música en el desarrollo moral y espiritual de la sociedad y del ser humano. Ejemplo también de la confianza y esfuerzo del hombre en su lucha contra las adversidades su música se nos puede presentar aún hoy en día como un bálsamo reparador y un acicate en nuestro continuado combate con todo aquello que nos pone frente a encrucijadas y situaciones verdaderamente críticas.
Su obra tiene un trabajo minucioso de detalle en el que cada uno de ellos está perfectamente insertado en el equilibrado conjunto final y pareciese que siguiendo un desarrollo calculado e intencionado sus tonalidades, sus colores, sus armonías, todos los elementos llevan a tensiones con deliberado significado no sólo ya musical sino personal y dirigido al mundo. En el caso de la serie de los cinco excepcionales conciertos para Piano nos debemos maravillas ante la maestría compositiva de Beethoven quien con una economía de medios llamativa, con la elaboración y tratamiento de pequeñas frases cortas y moldeables, con la presencia de preciosas formas rítmicas y melódicas y con su habilidad para reforzar todas y cada una de las antes mencionadas con su habilidad para enfatizar, matizar e intensificar sin que siquiera podamos imaginar que de tales esbozos o ideas simples pueda emerger una música de una estructura global perfecta, cargadas de pasajes conmovedores, unas veces delicados, otras poderosos, otras líricos u otras plenos de intensidad emocional.
Y ¿qué nos aporta en estos preciosos discos nuestro querido maestro Barenboim? Mucho me atrevería a decir. No vamos a encontrarnos al poderoso, enérgico, impulsivo y brillante Barenboim de mediados de los años 60 ni al brillante, sabio, mágico y "raramente" juvenil Klemperer. No, pero 40 años después de aquellas excepcionales grabaciones EMI de estos mismos conciertos, el maestro Barenboim no conduce a las profundidades del océano de sentimientos, al volcán sosegado tras la erupción juvenil, a una difícil trama de detalles hábilmente desenmarañada por su pensamiento musical, mucho más maduro, profundo y calmo que no quiere decir soso o impasible.
Barenboim nos lleva por la senda de la presentación de esta música como verdaderas obras de arte en las que cada detalle, cada fraseo, cada acorde, tiene un profundo valor y un destacadísimo significado sobre los anteriores y los que le siguen; con una maestría asombrosa desata sus más delicadas artes como intérprete solista (y señores míos, sigue siendo un excepcional pianista), con un sonido bellísimo, dulce, delicado sin quizá aquel punto de violencia o impetuosidad del pasado pero igualmente intenso y sobre todo perfectamente marcado en detalles, en fraseos algo más largos, en acentos más intencionados.
Un Barenboim que conduce sabiamente a una excepcional orquesta, desde mi punto de vista no es la Philharmonia y se nota, pero quizá en esa diferencia radique la belleza de estos registros. Una conducción lineal en la que cada nota tiene su sentido en su momento y su lugar y sin la que el discurso global se pierde.
Un Barenboim que juega con el piano como si fuera un instrumento más de la orquesta, diría más que dialoga con él como queriendo que en su interior esté la totalidad de la orquesta para malearla con sus manos mientras su vista y sus gestos moldea el bellísimo discurso de la orquesta real.
Un Barenboim que nos quiere dejar un verdadero y sentido mensaje de humanidad, que nos indica el poder enorme de la belleza, que nos transmite el valor incuestionable del amor por la música y que nos dice finalmente: esto, esto sí puede cambiar a las personas, como Beethoven cambió su tiempo, el arte musical y el espíritu humano.
Queridos amigos espero que disfruten de verdad de estos hermosos discos. Pueden o no contrastrarlos con otros o con los del mismo Barenboim de hace 40 años. Seguro serán diferentes. Pero principalmente disfruten de la elegancia, el sabor, la intencionalidad y la belleza de estas interpretaciones. Es esencia de Beethoven en frasquitos de perfume. Una verdadera maravilla.
Beethoven
Integral de los Conciertos para Piano
Daniel Barenboim, piano y dirección
Staatskapelle Berlin
Gabación:
Conciertos en Directo, Jahrhunderthalle, Bochum, 21 al 23 de mayo de 2007
Disco 1: Beethoven - Conciertos para Piano nº 1 y 2 - Barenboim
Disco 2: Beethoven - Conciertos para Piano nº 3 y 4 - Barenboim
Disco 3: Beethoven - Conciertos para Piano nº 5 - Barenboim
Qué bella entrada!
ResponderEliminarSería interesante si pudiese subir las 32 sonatas para piano de Beethoven por Barenboim o Arrau.
Hay críticos que piensan sobre Barenboim que, al ir dejando su carrera pianística por la de director orquestal, se perdió un gran pianista sin ganar un gran director. Yo discrepo absolutamente. Grabaciones como ésta me parecen una prueba de que Daniel Barenboim no dejó de ser uno de los grandes del piano del siglo XX, sino que, además, se convirtió en excelente director, uno de los más versátiles, por cierto, en cuanto a su repertorio y ubicuidad que lo llevan desde las grandes salas simfónicas a los más exigentes teatros de ópera.
ResponderEliminarInteresante comparar este ciclo con el grabó para EMI hace la friolera de casi medio siglo, con Otto Klemperer dirigiendo a la Orquesta Philharmonia. Muchas gracias, don Julio.
Gracias Julio Salvador. Esto es muy valioso, en todos los sentidos posibles. Gracias.
ResponderEliminarGracias Julio, por esta entrega. Me has hecho volver a la estantería donde desde hace años cogía polvo el álbum de CDs de la antigua grabación de EMI. La comparativa era tentadora. Y el resultado ha sido revelador. Uno se imagina al joven e impulsivo pianista de 24 años, sufriendo por la lentitud de los tempos a la que le obligaba el viejo Otto, sobre todo cuando vemos al maduro artista de 65 llevarlos mucho más rápidos.
ResponderEliminarPero la pregunta es: ¿con cuál nos quedamos?. Eso irá en gustos. Yo particularmente me quedo con la grabación de Abbey Road (¿estarían los Beatles al lado en el "studio two"?). Por hondura, profundidad, sonido y presencia beethovenianos. Unos conciertos más sinfónicos, porque la reciente grabación, tiene un cierto aire camerístico, sobre todo en los primeros. Se podría aducir que ésta tiene la ventaja de la espontaneidad del directo, pero es sabido que el viejo Klemperer grababa cada movimiento sin interrupciones, editando después pequeños detalles muy puntuales. Por último está el problema de una orquesta que salvo en los tutti ha de tocar sola. Esto es Beethoven, no el Mozart de un joven Barenboim que hacía sus primeros pinitos en la dirección, conduciendo desde el teclado a la Englihs Chamber.
En resumen, toda una experiencia esta escucha de la evolución de un gran pianista, en un salto de cuarenta años. Gracias de nuevo Julio, por el regalo.
Eduardo.
Julio y demás amigos de la música:
EliminarMe encanta seguir tu blog y los comentarios de la gente aunque no pueda participar tanto como a mi me gustaría: en primer lugar por falta de tiempo y en segundo porque aunque amo esta música desde pequeño, no pude aprovechar una formación suficiente como para apreciar bien a fondo todos los matices de las obras. He necesitado mucho tiempo escuchando a veces decenas de veces la misma pieza dirigida por diferentes directores y orquestas como poder entender un poquito mejor toda la riqueza que alberga las diferentes interpretaciones. Pero escuchando y leyendo voy aprendiendo aunque sea tarde.
Una entrada estupenda con un director y pianista al que admiro. Obras de gran calado donde a veces me siento orquesta y en otras ocasiones piano.... mis apreciaciones quizá sean pueriles pero es lo que siento y cuanto desearía tener gente cerca para poder compartir esta bella afición.
Un saludo
Rubén - Altea
Agradezco a Julio los aportes de su blog, que no dejo de visitar, aunque en esta ocasión dispongo de los discos. Mi comentario no se refiere a la mayor o menor calidad de la interpretación (me quedo con la versión Klemperer, quizá por haber comenzado con ella hace años) sino a un detalle técnico de la grabación: ¿No tiene un sonido muy oscuro? Estoy tentado de descargar alguno de los conciertos que no ofrece Julio para hacer una comparación, porque hasta el momento en ninguna de las críticas de discos que he leído se menciona este hecho. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por esta versión del inigualable Barenboim.
ResponderEliminarQueridos amigos prometo responder en breve todos estos interesantísimos comentarios que dejan muchos detalles que me gustaría contrastar con ustedes y que se me han venido a la mente conforme los leía.
ResponderEliminarEspero este puente del Día de Andalucía poder hacerlo con tranquilidad.
Un abrazo a todos.
Gracias por compartir estas grabaciones. Si encuentro algo interesante de Beethoven en mi coleccion lo subire a mi pagina. Estos discos fueron excelentes. Mil gracias!
ResponderEliminarGracias querido amigo por el comentario.
Eliminarunfortuntaly for #3. but:
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS !!! … Merci! Thank you! Obrigado! Спасибо! !ありがう! Arigato! Danke! Dziękuję! Dank je u! Mulţumesc! Teşekkür ederim! Tack! Tack så mycket! Grazie! Kiitos! תודה לך! Takk! Dakujem,ďakujem vám! Hvala! شكراً!shokran! Ευχαριστώ! 감사합니다! Děkuji! Tak skal du have! Dankon! Hvala! Najlepša hvala! Gràcies! Faleminderit! Ačiū! De’koju! Labai ačiū! ขอบคุณ! Shukrīya! بہت) شكريه (bahut)! Cảm ơn cô! Cảm ơn cô nhiều! Благодаря! Þakka þér! Baie dankie! Takk fyri! Sipas dekem! متشکرم! Благодарам! Təşəkkür! Paldies! Pateicos! Tencinu! Terima kasih! Дуже дякую! Спасибі! Баярлалаа! Гялайлаа! Танд их баярлалаа! Terima kasih! ধন্যবাদ (dhonyobād)! Salamat! Trugarez!
Updated CD 3. Enjoy.
EliminarUn resumen breve a los comentarios que acabo de leeer. Ciertamente la tentación de comparar con la grabación Klemperer es enorme. Personalmente me quedo con ella, esa vitalidad de maestro y pianista me ha enamorado siempre. Pero reconozco un enorme valor a estas grabaciones de un Barenboim que como bien se indica, por sonido o deseo, suena más apagado, sutil, sereno o camerístico. Como bien indica Xoseluis, es más apagado y posiblemente por la grabación. Es verdad también que he escuchado a Barenboim en directo y su sonido se va haciendo más sutil, más compactado, muy de masa orquestal uniforme. Personalmente me encanta su labor como director. En estos concierto aún hoy día Klemperer es mucho Klemperer.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo a todos.
¡Grande Barenboim! Muchísimas gracias de un Macareno.
ResponderEliminarMuchas gracias hermano de barrio y corazón. Espero que disfrutes de esta preciosa música.
EliminarBuenos días. Saludos y gracias. ¿Dónde se encontrará las sonatas de esta colección "for all"?
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