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viernes, 6 de septiembre de 2013

Mahler. Sinfonía nº 9. Gustavo Dudamel. Orquesta Filarmónica de los Ángeles. 2012.


Mis queridos amigos, quiero dejar esta noche para completo disfrute de todos ustedes este maravilloso disco de Gustavo Dudamel con su aproximación a una de las obras musicales más emocionalmente intensas jamás escritas, esa obra magna e inagotable que es la Novena Sinfonía de Mahler.

El artículo va a ser particularmente breve, unas simples pinceladas, un pequeñísimo resumen histórico, una opinión personal más basada en la pasión que en el conocimiento y una sencilla y pobre traslación emocional con destinatario. Me lo permitirán así mis queridos amigos.

He respetado desde el inicio a Gustavo Dudamel. Y la escucha de este disco no hace sino aumentar mi respeto hacia él. Creo es no ya una promesa sino una verdadera figura de carácter internacional y de un prestigio sorprendente a lo que le suma su carácter, su profesionalidad y su enorme talento para hacer música. Su interpretación de esta dificilísima obra de Mahler es de un nivel altísimo, de una calidad superior y de un valor testimonial realmente sorprendente para una interpretación del siglo XXI. Realmente soberbio, mágico, dominante de los secretos íntimos de esta música celestial.

La Novena Sinfonía de Mahler podemos reseñarla de manera muy breve en dos párrafos:

Historia:

Primera Interpretación el 26 de junio de 1912, Viena, Bruno Walter.
Edición de julio de 1912, Universal Edition.


Movimientos:
a. Andante comodo.b. Im Tempo eines gemächlichen Ländlers, (Etwas täppisch und sehr derb).c. Rondo-Burleske (Allegro assai; Sehr trotzig).d. Adagio (sehr langsam; molto adagio).


Pero esto es muy poco, nada, para dar una imagen de su magnitud. Obra trascendente, de enorme vitalidad, cargada de emociones, de sentimientos, de pasiones y revoluciones personales, es el reflejo de un hombre genial y único como músico y como ser humano finalmente convencido y entregado a la vida. 


Mahler juega maravillosamente bien sus cartas y nos brinda un verdadero festín de sorpresas compositivas. 

Un primer movimiento realmente fantástico con una increíble alternancia anímica en su interior salpicado de fases de rotura catastrófica en su devenir y mantenida de forma mágica en una suspensión temporal alucinante.

Un segundo movimiento que es un prodigio de manejo de las danzas musicales en él contenidas, danzas grotescas, valses, danzas campesinas entremezclados y variados de forma sorpresiva pero musicalmente de un atractivo sensacional.

Un tercer movimiento intento de cohesión de un Rondó-Burleske enérgico e impulsivo en el que ya Mahler nos hace perder la precisa cohesión de la orquesta que se va disgregando de manera maravillosa hasta alcanzar la paz en forma de un precioso oasis musical de cortísima duración que se desvanece nuevamente con un continuo ir y venir de recuerdos musicales de los fragmentos anteriores. Ha elaborado algo maravilloso pero algo que parece abocar a la catástrofe sumergiéndose de nuevo en la música tempestuosa del inicio.

Y en contraste absoluto con lo anterior encadenamos ese cuarto movimiento final, esa obra maravillosa de la música universal, esa marcha lenta, a modo de himno, con una tímbrica espeluznante como un reproche a toda la música anterior de la obra. Un movimiento elaborado con una música bellísima en alternancia, en creciente intensidad emocional, apasionada intensidad emocional, y un modo de aturdimiento de los sentidos en ese desvanecimiento sublime e inacabable que lleva a su disolución final...MÁGICA.

Una música mis queridos amigos para conmover el corazón, el pensamiento y los sentimientos. Para pensar firmemente en su valor como bálsamo de nuestro ser más profundo y para dar valor a aquello que realmente lo tiene. El hombre, el mundo, la serenidad de la conciencia tranquila. Todo puede haber sido duro o fácil, bello o desagradable, sereno o agitado. Pero es en ese final cuando la aceptación de todo lo pasado se ha logrado cuando uno se siente plenamente libre por lo vivido y logrado y cuando todo lo demás carece de importancia. La lucha de sentimientos siempre es dura y sacrificada, los conflictos personales y humanos también, pero todos ellos acaban siendo aceptados para vivir en la mayor de la felicidad. Simplemente aquella que uno desea, aquella por la que uno ha sufrido y pese a quién le pese es su felicidad añorada y buscada. 

Gracias Gustavo por esta lección de música y de pasión. Gracias por esa visión tan profundamente humana. Gracias por esa sensibilidad tan exquisita. Realmente has conseguido una recreación, tú recreación, sorprendente, increíble, bellísima. (Un pequeño inciso...¡cómo hubiera disfrutado Lenny de esta interpretación!)


Y finalizo deseando a todos que disfruten a corazón abierto de esta sensacional obra y de la sensacional interpretación de Dudamel y los músicos de la Filarmónica de los Ángeles. No tiene desperdicio.

Y una notita final: dedicada a alguien especial, a una persona simplemente buena. Tu recorrido te llevará a esa paz final en la que sencillamente lo anterior no será sino una ventana abierta a un mundo que cerarrás para abrir una nueva que en suave silencio y sin estridencias te dará la verdadera muestra de los que es el valor del ser humano y tu valor propio y que al igual que ese final de Mahler te permita disolver sin estridencias la belleza de tu propio mundo que no será, no puede ser menos, que el mejor y más bello que exista.



Mahler
Sinfonía nº 9
Gustavo Dudamel
Orquesta Filarmónica de Los Ángeles
Grabación: Walt Disney Concert Hall, Los Ángeles, febrero de 2012










miércoles, 28 de agosto de 2013

Debussy. La Mer. Images. Prélude à l'après midi d'un faune. Bernstein. Orchestra dell'Accademia Nazionale di Santa Cecilia. 1989.


Mis queridos amigos, volvemos de nuevo a la actividad tras un descanso relativamente amplio de verano del que no puedo decir más que cosas positivas. Tranquilidad, temas familiares bien encauzados, compañía de familia y amigos y alguna que otra escapadita por pura diversión. Un buen descanso veraniego. 

Y como ya viene siendo habitual llegamos un poquito tarde para rendir un sencillo homenaje que en este caso será doble a las figuras de dos grandes músicos de los que celebramos a finales de agosto sus nacimientos. Hablamos de nuestro "mágico francés" Debussy y de nuestro incomparable e irresistible americano Bernstein nacidos respectivamente un 22 y un 25 de agosto de hace ya unos cuantos años, muchos años, pero que persisten en nuestra vida actual por su trabajo musical y su personalidad incomparable.

Claude Debussy es persona de amplia formación musical y cultural, un luchador permanente por su libertad expresiva, un innovador que en cada obra plantea nuevos retos y nuevos descubrimientos y sorpresas musicales.

En El Preludio a la Siesta de un Fauno nos encontramos con el Debussy que revoluciona tanto la sensibilidad como la propia concepción musical. Obra inspirada por el poema de Mallarmé y concebida inicialmente como un tríptico por las piezas Preludio, Interludio y Paráfrasis queda en su forma definitiva reducida al Preludio sobre el final del verano de 1894. Impresionante obra caracterizada por la finura y dosificación de timbres; la llamativa ligereza y transparencia en la escritura, bellísima, de metales y maderas; la sensual magia de las relaciones flauta y arpa consigue un ambiente global de marcada sensualidad, voluptuosidad y serenidad y junto a ese precioso tempo fluctuante logra la sensación casi real de ritmo poético, un ritmo bellísimamente acompañado de una escritura continuada, con las preciosas suspensiones y pausas, sus encadenamientos y respiraciones que entrelazadas en su conjunto dan la cohesión formal a la obra. 


La obra se estrenó el 22 de diciembre de 1894 en uno de los conciertos de la Société Nationale de Musique. Obtuvo el rechazo global de la crítica especializada. En 1912, el bailarín ruso Vaslav Nijinski, con el patrocinio del empresario de ballets, Serguéi Diáguilev, lo bajo la batuta de Gustave Doret interpretó por primera vez en versión para ballet.

Bernstein nos acerca en esta interpretación al aspecto más formal de la obra con una interpretación muy matizada y detallista llena de preciosismo y belleza aunque desde mi punto de vista un pelín alejada de la magia de la misma.

La Mer es una maravillosa obra en forma de tríptico musical de apabullante riqueza sonora tal que asombra a la crítica presente en el estreno el 15 de octubre de 1905 bajo la dirección de Camille Chevillard. Y sorprende por su avanzado planteamiento que abre camino a la entrada de la música contemporánea. Uso de variados modos y escalas, contrastes sorprendentes de sonoridades, sin jerarquías establecidas, con presencia de una evolución continuada de la temática y la creación de un tempo musical totalmente autónomo y de preciosa fluctuación la hacen ser la obra más representativa de su estilo "impresionista". En sus tres piezas asistimos a una mágica elaboración de la obra en base al tempo, timbres y ritmos. Sobre ellos construye Debussy una de sus obras más bellas, llenas de magnetismo y poesía, de sonoridades mágicas.

Y es en La Mer donde me resulta particularmente genial la dirección de Bernstein creando ese universo sonoro intangible de forma verdaderamente prodigiosa. Realmente bueno, incisivo, delicado, capataz único de unos tempos y ritmos a los que impulsa a erigirse en los motores de la obra. Excepcional.


Images se organiza como tríptico musical en sus tres piezas, Gigues (1909-1912), Iberia (1905-1908) y Rondes de Printemps (1905-1909) en el orden elegido por el compositor para la edición e interpretación de concierto (desconozco el motivo del cambio ofrecido en la interpretación por Bernstein todo sea dicho). Images avanza un paso más en lo ofrecido en La Mer y vaticina ya a Jeux de 1912. Evolución constante de ideas musicales, fraccionamiento de motivos, timbres maravillosos como impulsores de la creación estructural de la obra. Una obra que nos deja en Gigues sorprendidos por su pasmosa belleza, su refinamiento y su sutileza; que con Iberia nos ilumina con su extraordinaria sutileza y limpieza melódica, por su colorido y su ritmo extraordinario y  que con Rondes de Printemps nos maravilla con sus sutiles deformaciones, su acidez y brillantez orquestal, su fogosidad a modo de una representación preciosa de la belleza, la frescura y la felicidad.

Compuesta entre 1905 y 1912 sus estrenos parciales fueron:

20 de febrero de 1910:
Iberia, París, Orquesta de Conciertos de Colonia, dirección de Gabriel Pierné.

2 de marzo de 1910:
Rondes de printemps, París, Sala Gaveau, Orquesta de Conciertos Durand, Claude Debussy como director.

26 de enero de 1913:
obra completa, París, Orquesta de Conciertos de Colonia, Claude Debussy en la dirección.

Y como hacía con La Mer, Bernstein vuelve a brillar de manera sobresaliente en la recreación de esta bellísima partitura. Vital, seductor, capaz de extraer sonidos realmente envolventes y embelesadores, con sabio manejo de los registros instrumentales, pulcro recreador de la melodía y servidor de una orquestación absolutamente brillante y soberbia. Genial y sencillo.

Espero queridos amigos que puedan saborear estas tres preciosas obras de arte del maestro Debussy. Hay interpretaciones más apasionadas, más puntillosas, más melosas, más de mucho...pero este lectura de Bernstein y sus músicos italianos merece la pena. Es su visión de un compositor, como él, rompedor y creador de nuevas vías expresivas al que quiere poner su matiz particular.

Que lo degusten con cariño.

Seguiremos prontito con nuevas cosas.



Debussy
La Mer
Images pour orchestre
Prélude à l'après midi d'un faune
Bernstein
Orchestra dell'Accademia Nazionale di Santa Cecilia
Grabación:
15 de junio de 1989, Roma, Accademia di Santa Cecilia (live)










martes, 23 de julio de 2013

Strauss. Don Quijote. Concierto para Trompa nº 1. Don Juan. Szell. Orquesta de Cleveland. 1960. 1961. 1961.


Mis queridos amigos esta tarde dejamos un disco que espero sirva para el disfrute y goce de todos. Un disco con música del maestro Strauss y una música bellísima, compleja, delicada, plena de matices, efectos sonoros, expresividad, imaginación y fuerza. Un disco realmente sensacional no sólo ya en el contenido de las obras sino además en la increíble interpretación que de todas ellas nos ofrece el director, solistas y orquesta.

Hablamos de los maravillosos registros que realizó Szell con su Orquesta de Cleveland de tres impresionantes partituras musicales de Strauss: Don Quijote, el Concierto para Trompa nº 1 y el Don Juan. A cada cual más bella, sorprendente y sensacional música.

La relación entre Szell y Strauss se remonta a principios del pasado siglo XX años en los que Szell trabaja junto al compositor en la Ópera de la Corte Real o Staatsoper como ayudante de ensayos de canto, pianista y director de ensayos de la Ópera de la Corte. Poco tiempo después Strauss anima a Szell a abandonar Berlín para hacerse cargo de su propia dirección de un teatro de ópera marchando a Estrasburgo con tan sólo 19 años. Para esta época Szell ha vivido y sentido muy de cerca la obra de Strauss en las numerosas interpretaciones ofrecidas de su obra tanto en Viena como en Berlín. Podemos decir que forman parte de su ser musical (estamos hablando de un chaval de 19 años que ha vivido su juventud en al febril ambiente vienés de principios de siglo y el no menos animado y variado de Berlín). La relación, más bien la estima de Szell por Strauss y su música se mantuvo constante durante toda su posterior carrera como director musical en Europa y en América. En esta última interpretó en numerosas ocasiones la obra de Strauss en el Metropolitan, ofreció numerosos programas con la Filarmónica de New York y sobre todo en Cleveland donde en sus 24 años de asociación la programación de la música de Strauss era norma habitual cada temporada. En concreto según los datos del propio CD, entre 1946 y 1965 Don Juan fue ofrecido en 10 ocasiones y entre 1948 a 1967 Don Quijote en 7 de las que en 6 de ellas el solista elegido fue el mismo, el que acompaña a Szell en este registro, Pierre Fournier.


La primera obra del CD es el Don Quijote, una composición de Richard Strauss para violonchelo, viola y orquesta. Subtitulada Phantastische Variationen über ein Thema ritterlichen Charakters (Variaciones Fantásticas sobre un Tema de Carácter Caballeresco), está basada en la obra Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes. Fue compuesta en Múnich en 1897 y el estreno tuvo lugar en Colonia el 8 de marzo de 1898 con Friedrich Grützmacher como violonchelo solista y Franz Wüllner como director. El violonchelo representa a Don Quijote y la viola y la tuba tenor a Sancho Panza.

Es una composición estructurada en tres bloques principales que de forma breve podrían definirse de la siguiente manera: una introducción que describe la gradual degeneración de la salud mental de Don Quijote, un grupo de diez variaciones que corresponden a diez episodios en la novela, y un Epílogo, que describe el
retorno de Don Quijote a la lucidez y su eventual muerte.

De forma más detallada el programa sería:

Introducción: Mäßiges Zeitmaß. Thema mäßig. "Don Quichotte verliert über der Lektüre der Ritterromane seinen Verstand und beschließt, selbst fahrender Ritter zu werden" ("Don Quijote pierde el juicio después de leer novelas de caballeros y decide ser un caballero errante.")
Tema: Mäßig. "Don Quichotte, der Ritter von der traurigen Gestalt" ("Don Quijote, Caballero de la Triste Figura") Maggiore: "Sancho Panza"
Variación I: Gemächlich. "Abenteuer an den Windmühlen" ("Aventura en los molinos de viento")
Variación II: Kriegerisch. "Der siegreiche Kampf gegen das Heer des großen Kaisers Alifanfaron" ("La victoriosa batalla contra el ejército del gran emperador Alifanfaron")
Variación III: Mäßiges Zeitmaß. "Gespräch zwischen Ritter und Knappen" ("Diálogo entre el Caballero y el Escudero")
Variación IV: Etwas breiter. "Unglückliches Abenteuer mit einer Prozession von Büßern" ("La desafortunada aventura con una procesión de penitentes")
Variación V: Sehr langsam. "Die Waffenwache" ("La vigilia del Caballero")
Variación VI: Schnell. "Begegnung mit Dulzinea" ("El encuentro con Dulcinea")
Variación VII: Ein wenig ruhiger als vorher. "Der Ritt durch die Luft" ("Cabalgando por el aire")
Variación VIII: Gemächlich. "Die unglückliche Fahrt auf dem venezianischen Nachen" ("El desafortunado viaje en el barco encantado")
Variación IX: Schnell und stürmisch. "Kampf gegen vermeintliche Zauberer" ("Batalla con los magos")
Variación X: Viel breiter. "Zweikampf mit dem Ritter vom blanken Mond" ("Duelo con el caballero de la Blanca Luna")
Final: Sehr ruhig. "Wieder zur Besinnung gekommen" ("Vuelta a la razón")


Difícil resulta hacer un recorrido por la cantidad de detalles de los que la partitura está llena. Para mí, imposible. Simplemente me gustaría transmitirles la belleza formal de la misma, belleza incluso en su extravagancia y rareza, en su dificultad de apreciar esas falsas variaciones que no son tales sino unos desarrollos en forma de transformaciones temáticas de una dificultad y maestría incomparable con cualquier otra composición. Belleza y sorpresa por supuesto en el uso magistral por Strauss de una instrumentación riquísima y variada unida al uso de unos efectos sonoros innovadores en su época que realzan aún más la rareza de la composición pero que cuando es escuchada en su conjunto, y con el paso de los años ya transcurrido, no hace sino maravillarte más con la maestría del compositor que roza ya en muchos pasajes la atonalidad para mayor sorpresa de aquellos que la escucharon en sus primeras interpretaciones. Tampoco podemos dejar de admirar la fantástica capacidad de Strauss para ir derivando en estas transformaciones temáticas el espíritu del ingenioso hidalgo hacia su degeneración mental y su final sumisión ante la muerte. Un trabajo excepcional que pone la piel de gallina.


Una verdadera obra de arte musical que programática o no tiene la magia y el encanto que sólo un músico como Strauss era capaz de poner en música de forma tan espectacular, bella, emotiva y preciosa.

Y unas notas finales a esta somera descripción de la obra. La interpretación de los participantes. Algo realmente excepcional. Fournier, mágico, delicado, intenso, emotivo, técnicamente sorprendente, con una sonoridad realmente bellísima. Las notas de la maravillosa viola de Abraham Skernick y del primer violín del concertino Rafael Druian no hacen sino dar más valor a una obra que es por ella misma una gozada. Y Szell resulta mágico, impulsivo, habilísimo en los contrastes, soberbio en la conjunción del grupo orquestal y realmente único en la visión de la participación equilibrada del solista con su conjunto de violonchelos.

Una interpretación de absoluta referencia y realmente una joya.


La segunda obra presentada en el disco es el precioso Concierto para Trompa nº 1 de Strauss en una recreación magistral del trompa principal de la Orquesta de Cleveland el excepcional Myron Bloom que aporta no sólo ya una técnica irreprochable sino una calidez, una sensibilidad y una matización que hacen de su interpretación una exquisitez digna de paladear. Obra de juventud está dedicada a su padre Franz, trompa de la Münchner Hofkapelle. Es una composición llena de belleza formal, últimos coletazos de un joven compositor que dará en breve el salto a su etapa de madurez compositiva. La primera actuación en público fue dada en 1883 por Bruno Hayer (un estudiante de Franz Strauss) en la Tonkunstlerverein con una reducción de piano hecha probablemente por el propio Richard Strauss. La primera actuación con orquesta completa tuvo lugar en Meiningen en marzo de 1885 por el trompa principal de la orquesta Gustav Leinhos. Una obra realmente apasionante, bella, una obra de juventud, llena de vitalidad, en la que resuenan las influencias wagnerianas y de un clasicismo romántico que recuerda al gran maestro Beethoven y en la que ya se aprecia una orquestación "especialidad de la casa".




La tercera obra que nos deja el disco es el maravilloso poema sinfónico Don Juan, poema sinfónico para gran orquesta escrito en 1888 y estrenado el 11 de noviembre de 1889 en Weimar con la orquesta de la ópera de esa ciudad bajo la dirección del propio Strauss, quien servía como Kapellmeister de la corte. La obra se basa en el poema Don Juan de Nikolaus Lenau.

Strauss sólo tenía 24 años cuando la compuso y con ella tuvo un éxito internacional poco después del estreno. Es el inicio del descubrimiento del estilo formal y lenguaje tonal tan característico del compositor en su etapa de adulto. Obra especialidad Szell y con su marca de la casa (Szell en 1917 llegó a grabar incluso las dos partes primeras del Don Juan ante el retraso en acudir a la sala de grabación del propio compositor destinado en principio a realizar dicha grabación) en la que el maestro saca a relucir todo el potencial de la orquesta en su globalidad y en cada uno de los grupos de atriles que participan.

Brillantez, precisión, intensidad, incisividad, pulcritud, energía rítmica, poder sin freno, con un fluir impresionante de sonidos y melodías increíblemente bellos, el impulso se siente con verdadera pasión y fuego. Una magnífica obra sinfónica de sensibilidad y brillantez maravillosas, de enorme virtuosismo y colorido orquestal, su audición resulta fascinante, es, su sonoridad y brillo instrumental entran en tus oídos para quedarse en ellos haciéndote disfrutar de un placer máximo. Y poco podemos añadir a la participación de la Orquesta de Cleveland: francamente excepcional. Para disfrutar y gozar.

Queridos amigos les dejo con este incomparable disco, un disco de sorpresas maravillosas, de sonoridades de otro mundo y otra época, de pasiones e imaginación. Un mundo que sólo un soñador y un mago de la orquestación podía construir: Richard Strauss.


Richard Strauss
Obras Orquestales

Don Quijote
Concierto para Trompa nº 1
Don Juan

George Szell
Cleveland Orchestra
Solistas:
Don Quijote, Pierre Fournier, chelo; Abraham Skernick, viola; Rafael Druian, violín
Concierto para Trompa, Myron Bloom, trompa

Grabaciones:
Severance Hall, Cleveland
Don Quijote, 28 y 29 de octubre de 1960
Concierto para Trompa, 27 de octubre de 1961
Don Juan, 29 y 30 de marzo de 1961













lunes, 22 de julio de 2013

Mahler. Sinfonía nº 2. Leonard Bernstein. Orquesta Filarmónica de New York. 1963.


Queridos amigos continuamos con las entregas correspondientes a las grabaciones de las Sinfonías de Mahler realizadas por Leonard Bernstein para su integral con CBS (hoy Sony) en los años 60 del pasado siglo XX.

La entrega de hoy corresponde a la soberbia y arrebatadora interpretación de la Segunda Sinfonía, Resurrección, del compositor bohemio. Una recreación realmente impresionante, fresca, matizada en los detalles, nada empalagosa, agresiva y contundente lejos de sus posteriores aproximaciones, también maravillosas, realizadas con la Sinfónica de Londres o la Filarmónica de New York para el sello DG. Manteniendo la misma concepción global de la obra, en esta inicial grabación de Bernstein nos encontramos con su faceta más vitalista, fresca y arriesgada distante de las posteriores mucho más intimistas, profundas y sosegadas. No quiere esto decir que la interpretación esté vacía de intensidad, no, la percepción es que es una intensidad revelada de otra manera, con menos angustia, con menos dramatismo.

Gustav Mahler 

Nos podemos recrear en la maravillosa manera de afrontar que tiene Bernstein los diferentes aspectos emocionales de la obra y así por ejemplo disfrutar de su primer movimiento con marcado acento fúnebre y detalles de cólera, violencia e ira puestos de manifiesto de forma contundente y directa; gozar del maravilloso juego de danza que es ese Ländler del segundo movimiento ricamente marcado en sus detalles y genialmente tocado por los músicos neoyorkinos con una serenidad y gusto que realmente llaman la atención; asombrarse del ritmo bellamente marcado ya desde los tres grupos de golpes de timbal iniciales y que dan paso a un encantador scherzo, realmente bellísimo y conmovedor; maravillarnos con la sutil delicadeza del precioso Urlich cantado por una excepcional Jennie Tourel, mágica, seductora, que canta realmente como los ángeles a pesar de esos 63 años que la acompañan en la fecha de la grabación y que da a su interpretación un matiz de serenidad que quizá sólo tengan los niños y los mayores; y definitivamente extasiarse con un movimiento final realmente intenso, poderoso, de mágico desarrollo en sus diferentes momentos y durante el que podemos admirar el magistral estado de forma de la Filarmónica de New York y la habilidad, al alcance de pocos, de Lenny para seducirnos con las sonoridades mahlerianas y convencernos con una música intensamente desarrollada, expresiva a más no poder, arrebatadora como pocas y capaz de hacer aflorar las emociones de cualquier persona que la escuche. Sensacional la soprano Lee Venora, de recursos amplísimos, voz clara y bellísima, nuevamente soberbia Jennie Tourel dando ese aporte de madurez y calidad que sólo las grandes pueden aportar y ambas respaldadas por un fantástico coro dirigido por ese mago que fue Kaplan. 

Jennie Tourel y Leonard Bernstein

Una interpretación realmente maravillosa y digna de ser tenida entre las más grandes jamás realizadas. No se arrepentirán de su escucha. Un verdadero monumento a la interpretación mahleriana y una joya de la discografía, pasen los años que pasen. Hoy es difícil entender a Mahler como se hacía en aquellos años, muy difícil.

Que disfruten de esta irrepetible obra maestra con la que parafraseando la estrofa final, aquello que así a sonado podrá acercarte a Él.

Lee Venora


Sinfonía nº 2 para soprano, alto solo y coro mixto 

Historia:
  • 1ª Interpretación de los tres primeros movimientos: 4 de marzo de 1895, Berlín, Mahler.
  • 1ª Interpretación completa: 13 de diciembre de 1895, Berlín,  J.v.Artner, H.Felden, Mahler.
  • Edición diciembre de 1895 de Hofmeister para 2 pianos; 1897 Hofmeister; abril de 1906 Universal Edition.

 Movimientos:
  • a. Allegro maestoso, primera versión, bocetos 8 de agosto de 1888, orquestado 10 de septiembre de 1888. "Todtefeier". Versión final, 29 de abril de1894 renovatum.
  • b. Andante moderato (Sehr gemchlich) (1888-30 de julio, 1893).
  • c. In ruhig fliessender Bewegung (16 de julio de 1893).
  • d. "Urlich", alto solo, de Des Knaben Wunderhorn (1892-94).
  • e. Im Tempo des Scherzo. Wild herausfehrend; Krftig; Langsam; Misterioso, poema de Friedrich Klopstock modificado por Mahler (bocetos 29 de junio de 1894, orquestado el 18 de diciembre de 1894). 


Textos


Texto 4° Movimiento Gustav Mahler
Texto 5° Movimiento Gottlieb Klopstock


Urlicht                                                                                  

O Röschen rot!                               
Der Mensch liegt in größter Not!
Der Mensch liegt in größter Pein!                       
Je lieber möcht ich im Himmel sein.               
Da kam ich auf einen breiten Weg;  
da kam ein Engelein und wollt' mich abweisen.
Ach nein! Ich ließ mich nicht abweisen!
Ich bin von Gott und will wieder zu Gott!
Der liebe Gott wird mir ein Lichten geben,
wird leuchten mir bis an das ewig selig Leben!


Auferstehung

Chor, Sopran
Auferstehn, ja auferstehn wirst du,
mein Staub, nach kurzer Ruhn'!
Unsterblich Leben
wird, der dich rief, dir geben!

Wieder aufzublühn wirst du gesät!
Der Herr der Ernte geht
und sammelt Garben
uns ein, die starben!

Alt
O glaube, mein Herz, o glaube:
Es geht dir nichts verloren!
Dein ist, ja dein, was du gesehnt!
Dein, was du geliebt, was du gestritten!

Sopran
O glaube: Du wardst nicht umsonst geboren!
Hast nicht umsonst gelebt, gelitten!

Chor
Was entstanden ist, das muß vergehen!
Was vergangen, auferstehen!

Chor, Alt
Hör auf zu beben!
Bereite dich zu leben!

Sopran, Alt
O Schmerz! Du Alldurchdringer!
Dir bin ich entrungen!
O Tod! Du allbezeinger!
Nun bist du bezwungen!

Chor
Mit Flügeln, die ich mir errungen,
in heißem Liebesstreben,
werd' ich entschweben
zum Licht, zu dem kein Aug' gedrungen!
Sterben werd' ich, um zu leben!

Chor, Sopran, Alt
Auferstehn, ja auferstehn wirst du,
mein Herz, in einem Nu!
Was du geschlagen,
zu Gott wird es dich tragen!


Traducción de:   (excepcional página)


.
Luz Primordial

¡Oh, pequeña rosa roja!
¡Los hombres sufren gran necesidad!
¡Los hombres sufren con gran pena!
He estado alejado del cielo.
Venía por un ancho camino,
cuando un angelito intentó hacerme retroceder.
¡Oh, no! ¡Rechacé regresar!
¡Provengo de Dios y regresaré a Dios!
El misericordioso Dios me dará una lucecita,
¡para iluminar mi camino hacia la eterna gloria! 


Resurrección

Coro, Soprano
¡Resucitarás, si resucitarás,
polvo mío, tras breve descanso!
¡Vida inmortal
te dará quien te llamó!

¡Para volver a florecer has sido sembrado!
El dueño de la cosecha va
y recoge las gavillas
¡a nosotros, que morimos!

Contralto
Oh créelo, corazón mío, créelo: 
¡Nada se pierde de ti!
¡Tuyo es, sí, tuyo, lo que anhelabas!
¡Lo que ha perecido resucitará!

Soprano
Oh créelo: ¡no has nacido en vano!
¡No has sufrido en vano!

Coro
¡Lo nacido debe perecer!
¡Lo que ha perecido, resucitará!

Coro, Contralto
¡Cesa de temblar!
¡Dispónte a vivir!

Soprano, Contralto
¡Oh dolor! ¡Tú, que todo lo colmas!
¡He escapado de ti!
¡Oh muerte! ¡Tú, que todo lo doblegas!
¡Ahora has sido doblegada!

Coro
Con alas que he conquistado,
en ardiente afán de amor,
¡levantaré el vuelo
hacia la luz que no ha alcanzado ningún ojo!
¡Moriré para vivir!

Coro, Soprano, Contralto
¡Resucitarás, sí, resucitarás,
corazón mío, en un instante!
Lo que ha latido,
¡habrá de llevarte a Dios!


Mahler
Sinfonía nº 2
Leonard Bernstein
Orquesta Filarmónica de New York
Lee Venora, soprano
Jennie Tourel. mezzo-soprano
The Collegiate Chorale, Abraham Kaplan
Grabación: Manhattan Center, New York, 29 y 30 de octubre de 1963










sábado, 20 de julio de 2013

Beethoven. Tchaikovsky. Conciertos para Violín. Szell. Steinberg. Orquesta Filarmónica de Viena. Staatskapelle Berlín. 1934. 1928.


Mis queridos amigos, en la tarde de hoy dejamos un precioso disco, uno de esos discos geniales y deliciosos, realmente maravillosos que te ayudan a sosegar tu alma y a poner un poquito de calma en tu mente. Es verdaderamente increíble cómo una música grabada hace ya unos 80 años puede producir tal cantidad de sensaciones y hacerte vivir una experiencia realmente fascinante.

Analizando el elenco de participantes en estas legendarias grabaciones uno ya empieza a entender un poquito más el porqué de lo comentado. Se reúnen dos directores de un valor incuestionable, realmente soberbios, George Szell y el algo menos valorado William Steinberg junto a dos orquestas de nivel altísimo, la siempre maravillosa Filarmónica de Viena y la no menos genial Orquesta Estatal de Berlín. A ello le sumamos la presencia de quien para muchos críticos es considerado uno de los mejores violinistas de la primera mitad del siglo XX, el polaco Bronislaw Huberman, un músico atípico, radical en todos los aspectos de su existencia y entre ellos, sin quedar fuera, el referente a su concepción de la interpretación violinística, una interpretación poderosa, brillante, altamente expresiva, sin debilidades, realmente intensa y arrebatadora. 

Huberman fue expulsado de su querida Alemania tras la llegada de los nazis al poder y fundaría más adelante la Orquesta Filarmónica de Palestina, hoy Filarmónica de Israel, en el año 1936 con la ayuda de otro de los protagonistas de este disco, el director alemán Hans Wilhelm Steinberg o William Steinberg tras su emigración a EEUU. Se retiró a Suiza donde fallecería en 1947 habiendo pasado los años de la guerra en Gran Bretaña siendo un apoyo de gran valor a sus correligionarios judíos. Su violín Stradivarius está en posesión del violinista americano Joshua Bell.

Huberman, Toscanini y Steinberg, Concierto de la Filarmónica de Palestina

He de reconocer que tras la audición del disco no puedo quitarme de la cabeza lo que entiendo debieron ser momentos de verdadera pasión esos momentos que se tuvieron que vivir con ocasión de estos registros. Todos los participantes en ellos no superan los 50 años (Szell 37 años, Steinberg 29 años y el mayor Huberman se mueve en la cincuentena habiendo tenido la suerte de tocar ante Brahms y asombrar al mismísimo Joseph Joachim que no es poco), tienen una formación musical vastísima y unas personalidades poderosas, incisivas, intensas y demoledoramente fuertes. Posiblemente hoy en día es difícil encontrar tal formación y capacidad en edades tan tempranas considerando además las orquestas frente a las que se colocan, orquestas tradicionales, duras y difíciles de manejar.

El Concierto de Beethoven resulta en esta aproximación de Szell y Huberman una obra solemne, mágica, asombrosa en su profunda belleza (inconmensurable segundo movimiento, realmente delicioso), delicado y sutil en su equilibrio solista-orquesta y mágico en su bellísima sonoridad. ¿Puede de verdad un violín grabado hace 80 años sonar tan bien? Pues sí mis queridos amigos y no sólo suena bien, te deja embelesado por la riqueza tímbrica que tiene, la perfección con la que se toca.y la dulzura con la que te llena de bálsamo de paz y serenidad cuando no te alegría y vitalidad como en el arranque, magistral, del tercer movimiento. No todo es técnica milimétrica queridos amigos, en esto de la música tiene mucho que decir el recreador de la misma, y en esta soberbia interpretación de la obra de Beethoven, Huberman, lo dice. Simplemente este es mi Beethoven, mi violín y mi concepto de lo que es la belleza de esta música.


Y observarán que casi no hemos mentado a Szell. Difícil sería no hacerlo aunque fuera en unas pocas palabras. Sencillamente magistral. En segundo plano, sabio concertador de una obra que ama y en la que cede su arte a la unión ceremonial de la orquesta con el solista. Matices de ritmo, de dinámica, de manejo de masa orquestal están ahí presentes para dejarnos intuir el futuro Szell poderoso, intenso, rítmico y particularmente perfecto conocedor del alma de Beethoven. Magistral.


El Concierto para Violín de Tchaikovsky se nos muestra en este registro de Huberman junto a Steinberg como una pequeña joya. No carente de ese alma profunda y melodiosa de Tchaikovsky se nos muestra con un carácter más vitalista y abierto que en otros registros.

Es una preciosa muestra de una forma de ver la música de Tchaikovsky de manera viva, prestando especial atención a su valor como pieza de dificultad técnica, brillantemente solventada por Huberman, y recreándose en su enorme brillantes zonora, en su hermoso melodismo y quizá hasta en su punto de rusticidad. Lo cierto y verdad es que en la recreación que realizan ambos músicos se vive un viaje asombroso por la enorme variedad de detalles y matices que Tchaikovsky deja expresar en su obra; vivimos la alegría y el fervor y sentimos la pasión y el dramatismo; nos dejamos llevar por la vitalidad rítmica y la impulsiva energía de su final tanto como disfrutamos de su portentoso lirismo y cambiante ánimo de su primer movimiento. Y todo ello expuesto de manera realmente sorprendente por un director, Steinberg, brillante, impulsivo, enérgico y claro en su dirección que arropa a un violín simplemente precioso y de una brillantez soberbia, ese violín mágico en su sonoridad de Huberman. 



En resumen queridos amigos, que espero que puedan apreciar una verdadera joya fonográfica, unas grabaciones realmente maravillosas y un ejemplo más de la forma de hacer música que se tenía en el pasado y que, muchas veces lo digo, difícilmente se pueda volver a dar. Aprovechemos la oportunidad que nos dejan estas grabaciones históricas para poder disfrutar de ello y a la par que podamos rendir admiración a esos artistas que hicieron disfrutar a muchísima gente en unos tiempos realmente duros de la historia sin perder de vista su valor como referente humano y cultural de una época.

Me parece muy oportuno dejar como resumen unas palabras de Huberman que creo reflejan bien ese sentir que quiero manifestarles:

" El verdadero artista no crea arte como un fin en sí mismo, sino que crea obras de arte para los seres humanos. La humanidad es el objetivo." 
(Huberman)



Beethoven, Tchaikovsky 
Conciertos para Violín
George Szell, William Steinberg, Dirección
Bronislaw Huberman, Violín

Beethoven
George Szell
Bronislaw Huberman
Orquesta Filarmónica de Viena 
Viena, 18 al 20 de junio de 1934

Tchaikovsky
William Steinberg
Bronislaw Huberman
Staatskapelle Berlín
Berlín, 28 al 30 de diciembre de 1928