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martes, 23 de julio de 2013

Strauss. Don Quijote. Concierto para Trompa nº 1. Don Juan. Szell. Orquesta de Cleveland. 1960. 1961. 1961.


Mis queridos amigos esta tarde dejamos un disco que espero sirva para el disfrute y goce de todos. Un disco con música del maestro Strauss y una música bellísima, compleja, delicada, plena de matices, efectos sonoros, expresividad, imaginación y fuerza. Un disco realmente sensacional no sólo ya en el contenido de las obras sino además en la increíble interpretación que de todas ellas nos ofrece el director, solistas y orquesta.

Hablamos de los maravillosos registros que realizó Szell con su Orquesta de Cleveland de tres impresionantes partituras musicales de Strauss: Don Quijote, el Concierto para Trompa nº 1 y el Don Juan. A cada cual más bella, sorprendente y sensacional música.

La relación entre Szell y Strauss se remonta a principios del pasado siglo XX años en los que Szell trabaja junto al compositor en la Ópera de la Corte Real o Staatsoper como ayudante de ensayos de canto, pianista y director de ensayos de la Ópera de la Corte. Poco tiempo después Strauss anima a Szell a abandonar Berlín para hacerse cargo de su propia dirección de un teatro de ópera marchando a Estrasburgo con tan sólo 19 años. Para esta época Szell ha vivido y sentido muy de cerca la obra de Strauss en las numerosas interpretaciones ofrecidas de su obra tanto en Viena como en Berlín. Podemos decir que forman parte de su ser musical (estamos hablando de un chaval de 19 años que ha vivido su juventud en al febril ambiente vienés de principios de siglo y el no menos animado y variado de Berlín). La relación, más bien la estima de Szell por Strauss y su música se mantuvo constante durante toda su posterior carrera como director musical en Europa y en América. En esta última interpretó en numerosas ocasiones la obra de Strauss en el Metropolitan, ofreció numerosos programas con la Filarmónica de New York y sobre todo en Cleveland donde en sus 24 años de asociación la programación de la música de Strauss era norma habitual cada temporada. En concreto según los datos del propio CD, entre 1946 y 1965 Don Juan fue ofrecido en 10 ocasiones y entre 1948 a 1967 Don Quijote en 7 de las que en 6 de ellas el solista elegido fue el mismo, el que acompaña a Szell en este registro, Pierre Fournier.


La primera obra del CD es el Don Quijote, una composición de Richard Strauss para violonchelo, viola y orquesta. Subtitulada Phantastische Variationen über ein Thema ritterlichen Charakters (Variaciones Fantásticas sobre un Tema de Carácter Caballeresco), está basada en la obra Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes. Fue compuesta en Múnich en 1897 y el estreno tuvo lugar en Colonia el 8 de marzo de 1898 con Friedrich Grützmacher como violonchelo solista y Franz Wüllner como director. El violonchelo representa a Don Quijote y la viola y la tuba tenor a Sancho Panza.

Es una composición estructurada en tres bloques principales que de forma breve podrían definirse de la siguiente manera: una introducción que describe la gradual degeneración de la salud mental de Don Quijote, un grupo de diez variaciones que corresponden a diez episodios en la novela, y un Epílogo, que describe el
retorno de Don Quijote a la lucidez y su eventual muerte.

De forma más detallada el programa sería:

Introducción: Mäßiges Zeitmaß. Thema mäßig. "Don Quichotte verliert über der Lektüre der Ritterromane seinen Verstand und beschließt, selbst fahrender Ritter zu werden" ("Don Quijote pierde el juicio después de leer novelas de caballeros y decide ser un caballero errante.")
Tema: Mäßig. "Don Quichotte, der Ritter von der traurigen Gestalt" ("Don Quijote, Caballero de la Triste Figura") Maggiore: "Sancho Panza"
Variación I: Gemächlich. "Abenteuer an den Windmühlen" ("Aventura en los molinos de viento")
Variación II: Kriegerisch. "Der siegreiche Kampf gegen das Heer des großen Kaisers Alifanfaron" ("La victoriosa batalla contra el ejército del gran emperador Alifanfaron")
Variación III: Mäßiges Zeitmaß. "Gespräch zwischen Ritter und Knappen" ("Diálogo entre el Caballero y el Escudero")
Variación IV: Etwas breiter. "Unglückliches Abenteuer mit einer Prozession von Büßern" ("La desafortunada aventura con una procesión de penitentes")
Variación V: Sehr langsam. "Die Waffenwache" ("La vigilia del Caballero")
Variación VI: Schnell. "Begegnung mit Dulzinea" ("El encuentro con Dulcinea")
Variación VII: Ein wenig ruhiger als vorher. "Der Ritt durch die Luft" ("Cabalgando por el aire")
Variación VIII: Gemächlich. "Die unglückliche Fahrt auf dem venezianischen Nachen" ("El desafortunado viaje en el barco encantado")
Variación IX: Schnell und stürmisch. "Kampf gegen vermeintliche Zauberer" ("Batalla con los magos")
Variación X: Viel breiter. "Zweikampf mit dem Ritter vom blanken Mond" ("Duelo con el caballero de la Blanca Luna")
Final: Sehr ruhig. "Wieder zur Besinnung gekommen" ("Vuelta a la razón")


Difícil resulta hacer un recorrido por la cantidad de detalles de los que la partitura está llena. Para mí, imposible. Simplemente me gustaría transmitirles la belleza formal de la misma, belleza incluso en su extravagancia y rareza, en su dificultad de apreciar esas falsas variaciones que no son tales sino unos desarrollos en forma de transformaciones temáticas de una dificultad y maestría incomparable con cualquier otra composición. Belleza y sorpresa por supuesto en el uso magistral por Strauss de una instrumentación riquísima y variada unida al uso de unos efectos sonoros innovadores en su época que realzan aún más la rareza de la composición pero que cuando es escuchada en su conjunto, y con el paso de los años ya transcurrido, no hace sino maravillarte más con la maestría del compositor que roza ya en muchos pasajes la atonalidad para mayor sorpresa de aquellos que la escucharon en sus primeras interpretaciones. Tampoco podemos dejar de admirar la fantástica capacidad de Strauss para ir derivando en estas transformaciones temáticas el espíritu del ingenioso hidalgo hacia su degeneración mental y su final sumisión ante la muerte. Un trabajo excepcional que pone la piel de gallina.


Una verdadera obra de arte musical que programática o no tiene la magia y el encanto que sólo un músico como Strauss era capaz de poner en música de forma tan espectacular, bella, emotiva y preciosa.

Y unas notas finales a esta somera descripción de la obra. La interpretación de los participantes. Algo realmente excepcional. Fournier, mágico, delicado, intenso, emotivo, técnicamente sorprendente, con una sonoridad realmente bellísima. Las notas de la maravillosa viola de Abraham Skernick y del primer violín del concertino Rafael Druian no hacen sino dar más valor a una obra que es por ella misma una gozada. Y Szell resulta mágico, impulsivo, habilísimo en los contrastes, soberbio en la conjunción del grupo orquestal y realmente único en la visión de la participación equilibrada del solista con su conjunto de violonchelos.

Una interpretación de absoluta referencia y realmente una joya.


La segunda obra presentada en el disco es el precioso Concierto para Trompa nº 1 de Strauss en una recreación magistral del trompa principal de la Orquesta de Cleveland el excepcional Myron Bloom que aporta no sólo ya una técnica irreprochable sino una calidez, una sensibilidad y una matización que hacen de su interpretación una exquisitez digna de paladear. Obra de juventud está dedicada a su padre Franz, trompa de la Münchner Hofkapelle. Es una composición llena de belleza formal, últimos coletazos de un joven compositor que dará en breve el salto a su etapa de madurez compositiva. La primera actuación en público fue dada en 1883 por Bruno Hayer (un estudiante de Franz Strauss) en la Tonkunstlerverein con una reducción de piano hecha probablemente por el propio Richard Strauss. La primera actuación con orquesta completa tuvo lugar en Meiningen en marzo de 1885 por el trompa principal de la orquesta Gustav Leinhos. Una obra realmente apasionante, bella, una obra de juventud, llena de vitalidad, en la que resuenan las influencias wagnerianas y de un clasicismo romántico que recuerda al gran maestro Beethoven y en la que ya se aprecia una orquestación "especialidad de la casa".




La tercera obra que nos deja el disco es el maravilloso poema sinfónico Don Juan, poema sinfónico para gran orquesta escrito en 1888 y estrenado el 11 de noviembre de 1889 en Weimar con la orquesta de la ópera de esa ciudad bajo la dirección del propio Strauss, quien servía como Kapellmeister de la corte. La obra se basa en el poema Don Juan de Nikolaus Lenau.

Strauss sólo tenía 24 años cuando la compuso y con ella tuvo un éxito internacional poco después del estreno. Es el inicio del descubrimiento del estilo formal y lenguaje tonal tan característico del compositor en su etapa de adulto. Obra especialidad Szell y con su marca de la casa (Szell en 1917 llegó a grabar incluso las dos partes primeras del Don Juan ante el retraso en acudir a la sala de grabación del propio compositor destinado en principio a realizar dicha grabación) en la que el maestro saca a relucir todo el potencial de la orquesta en su globalidad y en cada uno de los grupos de atriles que participan.

Brillantez, precisión, intensidad, incisividad, pulcritud, energía rítmica, poder sin freno, con un fluir impresionante de sonidos y melodías increíblemente bellos, el impulso se siente con verdadera pasión y fuego. Una magnífica obra sinfónica de sensibilidad y brillantez maravillosas, de enorme virtuosismo y colorido orquestal, su audición resulta fascinante, es, su sonoridad y brillo instrumental entran en tus oídos para quedarse en ellos haciéndote disfrutar de un placer máximo. Y poco podemos añadir a la participación de la Orquesta de Cleveland: francamente excepcional. Para disfrutar y gozar.

Queridos amigos les dejo con este incomparable disco, un disco de sorpresas maravillosas, de sonoridades de otro mundo y otra época, de pasiones e imaginación. Un mundo que sólo un soñador y un mago de la orquestación podía construir: Richard Strauss.


Richard Strauss
Obras Orquestales

Don Quijote
Concierto para Trompa nº 1
Don Juan

George Szell
Cleveland Orchestra
Solistas:
Don Quijote, Pierre Fournier, chelo; Abraham Skernick, viola; Rafael Druian, violín
Concierto para Trompa, Myron Bloom, trompa

Grabaciones:
Severance Hall, Cleveland
Don Quijote, 28 y 29 de octubre de 1960
Concierto para Trompa, 27 de octubre de 1961
Don Juan, 29 y 30 de marzo de 1961













lunes, 22 de julio de 2013

Mahler. Sinfonía nº 2. Leonard Bernstein. Orquesta Filarmónica de New York. 1963.


Queridos amigos continuamos con las entregas correspondientes a las grabaciones de las Sinfonías de Mahler realizadas por Leonard Bernstein para su integral con CBS (hoy Sony) en los años 60 del pasado siglo XX.

La entrega de hoy corresponde a la soberbia y arrebatadora interpretación de la Segunda Sinfonía, Resurrección, del compositor bohemio. Una recreación realmente impresionante, fresca, matizada en los detalles, nada empalagosa, agresiva y contundente lejos de sus posteriores aproximaciones, también maravillosas, realizadas con la Sinfónica de Londres o la Filarmónica de New York para el sello DG. Manteniendo la misma concepción global de la obra, en esta inicial grabación de Bernstein nos encontramos con su faceta más vitalista, fresca y arriesgada distante de las posteriores mucho más intimistas, profundas y sosegadas. No quiere esto decir que la interpretación esté vacía de intensidad, no, la percepción es que es una intensidad revelada de otra manera, con menos angustia, con menos dramatismo.

Gustav Mahler 

Nos podemos recrear en la maravillosa manera de afrontar que tiene Bernstein los diferentes aspectos emocionales de la obra y así por ejemplo disfrutar de su primer movimiento con marcado acento fúnebre y detalles de cólera, violencia e ira puestos de manifiesto de forma contundente y directa; gozar del maravilloso juego de danza que es ese Ländler del segundo movimiento ricamente marcado en sus detalles y genialmente tocado por los músicos neoyorkinos con una serenidad y gusto que realmente llaman la atención; asombrarse del ritmo bellamente marcado ya desde los tres grupos de golpes de timbal iniciales y que dan paso a un encantador scherzo, realmente bellísimo y conmovedor; maravillarnos con la sutil delicadeza del precioso Urlich cantado por una excepcional Jennie Tourel, mágica, seductora, que canta realmente como los ángeles a pesar de esos 63 años que la acompañan en la fecha de la grabación y que da a su interpretación un matiz de serenidad que quizá sólo tengan los niños y los mayores; y definitivamente extasiarse con un movimiento final realmente intenso, poderoso, de mágico desarrollo en sus diferentes momentos y durante el que podemos admirar el magistral estado de forma de la Filarmónica de New York y la habilidad, al alcance de pocos, de Lenny para seducirnos con las sonoridades mahlerianas y convencernos con una música intensamente desarrollada, expresiva a más no poder, arrebatadora como pocas y capaz de hacer aflorar las emociones de cualquier persona que la escuche. Sensacional la soprano Lee Venora, de recursos amplísimos, voz clara y bellísima, nuevamente soberbia Jennie Tourel dando ese aporte de madurez y calidad que sólo las grandes pueden aportar y ambas respaldadas por un fantástico coro dirigido por ese mago que fue Kaplan. 

Jennie Tourel y Leonard Bernstein

Una interpretación realmente maravillosa y digna de ser tenida entre las más grandes jamás realizadas. No se arrepentirán de su escucha. Un verdadero monumento a la interpretación mahleriana y una joya de la discografía, pasen los años que pasen. Hoy es difícil entender a Mahler como se hacía en aquellos años, muy difícil.

Que disfruten de esta irrepetible obra maestra con la que parafraseando la estrofa final, aquello que así a sonado podrá acercarte a Él.

Lee Venora


Sinfonía nº 2 para soprano, alto solo y coro mixto 

Historia:
  • 1ª Interpretación de los tres primeros movimientos: 4 de marzo de 1895, Berlín, Mahler.
  • 1ª Interpretación completa: 13 de diciembre de 1895, Berlín,  J.v.Artner, H.Felden, Mahler.
  • Edición diciembre de 1895 de Hofmeister para 2 pianos; 1897 Hofmeister; abril de 1906 Universal Edition.

 Movimientos:
  • a. Allegro maestoso, primera versión, bocetos 8 de agosto de 1888, orquestado 10 de septiembre de 1888. "Todtefeier". Versión final, 29 de abril de1894 renovatum.
  • b. Andante moderato (Sehr gemchlich) (1888-30 de julio, 1893).
  • c. In ruhig fliessender Bewegung (16 de julio de 1893).
  • d. "Urlich", alto solo, de Des Knaben Wunderhorn (1892-94).
  • e. Im Tempo des Scherzo. Wild herausfehrend; Krftig; Langsam; Misterioso, poema de Friedrich Klopstock modificado por Mahler (bocetos 29 de junio de 1894, orquestado el 18 de diciembre de 1894). 


Textos


Texto 4° Movimiento Gustav Mahler
Texto 5° Movimiento Gottlieb Klopstock


Urlicht                                                                                  

O Röschen rot!                               
Der Mensch liegt in größter Not!
Der Mensch liegt in größter Pein!                       
Je lieber möcht ich im Himmel sein.               
Da kam ich auf einen breiten Weg;  
da kam ein Engelein und wollt' mich abweisen.
Ach nein! Ich ließ mich nicht abweisen!
Ich bin von Gott und will wieder zu Gott!
Der liebe Gott wird mir ein Lichten geben,
wird leuchten mir bis an das ewig selig Leben!


Auferstehung

Chor, Sopran
Auferstehn, ja auferstehn wirst du,
mein Staub, nach kurzer Ruhn'!
Unsterblich Leben
wird, der dich rief, dir geben!

Wieder aufzublühn wirst du gesät!
Der Herr der Ernte geht
und sammelt Garben
uns ein, die starben!

Alt
O glaube, mein Herz, o glaube:
Es geht dir nichts verloren!
Dein ist, ja dein, was du gesehnt!
Dein, was du geliebt, was du gestritten!

Sopran
O glaube: Du wardst nicht umsonst geboren!
Hast nicht umsonst gelebt, gelitten!

Chor
Was entstanden ist, das muß vergehen!
Was vergangen, auferstehen!

Chor, Alt
Hör auf zu beben!
Bereite dich zu leben!

Sopran, Alt
O Schmerz! Du Alldurchdringer!
Dir bin ich entrungen!
O Tod! Du allbezeinger!
Nun bist du bezwungen!

Chor
Mit Flügeln, die ich mir errungen,
in heißem Liebesstreben,
werd' ich entschweben
zum Licht, zu dem kein Aug' gedrungen!
Sterben werd' ich, um zu leben!

Chor, Sopran, Alt
Auferstehn, ja auferstehn wirst du,
mein Herz, in einem Nu!
Was du geschlagen,
zu Gott wird es dich tragen!


Traducción de:   (excepcional página)


.
Luz Primordial

¡Oh, pequeña rosa roja!
¡Los hombres sufren gran necesidad!
¡Los hombres sufren con gran pena!
He estado alejado del cielo.
Venía por un ancho camino,
cuando un angelito intentó hacerme retroceder.
¡Oh, no! ¡Rechacé regresar!
¡Provengo de Dios y regresaré a Dios!
El misericordioso Dios me dará una lucecita,
¡para iluminar mi camino hacia la eterna gloria! 


Resurrección

Coro, Soprano
¡Resucitarás, si resucitarás,
polvo mío, tras breve descanso!
¡Vida inmortal
te dará quien te llamó!

¡Para volver a florecer has sido sembrado!
El dueño de la cosecha va
y recoge las gavillas
¡a nosotros, que morimos!

Contralto
Oh créelo, corazón mío, créelo: 
¡Nada se pierde de ti!
¡Tuyo es, sí, tuyo, lo que anhelabas!
¡Lo que ha perecido resucitará!

Soprano
Oh créelo: ¡no has nacido en vano!
¡No has sufrido en vano!

Coro
¡Lo nacido debe perecer!
¡Lo que ha perecido, resucitará!

Coro, Contralto
¡Cesa de temblar!
¡Dispónte a vivir!

Soprano, Contralto
¡Oh dolor! ¡Tú, que todo lo colmas!
¡He escapado de ti!
¡Oh muerte! ¡Tú, que todo lo doblegas!
¡Ahora has sido doblegada!

Coro
Con alas que he conquistado,
en ardiente afán de amor,
¡levantaré el vuelo
hacia la luz que no ha alcanzado ningún ojo!
¡Moriré para vivir!

Coro, Soprano, Contralto
¡Resucitarás, sí, resucitarás,
corazón mío, en un instante!
Lo que ha latido,
¡habrá de llevarte a Dios!


Mahler
Sinfonía nº 2
Leonard Bernstein
Orquesta Filarmónica de New York
Lee Venora, soprano
Jennie Tourel. mezzo-soprano
The Collegiate Chorale, Abraham Kaplan
Grabación: Manhattan Center, New York, 29 y 30 de octubre de 1963










sábado, 20 de julio de 2013

Beethoven. Tchaikovsky. Conciertos para Violín. Szell. Steinberg. Orquesta Filarmónica de Viena. Staatskapelle Berlín. 1934. 1928.


Mis queridos amigos, en la tarde de hoy dejamos un precioso disco, uno de esos discos geniales y deliciosos, realmente maravillosos que te ayudan a sosegar tu alma y a poner un poquito de calma en tu mente. Es verdaderamente increíble cómo una música grabada hace ya unos 80 años puede producir tal cantidad de sensaciones y hacerte vivir una experiencia realmente fascinante.

Analizando el elenco de participantes en estas legendarias grabaciones uno ya empieza a entender un poquito más el porqué de lo comentado. Se reúnen dos directores de un valor incuestionable, realmente soberbios, George Szell y el algo menos valorado William Steinberg junto a dos orquestas de nivel altísimo, la siempre maravillosa Filarmónica de Viena y la no menos genial Orquesta Estatal de Berlín. A ello le sumamos la presencia de quien para muchos críticos es considerado uno de los mejores violinistas de la primera mitad del siglo XX, el polaco Bronislaw Huberman, un músico atípico, radical en todos los aspectos de su existencia y entre ellos, sin quedar fuera, el referente a su concepción de la interpretación violinística, una interpretación poderosa, brillante, altamente expresiva, sin debilidades, realmente intensa y arrebatadora. 

Huberman fue expulsado de su querida Alemania tras la llegada de los nazis al poder y fundaría más adelante la Orquesta Filarmónica de Palestina, hoy Filarmónica de Israel, en el año 1936 con la ayuda de otro de los protagonistas de este disco, el director alemán Hans Wilhelm Steinberg o William Steinberg tras su emigración a EEUU. Se retiró a Suiza donde fallecería en 1947 habiendo pasado los años de la guerra en Gran Bretaña siendo un apoyo de gran valor a sus correligionarios judíos. Su violín Stradivarius está en posesión del violinista americano Joshua Bell.

Huberman, Toscanini y Steinberg, Concierto de la Filarmónica de Palestina

He de reconocer que tras la audición del disco no puedo quitarme de la cabeza lo que entiendo debieron ser momentos de verdadera pasión esos momentos que se tuvieron que vivir con ocasión de estos registros. Todos los participantes en ellos no superan los 50 años (Szell 37 años, Steinberg 29 años y el mayor Huberman se mueve en la cincuentena habiendo tenido la suerte de tocar ante Brahms y asombrar al mismísimo Joseph Joachim que no es poco), tienen una formación musical vastísima y unas personalidades poderosas, incisivas, intensas y demoledoramente fuertes. Posiblemente hoy en día es difícil encontrar tal formación y capacidad en edades tan tempranas considerando además las orquestas frente a las que se colocan, orquestas tradicionales, duras y difíciles de manejar.

El Concierto de Beethoven resulta en esta aproximación de Szell y Huberman una obra solemne, mágica, asombrosa en su profunda belleza (inconmensurable segundo movimiento, realmente delicioso), delicado y sutil en su equilibrio solista-orquesta y mágico en su bellísima sonoridad. ¿Puede de verdad un violín grabado hace 80 años sonar tan bien? Pues sí mis queridos amigos y no sólo suena bien, te deja embelesado por la riqueza tímbrica que tiene, la perfección con la que se toca.y la dulzura con la que te llena de bálsamo de paz y serenidad cuando no te alegría y vitalidad como en el arranque, magistral, del tercer movimiento. No todo es técnica milimétrica queridos amigos, en esto de la música tiene mucho que decir el recreador de la misma, y en esta soberbia interpretación de la obra de Beethoven, Huberman, lo dice. Simplemente este es mi Beethoven, mi violín y mi concepto de lo que es la belleza de esta música.


Y observarán que casi no hemos mentado a Szell. Difícil sería no hacerlo aunque fuera en unas pocas palabras. Sencillamente magistral. En segundo plano, sabio concertador de una obra que ama y en la que cede su arte a la unión ceremonial de la orquesta con el solista. Matices de ritmo, de dinámica, de manejo de masa orquestal están ahí presentes para dejarnos intuir el futuro Szell poderoso, intenso, rítmico y particularmente perfecto conocedor del alma de Beethoven. Magistral.


El Concierto para Violín de Tchaikovsky se nos muestra en este registro de Huberman junto a Steinberg como una pequeña joya. No carente de ese alma profunda y melodiosa de Tchaikovsky se nos muestra con un carácter más vitalista y abierto que en otros registros.

Es una preciosa muestra de una forma de ver la música de Tchaikovsky de manera viva, prestando especial atención a su valor como pieza de dificultad técnica, brillantemente solventada por Huberman, y recreándose en su enorme brillantes zonora, en su hermoso melodismo y quizá hasta en su punto de rusticidad. Lo cierto y verdad es que en la recreación que realizan ambos músicos se vive un viaje asombroso por la enorme variedad de detalles y matices que Tchaikovsky deja expresar en su obra; vivimos la alegría y el fervor y sentimos la pasión y el dramatismo; nos dejamos llevar por la vitalidad rítmica y la impulsiva energía de su final tanto como disfrutamos de su portentoso lirismo y cambiante ánimo de su primer movimiento. Y todo ello expuesto de manera realmente sorprendente por un director, Steinberg, brillante, impulsivo, enérgico y claro en su dirección que arropa a un violín simplemente precioso y de una brillantez soberbia, ese violín mágico en su sonoridad de Huberman. 



En resumen queridos amigos, que espero que puedan apreciar una verdadera joya fonográfica, unas grabaciones realmente maravillosas y un ejemplo más de la forma de hacer música que se tenía en el pasado y que, muchas veces lo digo, difícilmente se pueda volver a dar. Aprovechemos la oportunidad que nos dejan estas grabaciones históricas para poder disfrutar de ello y a la par que podamos rendir admiración a esos artistas que hicieron disfrutar a muchísima gente en unos tiempos realmente duros de la historia sin perder de vista su valor como referente humano y cultural de una época.

Me parece muy oportuno dejar como resumen unas palabras de Huberman que creo reflejan bien ese sentir que quiero manifestarles:

" El verdadero artista no crea arte como un fin en sí mismo, sino que crea obras de arte para los seres humanos. La humanidad es el objetivo." 
(Huberman)



Beethoven, Tchaikovsky 
Conciertos para Violín
George Szell, William Steinberg, Dirección
Bronislaw Huberman, Violín

Beethoven
George Szell
Bronislaw Huberman
Orquesta Filarmónica de Viena 
Viena, 18 al 20 de junio de 1934

Tchaikovsky
William Steinberg
Bronislaw Huberman
Staatskapelle Berlín
Berlín, 28 al 30 de diciembre de 1928






martes, 16 de julio de 2013

Recordando a Herbert von Karajan. Bruckner. Sinfonía nº 7. Orquesta Filarmónica de Viena. 1989.


Queridos amigos hoy es día de justo, justísimo y merecido homenaje a uno de los más grandes directores del pasado siglo XX que no es otro, gustos y manías aparte, que el gran Herbert von Karajan. El maestro austriaco nos dejaba un día tal como hoy del año 1989. Con él se perdía la que fue sin tipo alguno de duda la máxima figura de la historia de la fonografía de la música clásica y la persona que más hizo por ella, por la difusión de la misma y por el avance y progreso de las tecnologías de grabación. Un mérito que no le podrá ser discutido jamás y al que desde luego debemos sumar su enorme valor como director de orquesta, de ópera, organizador teatral, valedor de festivales, embajador musical universal y creador del nacimiento musical de la Europa de postguerra, le pese a quién le pese.

Un excelente músico, dotado de la que quizá haya sido la más depurada técnica de todas las que hayan existido, maniático hasta extremos insospechados en todas las áreas de su actuación y de su vida, egocéntrico con total derecho y megalómano criticado por muchos; poderoso en los ámbitos musicales más diversos, descubridor de talentos musicales, intérprete apasionado de las grandes obras del repertorio clásico, romántico y moderno.

Jamás dejó de tener influencia, positiva o negativa, en los ámbitos en los que se movía y quizá sus últimos años no tuvieron el reconocimiento que su orquesta le debía, aunque en este punto habrá sus más y sus menos en cuanto que el mismo discurso se invierte colocándolo en el sentido opuesto. Aparte de esas tiranteces finales no debemos olvidar el enorme tesoro que representan sus grabaciones con la orquesta berlinesa, un tesoro que es de un valor incalculable y que con los años seguirá aumentando en prestigio y valoración y un tesoro que se enriquece si le añadimos, de manera totalmente apropiada y justa, el conjunto de registros dejados con los vieneses y los londinenses, como ejemplo de las orquestas principales y más representativas con las que trabajó y que elevan aún más el listón del "valor" Karajan.


Para mi es simplemente el gran director que me abrió paso, junto con Bernstein y Fricsay, en el complejo mundo de la música clásica y al que debo el amor que pueda sentir por esta música. Cierto es que soy persona que se fascina con facilidad por las personalidades profundas y convincentes, intensas y duras en sus conceptos. Y Karajan era una de esas personalidades y una de las más intensas y fascinantes de la historia musical del pasado siglo. Un reflejo en el que quería buscar parte de una forma de ser que me gustaba pero que no logré asimilar; no todos valen para desarrollar una personalidad tan profunda y complicada como la del maestro Karajan. Pero muchísimas de sus vivencias, anécdotas, historias que he podido entender y leer de su biografía siempre fueron referentes personales a tener en cuenta.



Sirva esta entrada del registro, soberbio y maravilloso, de la Séptima Sinfonía de Bruckner, su último registro fonográfico, con la orquesta de sus últimos días, una inconmensurable Orquesta Filarmónica de Viena, como humilde homenaje a uno de los músicos que más han hecho por la difusión de un arte que era su pasión, la Música Clásica en mayúsculas y como tributo a uno de los directores que mejor me ha sabido hacer entender y disfrutar de Strauss, Bruckner, Beethoven (su último ciclo con DG sigue pareciéndome magistral y sublime), Mozart, Schubert, Schumann, Verdi, Puccini, la Escuela de Viena y otros muchos más. 

Disfrutarán de un Bruckner realmente intenso, profundo, expresivo, humano y carnal, de una sonoridad espectacularmente bella, cautivadora e intensamente emocional. Calificable con una sola palabra: bellísimo. El maestro al final de sus días seguía siendo el gran maestro que siempre fue y en esta ocasión arropado por unos músicos que le veneraban da un poco más de aquello que, unas veces más y otras menos visiblemente, siempre nos procuró dar, una entrega total a la belleza sonora y conceptual de la obra.

Simplemente gracias querido maestro, tu recuerdo siempre permanece vivo en mi corazón.

Si quieren disfrutar un poquito de la vida e historia del maestro pueden visitar el siguiente enlace de su Centro Karajan.

Editando la entrada en el día de hoy (17/07/2013) me complace dejar el enlace a un archivo de gran valor documental escrito por nuestro buen amigo Ernesto Nosthas que a tenido a bien recordarme su existencia y su publicación en el blog de nuestro querido Cuervo. Sin ánimos de entrar en tipo alguno de polémica creo que es de gran interés su lectura. Lo enlazo aquí. 

Igualmente les dejo el archivo con un excepcional comentario acerca de esta maravillosa grabación de Karajan de nuevo de la mano de Ernesto. Les aseguro que merece la pena su lectura. Enlazado aquí.

¡Muchas gracias querido Ernesto!




Bruckner
Sinfonía nº 7
Karajan
DG
Orquesta Filarmónica de Viena
Grabación de 18 al 23 de abril de 1989, Viena, Musikverein Grosser Saal
Versión Original de 1885 en la Edición de Robert Haas de 1944
(El CD corresponde a la Edición Karajan Gold)








lunes, 15 de julio de 2013

Bruckner. Sinfonía nº 8. Carl Schuricht. Orquesta Filarmónica de Viena. 1963.


Queridos amigos esta tarde quisiera dejar para el disfrute de todos los amantes de la música clásica y en particular para aquellos que aman y gozan con la música del gran compositor Bruckner un disco realmente sorprendente y maravilloso. La excelsa y genial interpretación de la Octava Sinfonía del compositor austriaco realizada por el maestro Schuricht dirigiendo a una no menos increíble Orquesta Filarmónica de Viena.

Realmente me faltan calificativos para referirme a esta interpretación, desconocida por mi parte hasta hace pocos días, sin que llegue a resultar repetitivo, cosa que ya saben me suele pasar con frecuencia. Por ello he empleado en principio tan sólo dos: sorprendente y maravilloso. Y les intento explicar algo qué es difícil de hacer cuando te quedas corto en tu vocabulario y espeso en las ideas. Sorprendente, sí, realmente sorprendente que una vieja interpretación de los años 60 logre entusiasmar tanto como lo ha hecho esta, por su intensidad, su profundidad, su claridad de concepto, su limpieza de líneas y texturas y su enorme amplitud de detalles. Maravillosa, sí, por lograr hacerte descubrir un nuevo mundo de sonoridades, de colores, de detalles instrumentales y de sutilezas en las frases y en las texturas.

Sufro en muchísimas ocasiones al no tener el vocabulario adecuado en términos musicales para poder expresar todo aquello que percibo en la escucha de un disco. Por ello es habitual que los adjetivos sean poco apropiados a oídos de aquellos que sí manejan los conceptos teóricos de la música y sus términos. LA audición de este disco ha sido una de esas ocasiones en las que el dolor por carecer de capacidad técnica expresiva ha sido más intenso. Me disculparán por ello.

En una anterior entrada ya habíamos tenido ocasión de escuchar esta misma obra por el mismo Schuricht dirigiendo a la Orquesta de la NDR de Hamburgo en una increíble y bellísima interpretación. En esta ocasión podemos disfrutar si cabe aún más de la belleza innata de la magna Sinfonía nº 8 tanto por la maravillosa dirección del maestro alemán como por la soberbia aportación que supone la intervención de la Orquesta Filarmónica de Viena. Y en referencia a esta última no caben más que palabras de alabanza y de admiración por su insuperable sonido y su técnica depuradísima que realzan el registro de EMI elevándolo a una altura realmente difícil de alcanzar para cualquier otra orquesta. Sencillamente magistral.


Una interpretación realmente sorprendente en la que destaca la facilidad de Schuricht para dejar fluir la música de Bruckner sin intentar forzar su presencia ni su intensidad; una interpretación sorprendente en la magia de la delicadeza con la que nos deja trazados los pasajes y los bloques que van a servir de sostén al magno edificio sonoro bruckneriano; una interpretación en la que te puedes dejar llevar fácilmente por su línea melódica y su simple belleza que te enganchan desde el primer sonido que escuchas.

Intensidad en su justa medida, grandilocuencia contenida, exabruptos los justos. Todo es un bello movimiento continuado de armonía y belleza, de culto al preciosismo del detalle instrumental y de homenaje a la perfecta construcción de la obra. Es una interpretación viva, que sientes fresca, cercana y natural. Una interpretación en la que puedes disfrutar de una manera sorprendente de la idea sinfónica del maestro Bruckner, de su forma de construir el armazón sonoro de su obra que vas vislumbrando conforme te dejas mecer en la suavidad de sus vaivenes, que vas disfrutando y paladeando en sus momentos de máxima intensidad y hondura así como en aquellos más ligeros y líricos.

En definitiva una verdadera obra maestra de interpretación, impresionante, bellísima, de enorme profundidad y tremendamente visceral que podrán además degustar en los únicos e insuperables atriles de una Filarmónica de Viena en estado de verdadera gracia.

En la grabación presentada se habla de la Edición Nowak de la Versión de 1890 aunque en realidad según las propias notas de EMI, lo que se emplea es esa Edición Nowak de la Versión de 1890 a la que el propio Schuricht realiza sus modificaciones acercándose casi al completo a la Versión de 1887/1890 en la Edición Haas. En las discografías consultadas se da como empleada la Versión de 1887/90 en Edición de Robert Haas de 1939.

Queridos amigos, que disfruten de una Octava de Bruckner sencillamente magistral. Verdaderamente la Sinfonía de las Sinfonías. Algo realmente sublime.



Bruckner
Sinfonía nº 8
Carl Schuricht
Orquesta Filarmónica de Viena
Grabación:
Viena, Musikerein Grosser Saal
9 al 12 de diciembre de 1963
Versión de 1887/90 en Edición de Robert Haas de 1939 









domingo, 14 de julio de 2013

Mahler. Sinfonía nº 1. Leonard Bernstein. Orquesta Filarmónica de New York. 1966.


Queridos amigos dejamos hoy, con el intento de proseguir en ello, el primer disco de la serie del ciclo integral de las Sinfonías de Mahler grabado por Leonard Bernstein con su orquesta de New York en los años 60 del pasado siglo XX y lo hacemos con la última edición en CD sacada por Sony con un nuevo procesado de sonido que nos ofrece un poquito más de brillo en el mismo, nada realmente significativo pero que nos da pie a empezar con este ciclo, el primer ciclo grabado completo de la obra sinfónica mahleriana, verdadero referente, ya histórico, en la fonografía de Mahler y realmente un ciclo de un valor musical incuestionable y que contribuyó de manera muy significativa a la popularización internacional de la obra del compositor.

Particularmente, me cuesta cada vez más cambiar de gustos, siempre he considerado este ciclo sinfónico como algo realmente maravilloso que me permitió el acercamiento fácil y suave a la totalidad de la obra sinfónica de Mahler. Claro está que hace ya varios años había tenido el placer de escuchar otras grabaciones de dicha obra de la mano de otros excepcionales directores y orquestas pero en la visión global como ciclo Bernstein y New York me permitían disfrutar de toda ella con facilidad, sin crispación.

La forma que tuvo Bernstein de aproximarse a la obra sinfónica mahleriana en aquellos años que referimos iba particularmente bien al ánimo que tenía en la época en la que comencé a descubrir su música. La audacia, la brillantez, la elocuencia y la enorme expresividad y vitalidad con la que Bernstein ofrece esta música me cautivó desde el primer momento.


Quizá influyó en todo ello la conjunción de emociones que se dieron en su día y que me hicieron reconocer en esta música, en este compositor y en este director algo que andaba buscando para mi propio disfrute y mi propia serenidad. Y en ellos lo encontré, no era otra cosa que simplemente la expresión de la vida misma, sus contradicciones y su polaridad.

Espero que puedan disfrutar de esta música, verdadero monumento sinfónico sin par, y de la particular visión de la misma de Leonard Bernstein, una visión muy peculiar que más de 50 años después sigue teniendo plena validez y quizá más riqueza aún que en los años de su creación.

A modo de resumen y retomando los datos de las entradas que dedicamos a su centenario dejamos un breve referente histórico musical a esta Primera Sinfonía de Mahler. Una obra de juventud concebida por Mahler a modo de un gran poema sinfónico y que experimentó diversas modificaciones de la mano del propio Mahler hasta adecuarla a su intención final. Obra enormemente rica y muy musical, de bellísimas sonoridades y amplio colorido, con un manejo de la masa orquestal poco visto antes de su presentación; rítmica, melódica, animada y sosegada a la par, vital y poderosa. Una música francamente directa al corazón y de audición fácil y emocionante.

La interpretación de Bernstein es realmente maravillosa. Llena de frescura y lirismo, con una sabia presentación de los matices serenos y delicados junto a los enérgicos y brillantes y con una perfecta recreación instrumental por parte de una Filarmónica de New York sensacional.

Historia:
  • Boceto: "Me Symphony " (1885).
  • Primera interpretación: "Poema sinfónico en dos partes", 20 de noviembre de 1889, Budapest, Mahler.
  • Primera revisión sin Blumine, enero de 1893.
  • Segunda revisión con Blumine, 16 de agosto 1893, "Sinfonía Titán" en cinco movimientos.
  • Segunda interpretación: "Titán" poema sinfónico en forma de una sinfonía dirigida por Mahler, 27 de octubre de 1893, Hamburgo.
  • Tercera interpretación: 3 de junio de 1894, Weimar, revisión final sin Blumine, Mahler.
  • Cuarta interpretación: "Sinfonía en Re mayor", 16 de marzo de 1896, Berlín, Mahler.
  • Última revisión; 1906-1907. Edición febrero de 1899, Weinberger y mayo de 1906, Universal Edition.



Movimientos:
  1. a. Langsam, Schleppend; gemchlich Imer sehr
  2. b. Andante Alegretto (sic) "Blumine" (16 de agosto 1893 renovatum) ed.Presser 1968
  3. c, Kräftig bevegt, doch nicht zu schnell (27 de enero 1893 renovatum)
  4. d. Feierlich und gemessen, ohne zu sleppen
  5. e. Bewegt Stürmisch; energisch (19 de enero 1893 renovatum)

Gracias a todos, espero que disfruten de estos discos.