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Mostrando entradas con la etiqueta Knappertsbusch. Mostrar todas las entradas
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lunes, 28 de febrero de 2011

Bruckner. Sinfonía nº 5. Wagner. Götterdämmerung. Hans Knappertsbusch. Orquesta Filarmónica de Viena. 1956.


Queridos amigos. Pasado este puente en Andalucía, día festivo por la celebración del 28 de febrero Día de Andalucía, retomamos la actividad en el blog dejando en esta ocasión una muy bellísima y particular aproximación de Knappertsbusch a la excepcional Quinta de Bruckner.

Las obras de Bruckner y en particular esta preciosa Quinta experimentaron de manos del triunvirato Löwe y los hermanos Schalk numerosas modificaciones, en ocasiones con "acuerdo" del compositor y en otras muchas sin siquiera su conocimiento. Las obras eran acortadas, reorquestadas, cambiadas en detalle o estructura de manera que se desfiguraba en muchísimas ocasiones su espíritu inicial. Muy probablemente su objetivo no era otro que satisfacer a la crítica vienesa contraria al maestro.

En la primera mitad del siglo XX, los excepcionales trabajos de Haas y de Nowak fueron permitiendo rescatar las obras originales y/o las diferentes versiones de las revisiones de las mismas.


La Quinta Sinfonía, compuesta entre 1875 y 1878, ha sido una de las más frecuentemente desfiguradas. Decepcionó incluso a los cercanos al círculo de Bruckner y se interpretó por vez primera en una adaptación a dos pianos de Josef Schalk no viendo una ejecución orquestal hasta el 9 de abril de 1894 en Graz, con la dirección de Franz Schalk y en una de las revisiones muy "retocada" del mismo Franz Schalk (numerosos retoques orquestales, scherzo abreviado, su final recortado y el añadido de metales y percusión del final). Esta versión fue publicada en Viena por Doblinger en 1896.

Franz Schalk a partir de los años 1900 estableció lazos muy estrechos con la Filarmónica de Viena que por entonces era una de las principales orquestas "Brucknerianas" del mundo. En su labor permanente de Director Invitado de la orquesta vienesa, no es de estrañar que introdujera poco a poco en los programas y en el repertorio de la orquesta sus propias versiones de la obra.

Precisamente esta versión adaptada de Schalk es la que usa Knappertsbusch en la presente grabación de Decca. Mientras numerosos directores de la talla de Furtwängler, Schuricht, Klemperer o Jochum daban a conocer las diferentes ediciones Haas y Nowak, Knappertsbusch, un maestro de la vieja escuela, ardiente y pasional, obstinado e irreductible, permanecía fiel a la vieja versión Schalk. Y hacía maravillas con ella.


La interpretación resulta majestuosa e imponente, sabiamente conducida y muy detallada. De bellísimo sonido orquestal e individual, las líneas generales son amplias, generosas, extendidas en un manto sonoro inconmensurablemente bello. A pesar de las diferencias con otras versiones, podemos gozar de otra forma de ver esta obra. Tenga o no cortes o añadidos, vamos a disfrutar de una preciosa música, sencillamente soberbia, majestuosa e imponente. Para nada se pierde la estructura global de la misma ni su significado. La dirección de Kna es precisa, directa, sin concesiones, extrayendo la intimidad de la partitura, la belleza de su sonido profundo y embriagador, el sentido constructivo de la misma. En concreto siempre me ha parecido una de las interpretaciones más bonitas de esta obra "diferente".

La pieza de Wagner que completa el disco, no hace sino refrendarnos a un director wagneriano de primer orden, sublime, sedoso, vitalísimo, dinámico y vital. Si le ayuda la imresionante belleza y calidad de los vieneses tendrán una obra wagneriana para paladear con gusto. Una delicia.

Que disfruten de ambas obras.

Bruckner
Sinfonía nº 5
Edición de 1896 de Doblingler en revisión de Franz Schalk

Hans Knapperstsbusch
Orquesta Filarmónica de Viena

Wagner
Götterdämmerung: Tagesgrauen und Siegfrieds Rheinfahrt (Amanecer y Viaje de Sigfrido por el Rhin)

Grabaciones, Viena, Sofiensaal, 3 al 6 de junio de 1956







lunes, 7 de febrero de 2011

Bruckner. Sinfonía nº 4. Hans Knappertsbusch. Orquesta Filarmónica de Berlín. 1944.


Queridos amigos. Seguimos con la música de Bruckner (últimamente parece ser la única que logra apaciguar un poquito mi ánimo) y en esta ocasión quisiera dejarles un precioso disco, antiguo sí, aunque con esa bella combinación de sonido mono, añejo, pero bellísimo y encantador.

La Cuarta Sinfonía de Bruckner en manos de Knappertsbusch, dirigiendo y conduciendo de forma magistral a una filarmónica berlinesa en la etapa de la II Guerra Mundial, año 1944 (al final comentaremos las pequeñas discrepancias en la fecha exacta de grabación). Un documento excepcional e hhistórico de una manera de aproximarse a Bruckner diferente a la del resto de maestros, directa, sin complejidades, absolutamente clara en las texturas, con una capacidad emotiva maravillosa y unque la precisión orquestal no fue su punto fuerte sí destaca en esta portentosa grabación.

Knappertsbusch construye un precioso edificio sonoro de esta sinfonía, con unos ataques dinámicos geniales, una acentuación de la sonoridad de las cuerdas bellísima, unos crescendos controlados de forma precisa sin desmadrarse. La rítmica global de la obra es rápida pero sin dar sensación de aceleración sin freno, a veces un poco seca en algunas transiciones pero nunca llega a perder el flujo sonoro lo cual, a mí en particular, me produce una sensación bellísima de ímpetu y de emoción creciente en todos y cada uno de los desarrollos de los diferentes movimientos. Me sigue impactando profundamente ese tercer movimiento, bellísimo, dinámico, profundamente intenso y nada adormecedor y ese final, impresionante por sí mismo, acaba siendo poderosamente seductor en manos de Kna.

Espero que disfruten de esta preciosa obra en manos de otro de los grandes brucknerianos de la historia, con sus particularidades (creo que mucho más cercano a un Jochum que a un Celibidache o un Furtwängler) que lo hacen especial. Un músico sin devaneos, directo al corazón de la música y de las personas.


Knappertsbusch usa la versión de1888 revisada por Ferdinand Loewe en la Edición de Albert Gutmann de 1889. En cuanto a las fechas de registro, en este disco en concreto y en algunas otras ediciones fonográficas, se apunta como fecha de grabación a marzo de 1944 aunque la discografía oficial de Knappertsbusch apunta como fecha oficial y real del registro la del 8 de septiembre de 1944.

Bruckner
Sinfonía nº 4

Hans Knappertsbusch
Orquesta Filarmónica de Berlín
Versión 1888 revisada por Loewe, Edición Gutmann 1889

Grabación
Baden-Baden, 8 de septiembre de 1944







sábado, 9 de octubre de 2010

Bruckner. Sinfonía nº 8. Wagner: Preludio Acto I de Lohengrin; Siegfried Idyll; Preludio Acto I de Parsifal. Hans Knappertbusch. Münchner Philharmoniker. 1963. 1962.


Queridos amigos hoy os dejamos en este espacio un disco absolutamente excepcional, de una intensidad sin par y de una emotividad tan profunda que siempre ha logrado conmoverme y tocar mi fibra más sensible. Un bellísimo ejemplo de una música llevada en el corazón y transmitida con alma, con sentimiento, con enorme pasión. Hans Knappertbusch en un momento excepcional con la libertad de interpretación que le caracterizaba y en "su salsa" con sus amados y queridos Bruckner y Wagner.


La Octava Sinfonía de Bruckner de la que ya dejamos referencia en anteriores entradas (Szell http://juliosbv.blogspot.com/2010/09/bruckner-sinfonia-n-8-szell-orquesta_24.html, Furtwängler http://juliosbv.blogspot.com/2010/09/bruckner-sinfonia-n-8-furtwangler.html) tiene valor intrínseco para ser una obra excepcional, pero lo que logra el maestro de Elberfeld con ella es de una categoría tal que en cada escucha que hago de su aproximación me logra transmitir tal emoción y tal alegría a mi corazón que no puedo dejar de esbozar una leve sonrisa de satisfacción y una sorpresa interna emerge siempre con ella. Sorpresa de su riqueza tímbrica y color, de su forma de recorrer la obra, de su manera de desbrozar el tejido musical haciéndolo claro y fácil, de su manera de dejar fluir suavemente la música, de jugar con ella para descubrir detalles insospechados, de mantener la tensión musical en todo su devenir, de transmitir pasión, fuerza, emoción y cuando se precisa monumentalidad (escuchen el final de la obra).


Todos los movimientos tienen su justa medida y su justo acercamiento. Vibrantes, emotivos, rítmicos, poderosos, pasionales, sedosos y siempre traducidos con una sensibilidad y una belleza exquisitas. La interpretación orquestal es fantástica. La orquesta muniquesa está soberbia, colorida, amplia, con los matices instrumentales puestos a relucir de manera increíble, con un sonido precioso y bello. El movimiento final, absolutamente monumental y de una fuerza ímpresionante finaliza de forma que no puedes más que asombrarte y respirar profundamente diciendo simplemente ¡maravilloso!

La segunda parte del doble disco, con las obras dedicadas a Wagner, es también manjar de dioses y exquisitez para degustar lenta y pausadamente. Una musicalidad asombrosa, una belleza sonora única, una emoción contenida que se deja escapar sutilmente para emocionarte hasta lo más profundo de tu ser. Increíble muestra de la música de Wagner e increíble complemento (o plato fuerte) de este doble disco. El juego orquestal es de una plasticidad suprema y sencillamente emociona nada más comienzas a escuchar la ejecución.


Dos muestras de un maestro que gustaba de las interpretaciones naturales, arriesgadas y confiadas en el buen hacer de los músicos, en la inspiración y en la emoción; que mantenía el frescor y la espontaneidad de la música tal y como surgía del momento. Un maestro excepcional. Un disco maravilloso. Un placer para sentir vida, paz, alegría, emoción profunda y admiración por la música.


Muchas gracias Hans por todo ello.

Espero que disfruten y gocen con esta obra de arte.


Bruckner
Sinfonía nº 8
Hans Knappertbusch
Münchner Philharmoniker
Munich, enero de 1963
Versión 1892 de Bruckner y Joseph Schalk. Ed. Haslinger-Schlesinger-Lienau



Wagner
Preludio Acto I de Lohengrin
Siegfried Idyll
Preludio Acto I de Parsifal
Hans Knappertbusch
Münchner Philharmoniker
Munich, noviembre de 1962






viernes, 14 de mayo de 2010

Wagner. Oberturas de Óperas. Knappertsbusch. Orquesta Filarmónica de Viena. 1950 y 1953.


Estimados amigos, os dejo un disco con una muestra de la maravillosa música orquestal de las oberturas de óperas de Wagner, interpretada por quizá uno de los máximos representantes (junto a Furtwängler)  de la filosofía musical y de la interpretación wagneriana: Hans Knappertsbusch.

He de reconocer que mi conocimiento y mi gusto por la música de Wagner es, para mi desgracia, escasísimo. Primero lo he escuchado poco (El Holandés, Rienzi, Tristán y poco más) y segundo no me entra en el corazón, me desasosiega. Espero que esto con los años se pueda corregir o al menos mejorar un poquito.

Partiendo de esta base poco puedo decirles sobre la música contenida en este CD, simplemente que sentimentalmente me hace animarme de manera increíble, es como si llenara mi mente de pensamientos positivos y fuerza, me recarga de vitalidad anímica. Además me impacta el sonido y la ejecución de Knappertsbusch y la filarmónica vienesa, verdaderamente impresionante y natural, en unas grabaciones antiguas de Decca magistralmente procesadas.

Knappertsbusch nacido en Elberfeld, Alemania, en 1888 estudió Filsofía y Dirección Musical. Fue asistente de Siegfried Wagner y de Hans Richter en Bayreuth entre 1910-1912 y ocupó la Dirección Musical de la Ópera de Munich, sustituyendo al emigrado Walter, hasta sus destitución por el régimen nazi (malajoso que era un tal Goebbels). A pesar de su aspecto físico, prototipo ario claro, no se adhirió ni comulgó con el Partido Nazi ni la ideología Nacionalsocialista alemana de la época. Se refugió en su actividad musical en Viena saltándose la prohibición alemana para los directores de orquesta alemanes de dirigir en Austria. Trabajó de manera continuada en Viena y Salzburgo. Finalizada la guerra volvió a Munich, continuó con sus actividades como director invitado en Viena y participó asiduamente en el Festival de Bayreuth.


Fue un director enormemente respetado por los músicos, con un conocimiento profundo de la música que amaba, de "la tradición", que gustaba poco de los ensayos y que creía en la inspiración del momento musical. Coincidiendo con estos antecedentes y caracteres, su gusto por las gabaciones de discos era escaso, practicamente nulo. Era algo extraño a su ser, a su alma y a su mundo. Quede este registro de Decca como muestra mínima de su arte. Para saborearlo más, habrá que acudir a las grabaciones de directos de otras casas discográficas en interpretaciones excepcionales de Wagner, Bruckner o Beethoven. Pero eso...un poquito más adelante.



Wagner
Oberturas de Óperas

Knappertsbusch
Orquesta Filarmónica de Viena

Tanhäuser
Der Fliegende Holländer
Die Walküre
Parsifal*
Siegfried*
Rienzi*

Grabaciones
Viena, 6 al 7 de mayo de 1953
Viena, 24 de junio de 1950*