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jueves, 19 de mayo de 2011

Mahler. Centenario. Sinfonía nº 4. Bruno Walter. Orquesta Filarmónica de Viena. 1955.



Queridos amigos, continuamos las entregas de las grabaciones dedicadas a la celebración del centenario del fallecimiento de Mahler. Comenzamos las entregas correspondientes a la Sinfonía nº 4.

En principio tenía previsto dejar una aproximación ya que mi otra referencia ya había sido mostrada en el blog tiempo atrás. Sin embargo dejaremos dos entradas, repitiendo la anteriormente citada aunque con otro acoplamiento.

Las entradas que dejaremos serán:

Walter, Orquesta Filarmónica de Viena, 1955.
Szell, Orquesta de Cleveland, 1965.

Ficha:

Sinfonía nº 4 con soprano solo

Historia:

1ª Interpretación del último movimiento: 27 de octubre de 1893, Hamburgo, C.Schuch-Prosska, Mahler.
1ª Interpretación completa: 25 de noviembre de 1901, Munich, M.Michalek, Mahler.
Revisión en 1902.
Última revisión: julio de 1910.
Edición de enero de 1902, Doblinger y enero de 1906, Universal Edition.

Movimientos:

a. Bedchtig, nicht eilen (1899-1900).
b. Im Gemchlicher Bewegung, ohne Hast (bocetos 1899-1900, orquestación 5 de enero de 1901).
c. Ruhevoll (Poco adagio) (bocetos de 1899-1900, orquestación 6 de agosto de 1900).
d, Sehr behaglich, soprano solo "Wir geniessen die Himmlischen Freuden" de Des Knaben Wunderhorn (10 de febrero de 1892, orquestación 12 de marzo de 1892, revisión de 1900).

La aproximación que dejamos hoy corresponde a una interpretación del gran Bruno Walter al frente de la Orquesta Filarmónica de Viena procedente de la radio RWR y que en el CD se complementa con una preciosa interpretación de la Sinfonía nº 38 de Mozart.

Desde el nombramiento de Walter (que se presentó "camuflado" con una impresionante barba con el objetivo de disimular su edad) por el propio Mahler en el año 1901 como Kapellmeister de la Ópera de la Corte Imperial la relación del maestro con la orquesta vienesa y sus miembros ha sido permanente y estrecha, una relación más allá del puro acto profesional, una relación marcada por la amistad y el profundo respeto entre ambos; entre el músico alemán, de corazón y nacionalidad austriaca y la orquesta de sus sueños y sus sonidos amados. Desde esos inicios pasando por sus periodos de colaboración y giras en Salzburgo, Alemania, Inglaterra, Francia. Momentos de estrecha colaboración en épocas difíciles de las preguerras del 14 y del 39, de la anexión austriaca por parte de Alemania, de la muerte de su hija Gretl, etc. Detalles de enorme significado como la invitación de Walter a la orquesta para acudir al Festival de Edimburgo del 47, gesto para la rehabilitación internacional de la orquesta y por ende de su país, o el ejemplo de confiar a la orquesta la recepción en su nombre del Premio Renner concedido por la ciudad, son muestra de la relación estrecha entre ambos. 

Walter cedió al Conservatorio de Viena la totalidad de sus partituras e hizo de la orquesta vienesa y de la Filarmónica de New York sus depositarios universales. Un último concierto vienés por Walter tuvo lugar en 1960 con 84 años de edad celebrando el aniversario del nacimiento del compositor, la obra fue la Cuarta Sinfonía de Mahler y tres canciones orquestales con  Elizabeth Schwarzkopf.


La aproximación presentada es de una enorme belleza, preciosista, encantadora, de una luz, un colorido y una calidez de nivel supremo. Una forma de ver esta obra completamente diferente a mi otra preferida la de Szell. Aquí hay más naturalidad, más encanto, más magia. Una interpretación acompañada por una excepcional prestación de los músicos vieneses (sublimes) y por un canto delicadísimo y bellísimo de Güden.


Disfruten de una maravillosa recreación de una de las sinfonías más bellas y complicadas de Mahler. Una recreación plena de amor, sutileza y encanto.

Texto: 

De "Des Knaben Wunderhorn"

Das himmlische Leben 

Wir genießen die himmlischen Freuden, 
Drum tun wir das Irdische meiden, 
Kein weltlich Getümmel 
Hört man nicht im Himmel! 
Lebt alles in sanftester Ruh'! 
Wir führen ein englisches Leben! 
Sind dennoch ganz lustig daneben! 
Wir tanzen und springen, 
Wir hüpfen und singen! 
Sankt Peter im Himmel sieht zu! 

Johannes das Lämmlein auslasset, 
Der Metzger Herodes drauf passet! 
Wir führen ein geduldig's, 
Unschuldig's, geduldig's, 
Ein liebliches Lämmlein zu Tod! 
Sankt Lucas den Ochsen tät schlachten 
Ohn' einig's Bedenken und Achten, 
Der Wein kost' kein Heller 
Im himmlischen Keller, 
Die Englein, die backen das Brot. 

Gut' Kräuter von allerhand Arten, 
Die wachsen im himmlischen Garten! 
Gut' Spargel, Fisolen 
Und was wir nur wollen! 
Ganze Schüsseln voll sind uns bereit! 
Gut Äpfel, gut' Birn' und gut' Trauben! 
Die Gärtner, die alles erlauben! 
Willst Rehbock, willst Hasen, 
Auf offener Straßen 
Sie laufen herbei! 
Sollt' ein Fasttag etwa kommen, 
Alle Fische gleich mit Freuden angeschwommen!           
Dort läuft schon Sankt Peter 
Mit Netz und mit Köder 
Zum himmlischen Weiher hinein. 
Sankt Martha die Köchin muß sein. 

Kein' Musik ist ja nicht auf Erden, 
Die uns'rer verglichen kann werden. 
Elftausend Jungfrauen 
Zu tanzen sich trauen! 
Sankt Ursula selbst dazu lacht! 
Kein Musik ist ja nicht auf Erden, 
die unsrer verglichen kann werden. 
Cäcilia mit ihren Verwandten 
Sind treffliche Hofmusikanten! 
Die englischen Stimmen 
Ermuntern die Sinnen, 
Daß alles für Freuden erwacht. 


Textos de:  

La Vida Celestial 

Disfrutamos los placeres celestiales 
y evitamos los terrenales. 
¡Ningún tumulto mundano 
alcanza a oírse en el Cielo! 
¡Todo vive en la paz más dulce! 
¡Llevamos una vida angelical! 
No obstante, somos muy alegres: 
bailamos y brincamos, 
¡brincamos y cantamos! 
Entretanto, ¡San Pedro está en el Cielo!

San Juan ha permitido a su pequeño cordero 
¡ir al encuentro del carnicero Herodes!
Conducimos a una víctima, 
a una inocente víctima 
¡al pequeño cordero a la muerte! 
San Lucas sacrifica los bueyes 
sin prestarles pensamiento o atención. 
El vino no cuesta un penique 
en la bodega del Cielo
y los ángeles, cuecen el pan. 

Sabrosas verduras, de todo tipo,
¡crecen en el jardín de Cielo! 
Suculentos espárragos, frijoles, 
¡y cualquier cosa que deseemos! 
¡Generosas fuentes están a nuestra disposición!
¡Jugosas manzanas, peras y uvas! 
¡El Jardinero nos lo permite todo!
¿Te gustaría un ciervo, te gustaría una liebre? 
Por las despejadas llanuras, 
¡ellos caminan a tu lado! 
Si algún día lo necesitaras, 
¡todos los peces nadarían alegres junto a ti! 
Allí, San Pedro camina, 
con sus redes y cebo,
al estanque celestial. 
¡Santa Marta debe ser la cocinera! 

Ninguna música terrenal
puede compararse a la nuestra. 
¡Once mil doncellas 
se atreven a bailar! 
¡Incluso la propia Santa Úrsula está riéndose! 
Ninguna música terrenal
puede compararse a la nuestra. 
Cecilia y todos sus parientes 
¡forman un espléndido conjunto musical! 
Las voces angélicas 
despierten los sentidos 
para que todo renazca con la alegría. 



Mahler
Sinfonía nº 4
Bruno Walter
Orquesta Filarmónica de Viena
Hilde Güden, soprano
(Disco con la interpretación de la Sinfonía nº 38 de Mozart)
Grabación, Viena, Sala Dorada, 6 de noviembre de 1955. Radio RWR.