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lunes, 10 de febrero de 2014

Beethoven. Música de Escena de Egmont. Szell. Orquesta Filarmónica de Viena. Pilar Lorengar. Klaus-Jürgen Wussow. 1969.


Queridos amigos actualizamos esta hermosísima entrada del año 2010. Merece la pena.

Os dejo con un excepcional CD, un hito fonográfico de calidad inmensa. La grabación de la Música de Escena completa de Egmont de Beethoven. La dirección de una espectacular Orquesta Filarmónica de Viena está a cargo de un finísimo, fuerte, rico, rítmico, preciso y emotivo Szell. Y se integran en el registro dos artistas de excepción: un narrador intensísimo de Wussow y una encantadoramente dulce y sutil Lorengar. Si le unimos una grabación espectacular de Decca y la misma historia de Goethe, tenemos un conjunto preparado para dar sorpresas, emociones fuertes y alegrías profundas al corazón y al alma.


El disco fue un enorme éxito en la época de su publicación, en  el año 1970. Suponía una forma de dar vida a una obra excepcional de Beethoven con continuidad, manteniendo el drama, conjuntando las piezas en una aproximación intensa, emotiva y cálida.

Los primeros pasos de la obra escénica de Goethe no tuvieron el éxito esperado. Con ocasión de la creación vienesa de la obra, Beethoven recibe el encargo del Director del Teatro Imperial de modificarla con una obertura y nueve números musicales. Beethoven, espoleado por el mensaje idealista de la pieza toma el trabajo con enorme entusiasmo, minuciosidad y laboriosidad. A pesar de ello, el estreno de la obra, quizá por una ejecución mediocre, no tuvo gran éxito. La partitura, la obra, no tuvo continuidad sobreviviendo de ella, como pieza de concierto, la magnífica Obertura.

Beethoven

Sin embargo he aquí que aparecen dos personajes que tuvieron la habilidad de reconocer el valor musical de la obra. Mosengeil, funcionario de Meiningen, tuvo  la idea de condensar la obra de Goethe en un todo poético que sirviera de marco a la música de Beethoven. De esta manera pudo presentarse, con enorme éxito, en la Gewandhaus de Leipzig en 1821. En el año 1834, Grillparzer, gran poeta austríaco, tuvo el valor de realizar un trabajo semejante de adaptación, tomando como base el previamente realizado por Mosengeil, para unas representaciones vienesas (sobre este trabajo se basa el registro de Szell).

Goethe

La Obertura es de enorme potencia dramática, intensa como pocas y es un resumen de la esencia del drama presentado (la opresión española, la resistencia holandesa, la muerte, la victoria, el triunfo de la libertad sobre la tiranía). En el texto que la continua se hace un elogio de Goethe y Beethoven, espíritus hermanos e imágenes del héroe Egmont e introduce brevemente el primer acto dando paso a la excecional Aria de Clärchen donde imagina qué maravilloso sería ser un hombre para poder seguir a su amado Egmont al combate.

Al aria le sigue un Entreacto I de inicio maravillosamente meditativo y que conduce a un final poderoso reflejo de la escena entre Egmont y Guillermo de Orange, de objetivos comunes frente a los españoles, pero de caracteres diferentes a la hora de plantear dicho objetivo.

Se pasa a un Entreacto II donde se reflejan las potenciales y nefastas consecuencias de las ideas de Egmont que a pesar de ser nobles son bastante temerarias. La música es bellísima, serena y emotivamente evocadora con unas maderas y cuerdas preciosas. En la obra original continua una escena donde la regente Margarita de Parma (la cara más dulce del reinado español) indica su incapacidad para poder frenar el rigor y dureza del Duque de Alba, escena omitida en lo musical y que tan sólo se introduce levemente par dar lugar a la segunda y maravillosa Aria de Clärchen en su escena con Egmont. El canto y la dulzura de Lorengar son absolutamente expresivos y conmovedores.

La segunda aria se continua con una música excepcional del Entreacto III, traductor de emociones enormes y de expresividad sinceras, reflejo de las fuerzas que se enfrentan en la obra, el amor, la pasión, la inquietud, la opresión del pueblo. En la obra literaria terminaría con el arresto de Egmont. La melodía del Entreacto III es bellísima y ese oboe suena y seduce de manera penetrante, la marcha es cautivadora e incitante a la rebelión.

Tras las palabras finales del Entreacto III comienza un bellísimo Entreacto IV, pleno reflejo de emociones: pasiones, valor, arrojo, fuerza, amor. Clärchen, tras intentar vanamente levantar al pueblo en ayuda de Egmont, se envenena...¡qué preciosa melodía de oboe y que fin más pausado!

Beethoven escribe una de sus piezas más ensoñadoras que podamos escuchar para acompañar a esa escena de la muerte de Clärchen (Clärchens Tod). Canto fúnebre precioso, delicado, sútil y enormemente profundo. De una belleza indescriptible. Si lo acompañan con su imaginación con el desvanecimiento de las luces acompañando a las palabras del narrador, pueden imaginar la emoción que podría esperarse en una representación escénica (en las que así se hacía).

La pieza final de la obra con Egmont aguardando en prisión su ejecución es un melodrama profundamente elaborado. De la obra de Goethe se conservan las últimas palabras de Egmont y se añade por Grillparzer un recitativo descriptor del sueño de Egmont. La música es bellísima, traductora de los pensamientos de Egmont previos al sueño y reposo. Aparecen la Libertad (las imágenes de Clärchen), la muerte de Clärchen, su muerte y la victoria póstuma con la Libertad coronando de laureles la misma. Los tambores despiertan el sueño, los soldados acuden a recoger a Egmont para la ejecución, la tensión va in crescendo, de una manera enormemente opresiva, muy intensa, desasosegadora. Una evocación final a la Libertad precede al avance final de Egmont hacia sus verdugos y resuena entonces, todavía con las palabras finales en tu mente, la magistral Sinfonía de la Victoria de Beethoven, conclusión final de un obra dramático-musical excepcional, emotiva, dura y bellísima.

Pilar Lorengar

Klaus-Jürgen Wussow


Les aseguro amigos que mientras escribo estas líneas con la música de fondo, en un intento de transmitirles un relato coherente de las palabras y la música, la emoción es intensa y  poderosa.

Espero que disfruten esas misma emociones cuando la escuchen. 


Beethoven
Egmont, Música de Escena

George Szell
Orquesta Filarmónica de Viena
Pilar Lorengar, soprano
Klaus-Jürgen Wussow, narrador

Grabación
Viena, Sofiensaal, 11 al 15 de diciembre de 1969







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