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viernes, 18 de marzo de 2016

Dvorák. Concierto para Chelo. Obras para Chelo y Piano. Belohlávek. Orquesta Filarmónica Checa. Weilerstein. Polonsky. 2013.



Queridos amigos después del recorrido realizado por la música sinfónica de Mahler y algunos de sus lieder más reconocidos, nada mejor para cambiar de aires que un disco como el que hoy dejamos. Una preciosa grabación del fantástico Concierto para Chelo de Dvorák acoplado con una selección de piezas para chelo y piano realmente bonitas. Un ambiente totalmente diferente al de los anteriores discos aunque igualmente maravilloso.

Igual me excedo al calificar este disco pero es una de las grabaciones más bonitas que he escuchado del excepcional concierto para Chelo de Dvorák. Por muchas razones. Es una grabación de extraordinario sonido, la interpretación de Alisa Weilerstein es sencillamente prodigiosa, la acompaña de forma sensacional el maestro Belohlávek con una dirección intensa y matizada al frente de una orquesta sencillamente impresionante, una Filarmónica Checa magistral, bellísima en su sonoridad y extraordinaria en su ejecución.

El fantástico concierto para chelo fue compuesto por Dvorák entre el 8 de noviembre de 1894 y el 9 de febrero de 1895, durante sus últimos meses de estancia en EEUU. Fue dedicado al violonchelista Hanuš Wihan, que encargó la obra y que debía estrenarlo en Londres. Finalmente se estrenó por Leo Stern como solista bajo la dirección del propio Dvorák en un concierto en el Queen's Hall de Londres el 19 de marzo de 1896 debido a una serie de malentendidos entre el compositor y la Sociedad Filarmónica de Londres, que auspiciaba el estreno de la obra.


El concierto a diferencia de su Novena sinfonía no contiene demasiados componentes que tengan su base en el folclore americano (por ejemplo el precioso segundo tema principal inspirado en un canto navideño afroamericano) sino que es de manera general es toda una demostración de esencia Bohemia a modo de un anticipado deseo del compositor de regresar a su tierra natal. Regreso marcado por otra parte por la grave enfermedad su cuñada Josefina Čermáková que moría escasamente un mes después del mismo, el 27 de mayo de 1895.

Dvořák, enamorado profundamente de ella en su juventud, antes de que se casara con su hermana Anna, y que la seguía queriendo entrañablemente, conoce la noticia de la enfermedad de Josefina durante la composición de la obra y decide tributarle un homenaje musical insertando en el centro del segundo movimiento, y evocándolo rápidamente al final, un tema de melancólica melodía extraído de su Lied Op.82 "Lasst mich allein in meinen Traümen gehn" que era la canción preferida de Josefina. Esta preciosa referencia aparece en el marco de un segundo movimiento iniciado de manera pastoral e interrumpiendo una intensa marcha de carácter fúnebre.

Por otro lado Dvorák al conocer la noticia del fallecimiento de Josefina modifica también la escritura del movimiento final añadiendo una coda evocadora e intensa, llena de referencias a la naturaleza, a los paisajes encantadores de su tierra y de nuevo al lied antes citado.

Ciertamente hay un trasfondo emotivo personal de Dvorak con Josefina a la hora de escribir la obra e insertar esos recuerdos musicales en el momento de conocer tanto la noticia de su enfermedad como la de su muerte. Bien fuese un homenaje directo a Josefina o bien la tomara en esos momentos como inspiración, lo cierto es que el resultado final es profundamente emotivo.


Josefina Čermáková

El concierto es bellísimo en toda su extensión, desde que comienza la maravillosa introducción orquestal con los temas de los clarinetes y las trompas hasta la presentación del solo de violonchelo, un violonchelo soberbio y profundamente emotivo pasando por todo el desarrollo de los movimientos segundo, con la preciosa melodía antes citada, y final con el violonchelo marcando una preciosa marcha en forma de rondó y exponiendo los temas de los movimientos previos hasta finalizar con el motivo de la canción y la coda orquestal de cierre. En toda su extensión Dvorák nos deja una combinación genial de vientos, cuerdas, maderas y solista repleto de bellísimas melodías y con una orquestación simplemente magistral. La fuerza que transmite a lo largo de toda su extensión es enorme, la emoción no se queda atrás, la belleza sonora es indescriptible. 

En la presente grabación, ya les comento que igual es una simple apreciación mía, toda la belleza de esta obra portentosa y mágica se deja apreciar de las manos de una chelista que consigue un sonido riquísimo, pleno, encantador, apabullante. Dotada de una técnica que, aparte de ser difícilmente superable, es puesta al servicio de la expresividad de la obra, sin dejar que la música se convierta en sólo una manifestación de portento técnico y virtuosístico sino todo lo contrario permitiendo que sobre esa impresionante forma de ejecutar se imponga la belleza única del alma de la música.

A ello debemos sumarle la extraordinaria sonoridad de la orquesta checa y la habilidad no sólo ya técnica del maestro Belohlávek sino de acompañamiento al servicio del conjunto de la obra, matizando planos, dedicando espacio a cada grupo instrumental, dejando respirar la masa orquestal y permitiendo sacar a relucir todo el potencial expresivo del instrumento solista facilitando el contraste entre su sonoridad y las texturas orquestales que sirven de marco al chelo e impidiendo su ahogamiento.

Una verdadera maravilla.


Alicia Weilerstein y Jirí Belohlávek

El disco se complementa con una exquisita selección de obras para chelo y piano que resultan extraordinariamente bellas y preciosas de escuchar. Verdaderas joyas miniaturizadas que nos dejan ver el encanto melódico del gran compositor que es Dvorák y el talento enorme de dos instrumentistas prodigiosas, Alicia Weilerstein y la pianista Anna Polonsky que nos ofrecen un verdadero recital de poesía musical. Los arreglos de las piezas vienen de la mano del gran pianista, compositor y arreglista británico John Lenehan (1958) y del chelista checo Heinrich Grünfeld (1955-1931).

El Silencio de los Bosques (Silent Woods op. 68 nº 5) fue compuesta por Dvorák dentro de un conjunto de piezas para piano a cuatro manos titulado Los Bosques de Bohemia y la pieza en concreto fue reelaborada por el maestro para violonchelo y piano y luego para chelo y orquesta siendo bautizada como El Silencio de los Bosques por el editor de la pieza. Es una preciosa composición llena de pasión, intensidad emotiva acompañada de calma serena y quietud.

El Tema de la Sinfonía nº 9 es presentado en los arreglos de William Arms Fisher alumno norteamericano del maestro y con arreglos posteriores de de John Lenehan. Poco se puede añadir como comentario de este hermoso fragmento musical de todos conocido. Una sencilla y simple joya.

En el Rondó (Rondo in G minor op. 94) y en la Danza Eslava podemos apreciar la enorme capacidad del maestro para elaborar ritmos populares, jugar con ellos, imprimirles sentido melódico o jugar con la profundidad del lirismo más sutil y bello. dos verdaderas piezas maestras de intensa emotividad, frescura y sentimientos.

Las Canciones que mi Madre me cantaba (Als die alte Mutter-Zigeunermelodien) corresponde al cuarto de las Siete Canciones Gitanas y se nos presenta como una pieza cargada de intensidad y sentido poético.

Finalmente la preciosa melodía de la que venimos hablando en los comentarios del concierto, Lasst mich allein Vier Lieder, una verdadera obra de arte que merece muy mucho ser escuchada en esta recreación para piano y chelo. Portentosa y bellísima.


Anna Polonsky


Alicia Weilerstein



Dvorák
Concierto para Chelo
Obras para chelo y Piano


Concierto para Violonchelo*
Lasst mich allein Vier Lieder op. 82 nº 1 (arreglos John Lenehan)
Rondo in G minor op. 94 
Theme from Symphony nº 9 (arreglos de William Arms Fisher+arreglos de John Lenehan)
Songs my mother taught me (Gipsy Songs, op. 55 nº 4, arreglos Heinrich Grünfeld)
Silent Woods op. 68 nº 5
Slavonic Dance in G minor op. 46 nº 8

Alisa Weilerstein, chelo
Anna Polonsky, piano
Orquesta Filarmónica Checa*
Jirí Belohlávek*

Grabaciones:

Dvorák Hall, Rudolfinum, Praga, 28 y 29 de junio de 2013*

American Academy of Arts and Letters, New York, 5 y 6 de abril de 2013