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martes, 10 de mayo de 2016

Tchaikovsky. Conciertos para Piano. Concierto para Violín. Variaciones Rococó. Ormandy. Szell. Cleveland Orchestra. Philadelphia Orchestra. 1959 a 1969.


Queridos amigos dejamos esta tarde una entrada que si bien contiene discos ya presentados en entradas anteriores (al final las enlazaremos) merece la pena al reunir en un doble CD las obras concertantes principales del maestro Tchaikovsky, sus bellísimos conciertos para piano, su excepcional concierto para violín y las preciosas Variaciones Rococó.

El doble CD presenta como novedad respecto a los anteriormente dejados en este espacio la preciosa grabación del Primer Concierto para Piano de la mano del gran Szell acompañando al piano a Graffman, una obra que no ya por ser conocida deja de merecer nuevas entradas y referencias. Siempre es un gusto escucharlo.

Sé que disfrutarán de este precioso disco y más concretamente nuestro amigo José disfrutará muchísimo. :-)

Les dejo los enlaces a las anteriores entradas y les recomiendo la atenta escucha de ese primer concierto por Szell y Graffman, toda una belleza y ejemplo maravilloso del buen hacer de ambos en una obra arrolladora y nunca suficientemente estimada.




Tchaikovsky
Integral de los Conciertos

George Szell
Cleveland Orchestra

Eugene Ormandy
Philadelphia Orchestra

Gary Graffman, piano
David Oistrakh, violín
Leonard Rose, chelo


Gary Graffman

Leonard Rose

David Oistrakh

Eugene Ormandy

George Szell


Grabaciones

Concierto para Piano y Orquesta nº 1. George Szell, Gary Graffman, Cleveland Orchestra. Severance Hall, Cleveland, 24 y 25 de enero y 20 de marzo de 1969.

Conciertos para Piano y Orquesta º 2 y nº 3. Eugene Ormandy, Gary Graffman, Philadelphia Orchestra. Town Hall, Philadelphia, 17 de febrero de 1965.

Concierto para Violín y Orquesta. Eugene Ormandy, David Oistrakh, Philadelphia Orchestra. Broadwood Hotel, Philadelphia, 24 de diciembre de 1959.

Variaciones Rococó. Eugene Ormandy, Leonard Rose, Philadelphia Orchestra. Philadelphia Athletic Club, Philadelphia, 15 de noviembre de 1962.









Disco I. Conciertos para Piano nº 1 y nº 2.



Disco II. Concierto para Piano nº 3. Concierto para violín. Variaciones.

Mp3 



Entradas anteriores

Tchaikovsky. Conciertos. Ormandy. Philadelphia Orchestra. 1958. 1965. 1974.
Tchaikovsky. Sinfonías y Obras Orquestales. Ormandy. Philadelphia Orchestra. 1962 a 1976.
Tchaikovsky. Sibelius. Conciertos para Violín. Eugene Ormandy. Philadelphia Orchestra. David Oistrakh. 1959.


domingo, 8 de mayo de 2016

Bruckner. Sinfonía nº 7. Böhm. Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera. 1977.


Queridos amigos dejamos en la mañana de hoy un precioso disco, realmente maravilloso. Una grabación realizada por el maestro Böhm al frente de la fantástica Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera de la sensacional Sinfonía nº 7 del maestro Bruckner.

Una obra ya grabada un año antes por Böhm al frente de los atriles de la Filarmónica de Viena y que pueden rescatar en esta entrada Bruckner. Sinfonía nº 7. Karl Böhm. Orquesta Filarmónica de Viena. 1976. En esta grabación con los músicos bávaros nos encontramos al mismo Böhm habitual en las recreaciones de la música de Bruckner. Un Böhm sencillo, claro, directo, con sabio manejo de la idea global de la obra y planteamiento finamente detallista en una exposición sencilla sin perder energía en dicha exposición a lo largo de todo el desarrollo, prestando atención a la estructura formal que plantea Bruckner y dejando hablar a la misma como eje de la belleza de la propia música sin centrarse en los vastos momentos de intensidad sonora de sus desarrollos como única forma de dar valor a la obra.

Un Böhm del que todos conocemos tenía una técnica como director quizá única y superior a casi todos sus coetáneos compañeros y que cuando la sacaba a relucir lograba verdaderas maravillas musicales. En el caso de Bruckner sucede esto. Se deja llevar y saca a relucir todo su arte para dejar hablar a la propia música dotándola de vida, de sentido, de luminosidad y de claridad.

En el caso de esta Séptima y quizá por sus propias características de amplitud temática, lirismo, densidad sonora y plasticidad melódica el arte del maestro se refleja de forma más intensa que en cualquier otra dejando muestra de su especial fraseo, trazado clarísimo de líneas estructurales, sabio uso de los tiempos y dinámicas y sencillez en la exposición temática de manera que al escuchar su interpretación, al igual que pasaba con la de Viena, la sensación es que cada tema se escucha en un momento dado, su momento, sea cual sea su función estructural, suena con una claridad y una energía irresistibles y su devenir melódico, temporal y de pulsación es fresco, intuitivo y natural.


En la entrada dedicada a la grabación vienesa dejábamos algunas notas que creo son interesantes volver a traer a esta. 

Böhm interpreta la Versión de 1885 en la Edición de Nowak que mantiene la mayor parte de los cambios de la edición de 1885 de Gutmann, incluyendo la percusión en el tiempo lento y en su caso sin omitir el golpe de platillo del movimiento lento.

De forma muy resumida y para aclarar un poquito esto de las ediciones de la Séptima y en cuanto a las tres ediciones de la Versión de 1885:

Edición Gutmann (publicada en 1885)

Tras el estreno en 1884 se hicieron algunos cambios, antes de esta publicación. Está aceptado que Nikisch, Franz Schalk y Ferdinand Löwe influyeron significativamente en esta edición, pero es discutible hasta qué punto tales cambios fueron autorizados por Bruckner. Fundamentalmente, estas modificaciones se refieren a tempo y orquestación.

Edición Haas (publicada en 1944)

Robert Haas intentó eliminar las influencias de Nikisch, Schalk y Löwe, para recuperar el concepto original de Bruckner. Para ello, utilizó material procedente del autógrafo de 1883, aunque este ya incluye cambios posteriores. El cambio más evidente en esta edición es la ausencia de platillos, triángulo y timbales en el clímax del movimiento lento: Haas argumentó que Bruckner había decidido posteriormente eliminar la percusión en este punto, lo cual ha sido ampliamente discutido.

Edición Nowak (publicada en 1954)

Leopold Nowak mantuvo la mayor parte de los cambios de la edición de 1885, incluyendo la percusión en el tiempo lento. Incluyó las indicaciones de tiempo de la edición de Gutmann, pero poniéndolas entre corchetes. Aunque se incluyen en la partitura impresa, algunos directores omiten el golpe de platillos en el tiempo lento, siguiendo los criterios de Haas.

La Séptima Sinfonía de Bruckner fue compuesta entre 1881 y 1883 y su estreno tuvo lugar en la Gewandhaus de Leipzig, el 30 de diciembre de 1884, con Arthur Nikisch al frente de la orquesta resultando un gran éxito de público. Los fondos recaudados en el concierto se destinaron a sufragar un monumento en memoria de Richard Wagner, fallecido el año anterior mientras Bruckner se hallaba inmerso en la creación de la obra.

Arthur Nikisch

Bruckner rinde un precioso homenaje al "maestro de todos los maestros" en esta obra, homenaje que queda expuesto y desarrollado en su impresionante Adagio, uno de los más bellos pasajes musicales de toda la composición sinfónica bruckneriana. Un homenaje instrumental al recién fallecido "Maestro" con esos cuatro primeros compases del Adagio encomendados a un cuarteto de tubas wagnerianas, instrumentos a medio camino entre la trompa y la tuba que Richard Wagner diseñó y empleó con profusión y su desarrollo final en el maravilloso canto fúnebre del segundo movimiento encomendado a las trompas y a las tubas. 

Además de este Adagio sencillamente irrepetible, la Séptima tiene un movimiento inicial característico de Bruckner, con la inmensa amplitud de desarrollo, exposición y reexposición de los complejos y vigorosos grupos temáticos, un movimiento largo y laborioso, con numerosas variaciones de los temas y un empleo de largos e impresionantes crescendos hasta llegar a la coda final del mismo.

Su tercer movimiento es un bellísimo Scherzo de una gran fuerza rítmica, escrito en forma de Sonata, seguido de un Trio de carácter popular incluso casi rústico. Un movimiento que resulta un sorprendente contraste con los dos anteriores con un arrebatador e impulsivo tema principal con gran protagonismo de la percusión y el juego tímbrico y de ritmos que es seguido de un nostálgico desarrollo que dan como resultado un movimiento de enorme belleza y franca inspiración. 

La obra concluye con un sensacional e intenso cuarto movimiento, un Finale de enorme intensidad y fuerza con un juego de transformaciones del tema principal sensacional, bellísimas melodías corales y un desarrollo marcado por la interrelación de todas las ideas anteriores expuestas en los movimientos previos retomando el primer movimiento con la misma estructura, pero en una escala más amplia, muchísimo más amplia, y vigorosa que finaliza en una coda sensacional que cierra la obra con toda la orquesta tocando al unísono y que siempre sorprende por su nobleza y monumentalidad.


Y en el caso del disco que dejamos, queridos amigos, no podemos más que indicar que es una maravillosa muestra de genialidad interpretativa.

Un maestro Böhm que sabe atender cada una de las delicadas partes que acomete, la estructura, el detalle, el desarrollo, la sonoridad, la inmensidad, el ritmo, la solemnidad, la amplitud, la frescura y la intensidad. Un maestro Böhm que saca a relucir todo el potencial de una Sinfónica de la Radio de Baviera sensacional, limpia, ágil, intensa, poderosa, brillante, de atriles mágicos, sedosa, empastada y de un carácter bruckneriano al más alto nivel.

Un disco precioso con una buena toma sonora con algún momento que parece sonar el reprocesado como si fuera de grabaciones de vinilo pero que no empaña para nada la audición (más bien parecen derivados de la remasterización de la fuente). Maravilloso.

Que lo disfruten.


Bruckner
Sinfonía nº 7

Karl Böhm
Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera
Versión de 1885 en Edición de Leopold Nowak de 1954

Grabación
Munich, Herkulessaal der Münchner Residenz, 5 de abril de 1977










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sábado, 7 de mayo de 2016

Shostakovich. Sinfonía nº 7. Barshai. WDR Sinfonieorchester Köln. 1992.


Queridos amigos continuamos con la Integral Sinfónica de Shostakovich grabada por el maestro Barshai al frente de la WDR Sinfonieorchester Köln. 

En esta ocasión, entrada muy breve, dejamos el disco correspondiente a su hermosa interpretación de la Sinfonía nº 7, quizá una de las más conocidas y frecuentemente interpretadas de Shostakovich. Una obra impresionante llena de maravillas musicales y rodeada de una historia plena de detalles curiosos escrita por el maestro en una época complicadísima para el mundo civilizado y más en concreto para su país.

La Séptima Sinfonía fue iniciada por Shostakovich en Leningrado siendo completada el 27 de diciembre de 1941, en Kuibyshev. Está dedicada a la ciudad de Leningrado en la que, probablemente, se sufrió uno de los más tremendos y horribles episodios de la II Guerra Mundial. 

Partitura de la séptima de Shostakovich

La idea de Shostakovich era reflejar a su país en guerra, expresar su horror y su vivencia como pueblo. Que la obra pueda o no ser una reacción a la invasión alemana y al asedio de la ciudad o bien tener otras connotaciones dirigidas contra la misma opresión estatal rusa es algo que sigue en discusión aunque parece claro que por los datos de inicio de composición muy anteriores al sitio de la ciudad e incluso a la invasión alemana, Shostakovich quisiera reflejar otra guerra distinta, la guerra interior de su propio pueblo.

Shostakovich

En cualquier caso Shostakovich tuvo un inicial intento de elaborar una estructura programática de la obra en asociación con títulos expresivos de cada movimiento que servirían como hilo orientador de ese programa de la obra. Los subtítulos eran: "Guerra", "Memorias", "Los grandes espacios de mi patria", "Victoria" aunque finalmente no se asociaron a la obra. Lo que sí quedó asociada a la misma una vez fue estrenada fue el sentido que se daría a la misma. El aparato estatal tenía un arma de propaganda perfecta para reflejar el valor del pueblo ruso y su lucha contra el opresor olvidando de esa manera cualquier otro significado posible o intención del compositor.

Su estreno tuvo lugar en Kuibyshev el 5 de marzo de 1942 por la Bolshoi Theatre Orchestra dirigida por Samuil Samosud (fundador de la Filarmónica de Moscú y director de enorme prestigio en el campo teatral) y fue transmitido a toda la Unión Soviética.

Moscú acogió su estreno local el 29 de marzo de 1942 en el Salón de las Columnas de la Casa de los Sindicatos con una agrupación orquestal de la Orquesta del Bolshoi y diversas Orquestas de la Radio de toda la Unión Soviética dirigidos por el mismo Samosud.

Samuil Samosud

El éxito de la obra fue inmediato y tuvo una enorme acogida internacional con representaciones inmediatas en Londres y EEUU (después de las vicisitudes en la salida de la partitura que fue microfilmada y llevada a esos destinos en plena Batalla del Atlántico pasando por Teherán, El Cairo, y Buenos Aires) dirigida por Henry Wood y Toscanini respectivamente. Una copia de la grabación de Toscanini fue presentada a Shostakovich que no tuvo muy buenas impresiones de la misma.

El 9 de agosto de 1942 tuvo lugar un impresionante estreno en la propia Leningrado, con la Orquesta de la Radio dirigida por Karl Eliasberg, reforzada como se pudo, tras un bombardeo previo del sector alemán para silenciarlo durante la retransmisión.

Estreno de la obra en Leningrado

El maestro Barshai nos deja una aproximación contundente y bellísima, intensa y cautivadora, demostrando una capacidad analítica y expresiva sensacionales a la que añade una brillantez en el manejo de los recursos orquestales sorprendente y que se apoya en una intervención orquestal sensacional, técnica, brillante, de sonoridad compacta y redonda, empastada y rica en matices y colores.

La interpretación final resulta intensa, dramática, con una sonoridad profunda, a veces casi aterradora y a la par capaz de reflejar en sus dos movimientos centrales un lirismo y una delicadeza asombrosas. Un ejemplo de una manera extraordinaria de manejar los contrastes de esta impresionante composición.

Espero que disfruten de esta maravilla de obra, realmente sensacional y un verdadero banquete sonoro y musical.

Y una recomendación. Si algún día pueden escucharla en directo será algo memorable.

Rudolf Barshai


Shostakovich
Sinfonía nº 7

Rudolf Barshai
WDR Sinfonieorchester 

Grabación
septiembre de 1992
Colonia, Philharmonie
Grabaciones Westdeutschen Rundfunk Köln







domingo, 1 de mayo de 2016

Beethoven. Integral Sinfónica. Oberturas. Karajan. Orquesta Filarmónica de Berlín. 1982. 1983. 1984. 1985.


Queridos amigos comenzamos el mes de mayo con una entrega deliciosa y a la par muy discutida. La última integral de las sinfonías de Beethoven grabada por el maestro Karajan en sus últimos años de vida y de permanencia, al menos en buena sintonía, con la Filarmónica de Berlín.

Una integral creo que injustamente criticada por considerarla un mero escaparate del virtuosismo del maestro Karajan (bendito virtuosismo) y por innecesaria en su momento pienso que si bien no puede decirse que sea la mejor integral de Beethoven tiene una calidad enorme, una belleza impactante y una vitalidad sorprendente. 

Aparte de consideraciones personales que tengo hacia este estuche (fue regalo de boda de mi querida amiga Chiti y lo conservo como oro en paño) objetivamente no puede dudarse de la impactante sencillez, la enorme musicalidad, el ritmo extraordinario y la asombrosa sonoridad que el maestro logra extraer de una, por otro lado, imponente Filarmónica de Berlín (y la palabra imponente igual se queda corta) para dejarnos su último testimonio de su visión del mundo sinfónico de Beethoven.

Una visión que si se analiza fríamente no es demasiado diferente de aquella que tenía en los años 50 con los músicos londinenses que luego perfeccionó con los berlineses a lo largo de los años de permanencia con ellos dejando testimonio en otras dos integrales anteriores a esta siendo quizá la de los 60 la más fina de las realizadas entonces en Berlín.

Karajan era un amante del perfeccionismo técnico y de las innovaciones en el área relacionada con la fonografía y no es para nada criticable que quisiera dejar un testimonio más de su Beethoven en las mejores condiciones técnicas de las que tenía en cada momento a su disposición, en este caso la grabación digital.

En conjunto quizá el punto más bajo lo tenga con la Novena (solistas quizá) y la Sexta (creo que no se le daba particularmente bien al maestro) pero nos deja unas recreaciones de la Tercera, Cuarta, Quinta y Séptima (particularmente de estas dos últimas) realmente prodigiosas e imponentes sin desmerecer unas Primera y Segunda realmente preciosas y una Octava fresca y fácil (y mira que es una obra difícil).

La Orquesta Filarmónica de Berlín está soberbia, maravillosa, poderosa, limpia, perfecta y además grabada de forma excepcional. Es un verdadero festival de calidad orquestal, de sonoridad y musicalidad.

La crítica es libre, para gustos siempre hay colores y entendidos hay muchísimos. Aquí simplemente intentamos dejar música bella, para su simple disfrute y que, como decía un buen amigo, no te deje indiferente. Y estos discos no lo harán.

Pese a todo tipo de críticas que pueda tener, esta integral es, al menos para mí, una verdadera gozada musical y un tesoro que habrá que guardar para siempre. Igual el tiempo le da una más que merecida oportunidad de redimirse ante los sabios de la fonografía.

Espero que disfruten de este maravilloso conjunto de discos. 

Beethoven por Karajan, a pesar de los pesares, es mucho Beethoven.


PD. La edición que les dejo es la correspondiente al estuche completo que no es la de los discos independientes aunque para los enlaces y por una simple cuestión estética les dejo las carátulas correspondientes a los mismos.




Beethoven
Integral Sinfónica
Obertura Coriolan
Obertura Leonore III
Obertura Fidelio
Obertura Egmont

Herbert von Karajan
Orquesta Filarmónica de Berlín
Janet Perry, soprano
Agnes Baltsa, alto
Vinson Cole, tenor
José van Dam, barítono
Wiener Singverein, Dir. Helmuth Froschauer















Grabaciones

Philharmonie, Berlín

Sinfonía nº 1, enero de 1984
Sinfonía nº 2, febrero de 1984
Sinfonía nº 3, enero de 1984
Sinfonía nº 4, diciembre de 1983
Sinfonía nº 5, noviembre de 1982
Sinfonía nº 6, noviembre de 1982
Sinfonía nº 7, diciembre de 1983
Sinfonía nº 8, febrero de 1984
Sinfonía nº 9, septiembre de 1983
Obertura Coriolan, diciembre de 1985
Obertura Leonore III, diciembre de 1985
Obertura Fidelio, diciembre de 1985
Obertura Egmont, diciembre de 1985







CD 1: Beethoven - Sinf. nº 1 y nº 2 - Karajan - BPO - 1984






CD 2: Beethoven - Sinf. nº 3 - Ob. Egmont - Karajan - BPO - 1984 - 1985






CD 3: Beethoven - Sinf. nº 4 y nº 7 - Karajan - BPO - 1983






CD 4: Beethoven - Sinf. nº 5 y nº 6 - Karajan - BPO - 1982






CD 5: Beethoven - Sinf. nº 8 - Oberturas - Karajan - BPO - 1984 - 1985






CD 6: Beethoven - Sinf. nº 9 - Karajan - BPO - 1983







Para visitar:


sábado, 30 de abril de 2016

Bruckner. Sinfonía nº 8. Kubelik. Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera. 1963.


Queridos amigos termina el mes de abril. Personalmente termina de una forma que aunque esperada siempre es temida y desagradable. Muchos amigos dejaron ayer un espacio que será difícil de ocupar y no imposible ya que siempre están las puertas abiertas para un regreso. Pero aunque sea algo que puedas intuir nunca jamás es comparable al momento en el que sucede. Otros muchos seguimos, por ahora, en el lugar, con respeto profundo a todos y una mezcla de esperanza, incertidumbre e intranquilidad. Los que ahí estamos no olvidaremos jamás a aquellos que marcharon y que además marcharon con la cabeza bien alta y demostrando una categoría y entereza fuera de lo común.

Este fin de abril no merece más que, por ellos, rinda homenaje a su labor y a su esencia con un disco que nos deja una recreación soberbia de la Octava Sinfonía del maestro Bruckner de la mano del gran Kubelik y su orquesta, la Sinfónica de la Radio de Baviera, esa fabulosa orquesta que recibió de Jochum consolidada y que llevó a al prestigio internacional, dotó de una calidad musical y un nombre que permanece hoy en día como sinónimo de calidad, belleza y buen hacer.

Una obra que entrego con total humildad y con mi deseo más sincero de que en lo posible ayude a superar esos momentos de crisis vital, de conflicto humano, personal y familiar, de rotura espiritual profunda. Espero que como el gran Bruckner, infatigable ante los infortunios, las críticas, los errores de otros, la manipulación directa o enmascarada de sus deseos y de su buena fe, mis compañeros logren hacer realidad un deseo que todos compartimos: que todo lo vivido no sea más que una forma de emerger como grandes. Grandes personas que fueron grandes amigos y compañeros.

Como Bruckner que pudo parecer débil y manipulable pero era una roca dura y consistente con una creencia ciega e inalterada a lo largo de su existencia en algo más allá de cualquier explicación, en su caso en Dios, y en algo más cercano y terrenal: él mismo, su talento, su valía y su capacidad de trabajo.

De la misma forma que el maestro triunfó, estoy plenamente convencido de que los compañeros con su valor, su dureza, su tenacidad, su valía y su honradez como seres humanos emergerán de nuevo si cabe con más fuerza y más intensidad. Sin duda alguna, queridos amigos, como Bruckner lo logró y ahí permanece para siempre. 

Esta maravillosa recreación de una de las más inmensas y colosales obras musicales de todos los tiempos, y como decía hace unos días un buen amigo, siempre inalcanzable y misteriosa, siempre llena de novedad y sorpresa, es en esta ocasión la recreación y exposición del gran Kubelik, una exposición hecha de una forma tan sencilla como a la par enormemente impactante e intensa.


Kubelik sabía hacer música sin complicar el acto musical, música por el simple hecho de ofrecer música, con la enorme habilidad de dejar hablar al compositor y a su creación, con la difícil y a veces imposible capacidad de crear a partir de la exposición musical un evento elemental, sencillo, sereno, profundo y bello. Con su orquesta de Baviera lo consiguió más que con otra cualquiera de las que dirigió y a la inversa sus músicos bávaros dieron para él mucho, mucho más de lo que se les puede exigir basándose en la sóla profesionalidad. Su unión persiguió hacer música para el placer y deleite de las personas. Y no cabe duda de que lo lograron.

Por mis compañeros. Seguiréis siempre en la mente y en el corazón de muchos.

Rocas, infatigables. grandes. Persistirá para siempre el recuerdo y renacerá de nuevo vuestra esencia humana como renace en cada recreación la magia de esta Octava, su fuerza, su enorme vitalidad, su misterio, su valor, su inmensidad.


Bruckner 
Sinfonía nº 8

Rafael Kubelik
Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera
Versión mixta de 1887/90 en Edición de Robert Haas de 1939

Grabación
Munich, Herkulessaal der Münchner Residenz, 8 de noviembre de 1963