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domingo, 10 de enero de 2021

Beethoven. Concierto para Piano nº 5. Richard Strauss. Burleske. Gould. Ancerl. Golschmann. Toronto Symphony Orchestra. 1970. 1967.

 


Estimados amigos dejamos hoy este precioso disco que merece muy mucho la pena escuchar.
Unas preciosas grabaciones de la televisión canadiense CBC de sonido mono pero que no quita para nada valor a estas dos recreaciones del gran Gould. Por un lado una preciosa interpretación del Concierto para Piano nº 5 de Beethoven arropado por una orquesta sensacional y la dirección finísima y aterciopelada del maestro Ancerl y por otro una preciosista recreación de esa maravilla que es el Burleske para Piano y Orquesta del maestro Strauss.

Que tenga conocimiento se trata de uno de los tres registros del concierto de Beethoven que dejó Gould aparte el fracasado proyecto de su grabación en dos partes con el maestro Karajan en Londres y él en Canadá. Stokowski, Krips y este con Ancerl. A cada cual más bello.

Estaba previsto que inicialmente fuera una interpretación a realizar por el gran Arturo Benedetti Michelangeli dentro del homenaje de la CBC para celebrar el ducentésimo aniversario del nacimiento de Beethoven. Por cosas, ya se sabe, de las peculiaridades de cada genio, Benedetti anuló su participación 24 horas antes de su celebración.

Curiosas palabras de Gould las que dijo Gould al conocer que le tocaría interpretarlo a él cuando unos días antes medio en broma había aceptado estar disponible por si eso ocurría al mismo productor del programa John Barnes que también medio en serio le tomó la palabra: "...imaginas, el pianista número uno del mundo sustituyendo al pianista número dos"...cosas también de otro genio.

Resultado, a mi modo de ver, uno de los más bellos Emperador que haya escuchado. Simplemente escuchar el inicio de su segundo movimiento pone la piel de gallina.

Fue la última ocasión en la que Gould participó en un concierto con orquesta.


Respecto al Burleske de Richard Strauss, a pesar de realizar varias interpretaciones en conciertos en vivo no era obra preferida de Gould al considerar que no era su obra más elabora tanto desde el punto de vista pianístico como orquestal. Pero la obra llena de virtuosismo pianístico y de efectos musicales muy atractivos estaba programada para la celebración de uno de los tres Centenial Performances de la CBC para la celebración del centenario de la fundación de Canadá. Y Gould estaba allí como figura canadiense de reputación para hacer una bellísima música con las notas del gran compositor.

La obra de Strauss fue compuesta entre 1885 y 1886 siendo estrenada en Eisenach en la Tonkünstlerfest el 21 de junio de 1890 con su destinatario Eugen d'Albert al piano, la Orquesta del Festival y la dirección del propio Richard Strauss.



Se trata de una obra de juventud de Strauss con cierta inspiración brahmsiana y algún toque wagneriano o incluso de Liszt o Schumann. Fue dedicada originalmente, bajo el nombre de Scherzo en re menor, al pianista y director de orquesta Hans von Bülow, con quien Strauss había aprendido la dirección orquestal. Sin embargo von Bülow se negó a estrenar la pieza por considerarla de una dificultad técnica muy grande.

El compositor revisó la pieza cuatro años más tarde, le dio el nombre de Burlesque, y la dedicó a Eugen d'Albert, antiguo alumno de Franz Liszt, quien la estrenó bajo la dirección del propio Strauss como decíamos en Eisenach el 21 de junio de 1890.

Es cierto que es una obra algo desorganizada, aparentemente, con mezcla como decimos de muchas influencias, con varios altibajos anímicos en su expresión pero con gran libertad de planteamiento y espontaneidad en su escritura. 

Aunque predominan en ella los estados de ánimo alegres, joviales, chispeantes y hasta traviesos (contiene más una premonición de Las alegres travesuras de Till Eulenspiegel), en realidad cambia de humor muy frecuentemente, no estando ausente de ella el lirismo a veces incluso sentimentalismo y siempre cuando hablamos de Strauss la orquestación, maravillosa que en esta pieza da un papel principal con su constante presencia, casi solista, a los timbales, y que resulta ya fuertemente original y presagia varios de los prodigiosos logros posteriores. 

En definitiva una preciosa pieza orquestal para piano digna de escuchar.

Espero que disfruten de este precioso disco.

Beethoven
Concierto para Piano nº 5

Strauss
Burleske

Glenn Gould Piano

Beethoven, Concierto para Piano nº 5

Karel Ancerl
Toronto Symphony Orchestra

Strauss, Burleske

Vladimir Golschmann
Toronto Symphony Orchestra

Grabaciones

Beethoven, Concierto para Piano nº 5
CBC television broadcast, CBC Studios, Toronto, Canadá
9 de diciembre de 1970

Strauss, Burleske
CBC television broadcast, CBC Studios, Toronto, Canadá
1 al 4 de septiembre de 1967 










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miércoles, 11 de mayo de 2016

Beethoven. Integral de los Conciertos para Piano. Gould. Golschmann. Bernstein. Stokowski. Orquesta Sinfónica Columbia. Orquesta Filarmónica de New York. American Symphony Orchestra. 1957. 1958. 1959. 1961. 1966.


Queridos amigos dejamos esta noche esta entrada aprovechando un repaso general que estaba realizando al blog recuperando enlaces antiguos que estaban desfasados.

He preferido hacerla de manera que en ella, además de dejar los discos, información de grabaciones y nuevas fotos, queden enlazadas las entradas previas que en su día realizamos de estas preciosas grabaciones de los Conciertos para Piano de Beethoven que realizó el genial Gould en los años 50 y 60 de la mano de tres grandes directores como son Golschmann, Bernstein y Stokowski. 

Una integral digna de ser recuperada y escuchada por su valor histórico y por su enorme calidad. Unas grabaciones, como suelen ser las de Gould, diferentes a lo habitual y llenas de enorme belleza musical, sonora y técnica.

Gustarán más o menos (personalmente siempre me han agradado mucho y me siguen proporcionando momentos de enorme placer) pero a final nos debemos rendir a la genialidad de Gould que siempre nos sorprende con su digitación, su pulsación, su respiración y su fraseo.

Una delicia musical que merece la pena recuperar y saborear y que deseo de corazón disfruten.



Beethoven
Concierto para Piano nº 1
Gould
Golschmann
Orquesta Sinfónica Columbia
Grabación
30th Street Studio, New York, 29 y 30 de abril de 1958


Beethoven
Concierto para Piano nº 2
Gould
Bernstein
Orquesta Sinfónica Columbia
Grabación
30th Street Studio, New York, 9 y 10 de abril de 1957

Beethoven
Concierto para Piano nº 3
Gould
Bernstein
Orquesta Sinfónica Columbia
Grabación
30th Street Studio, New York, 4, 5 y 8 (cadenza) de mayo de 1959

Beethoven
Concierto para Piano nº 4
Gould
Bernstein
Orquesta Filarmónica de New York
Grabación
Manhattan Center, New York, 20 de marzo de 1961



Beethoven
Concierto para Piano nº 5
American Symphony Orchestra
Stokowski
Gould
Grabación:
Manhattan Center, New York, 1 al 4 de marzo de 1966














CD 1: Beethoven. Conciertos para Piano nº 1 y nº 4. Gould. Golschmann. Bernstein. 1958. 1961.



CD 2: Beethoven. Conciertos para Piano nº 2 y nº 3. Gould. Bernstein. 1957. 1959.



CD 3: Beethoven. Concierto para Piano nº 5. Gould. Stokowski. 1966.




Entradas originales






domingo, 28 de agosto de 2011

J. S. Bach. Conciertos para Piano y Orquesta nº 1 al nº 5 y nº 7. Glenn Gould. Leonard Bernstein. Vladimir Golschmann. Orquesta Sinfónica Columbia. 1957 al 1969.


Queridos amigos tras unos días apartado del blog por motivos de descanso, unas pequeñas vacaciones tras la primera semana de reincorporación al trabajo, volvemos para dejar esta entrada, creo que muy bella, dedicada al genial Gould y a su interpretación de los Conciertos para Piano de su amado Bach.

Es un disco para saborear, disfrutar y paladear. Un disco para poder relajarse e introducirse de pleno en un mundo de sensaciones placenteras y maravillosas. Sensibilidad, paz, sosiego, relajación, libertad emocional y sentimiento puro.

El Concierto para Piano nº 1 era una de las obras preferidas de Gould, un caballo de batalla en sus giras (poco numerosas) europeas donde lo interpretó en Rusia, Salzburgo, Berlín y Lucerna. Fue el concierto que acoplado al Concierto nº 2 de Beethoven formó el primer disco de conciertos grabado por Gould y presentado por la Columbia con el acompañamiento en la dirección de Bernstein y la Columbia Symphony Orchestra. 

Columbia estaba encantada con los resultados del disco y deseosa de realizar cuanto antes posible una integral de los mismos. El camino hacia la misma se retoma un año después en 1958 con un disco que reunió dos nuevas grabaciones de Gould: el Concierto nº 1 de Beethoven y el nº 5 de Bach. Pero llegados a este punto Gould se "aparta" del proyecto hasta el año 1967 en el que retoma las grabaciones de los conciertos de Bach.

En los comentarios del CD se intenta abordar este tema del retraso temporal en el proyecto y se abordan algunos aspectos que se pudieran considerar significativos.

Por un lado el propio Gould manifiesta que su intención fundamental era contar con la Filarmónica de New York para realizar las grabaciones. El propio Gould había comenzado a intervenir activamente, a principios de los años sesenta, en las grabaciones de sus discos en el aspecto técnico de las mezclas, las ediciones y las cuestiones propias de las sesiones de grabación. Y su meticulosidad con respecto a los resultados finales comenzaba a ser "legendaria". Las sesiones de grabación hubieran sido demasiado numerosas para que económicamente hubieran sido rentables y posibles. Sin embargo no parece ser este el motivo fundamental del retraso pues la Columbia hubiera podido conseguir lo necesario y lo que hubiera necesitado Gould para grabar cuanto y como quisiera. Era su estrella y eran sus orquestas.


La elección del director es otro punto que se aborda en los comentarios del disco. Vladimir Golschmann era uno de los directores preferidos de Gould y Golschmann apreciaba y deseaba trabajar junto a Gould. Era un maestro de sólida formación, un maestro además de tradición. Adoraba trabajar en estudio con Gould, su compenetración era perfecta y la meticulosidad de Gould no exacerbaba los ánimos del maestro Golschmann que siempre se encontraba dispuesto a matizar detalles, pulir imperfecciones y además a la hora de la creación musical facilitaba siempre seguir la dirección marcada por la idea musical de Gould. Su muerte en 1972 fue quizá uno de los motivos principales que impidieron culminar un proyecto que hubiera sido maravilloso. Gould no quiso, o no pudo, decidirse a contar con otro director para culminar el proyecto. Quedó pendiente grabar el Concierto nº 6 y realizar un nueva grabación estéreo del nº 1 previamente grabado con Bernstein (la idea de realizar a distancia y en partes separadas la grabación de este último junto a Karajan no se llevó finalmente a cabo).


Finalmente se aporta la idea global del concepto musical de Gould acerca de las obras concertantes para orquesta y piano. Poco a poco Gould se fue apartando de la participación en grabaciones de conciertos. No quería participar en "la competición piano-orquesta" que según sus ideas representaban los conciertos. Sus ideas puritanas que parten de su educación infantil y familiar posiblemente le ayudaron a su retirada definitiva de la vida pública. La lucha entre el placer del solista famoso y su moral particular que le impedía ser partícipe de esa actividad contraria a su concepción no se resolvió hasta su retirada. 

Amén de todas estas apreciaciones sobre el devenir de estas grabaciones, queda indicar que son una verdadera maravilla musical. Uno de los discos más bellos que he tenido el placer de escuchar.

Reconozco nuevamente que el piano de Gould me fascina. Me atrapó en su día con las Variaciones y fue una prisión permanente. No puedo entrar a valorar las diferencias técnicas, interpretativas o de forma con otros pianistas. No puedo y además no sabría hacerlo. Es más no me ha gustado nunca, y con los años menos, la comparativa o la valoración. Considero que cualquier artista tiene valor por el simple hecho de tener la capacidad de expresar algo a través de su arte. ¿Cómo voy a decir yo tal o cual cosa sobre la idea de una persona o la forma de expresarla? 

Gould tiene un algo que fascina o te desagrada. A mí, me fascina. Y uno de los ejemplos más bonitos de esa fascinación es este conjunto de conciertos de Bach que, preciosos ya por ellos mismos, se engalanan además con un piano poseedor de una sonoridad muy particular y se embellecen con el concepto musical de un gran artista. El Concierto nº 1 siempre me ha producido un placer indescriptible. El nº 3 es una verdadera maravilla. El nº 5 es de una profundidad espiritual enorme. En resumen todos ellos son obras de arte capaces de transformar tu ánimo y llegar a tu corazón de forma tan directa y sencilla que resulta extraordinario que se pueda lograr esa transformación sentimental y anímica con la escucha de esta música.

El piano resuena de forma permanente en tu cabeza, se introduce en ti de forma profunda, no deja de conmoverte, tus oídos están permanentemente maravillados por todos y cada uno de los sonidos que percibe. La belleza del conjunto orquestal es tan sublime como la del propio instrumento solista, no está de lado, está con él. Es mágica y emocionalmente única.

La sensibilidad de Gould en la interpretación de las obras me ha parecido siempre excepcional, fuera de lo común, maravillosa, íntima, profunda y verdaderamente sentida. En estos conciertos hay momentos en que la pulsación de muchas de las notas por los dedos de Gould desencadenan automáticamente en mí corazón un sentimiento tan profundo de emoción que hace aflorar en mis mejillas unas lagrimillas de alegría y de serenidad intensa e íntima que no puedo controlar. 

Les recomiendo encarecidamente su escucha. Se deleitarán con una música excepcionalmente bella en las manos de un verdadero genio de la interpretación del piano. Esencia pura de placer musical y de belleza. Expresión de arte sublime en la forma de una música maravillosa.


J. S. Bach
Conciertos para Piano nº 1, nº 2, nº 3, nº 4, nº 5 y nº 7 (BWV 1052-1056 y 1058)

Glenn Gould
Orquesta sinfónica Columbia
Vladimir Golschmann
Leonard Bernstein (nº 1)

Grabaciones: 
nº 1 - 30th Street Studio, New York City, 11 y 30 de abril de 1957
nº 2 - 30th Street Studio, New York City, 10 y 12 de febrero de 1969
nº 3 - 30th Street Studio, New York City, 2 de mayo de 1967
nº 4 - 30th Street Studio, New York City, 11 y 12 de febrero de 1969
nº 5 - 30th Street Studio, New York City, 1 de mayo de 1958
nº 7 - 30th Street Studio, New York City, 4 de mayo de 1967












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martes, 23 de marzo de 2010

Beethoven. Conciertos para Piano nº 1 y 4. Gould. Golschmann, OS Columbia; Bernstein, OF de New York. 1958 y 1961.


Volvemos con la integral de los conciertos para piano de Beethoven y Gould como solista.
En esta ocasión os dejo el disco correspondiente a sus grabaciones de los conciertos nº 1 y nº 4.

El concierto nº 4 fue grabado por Gould con la Orquesta Sinfónica Columbia y Vladimir Golschmann en la dirección. La elección del director fue del propio Gould tras su primera experiencia en la grabación del segundo con Bernstein con el que posteriormente completaría el tercero y cuarto.


El cuarto concierto reúne a Bernstein y a la Filarmónica de New York obteniendo quizá unas mejores prestaciones orquestales.



Los resultados en ambos casos son muy dignos. Un piano hermoso, un acompañamiento orquestal adecuado y un sonido bello.

Un disco para conocer.

Beethoven
Concierto para Piano nº 1

Gould
Golschmann
Orquesta Sinfónica Columbia

Grabación:
30th Street Studio, New York, 29 y 30 de abril de 1958

Beethoven
Concierto para Piano nº 4

Gould
Bernstein
Orquesta Filarmónica de New York

Grabación
Manhattan Center, New York, 20 de marzo de 1961







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