Actualización entrada original del 28 de octubre de 2012.
Queridos amigos dejamos hoy un doble disco realmente maravilloso con el modesto deseo de rendir homenaje, en el 150 aniversario de su nacimiento, a uno de los compositores más rompedores de la estética musical de su tiempo y artífice de importantes cambios en la forma de escuchar la música, de sentirla y de disfrutarla: Claude Debussy (22 de agosto de 1862 - 25 de marzo de 1918).
Figura de gran importancia en la música de finales del siglo XIX y principios del XX no debemos más que agradecerle no sólo ya sus composiciones, verdaderas obras de arte de la música, de la sensibilidad y de la belleza sonora, sino su labor, en muchas ocasiones no bien apreciada, de músico rompedor con la formalidad musical de su época, creador de un nuevo lenguaje musical que aprovecha al máximo las cualidades del sonido mismo y que es en cierto modo un precursor de la música "moderna" de Bartók, Stavinsky, Ravel o el mismo Schönberg. Y con una particularidad, mantiene el respeto por las formas clásicas musicales, el clasicismo o el barroco. Un músico que sobre la base de lo existente desarrolla su propio lenguaje que resulta ser innovador, fresco, diferente a otras posibilidades evolutivas, mágico y seductor.
El doble CD que hoy dejamos es a su vez una demostración de amor por este compositor y su música. Pierre Boulez, el drástico y radical músico y director francés, radical en sus pensamientos e ideas musicales, sobre todo en su etapa de juventud, se rinde a la belleza de la música de su compatriota, bien sea por esa belleza que emana directamente de ella o bien sea por el carácter también diferente con lo existente de la música de Debussy.
Boulez ha grabado en varias ocasiones la música de Debussy, al menos en dos integrales, o casi integrales, una es esta para Sony-CBS y otra más reciente para la DG. Ambas son verdaderas aproximaciones maestras a las composiciones de Debussy, quizá la de DG con un mayor detalle y precisión orquestal así como con una excelsa calidad sonora. Pero esta aproximación de Sony tiene un valor añadido, la frescura de un Boulez joven, sin ataduras expresivas, más libre en su acercamiento, expresivo y colorista, de alto lirismo, claridad y sensualidad en el sonido. Y no debemos desdeñar a las orquestas que colaboran, una fantástica New Philharmonia Orchestra y la siempre maravillosa Orquesta de Cleveland.
De forma global me parecen aproximaciones más frescas, más intuitivas, más fáciles de disfrutar. Expresivas, coloristas, con tímbrica muy cuidada, ágiles, directas. Lo que, en palabras del propio Boulez, la "misma tendencia a destruir la organización formal preexistente en la obra, en un mismo recurrir a la belleza del sonido por sí mismo, en una misma pulverización elíptica del lenguaje" se puede apreciar quizá de manera más clara y fácil en estas interpretaciones de juventud.
En cualquier caso, tanto en los discos DG como en estos Sony encontrarán la misma manera expresiva de Debussy traducida por un Boulez que ama esta música y que varia en general poco en sus planteamientos. Ambas son aproximaciones brillantes y delicadas. Particularmente me quedo con la juventud y desparpajo de estas de Sony.
Debussy fue un músico con muchísima ansia literaria. Le gustaba la poesía y la literatura de Verlaine, Baudelaire o Rossetti y puso música también a obras, entre otros muchos, de Théophile Gautier, Paul Bourget, Théodore de Banville y Leconte de Lisle.
En junio de 1884 su cantata L'enfant prodige, sobre texto de Edouard Guinand, ganó el Premio Roma y con él la pensión con estancia de tres años en la Villa Mèdicis (no llegó a estar el periodo indicado de tiempo, volviendo a Francia al año siguiente). Esta estancia en Italia fue muy fructífera para Debussy no tanto en el campo compositivo (estuvo afectado de varias enfermedades) como en el de las relaciones personales y en la ampliación de su campo de conocimiento tanto literario como musical.
De la etapa entre 1892 a 1894 datan dos de sus creaciones más reveladoras, El Preludio y Nocturnes. Debussy compone posteriormente muchas de sus grandes obras durante periodos de tiempo muy extensos (La Mer e Images, por ejemplo).
De su inicialmente prevista como Preludio, Interludio y Paráfrasis, sólo deja completa la primera parte en forma de su exquisito Preludio a la siesta de un fauno (Prélude à l'après-midi d'un faune) basado en un poema bucólico y simbolista de Stéphane Mallarmé. La obra se estrenó el 22 de diciembre de 1894 en uno de los conciertos de la Société Nationale de Musique bajo la batuta del director suizo Gustave Doret.
Gustave Doret
No es en palabras de Debussy una descripción sintética del poema, es simplemente una forma expresiva de mostrar los deseos y sueños del fauno. Pero Debussy lo logra de una forma realmente brillante, rica, mágica. Es una exposición de realidades de la vida del poema, una prolongación de su emoción y encanto. Maravillosa obra plena de encanto, carácter tenue y vaporoso, sedosa y delicada, con una orquestación fina y alejada de las grandes masas orquestales. Las flautas, oboes, clarinetes y cuerdas se bastan para crear un magnífico y suavemente armonizado cuadro musical de una belleza sin par.
A mediados de 1894 Debussy ya tiene en mente la composición de Nocturnes. Obra dedicada al violinista Eugène Ysaÿe estaba pensada originalmente para el desarrollo de juegos orquestales y combinaciones entre violín, orquesta y grupos orquestales que inicialmente estaba inspirada en una serie de obras impresionistas también llamadas Nocturnos del pintor James McNeill Whistler. Debussy detalló a Ysaÿe la composición orquestal global y de los diferentes grupos que tenía en mente. Su idea era realizar un estudio de color orquestal único a través de esos diferentes grupos orquestales. La obra evolucionó en la mente de Debussy hasta finalizar en una gran obra sinfónica sobre cuyos títulos y su significado aún se discute.
Camille Chevillard
Los dos primeros Nocturnes fueron compuestos entre 1897 y 1899 y se estrenaron el 9 de diciembre de 1900 en los Concerts Lamoureaux bajo la batuta de Camille Chevillard. El tríptico sinfónico completo se estrenó finalmente el 27 de octubre de 1901 con los mismos intérpretes. El resumen final es el de una obra sinfónica de claridad sublime, de juego de colores y timbres maravilloso, de expresividad soberbia en la representación global de distintas facetas y formas de presencia de la luz como eje de la obra musical. La obra no tuvo una gran acogida y Debussy no estuvo satisfecho en general del juego que prestaba el coro femenino como parte integrante de la musicalidad global de la obra.
En agosto de 1903 Debussy inicia la composición de La Mer durante su estancia en Bichain en Borgoña. La obra coincide con una etapa personal del compositor algo ajetreada. Debussy abandonó a su mujer Lily Texier, para retirarse, escaparse, con su amante Emma Bardac a la isla de Jersey terminando con un intento de suicidio de su esposa. La Mer fue finalmente terminada en 1905. Consta de tres movimientos: De l'aube à midí sur la mer (Del alba al mediodía en el mar), Jeux de vagues (Juegos de olas) y Dialogue du vent et de la mer (Diálogo entre el viento y el mar). Podemos decir que es la partitura orquestal más importante de Debussy y quizá la más representativa en su estilo impresionista. Se estrenó el 15 de octubre de 1905 en los Concerts Lamoureaux bajo la batuta de Camille Chevillard resultando un, digamos, fracaso parcial. No alcanzó verdadero reconocimiento hasta el estreno posterior dirigido por el propio Debussy en 1908 en los Concerts Cologne.
Lily Texier
Emma Bardac
Las Images para Orquesta tuvieron una composición prolongada en el tiempo por siete años, entre 1905 y 1912. Ibéria (1905-1908) se estrena el 20 de febrero de 1910; Rondes de Printemps (1905-1909) se estrena el 2 de marzo de 1910; Gigues (1909-1912) se estrena el 26 de enero de 1913. En su conjunto son consideradas como un tríptico folclórico, respectivamente evocadores de España, Francia y Escocia. Usando algunos instrumentos propios de cada uno de ellos se intenta dar cierto color y timbre musical pero lo verdaderamente destacable de esta preciosa composición es su sonoridad, una sonoridad exquisita, bellísima, refinada, delicadísima. La sutileza y la sensibilidad de Debussy a la hora de orquestar y de manejar los timbres y los colores produce una sensación de estar a medio camino entre el sueño y la realidad siempre bajo la suavidad de su música a modo de seda tejida en un pañuelo exquisito. Una gozada.
Jeux es una obra musical de ballet compuesta por Debussy a demanda del gran Nijinski con la idea de estrenarse para la temporada de los Ballets Rusos de 1913. Nijinski en colaboración con el pintor Léon Bakst dan la idea a Debussy a partir de las impresiones que Nijinski había tenido viendo un partido de tenis. La obra fue estrenada el 15 de mayo de 1913 poco antes del escandaloso estreno de La Consagración de la Primavera. No tuvo buena acogida por el público y en palabras del propio Debussy por la intromisión excesiva de la danza en la belleza de la música, por, quizá, un exceso de gestualización estilística del movimiento.
Nijinski
Finalmente el disco se completa junto a las grandes obras referidas antes con otras piezas de Debussy; piezas de juventud como Printemps de 1887 y piezas destinadas a concurso como Danses de 1904 y la Rapsodia para Clarinete de 1909-1911.
Printemps fue una de las obras que Debussy envió desde Roma a Francia por su premio roma ganado. Tuvo importante aceptación por los miembros de la Academia de Bellas Artes que animaron a su estreno. Pero Debussy no estaba plenamente convencido de su orquestación, de la participación del coro y de su efecto. Fue reorquestada con ayuda del director Henri Büsser con omisión de la parte coral.
Danses fue el resultado del encargo de Gustave Lyon, directo de la casa Pleyel, que tenía gran interés en introducir un tipo de arpa cromática sin pedales en el mercado. Son un bellísimo ejemplo, uno más, de la exquisita escritura de Debussy. Curiosamente se suelen interpretar con arpa a pedal.
La Rapsodia para Clarinete aún siendo tenida como una obra menor, una obra de circunstancia compuesta para el Concurso del Conservatorio de París de 1909-1910 en principio para clarinete y piano. Debussy la orquesta en 1911 y él mismo la califica de una de sus obras más dulce y bella que haya compuesto. No le voy a llevar la contraria. La refinada orquestación y el dulce sonido del clarinete son realmente maravillosos y encantadores. Un pequeña joya musical.
Y llegados a este punto finalizamos el recorrido por el amplio contenido de estos dos bellísimos discos con un deseo: que disfruten de una música verdaderamente cautivadora, conmovedora, delicada, sutil, elegante y refinada. Una música además traducida por Boulez con una pasión pocas veces vista en el director galo.
Los discos son una muestra de belleza realmente asombrosa. Es una música maravillosa, una música de enorme delicadeza y belleza sonora, una música para escuchar con detalle, una y otra vez, para apreciar su colorido, su sutileza, su preciosa tímbrica y sensualidad instrumental. Una música verdaderamente para disfrutar con todos los sentidos.
Claude Debussy
Obras Orquestales
Pierre Boulez
New Philharmonia Orchestra
Cleveland Orchestra*
John Alldis Choir
La Mer
Nocturnes
Printemps
Rapsodia nº 1 para Clarinete
Prélude à làprès-midi dùn faune
Jeux
Images pour Orchestre*
Danses*
Grabaciones:
La Mer. Barking Town Hall, Londres, 19 al 21 de diciembre de 1966. New Philharmonia Orchestra
Nocturnes. EMI Studios, Londres, diciembre de 1968. New Philharmonia Orchestra; John Alldis Choir
Printemps. EMI Studios, Londres, diciembre de 1968. New Philharmonia Orchestra
Rapsodia nº 1 para Clarinete. EMI Studios, Londres, diciembre de 1968. New Philharmonia Orchestra. Gervase de Peyer, clarinete
Prélude à làprès-midi dùn faune. Barking Town Hall, Londres, 19 al 21 de diciembre de 1966. New Philharmonia Orchestra
Jeux. Barking Town Hall, Londres, 19 al 21 de diciembre de 1966. New Philharmonia Orchestra
Images pour Orchestre. Severance Hall, Cleveland, Ohio, 17 de noviembre de 1967. Cleveland Orchestra
Danses. Severance Hall, Cleveland, Ohio, 17 de noviembre de 1967. Cleveland Orchestra. Alice Chalifoux, arpa
Disco 1
Disco 2
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ResponderEliminarSencillamente magnífico!!!
ResponderEliminarQuerido Rafael, es un placer leer tu comentario. Lo importante, que se disfrute de esta hermosísima música. Ya nos contarás qué te parece. Para mi, es un ejemplo bellísimo de hermosura.
EliminarEstimado Julio Salvador:
ResponderEliminardebo de reconocer que este, sin dudas un grande, es probablemente el compositor cuya ausencia se nota más en mi colección. No sé si no le he prestado la debida atención o no me llega, tanto como otros. Espero que con esta entrega empiece a cambiar mi visión de su música. Muchas gracias. José
Ojalá sea así Jose. Me pasa igual que con Ravel, Honegger, Saint-Sans y otros muchos. Esta recopilación es sencillamente preciosa y al menos sirve para un acercamiento inicial. La música desde luego lo merece.
EliminarUn fortísimo abrazo.
Desde niño tuve la suerte de escuchar música clásica. Mi madre fue pianista y amante de la música. Ponía discos y discos y mis oídos jóvenes devoraban las notas que fluían en el ambiente. No me atrevo a decir quién es el mejor compositor porque cada uno tiene sus gustos y sería una discusión sin fin. Lo que sí puedo afirmar es que bajo mi punto de vista Debussy siempre me cautivó de manera especial. Para mi, mientras grandes autores de todos los tiempos hacían grandes obras de arte musicales, Debussy hacía simplemente Magia. No podría definirlo de otra manera: Magia con M mayúscula. Una armonía envolvente que me hacía volar, soñar despierto, creer en mundos fantásticos. Por suerte, esa sensación la mantengo a mis actuales 40 años y cada vez que deseo volar a un mundo mágico, escucho música de Debussy. He tenido que publicar como Anónimo. Mi nombre es Carlos Erazo Presser. Muchas gracias por el artículo y por el regalo de este doble disco.
ResponderEliminarMi querido Carlos, tardísima respuesta la mía. Lo siento. Me alegra y me emociona su sentido comentario. Muchas gracias.
Eliminar¡Qué maravilla escuchar la ensoñadora música de Debussy bajo la dirección de Boulez! Una vez más (y no será la última): ¡Gracias, Julio, por compartir semejante maravilla con nosotros!
ResponderEliminarQuerido Esteban, con muchísimo retraso: ¡muchas gracias!
EliminarMe alegra tu comentario y espero que disfrutes de estos preciosos discos.
Estimado Julio : simplemente quiero felicitarlo por compartir este hermoso disco. Fue la primera aproximación que tuve a la obra debussyana cuando se acostumbraba el uso de cassettes. El hechizo de esta música fue inmediato ! Y puedo asegurarle que pasados al menos treinta años esta magistral interpretación de Boulez sigue estando en el podio de mi discoteca. Le mando un Cordial Saludo
ResponderEliminarJulián
Julián
Estimado Julio : le vuelvo a escribier ahora para recomendarle un disco que obvié nombrar en mi anterior post y que hoy luego de una audición la emoción me impele a hacerlo . Se trata de " Pierre Boulez in Moscow " , un disco ruso en el que se interpreta Petrushka de Stravinsky y La mer de Debussy . Y debo decir que la maestría que trasunta la lectura de Debussy hecha por Boulez es total !!! el director francés tiene un dominio de la obra como pocos de principio a fin , y lo que logra con la sinfónica de Moscú es de no creer. Con esta interpretación se completa la santísima trinidad debussyano-bouleziana ! Le recomiendo fervorosamente este disco , créame que no se va a arrepentir !
ResponderEliminarSaludos Cordiales
Julián
Querido Julián lamento el retraso. Acabo de ver la entrada de su comentario. Le agradezco el mismo y principalmente la recomendación de ese disco de Boulez que intentaré encontrar. No es excusa pero esta entrada tiene un problema con los comentarios pues tiene el mayor número de visitas de todo el blog pero con muchísima diferencia y creo que es algo de algún spam o como se llame. Y eso que he intentado cambiar de nombre la misma varias veces.
EliminarYou have my heartfelt gratitude.
ResponderEliminarThanks dear Denis.
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