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jueves, 16 de febrero de 2012

Rachmaninov. Sinfonía nº 2. Ibert. París, Suite Sinfónica. Temirkanov. USSR State Symphony Orchestra. State Academy Symphony Orchestra de la USSR. 1977. 1980.


Queridos amigos, una magnífica tarde para dejar este hermosísimo disco con la maravillosa interpetación de Temirkanov de la Segunda Sinfonía de Rachmaninov. Una obra delicadísima y de enorme sutileza, de una hermosura y una sensibilidad extraordinarias.

Con sinceridad no soy capaz de indicarles si la partitura está en su versión completa o lleva algunos de los recortes habituales anteriores a los años 60. El minutaje de la interpretación registrada es algo inferior a otras versiones como las de Sanderling o la del propio Temirkanov para RCA (fundamentalmente a esta última). Creo que es la versión sin cortes aunque sin la repetición del primer movimiento, pero espero sus comentarios al respecto.

Fue compuesta entre los años 1906 y 1907 siendo el estreno dirigido por el propio compositor en San Petersburgo el 8 de febrero de 1908. Está dedicada a Sergéi Tanéyev, un compositor, profesor, teórico y autor ruso, alumno de Piotr Ilich Tchaikovsky. La obra mereció el premio Glinka de 1908 y supuso un fuerte impulso anímico a un Rachmaninov enormemente abatido tras el fracaso de su Primera Sinfonía que le llevó a un estado depresivo serio y a dudar de sus capacidades como compositor sinfonista.


Quitando este detalle la aproximación de Temirkanov es excepcional. Una aproximación realizada con enorme pasión, sensibilidad, delicadeza y amor. Una musicalidad soberbia asentada en una orquesta que brinda momentos inolvidables de belleza sonora. La vitalidad aflora de inmediato, una vitalidad y frescura que no entra en lucha con la ternura y la pasión íntima y recogida. La frescura instrumental es puesta a relucir de manera prodigiosa, sencillamente prodigiosa la Orquesta de la USSR State, y la excepcional sucesión de los motivos melódicos, de una magna altura, es sencillamente un prodigio de belleza. 

La alternancia a lo largo de la obra de los pasajes tempestuosos con los cargados de más emotividad, serenidad o dulzura ofrece una visión global preciosa, encantadora. La intervención de las trompas y los metales en el segundo movimiento es sencillamente escalofriante. En el Scherzo del tercer movimiento es una ejemplo precioso de la capacidad de embriagar de belleza de Rachmaninov; la sóla escucha de los violines, oboes y clarinetes es suficiente para hacer que tu corazón se llene de emoción plena. Y el movimiento final, resumen global de la obra precedente, es de una monumentalidad amplia, un compendio de los temas previos cargados de fuerza, tensión y melodismo.

Estoy convencido del disfrute que van a obtener con la escucha de esta hermosísima música e interpretación (reconozco que la música dirigida por el maestro ruso me apasiona y me llena como pocas).


El disco se acompaña de una magistral interpretación de la Suite Sinfónica París del compositor francés Jacques Ibert. Músico asociado a unas composiciones ligeras de carácter nos presenta sin embargo la ocasión de disfrutar de una composición ingeniosa, brillante, muy rítmica y orquestada con gran color, timbres y melodías atractivas como se puede apreciar también en sus obras Divertimento y Escales (un CD de Ormandy estará disponible en breve, maravilloso).

Las piezas de la Suite son un ejemplo precioso de esa música fresca, descriptiva, ligera, rítmica y de melodismo precioso. Una bellísima descripción de algunas estampas parisinas traducida con una agilidad y frescura sensacionales.

Le Métro
Faubourgs
La Mosquée de Paris
Restaurant au Bois de Boulogne
Le Paquebot "Ile-de-France"
Parade Foraine




Espero que disfruten de este CD, una mezcla imaginativa de música melódica y de composición clásica romántica y de música fresca, vitalista, dinámica y alegre. 

Sensaciones variadas para nuestro corazón. Música como arte sublime de sensaciones dispares.



Rachmaninov, Sinfonía nº 2*
Ibert, Suite París**
Yuri Temirkanov 
USSR State Symphony Orchestra*
Grabación de Rachmaninov, 10 de abril de 1977
State Academy Symphony Orchestra of USSR**
Grabación de Ibert, 31 de julio de 1980








miércoles, 15 de febrero de 2012

Brahms. Conciertos para Piano y Orquesta nº 1 y nº 2. Variaciones y Fuga sobre un Tema de Handel, Op. 24. Valses, Op. 39. Szell, Fleisher, Cleveland Orchestra. 1958. 1962. 1956.


Estimados amigos, hace ya algún tiempo (16 de noviembre de 2010) publicamos la entrada correspondiente a este excepcional doble disco dedicado a los Conciertos para Piano de Brahms interpretados por Szell, Fleisher y la Orquesta de Cleveland. 

Coincidió con la rotura de mi disco externo donde almacenaba los archivos y quedó en el aire la resubida completa de los mismos (pueden rescatarla en el enlace de arriba). Hoy me he encontrado con los ánimos suficientes para, creo que con todo merecimiento, finalizar la tarea. El contenido de los discos, merece la pena.

En su día publicamos unos comentarios escuetos que reproduzco:

"Para suplir el lamento que debería lanzar por la pérdida de la música almacenada os dejo este maravilloso y excepcional disco con la no menos maravillosa y excepcional música de Brahms. Lo tenía subido al servidor y de ahí lo enlazo con todo el amor del mundo.

Corresponde quizá a uno de los discos a los que más cariño tengo. Los dos Conciertos para Piano de Brahms por Szell y Fleisher prometían ser algo maravilloso y único cuando adquirí este doble CD, preciosamente presentado además. Y efectivamente lo son. Las grabaciones posteriores con Serkin no son, desde luego, menores a esta pero ¡ay! Fleisher da ese ímpetu e impulso mágico que hace que escuchar estos conciertos sea un verdadero goce, un placer absoluto y difícil de obtener.


No he sido hasta ahora dado a decir si tal o cual interpretación es mejor que esta o aquella interpretación, y creo que voy a seguir en la misma línea. Pero si me voy a permitir el pequeño lujo de indicar que la escucha de estos discos puede producir verdadera pasión, amor, entrega y enamoramiento absoluto de ellos. No sólo en las piezas principales, los Conciertos, sino en las obras individuales, interpretadas de manera soberbia por un joven Fleisher impetuoso, ardiente, pasional y atrevido.

No redundaré más en alabar las virtudes de Szell y la impresionante Orquesta de Cleveland, simplemente escuchen y disfruten, ambos están simplemente excepcionales y a una altura (y con una complicidad con Fleisher) difícil de alcanzar.

El placer está asegurado.

Un fuerte abrazo. Que disfruten de esta obra de arte."

No me queda más que reafirmar en este día todo lo comentado entonces. Los he vuelto a escuchar (aprovechando la preparación de los mismos conciertos por Jochum y Gilels) y simplemente vuelvo a estar anodadado por la mágica interpretación, la fuerza pasional, la energía y la tremenda sensibilidad musical de estas interpretaciones. 

Han existido, existen y existirán enormes pianistas. Pero tengo siempre en mi corazón las interpretaciones de Fleisher y Szell de los Conciertos de Brahms y de Beethoven. Siempre, siempre me vuelven a recordar la magia de la música, su capacidad de producir unas sensaciones inigualables por cualquier otro arte. Esos disco son unas joyas maravillosas, unas perlas musicales insuperables en belleza y pasión. 

Ni rigidez de Szell ni nada de lo que se le suele achacar como defecto puede restar un ápice de valor a estas grabaciones, es más con la escucha de las mismas percibes la grandeza de la obra musical y el enorme poder que tiene para transformar tu estado anímico, para tocar tus sentimientos, para hacer aflorar tus pasiones y tus sensaciones. 

La musicalidad y belleza de la Oquesta de Cleveland es impresionante, perfecta y abrumadora. Szell rinde a un nivel altísimo, preciso, claro, contundente, riquísimo en expresividad, sacando a relucir timbres y colores orquestales bellísimos. Y Fleisher da una verdadera lección de interpretación pianística, de pasión, de técnica, de pulsación y sonoridad magistrales.






Sencillamente unos discos indispensables, soberbios, mágicos y únicos en la historia fonográfica.

Espero, nuevamente, que los saboreen; paladeen cada uno de sus movimientos, aprecien y descubran la magia de esas cuerdas de Cleveland que parecen mantos de seda para envolver el tesoro de la belleza dejada por Brahms. Esa trompa genial, maravillosa del Segundo Concierto, la extrema delicadeza y sublime musicalidad del tercer movimiento del mismo Concierto nº 2 con ese indescriptible chelo, celestial, angelical, que canta desde lo más profundo del corazón .(maravilloso el solista de Cleveland, Jules Eskin, increíble). Todo ello aderezado por una complicidad de todos los intervinientes, una dulzura sin empalagos, una puesta en escena y una recreación única.

Y difruten de las excepcionales interpretaciones de las piezas pianísticas de Brahms. Pura gloria musical. Una verdadera gozada.

Que lo disfruten, de todo corazón. 

Gozarán de unos momentos de profunda paz y serenidad, de  unos momentos de magia y sentimiento sin par.

Brahms

Conciertos para Piano y Orquesta nº 1* y 2**
George Szell
Cleveland Orchestra
Leon Fleisher, piano
Cleveland, 21 y 22 de febrero de 1958*; 19 y 20 de octubre de 1962**

Variaciones y Fuga sobre un Tema de Handel Op. 24*
Valses Op. 39**
Leon Fleisher, piano

New York, 1 y 14 de junio, 5 de julio, 9 y 17 de agosto de 1956*; 9 y 17 de agosto de 1956**






Mp3:


FLAC:


Visitar también la entrada anterior aquí.


sábado, 4 de febrero de 2012

Shostakovich. Sinfonía nº 7. Celibidache. Orquesta Filarmónica de Berlín. 1946.

 

Queridos amigos dejamos, en esta fría noche sevillana (no estamos acostumbrados por aquí a temperaturas de cero o muy próximas a cero), un disco precioso con una interpretación vital, enérgica y genial de la Séptima Sinfonía de Shostakovich de la mano de Sergiu Celibidache en su etapa de Director Titular de la Filarmónica de Berlín antes de ser "eliminado" de la misma por los propios miembros de la orquesta y sabe Dios por qué intereses mayores más.

La Sinfonía nº 7 de Shostakovich fue dedicada a la ciudad de Leningrado (donde se inició la composición de la obra) y se completó el 27 de diciembre de 1941, en Moscú. Estamos hablando de una interpretación ofrecida en la vencida capital del Reich muy poco tiempo después de la victoria aliada sobre el régimen nazi de Hitler. En esta ocasión (qué poder tiene la música, qué poder y qué magia) se invierten los términos. Los conciudadanos de aquellos que querían acallar la música de su "enemigo" disfrutan de ella en, muy propablemente, similares condiciones de vida de aquellos a quienes quisieron acallar. 

Pero la música es más que política, odios, guerras o nacionalidades. Es arte. Y el arte perdura para siempre. El orgullo patrio, la belleza, el corazón, el amor por unas ideas puede ser válido para todos y a todos es capaz de transmitir semejantes sensaciones.

La idea de Shostakovich de expresar y reflejar a su país en guerra llevó incluso pareja la asociación de una estructura programática de la obra con títulos expresivos en cada movimiento. Finalmente esos títulos no se asociaron definitivamente a la obra. Inicialmente cada movimiento tendría un subtítulo que serviría para dar esa idea programática de la obra. Los subtítulos eran: "Guerra", "Memorias", "Los grandes espacios de mi patria", "Victoria". 


Shostakovich en el Cuerpo de Bomberos

El estreno mundial se celebró en Kuibyshev el 5 de marzo de 1942 por la Orquesta del Teatro Bolshoi, dirigida por Samuel Samosud que ofreció un recital transmitido a través de la Unión Soviética y más tarde en Occidente. En Moscú el estreno tuvo lugar el 29 de marzo de 1942 en el Salón Columniario de la Cámara de Cooperativas de Ahorro, por una orquesta que se unió a la Orquesta de Bolshoi y la Orquesta de la Radio-Unión. La obra se estrenó también con enorme éxito, tras las vicisitudes en la salida de la partitura, en Londres y New York dirigida por Henry Wood y Toscanini respectivamente. Finalmente el 9 de agosto de 1942 tuvo lugar un impresionante estreno en la propia Leningrado, con la Orquesta de la Radio dirigida por Karl Eliasberg y reforzada como se pudo y tras un bombardeo previo del sector alemán para silenciarlo durante la retransmisión (un poquito de guerra psicológica). Y la obra no se silenció, todo lo contrario, se convirtió en una de las obras más apreciadas de Shostakovich, bien sea por sus circunstancias históricas, por el apoyo de los directores "aliados" como los mencionados Wood y Toscanini o bien, no debemos olvidarlo, por la calidad musical y su enorme fuerza y energía. 


Anuncio del estreno de la obra en Leningrado

Celibidache nos ofrece una interpretación verdaderamente mágica de la obra de Shostakovich. Intensa, dramática, con una sonoridad profunda, a veces casi aterradora. a la par es capaz de reflejar en sus dos movimientos centrales un lirismo y una delicadeza asombrosas. Tiene la capacidad innata de manejar los tempi de cada movimiento de forma extraordinaria. El progresivo e in crescendo movimiento inicial es una joya a pesar de la debilidad de la toma sonora. Pero está tan bien elaborado, enzarzado y empastado que suena a gloria. Un movimiento ejemplarmente manejado en las cuerdas, maderas y flautas iniciales hasta la incorporación progresiva y enérgica de las cuerdas y otros instrumentos en grupos sucesivos para construir la marcha característica de este movimiento. Movimiento que finaliza de forma más suave tras esa tensión mantenida y retoma la parte inicial del mismo. Es como una subida a una inmensa montaña seguida del feliz regreso tras culminarla. Los dos movimientos medios de la obra son verdaderos ejemplos de composición melódica, con temas maravillosos en las cuerdas y en las maderas, con unas sedosas y delicadas cuerdas que alternan episodios líricos con algún otro de más intensidad, marcha, profundidad o incluso violentos y secos. En el último movimiento la belleza musical es un bello ejemplo de toda la que se ha presentado a la largo de los movimientos precedentes. Una suceción de bellísimas melodías, de temas maravillosos se van encadenando de forma mágica hasta llevarnos a un final triunfal, sin excesos, pero francamente intenso.

Una obra sencillamente maravillosa, con y sin su significado histórico, una obra musicalmente intensa, bella, melódica, profunda, instrumentalmente con pasajes excepcionalmente bellos. Una obra preciosa, digna de admiración.

Una interpretación pasmosa, sencillamente viva, con impulso, con pulso vital, con magnífica elaboración y con una prestación orquestal arrolladora. Una obra de arte. Un ejemplo más de la magia de Celibidache.






Shostakovich
Sinfonía nº 7

Sergiu Celibidache
Orquesta Filarmónica de Berlín

Grabación: 22 de diciembre de 1946



 




jueves, 2 de febrero de 2012

Bruckner. Sinfonía nº 3 - Böhm. Orquesta Filarmónica de Viena. 1970.

 

Queridos amigos, dejamos esta tarde un disco que tenía preparado desde hace ya algún tiempo y que por unos u otros motivos no he podido presentar pero que me hacía muchísima ilusión compartir. Esta hermosísima interpretación de la Tercera Sinfonía de Bruckner de la mano del maestro Böhm y los filarmónicos vieneses es uno de los discos al que más aprecio le tengo. 

Del maestro Böhm, desgraciadamente, no tengo una discografía amplia, mejor dicho tengo muy poca. Pero los dos discos Decca de la Tercera y Cuarta sinfonías de Bruckner han estado siempre en mi corazón como muestras de una bellísima forma de aproximarse a la música de Bruckner. Son además dos de las sinfonías de Bruckner que más me apasionan (quizá al ser las primeras junto a la novena con las que hace años empecé a degustar la monumental música del compositor austriaco).

En esta interpretación de la Tercera llama la atención (o no, claro está) la excelsa interpretación de la Filarmónica de Viena. No es novedad la tradición bruckneriana de la orquesta y en este caso se ve apoyada en la enorme sabiduría del maestro Böhm que consigue un nivel interpretativo de los músicos soberbio, sencillamente maravillosos. Con una sonoridad ligera pero rica en matices, poderosa en su color e intensidad, rítmica y mágica en sus transiciones, elaborada con enorme maestría de artesano y expresada con una dulzura sensacional.


La obra inicialmente estrenada en Viena de la mano del propio Bruckner no tuvo una acogida favorable (obviando a algunos incondicionales del maestro como el mismo Mahler). Bruckner revisó la partitura en varias ocasiones siendo esta versión de 1889 una de las más comunmente grabadas el pasado siglo XX antes de ceder su paso a la llamada versión definitiva de 1877. Está basada en los cambios realizados a la partitura por Bruckner y Schalk entre 1888 y 1889 cara al estreno en Viena en diciembre de 1890 dirigida por Hans Richter. La obra fue dedicada al admirado Wagner y oficialmente se la suele nombrar como Sinfonía Wagner (con autorización expresa del propio Wagner para ello). 

La sonoridad y la contundencia formal de la obra ya dejan ver al futuro Bruckner de las obras posteriores. Construcciones masivas perfectamente hilvanadas, expresividad enorme en los temas, movimientos lentos sencillamente seductores por su intensidad emocional y por su elaboración simplemente magistral. El sonido es contundente, masivo, catedralicio, pero no sólo eso, es delicado, sutil, elegante, cantabile. Es un sonido justo a cada momento y si es fascinante escuchar el desarrollo y crecimiento progresivo de los temas de cada movimiento, su enorme majestuosidad, su dinamismo y su belleza, también lo es apreciar la delicadeza instrumental de sus pasajes más ligeros, juguetones o sencillos.

Y en la interpretación dejada por Böhm y la Filarmónica de Viena (repito, increíblemente bella) podemos apreciar toda la belleza de esta obra bruckneriana, la obra que quizá marca el inicio del gran Bruckner. Un inicio absolutamente bello y digno de ser tenido entre las grandes obras musicales.


Espero que disfruten de esta maravillosa interpretación y si gustan aprecien también la de la Cuarta Sinfonía en el enlace incluso en esta entrada. En ambos casos disfrutarán de una música soberbia y de unas interpretaciones que aún siguen asombrando por su belleza.





Bruckner
Sinfonía nº 3
Böhm
Orquesta Filarmónica de Viena
Septiembre de 1970
Versión de 1889 (1888/89) en la Edición de Leopold Nowak de 1959









martes, 31 de enero de 2012

Tchaikovsky. Sinfonías nº 4, 5 y 6. Mravinsky. Orquesta Filarmónica de Leningrado. 1960. Revisada.



Publicada originalmente el 27 de noviembre de 2010


Mis queridos amigos; hoy, con motivo de mi cumpleaños (unos cuantos ya...), quiero dejaros este disco tan especial y absolutamente maravilloso del gran Mravinsky dirigiendo las tres últimas sinfonías de Tchaikovsky.

Le tengo un especial aprecio a este CD. Desde mi punto de vista representa una de las cumbres interpretativas de Tchaikovsky. Absolutamente diferente al resto de las interpretaciones que existen de estas estupendas sinfonías, son un reflejo de las formas y el carácter de Mravinsky. Acerado, rígido y duro pero con pasión y sentimiento, lleno de matices, con perfección sonora, riqueza de color y rítmica maravillosa. La fantástica Orquesta Filarmónica de Leningrado es un instrumento portentoso, de sonido exquisito, perfección instrumental y ejecución soberbia.


Sin llegar a producirme las mismas sensaciones que logran los discos de Bernstein, Szell, Ormandy, Fricsay, Celibidache o Furtwängler, tiene ese algo especial que te hace vibrar con la música. Y su escucha genera inmediatamente un conjunto de sensaciones diferentes e imposibles de resistir. No hay frialdad, quizá sequedad sonora pero con encanto y corazón. Te produce impresión nada más iniciar su audición. La nobleza, la intensidad, la pasión, el dramatismo, la emoción y la profundidad salen a relucir de manera natural e impactante.

Los discos feron realizados a continuación de la gira de Marvinsky y sus músicos en el Reino Unido en 1960, donde dejaron una impresión indeleble e impactante, y fueron encaminadas a reemplazar a las anteriores grabaciones mono de Mravinsky y Sanderling. Las sesiones de grabación tuvieron lugar en Londres y Viena y se registraron con algunas modificaciones relativas a la disposición espacial habitual de los músicos de Leningrado en los conciertos ofrecidos (cuerdas, tomas sonoras de los metales, aproximación espacial, etc.). Los resultados son excepcionalmente bellos con una sonoridad que llama, de inmediato, la atención.

Espero que disfruten de la escucha de estas obras y aprecien su valor como muestra de una forma excepcionalmente bella de aproximarse a Tchaikovsky.

Unas interpretaciones que vueltas a escuchar un año después de su publicaión inicial y presentadas en ambos formatos, no pueden más que catalogarse de excepcionales, maravillosas y verdaderas joyas musicales de la discografía.


Tchaikovsky
Mravinsky
Orquesta Filarmónica de Leningrado
Sinfonía nº 4*
Sinfonía nº 5**
Sinfonía nº 6***
Londres, septiembre de 1960*; Viena, noviembre de 1960** y *** (Estéreo)
Publicación Mp3 y FLAC en archivos individuales para cada Sinfonía y en único archivo para todas. 









Sinfonía nº 4:



Sinfonía nº 5:



Sinfonía nº 6:



Sinfonías 4, 5 y 6:



Revisar también la anterior entrada (inicial):