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miércoles, 13 de febrero de 2013

Ferdinand Rebay. Sonatas para Flauta y Guitarra. Flauta, María José Belotto. Guitarra Gonzalo Noqué. 2011.


Queridos amigos hace ya unos meses dejamos en este espacio un disco realmente sorprendente. estaba dedicado a obras para Clarinete y Guitarra del compositor austriaco Ferdinand Rebay, un desconocido para mí. Y digo sorprendente porque la alegría y belleza que me transmitió la escucha del disco resultaron realmente significativas, hacía mucho tiempo que la escucha de una música nueva para mis oídos no me producía tanta emoción y disfrute.

Hoy quiero dejarles un disco de semejantes características, un disco precioso, lleno de música sencilla y bella, emotiva, bonita, agradable de escuchar y hermosa, muy hermosa. Está integrado por las Sonatas para Flauta y Guitarra de Rebay un conjunto de obras realmente elegantes, delicadas, de carácter neoclásico y romántico, de gran belleza armónica y de colorido. 

Rebay, y citamos parte de la entrada antes referida, "...nació en Viena en 1880 y fue, entre otras actividades, profesor de música, compositor, director de coro y pianista. Perteneció al coro de la Abadía de Heiligenkreuz, estudió con Josef Wöss y Eusebius Mandyczewski y composición en el Conservatorio de Viena con Fuchs. Realizó reducciones al piano de las óperas de Korngold, fue director de los Wiener Chorvereins (1904–20) y de la Wiener Schubertbundes (1915–20). También fue profesor de piano en la Academia Musical de Viena de 1921 a 1946 a excepción de un periodo en la Segunda Guerra Mundial en el que no se le renovó el contrato." 


Es un compositor que llena un espacio muy importante dentro del repertorio de guitarra al llenar de forma principal el espacio de la música romántica centroeuropea y además poco a poco será conocido como una figura de relevancia en la vida musical austriaca. Muchos documentos guardados en el Konzerthaus de Viena nos muestran a un activo participante en la actividad musical de su época con más de cien conciertos en distitas facetas, compositor, solista o director. Su música fiel a un estilo que no tuvo demasiada cabida en la época en que vivió poco a poco será descubierta y valorada en la medida justa.

Las dos sonatas para guitarra que nos deja el disco fueron compuestas en 1942 en una etapa de agitada y animada acividad compositiva de Rebay y centrada fundamentalmente en las obras de cámara a duo de guitarra y coincidiendo además con la creación de obras para flauta de otros autores tales como prokofiev, Dutilleux o Martin.

La Primera Sonata es de un carácter marcadamente neoclásico. Fue compuesta en enero de 1942 y dedicada a su sobrina Gertha (una de las personas que llevó a Rebay a interesarse por la guitarra). Realmente prodigiosa en su concepción es de una hermosura que impacta por la belleza sonora y por el precioso juego musical que establece entre los dos instrumentos. En su segundo movimiento es un ejemplo precioso de tema con variaciones y con cierto aire barroco y en el tercer movimiento Rebay nos sorprende con un movimiento alegre, juguetón, casi beethoveniano, vivaz y cantable que finaliza de forma mágica y ensoñadora. Realmente bonita.

La Segunda Sonata tiene fecha de 31 de julio de 1942 y está dedicada a Josef Niedermayr miembro de la Filarmónica de Viena y flautista de la misma entre 1921 a 1962. Esta obra es claramente de inspiración y deseo romántica. Arrebatadora, lírica, ampliamente melódica, de profunda emotividad sin dejar de lado pinceladas de frescura, vitalidad y juegos preciosos de tema y variaciones en su movimiento final que van desde la serenidad, pasando por la elegancia y finura y terminando en una majestuosa forma de marcha, épica y monumental.

Son dos obras realmente hermosas que nos permiten apreciar una combinación de instrumentos realmente bella, una música escrita con técnica y amor y que en su escucha nos deleita con su bella armonía, delicadeza y pasión. Merecen la pena.

La interpretación de los dos jóvenes músicos españoles es realmente magistral. Elegantes, finos, delicados, de técnica precisa y encantador sonido. No puedo decir más. Increíbles.



Que disfruten queridos amigos y que puedan relajarse un poquito con la serenidad y hermosura de estas dos obras de arte. Con todo el cariño del mundo.


Ferdinand Rebay
Sonatas para Flauta y Guitarra
María José Belotto, flauta
Gonzalo Noqué, guitarra
Grabación, Canadá, 6 al 8 de julio de 2011, Iglesia de San Juan Crisóstomo, Newmarket, Ontario