Queridos amigos dejamos hoy una recreación de una de mis obras preferidas del maestro Bruckner, su hermosa y maravillosa Sinfonía nº 3, para mí, una de las más bellas que dejó el gran Bruckner, con todos sus líos de revisiones y versiones, sea cual sea, tengo especial debilidad por ella.
Quizá sea el haber sido junto con la cuarta una de las primeras obras que escuché de él lo que haya hecho que esté grabada en mi mente de una forma especial.
La Tercera Sinfonía fue dedicada por el maestro a su admirado Wagner y es denominada en mucha bibliografía como como Sinfonía Wagner. Fue escrita en 1873 y revisada por Bruckner en numerosas ocasiones (con más o menos cambios) fundamentalmente en 1877 y en 1888/1899. El estreno inicial de la obra tuvo lugar bajo la dirección del maestro en Viena el 16 de diciembre de 1877 resultando un fracaso, en parte por la poca capacidad como director de Bruckner y en parte por la dificilísima aceptación por parte de los músicos vieneses.
Podemos decir sin temor a equivocarnos que con ella Bruckner abra el camino al inicio de su obra madura en la que empezará a desarrollar su enorme capacidad compositiva, su creatividad y su monumentalidad en la construcción sinfónica sin dejar de lado la belleza y sutileza imbricada entre sus notas en las enormes secuencias emocionalmente insuperables en texturas, desarrollos y musicalidad.
En esta entrada dejamos una interpretación que la tengo entre las grandes sorpresas de las grabaciones brucknerianas de la mano de jóvenes maestros. Junto con Nelsons que avanza en su ciclo para DG (que no acaba de llegarme del todo) Yannick Nézet-Séguin es para mí de entre ellos el que más logra llegarme al alma con sus aproximaciones. Este registro, independiente del precioso ciclo que ha realizado con Montreal y que espero dejar en un plazo no mu prolongado de tiempo es una muestra de su visión bruckneriana. Lo describiría como un término medio entre la pureza de Jochum y la hermosura sutil de Celibidache. Me encanta su forma de tratar la selva musical de Bruckner, con acercamientos casi camerísticos junto a fuerza y fuego en otros, sin aceleraciones sin sentido, detallista y matizado y con la energía y amplitud sonora que muchos deseamos escuchar en esas catedrales sonoras brucknerianas.
En este registro en vivo podemos apreciar además la belleza sonora de ese maravilloso instrumento musical que es la Staatskapelle Dresden valor añadido que no hace más que facilitar la preciosa lectura de Yannick acompañando con su conjunto empastado y preciosista a una dirección libre, viva y detallista.
Espero que disfruten de esta hermosa recreación de la Tercera Sinfonía de Bruckner, el inicio a la escalada de lo sublime en la obra del viejo organista de Ansfelden.
La versión interpretada por el maestro Nézet-Seguin es la versión original de 1873, iniciada el 23 de febrero de 1873 y completamente finalizada el último día de 1873. Un primer borrador fue presentado a Wagner en septiembre de 1873, cuando el Finale todavía no había sido orquestado y una copia completa le fue enviada más tarde en la primavera de 1874 siendo esta la base de la edición Nowak de 1977 que es la registrada aquí.
Hubo una edición de Robert Haas que preparó de esta versión en la primera Edición Crítica de las obras de Bruckner de 1944, pero el material se perdió en Leipzig durante la Segunda Guerra Mundial siendo una versión que aunque fue presentada varias veces a la Orquesta Filarmónica de Viena para su ensayo, fue repetidamente rechazada y no se interpretó nunca.
Bruckner
Sinfonía nº 3
Staatskapelle Dresden
Yannick Nézet-Séguin
Grabación
Semperoper Dresden, 21 de septiembre de 2008
1873 Versión original en la Edición de Leopold Nowak de 1977
Estimado Don Julio, muy agradecido por este aporte. Ha supuesto una muy agradable sorpresa pues, aunque hay ciertos momentos 'chocantes' para mí debido tal vez a que no recuerdo haber escuchado esta bellísima sinfonía en esta versión de 1877, el resultado final es impactante y muy bello. Vamos, que me ha gustado mucho. Muchas gracias, otra vez.
ResponderEliminarEstimado Buhodós, la misma sensación que tuve yo. Cuesta acostumbrado más a otras versiones y ediciones pero es de enorme belleza. Lo mismo me pasó con la de Tintner. Sin embargo con Szell, otra versión disfruto muchísimo.
EliminarGracias por el comentario.