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domingo, 28 de febrero de 2016

Berlioz. Sinfonía Fantástica. Obras Orquestales. Karajan. Philharmonia Orchestra. 1954. 1958. 1959.


Queridos amigos dejamos en la mañana de hoy un disco excepcional. Se trata de la maravillosa interpretación del maestro Karajan de la Sinfonía Fantástica de Berlioz complementada con algunas piezas orquestales y oberturas del propio compositor.

La Sinfonía Fantástica o Episodio de la vida de un artista, sinfonía fantástica en cinco partes (Épisode de la vie d’un artiste, symphonie fantastique en cinq parties) es una sinfonía programática del compositor francés Berlioz, compuesta en 1830 está dedicada al zar Nicolás I de Rusia. Fue estrenada en diciembre del mismo año en el Conservatorio de París.

Berlioz se inspiró en la actriz shakespeariana Henrietta Constance Smithson, Harriet Smithson, a la que amaba locamente y a la que conoció en 1827 en una representación de Hamlet, de Shakespeare. El papel de Ofelia lo representaba la citada joven y actriz, Harriet Smithson, de quien Berlioz cayó fulminantemente enamorado. Berlioz intentó conocerla, pero su esfuerzo fue en vano. Empezó a escribirle cartas de amor, cartas que la actriz recibió durante más de cuatro años y que nunca contestó. Escribió la Sinfonía fantástica como forma de liberar el dolor y la angustia por ese amor que no era correspondido. En 1832, Harriet asistió a una representación de Lélio, la continuación de la Sinfonía Fantástica, y entendió que ella era la protagonista que aparecía en la música. Finalmente, Berlioz y Harriet se conocieron y al cabo de un año se casaron.



Henrietta Constance Smithson


Puede considerarse a esta obra como quizá el más bello y claro ejemplo de la música descriptiva. Una obra en la que el joven compositor deja plasmados sus sentimientos y preocupaciones, su idealismo romántico, las influencias literarias, el drama musical, sus pasiones íntimas. El resultado es una obra peculiar, de enorme fuerza y originalidad, imaginativa, volcánica.

La composición consta de cinco movimientos detallados por el propio compositor:

1. Sueños y pasiones, (Rêveries – Passions)
2. Un baile, (Un Bal)
3. Escena en el campo, (Scène aux Champs)
4. Marcha al cadalso, (Marche au supplice)
5. Sueño de una noche de aquelarre, (Songe d'une nuit du Sabbat)

En la sinfonía se relacionan cada movimiento con un un argumento muy detallado elaborado por el propio compositor.

1. Un joven músico está perdidamente enamorado de una joven que representa todos sus ideales. Desesperado por el amor de la joven tiene un largo sueño con visiones y pesadillas y con la idea de su joven amada viniendo una y otra vez a su cabeza (tema obsesivo de "L'idée fixe" desarrollado por los violines). Recuerda las alegrías y depresiones del pasado, antes de que ella apareciese en su vida, y luego el neurótico celoso en que se convirtió cuando ella entró en su vida.

2. El segundo movimiento evoca la música de un baile, en una sala llena de gente en el que con los giros de la danza, vislumbra a su amada otra vez, de manera repetitiva y continuada, perseguido por la imagen de ella.

3. El tercer movimiento, de muy difícil desarrollo por Berlioz, nos presenta la escena en el campo. Dos pastorcillos entonan una melodía para llamar a sus vacas, oboe y corno inglés. Todo es tranquilidad hasta que la amada aparece de nuevo, con el tema previo del primer movimiento, provocando inquietud en el joven. Un pastorcillo toca la melodía, pero esta vez no hay respuesta del otro pastorcillo. El sol se pone acompañado de un trueno distante. Luego...el silencio.

4. En el cuarto movimiento entre grandes alucinaciones, producidas por el opio que toma para suicidarse por el insoportable dolor de la pasión, sueña que ha asesinado a su amada y que ha sido condenado a muerte. Es llevado de camino al lugar de la ejecución. El cortejo que acompaña al joven se mueve al ritmo de una marcha, a ratos tenebrosa y a ratos magnífica e imponente, marcha en la que un ruido sordo de pasos pesados conducen sin transición a los más atronadores estampidos. Sueña que asiste a su propia ejecución. Al final de la marcha los cuatro primeros compases de L'idée fixe reaparecen como un último pensamiento de amor interrumpido por el golpe fatal, ese último pensamiento de amor es cortado de golpe por la muerte. 

5. El movimiento final es un aquelarre, una salvaje celebración demoníaca, rodeado de sombras, espectros y monstruos que acuden a su funeral. La imagen de la amada, L'idée fixe, se presenta ahora en forma de una agudísima burla, casi una parodia de él mismo, ha perdido su carácter de nobleza y timidez; ya no es más que una melodía para bailar, innoble, vulgar y grotesca: ella, la amada, viene al aquelarre. Rugidos de alegría ante su llegada. La amada, trivial e innoble, se une a la orgía satánica. Las campanas de la muerte se oyen por encima del himno Dies Irae del juicio final, con los fagots y los oficleidos(tubas en la orquesta moderna) para cantar el tema de la misa de difuntos y se mezclan con la danza. Un final maravilloso con viento/metal contrapuestos a cuerdas, una lucha de lo sagrado con lo profano, un final apoteósico e inmenso con una gran tutti orquestal en que los vientos llevan el protagonismo mientras que las cuerdas acompañan firmes este frenesí.


Berlioz

Una obra maravillosa en una ejecución magistral del maestro Karajan y una formidable Philharmonia, realmente formidable. Una recreación preciosa llena de alma, fuego, ensoñación, sinceridad y expresividad.


El disco se completa con otras obras orquestales de Berlioz que nos dejan percibir al fabuloso orquestador que era el compositor, el genio que tenía a la hora de evocar situaciones reales en forma de música, su capacidad de traducir la realidad en notas.

La Obertura Le Carnaval romain, Carnaval romano, utiliza música que procede de su ópera Benvenuto Cellini, obra por otra parte con muy mala acogida en su día. Se presentan temas del acto I y II en los que se desarrollan de forma preciosa el amor, la intriga, los errores de identidad todo ello sobre un fondo muy animado de un carnaval en la Roma del Renacimiento.

La Marcha Húngara de Rackoczi es un arreglo del compositor para un concierto que dirige en Budapest. Obra impactante y sabiamente orquestada fue incorporada posteriormente por el maestro a su obra La Damnation de Faust, La Condenación de Fausto.

La Chasse royale et Orage, o Caza real y tormenta, es un extracto que precede al cuarto acto de la ópera Les Troyens, obra tardía de Berlioz inspirada en la Eneida de Virgilio. Eneas huye de Troya ocupada por los Aqueos y acaba finalmente en la corte de Dido o Elisa de Tiro en Cartago. En la escena las trompas anuncian la caza real que se ve interrumpida por la tormenta obligando a ambos personajes a refugiarse en una gruta en la que consuman su amor aunque el destino deparará sorpresas a ambos, unas gloriosas y otras del inframundo. Obra brillante y deliciosa que de nuevo nos deja ver la maestría de Berlioz a la hora de reflejar ideas en forma de música.

Espero que disfruten de este bellísimo disco. Un precioso ejemplo de cómo traducir la delicada e impresionante música de Berlioz de manera clara, sutil, colorista, detallista y llena de sabiduría. Hay fantasía, honestidad, sinceridad expresiva, sutileza, calidez, pasión y fuego. Sin olvidar la siempre precisa técnica y el fino detalle del manejo orquestal del maestro Karajan. 



Berlioz
La Carnaval romain, Ouverture
Marche hongroise, La Damnation de Faust
La Chasse royale et Orage, Les Troyens
Symphonie fantastique

Philharmonia Orchestra
Herbert von Karajan

Grabaciones:

Kingsway Hall, Londres
Sinfonía Fantástica, julio de 1954
Carnaval y Marcha Húngara, enero de 1958
La Chasse royale et Orage, enero de 1959








jueves, 25 de febrero de 2016

Beethoven. Integral de los Conciertos para Piano. Dvorák. Sinfonía nº 8. Szell. Cleveland Orchestra. 1968. 1970.


Queridos amigos dejamos esta noche una colección de discos realmente maravillosos. Unos discos grabados por el maestro Szell con su Orquesta de Cleveland para EMI en los años finales de su extraordinaria carrera y que nos permiten saborear por un lado una integral de los conciertos para piano de Beethoven, con el siempre genial Gilels al piano, y por otro una preciosa e intensa Sinfonía nº 8 de Dvorák. 

Grabaciones excepcionales del gran Szell que nos van a permitir paladear un Beethoven extraordinario, si acaso con algo menos de garra y vivacidad que el de su primer ciclo para Sony con Fleisher al piano (para mí el más extraordinario jamás grabado, pero esta afirmación es una cuestión de apreciación puramente personal, ufff...demasiada aseveración, jejeje, lo pueden volver a saborear en esta entrada original) pero lleno de encanto, precisión, ritmo y energía. Un Beethoven más elaborado, sutil y preciso en cuanto a su interpretación y quizá menos impulsivo que ese anterior registro con Fleisher. Un Beethoven que es fraseado a las mil maravillas por las sabias manos de Szell y traducido de forma impecable por los dedos mágicos de Gilels.




Particularmente interesantes las aproximaciones a los conciertos iniciales sin que desmerezcan para nada un Cuarto y Quinto excepcionales. Pero es en los primeros dónde veo el mayor acierto del binomio Szell-Gilels con pulcritud, elegancia, exquisitez, clasicismo y musicalidad sin par.

Estos conciertos de Beethoven tienen una discografía amplísima y toda ella de un nivel altísimo por lo que enmarcar estas interpretaciones en un nivel dado resulta muy complicado. Sí les puedo indicar que dicho nivel es de gran altura y que disfrutarán de forma extraordinaria con su escucha. Apreciarán a un pianista de talla, de tronío. Un Gilels con un sonido bellísimo, dulce, delicado sin quizá el punto de violencia, impetuosidad o frescura de otros grandes pianistas pero igualmente intenso y sobre todo perfectamente marcado en detalles, en fraseos largos y perfectos, en acentos sabiamente intencionados.

La interpretación de la Octava de Dvorák, una de sus sinfonías más bella, poética, intensa y poderosa es de una altura increíble. Nuevamente les debo indicar que para mí no supera su versión Sony que desprendía fuerza, dramatismo, musicalidad y sonoridad que pocos han podido igualar (Karajan o Kubelík quizá).

De sus tres últimas sinfonías es quizá la que mejor traduzca el alma bohemia de Dvorak. Con un primer movimiento poderoso y brillante, con abundante percusión; un segundo movimiento Adagio algo alegre, poético, de enorme sensibilidad, muy emotivo y sereno; un tercer movimiento especialmente bonito, alegre scherzo, muy vivo, danzable y saltarín y para finalizar un movimiento final con diversas variaciones, poderoso, con violonchelos preciosos, con un ritmo de trompa genial, unos trinos finales de las mismas soberbios y sorprendentes y un final con absoluta belleza sonora, cromatismo destacadísimo y unos metales y percusión arrolladores y espectaculares. 




La aproximación de Szell es brillantísima e intensa, llena de fuerza y a la par plagada de dulzura, serenidad y expresividad. Alejada de la enorme vitalidad de su primera aproximación en Sony esta nos deja un Dvorák más emotivo, sereno, hermoso. Realmente fantástico.

Espero que disfruten de esta hermosa colección. Unos discos preciosos para saborear el arte de dos grandes intérpretes, dos irrepetibles maestros de la música de siempre. Szell y Gilels. Beethoven y Dvorák. Verdaderos tesoros.



Beethoven
Conciertos para Piano nº 1 a nº 5
32 Variaciones para Piano sobre un Tema Original Wo080
12 Variaciones para Piano sobre un Tema Ruso de "Das Waldmädchen" de Wranitzky Wo071 
6 Variaciones para Piano sobre la Marcha Turca de "Las Ruinas de Atenas" Op.76

Dvorák
Sinfonía nº 8
Danzas Eslavas Op.72 nº 2 y Op.46 nº 3

Cleveland Orchestra
George Szell
Emil Gilels, piano

Grabaciones:

Cleveland, Severance Hall
29 y 30 de abril y 1 al 4 de mayo de 1968, Beethoven
27 y 29 de abril de 1970, Dvorák





CD 1: Beethoven - Conciertos para Piano nº 1 y nº 2 - Szell - 1968






CD 2: Beethoven - Conciertos para Piano nº 3 y nº 4 - Szell - 1968






CD 3: Beethoven - Concierto para Piano nº 5 - Szell - 1968






CD 4: Dvorák - Sinfonia nº 8 - Szell - 1970







Carátulas originales

Estuche 1







Estuche 2








viernes, 19 de febrero de 2016

Brahms. Integral Sinfónica. Doble Concierto. Ein deutsches Requiem. Oberturas. Obras Corales. Walter. Orquesta Sinfónica Columbia. Orquesta Filarmónica de New York. 1951 a 1961.


Queridos amigos, esta noche dejamos para un verdadero festín musical las excepcionales y preciosas grabaciones del maestro Walter de la música del genio de Hamburgo, nuestro querido Brahms.

Un conjunto de grabaciones realmente portentosas, un Brahms hermosísimo, lleno de intensidad, belleza, plasticidad, fuerza y energía.

Unas interpretaciones realmente preciosas de sus obras sinfónicas, a la altura de las más grandes y reconocidas, que se complementan con una serie de grabaciones de algunas obras corales de Brahms, con un Réquiem Alemán de una incuestionable belleza (con un sonido en ocasiones algo difuso) y energía, poderoso, enorme, intenso y dramático a la par que sensual, delicado y de una musicalidad extraordinaria y con una Doble Concierto que es una verdadera maravilla, un ejemplo perfecto de una forma de traducir esa obra que ya es casi imposible de escuchar hoy en día no sólo ya por la fantástica dirección del maestro Walter sino por la interpretación magistral de dos genios solistas, Fournier y Francescatti, cuya técnica exquisita se traduce en un torrente impresionante de luz, de inmensidad, de belleza sonora inigualable. Como excepcionalmente bella resulta mi querida Irmgard Seefried (para mí una de las más grandes sopranos de la historia) contrastando con ese enorme George London en unas recreaciones poderosas y sentidas del Réquiem.

Hay ocasiones en que las palabras no llegan a tener suficiente capacidad de expresar lo que llegas a sentir. La escucha de estos discos es una ocasión de esas, el inmenso placer musical que experimentas no eres capaz de expresarlo de manera suficiente.

Unos discos que entusiasman y que nos dejan ensimismados por la enorme belleza que encierra la música del maestro Brahms y por la forma en que esa belleza se hace posible en las manos de un director excepcional: Walter.



Que disfruten de estos discos, verdaderas obras de arte musical.



Brahms
Integral Sinfónica
Variaciones sobre un tema de Haydn
Obertura para un Festival Académico
Obertura Trágica
Schicksalslied*
Doble Concierto para Violín y Chelo
Danzas Húngaras nº 1, nº 3, nº 10 y nº 17**
Ein deutsches Requiem**
Rapsodia para contralto*

Bruno Walter
Orquesta Sinfónica Columbia
Orquesta Filarmónica de New York**
Occidental College concert Choir*
Zino Francescatti, violín
Pierre Fournier, chelo
Irmgard Seefried, soprano**
George London, bajo-barítono**
Westminster Choir**
Milfred Miller, contralto (Rapsodia)

Grabaciones:

Sinfonía nº 1, American Legion Hall, Hollywood, 25 de noviembre de 1959
Sinfonía nº 2, American Legion Hall, Hollywood, 11, 14 y 16 de enero de 1960
Sinfonía nº 3, American Legion Hall, Hollywood, 27 y 30 de enero de 1960
Sinfonía nº 4, American Legion Hall, Hollywood, 2, 4, 6, 12 y 14 de febrero de 1959
Variaciones Haydn, American Legion Hall, Hollywood, 18 y 30 de enero de 1960
Obertura para un Festival Académico, American Legion Hall, Hollywood, 16 de enero de 1960
Obertura Trágica, American Legion Hall, Hollywood, 1 de enero de 1960
Schicksalslied, American Legion Hall, Hollywood, 9 de enero de 1961
Doble Concierto para Violín y Chelo, American Legion Hall, Hollywood, 20 de noviembre de 1959
Danzas Húngaras, New York City, 12 de febrero de 1951 (mono)
Ein deutsches Requiem, Carnegie Hall, New York, 20, 28 y 29 de diciembre de 1954
Rapsodia para contralto, American Legion Hall, Hollywood, 11 de enero de 1961






 CD 1: Sinfonía nº 1, Variaciones Haydn, Obertura para un Festival Académico








CD 2: Sinfonías nº 2 y nº 3








CD 3: Sinfonía nº 4, Obertura Trágica, Schicksalslied








CD 4: Doble Concierto, Danzas Húngaras








CD 5: Ein deutsches Requiem, Rapsodia para contralto







Textos:





domingo, 14 de febrero de 2016

Orff. Carmina Burana. Jochum. Chor und Orchester der Deutschen Oper Berlin. 1967.


Queridos amigos dejamos esta tarde un disco excepcional. Un disco que hacía tiempo tenía ganas de poner en conocimiento de todos. Se trata de la excepcional grabación estéreo de la obra de Carl Orff Carmina Burana realizada por el maestro Jochum al frente de los conjuntos de la Ópera Alemana de Berlín contando además con la excepcional participación del coro infantil Schöneberger Sängerknaben y de unos solistas irrepetibles, ni más ni menos que Janowitz, Fischer-Dieskau y Stolze.

Una grabación realmente bellísima y portentosa en su frescura, vitalidad, intensidad y manejo de la tímbrica que ofrece esta excepcional composición de Orff. Yo en concreto no he escuchado otra con la belleza, dinamismo, juego tímbrico o ritmo comparable a esta salvo quizá la primera aproximación del mismo Jochum grabada años atrás, en mono, con los mimbres de la Radio de Baviera en su mítica grabación del Trionfi de Orff (Carmina Burana, Catulli Carmina y el Trionfo di Afrodite).

Carmina Burana es una colección de cantos goliardos de los siglos XII y XIII reunidos en un manuscrito encontrado en Benediktbeuern (Alemania) en el siglo XIX, concretamente en 1803 por Johann Christoph von Aretin en la abadía de Bura Sancti Benedicti (Benediktbeuern), en Baviera. En el transcurso de la secularización llegaron a la Biblioteca Estatal de Baviera en Múnich, donde se conservan.

Fueron escritos hacia el año 1230, posiblemente en la abadía benedictina de Seckau o en el convento de Neustift, ambos en Austria. Sus autores eran clérigos que llevaban una vida licenciosa y desordenada y se inspiraron tanto en composiciones populares contemporáneas, con frecuencia groseras, como en las cultas de Homero, Cátulo y Ovidio. Los dos principales temas que desarrollan son el amoroso y el satírico contra la iglesia. El códice original recoge un total de 300 rimas, escritas en su mayoría en latín (aunque no con metro clásico), algunas partes en un dialecto del alto alemán medio, y del francés antiguo.

Carmina Burana significa, en latín, Canciones de Beuern. Carmen es poema, canto o cántico y Burana es el adjetivo gentilicio que indica la procedencia: de Bura (el nombre latino del pueblo alemán de Benediktbeuern). (En español la verdad es que debería escribir Cármina burana, me disculparán esa pequeña licencia de mantener sin tilde y en mayúsculas iniciales ambas palabras del título).


En estos poemas se hace gala del gozo por vivir y del interés por los placeres terrenales, por el amor carnal y por el goce de la naturaleza, y con su crítica satírica a los estamentos sociales y eclesiásticos, nos dan una visión contrapuesta a la que se desarrolló en los siglos XVIII y segunda parte del XIX acerca de la Edad Media como una «época oscura».

En los Carmina Burana se satirizan y critican todas las clases sociales en general, especialmente a las personas que ostentaban el poder en la corona y sobre todo en el clero y la decadencia de la curia romana. Por otra parte otros elaboran elogios al amor, al juego o, sobre todo, al vino, hechos de las cruzadas, así como el rapto de doncellas por caballeros y de manera general un continuado deseo de exaltar el destino y la suerte, junto con elementos naturales y cotidianos.

La importancia de esta serie de textos medievales es que sencillamente es la más grande y antigua colección de versos de carácter laico del medievo (puesto que lo acostumbrado era realizar únicamente obras literarias religiosas).

Sobre esta base Orff elabora, entre los años de 1935 y 1936, una cantata escénica utilizando como texto algunos de los poemas medievales de Carmina Burana. La obra se estrenó el 8 de junio de 1937 en la Alte Oper de Frankfurt dirigida por Oskar Wälterlin y curiosamente con un éxito poco reseñable.

De la colección completa de los Carmina Burana, Orff escogió veinticinco canciones y las ordenó de modo que pudieran ser representadas en un escenario.



En la cantata, Orff da entrada además de a la orquesta y coros, a solistas (soprano, tenor, barítono), destacando su abundante y espléndida percusión amoldando de forma sensacional la música a la sencillez de los textos. Aproximadamente la mitad de las piezas son canciones cuya melodía se repite en cada estrofa casi sin variantes, limitándose algunas veces a realizar simples escalas mayores o menores. Orff insistía mucho en la importancia de complementar la audición de su obra con la representación visual de danza que integraría una parte más de la obra en sí misma.

Resulta evidente, ya con la primea escucha, que el ritmo es el encargado de dar variedad al conjunto, impidiendo así la monotonía de la sencillez del texto y siendo esta riqueza rítmica la característica más importante de los Carmina Burana de Orff junto a su excepcional juego de las percusiones y a una tímbrica espectacular.

La obra de Orff se distribuye así en una introducción, tres partes y un final. En la tabla se puede observar mejor dicha distribución de los textos.


Espero que disfruten de este maravilloso disco de Jochum que nos traduce esta fantástica y animada música de Orff de una forma inigualable. Y disfruten también de las maravillosas voces solistas. Siempre es un placer escuchar a tres genios del canto como Janowitz, Fischer-Dieskau y Stolze. Y sin querer ser repetitivos, disfruten de la poderosa, vitalista, dinámica y perfecta ejecución orquestal y coral que nos ofrecen los coros y orquesta participantes. Es un verdadero placer musical.



Carl Orff
Carmina Burana

Gundula Janowitz, soprano
Gerhard Stolze, tenor
Dietrich Fischer-Dieskau, barítono

Chor und Orchester der Deutschen Oper Berlin (Coro y Orquesta de la Ópera Alemana de Berlín), director Walter Hagen-Groll
Schöneberger Sängerknaben, director Gerhard Hellwig

Eugen Jochum

Grabación:

UFA-Tonstudio, Berlin, Germany, octubre de 1967










Enlace al texto en traducido al español (por la página web Kareol):