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lunes, 10 de mayo de 2010

Poesía y Música. Apeadero. Ahogado en el Espejo. Presentación del Poemario de Augusto Thassio. 9 de mayo de 2010.

Orgullo de padre. Os dejo unas fotitos del acto en la Feria del Libro de Sevilla de la presentación el 9 de mayo de 2010 del libro: Apeadero. Ahogado en el espejo. Presentación del poemario de Augusto Thassio. Acompañamiento musical de los poemas por mi hijo Julio Salvador Belda Abreu.



domingo, 9 de mayo de 2010

Brahms. Concierto para Piano y Orquesta nº 2. Szell, Serkin, Cleveland Orchestra. 1966. Strauss. Burlesque. Ormandy, Serkin, Philadelphia Orchestra. 1966.


Aquí os dejo el segundo CD "olvidado" de la integral de los conciertos para piano de Brahms con Cleveland, Szell y Serkin. En esta ocasión el complemento del segundo concierto es el maravilloso Burleske para Piano de Richard Strauss.

El Segundo Concierto para Piano de Brahms es una obra excepcional, de magnitudes impresionantes, de matices algo menos trágicos que el primero y más marcado en su lirismo y emotividad, con un acoplamiento de la masa orquestal y el piano soberbio, de amplio desarrollo y un carácter sinfónico más acusado. Una obra magnífica. Lo separan unos veinte años del primero, iniciándolo en 1878 completándolo en 1881, en Pressbaum, en las cercanías de Viena. La pieza fue estrenada en Budapest el 9 de noviembre de 1881 con el compositor al piano y recibió una muy favorable aceptación; Brahms lo interpretó nuevamente en Alemania, Austria y Holanda, a veces bajo la batuta de su amigo Hans von Bülow. Se le considera una de las piezas de mayor dificultad técnica dentro de la literatura pianística universal. Su magno desarrollo se realiza a través de cuatro movimientos, a cada cual más bello y sublime:

Allegro non troppo
Allegro appassionato
Andante
Allegretto grazioso

La correspondencia entre Brahms y varios de sus amigos muestra la irónica modestia de Brahms acerca de su pieza recién compuesta, sobre todo acerca del significado y oportunidad del Allegro appassionato del segundo movimiento poco común según los cánones de la época y algo largo en duración. Finalmente ese maravilloso movimiento quedó ahí para gloria de la música y placer de los sentidos (de vez en cuando los médicos, en este caso Billroth, uno de los destinatarios de las cartas de Brahms y del manuscrito de la obra, tenemos alguna que otra buena idea). Los solos correspondientes de las trompas en el primer movimiento y de esos fantásticos violonchelos en el tercero son absolutamente maravillosos, sedosos, emotivos y cautivadores por su dulzura, sedosidad y sensibilidad. Ambos movimientos enmarcan al ya comentado Allegro appasionato de las citadas cartas; moviento fino delicado y muy contrastado con el anterior y el siguiente. Y el movimiento final es una delicia de genialidad musical, de sensibilidad, de pianismo bello y orquestación sensible y dulce, enormemente lírico y enormemente bello.

Repetir, y ya es habitual, la prestación excepcional del conjunto de la Orquesta, el maravilloso Serkin y el no menos genial Szell.


La segunda pieza que presenta el disco el Burleske para piano de Richard Strauss. Obra de juventud, 1885-1886, de un Strauss de 21 años impresionado por la personalidad y la música del maestro Brahms al que conoció siendo asistente del gran Hans von Bülow y del que había recibido buenas apreciaciones sobre su música y tarea como compositor. En inicio preparada para ser dedicada a Bülow, este la rechazó por no considerarla adaptada al piano y por la dificultad que tenía Bülow en el tamaño de sus manos. La pieza quedó así relegada al olvido. En 1890 un pianista, Eugen d'Albert, consideró a la obra con méritos suficientes y se consideró él mismo a la altura de poder interpretarla. Con algunos retoques del propio Strauss y con su dirección se presentó en Eisenach en 1890 con un enorme éxito. Tras los elogios obtenidos en esa ocasión por el público, el pianista y el propio Bülow, Strauss no se sintió muy convencido y además estaba pasando a otra época compositiva, la de los grandes poemas sinfónicos; la admiración por Brahms había pasado a veneración; ahora su objeto de admiración era Liszt. No permitió la edición de la obra hasta 1894. Sin embargo fue finalmente una obra a la que tuvo gran afecto y que incluso fue programada en su último concierto en Londres en 1947. El maravilloso juego y diálogo de los timbales y el piano, el exigente piano y bello y la suavidad final de la obra, merecen en su conjunto la escucha.

Ormandy dirige magistralmente a una excepcional Philadelphia Orchestra y a un Serkin maravilloso, sonoro, hábil, rítmico y "sin problemas de manos".






Brahms
Concierto para Piano nº 2
Szell
Serkin
Cleveland Orchestra
Severance Hall, 12 y 22 de enero de 1966

Strauss
Burleske
Ormandy
Serkin
Philadelphia Orchestra
Town Hall, Philadelphia, 3 de febrero de 1966








sábado, 8 de mayo de 2010

Brahms. Concierto para Piano nº 1. Szell, Serkin, Cleveland Orchestra. 1968. Schumann. Introducción y Allegro Apasionado. Ormandy, Serkin, Philadelphia Orchestra. 1964. Mendelssohn. Capricho Brillante para Piano y Orquesta. Ormandy, Serkin, Philadelphia Orchestra. 1967.


Bueno, tras algunos días retirado del blog ¡ay, semanita ajetradilla de mi corazón! volvemos a retomarlo. Estaba pensando qué dejarles que concordara algo con mi estado anímico actual. La semana anterior, repasando la discoteca encontré dos CD que tenía en el olvido, en un mal olvido por mi parte, quizá por mi tendencia a no ordenar bien las cosas o por colocar delante aquellas que me van dando más placer inmediato. El caso es que las versiones de los conciertos para piano de Brahms de Szell y Fleisher y las de Jochum y  Gilels "tapaban" estos preciosos discos baratos de la Sony.

Y debo reconocer que, amén de tener que enmendar esos defectos propios, el disco presentado es una obra de arte. Independientemente de lo que puedan llegar a opinar sobre las cualidades de los pianistas acompañantes en las múltiples versiones que existen del concierto (los ya citados, Arrau, Gould, Pollini, Zimerman, etc.) el acoplamiento de este CD con otras preciosas obras de Schumann y Mendelssohn lo hace particularmente interesente.

El Concierto para Piano y Orquesta nº 1 de Brahms fue compuesto después de un prolongado período de gestación y fue finalmente estrenado el 22 de enero de 1859 en Hannover. Cinco días después, en Leipzig, tuvo un "silbado" fracaso. Cierto es que fue escrito en uno de los peores momentos de la vida de Brahms, después de ver como Robert Schumann perdía el juicio y finalmente se suicidaba. Técnicamente se afirma que el concierto representa el esfuerzo de Brahms de combinar los efectos pianísticos con la orquesta quitando a esta del mero papel de acompañante (algo mucho más perfeccionado en su segundo concierto).

Si quieren transportarse a un estado de plenitud escuchen detenidamente ese movimiento Maestoso. Es absolutamente arrollador, majestuoso y sublime. Podrán escuchar una inicio de un Adagio tan espiritualmente bello y con una combinación instrumental tan magnífica que es capaz de hacerles pensar y sentir ¡Dios qué belleza! y una continuación en ese Adagio con un piano sentido, suave que se va acompasando con los metales y maderas para lograr una belleza enorme que se va ocultando poco a poco en una paz de ensueño. Y despierten asombrados por un Rondo a modo de juego allegre y vital, de energía creciente que te llena y te hace ser enormente feliz contigo mismo y con el mundo.

La interpretación de la Cleveland Orchestra, la dirección soberbia de Szell, y el nunca bien ponderado juego instrumental de Serkin hacen del CD una obra de arte que merece su valoración.


Las obras acompañantes son enormemente deliciosas. La Introducción y Allegro Apasionado de Schumann compuesta en el año 1849, en una época feliz de su vida tras el matrimonio con Clara Wieck, nos muestra un compositor absolutamente dominador del piano, donde juega hábilmente con los tonos pianísticos y los instrumentos de viento madera logrando un diálogo ensoñador precioso de todos ellos en una obra maravillosa, cuasi camerística pero fuertemente dulce, melodiosa y emotiva.

El Capricho Brillante para Orquesta de mediados de la década 1820-1830 (se habla de 1825 y 1826) de Mendelssohn es una obra musical de relativamente pocos elementos orquestales participantes que logra dar una imagen y sensación de claridad maravillosa al conjunto. Un piano que abre la obra de manera lenta, suave, reflexiva y que va dando paso a diferentes combinaciones y diálogos con los instrumentos o con la orquesta pero siempre manteniendo su papel predominante y virtuosístico en la obra. De hecho Mendelssohn presentaba esta obra en sus giras de concierto a podo de pieza de brillo, técnica y virtuosismo. Resulta bellísima de escuchar, alegre y positiva.




Les dejo el disco esperando de corazón que lo disfruten. Que disfruten de unas orquestas excepcionales, la Orquesta de Philadelphia viene como anillo al dedo a la interpretación de las obras de Schumann y Mendelssohn, con un Ormandy poderoso, delicado y fino; que disfruten como siempre de esa Cleveland Orchestra excepcional y que disfruten del arte de dos genios de la música, amigos desde su etapa formativa en Europa, que fueron Szell y Serkin.

Brahms
Concierto para Piano y Orquesta nº 1
Szell
Serkin
Cleveland Orchestra
Severance Hall, 19 y 20 de abril de 1968

Schumann
Introducción y Allegro Apasionado
Ormandy
Serkin
Philadelphia Orchestra
Town Hall, Philadelphia, 17 de marzo de 1964

Mendelssohn
Capricho Brillante para Piano y Orquesta
Ormandy
Serkin
Philadelphia Orchestra
Town Hall, Philadelphia, 4 de abril de 1967











lunes, 3 de mayo de 2010

Brahms. Sinfonía nº 1. Variaciones Haydn. Furtwängler. Orquesta Sinfónica de la NDR, Hamburgo. 1951.


Estimados amigos, os dejo como muestra del arte interpretativo de Furtwängler esta excepcional muestra de su aproximación a Brahms. Contiene el CD el registro de unas Variaciones Haydn soberbias (para mi entender las mejores que he escuchado) y una interpretación de la majestuosa y ampliamente bella Sinfonía nº 1 del maestro de Hamburgo.

La orquesta una excepcional Sinfonieorchester des Norddeutschen Rundfunks (NDR) de Hamburgo, excitada, ese 27 de octubre de 1951, al máximo por una batuta electrizante de un Furtwängler arrollador, arrebatador, impulsivo e intensamente emocional. Furtwängler fue el primer Director Invitado de la formación de Hamburgo pacientemente preparada, bajo los auspicios británicos, por Hans Schmidt-Isserstedt y esa primera invitación fue ese 27 de octubre de 1951.


Según la información del CD, magnífica por cierto, a la fecha de 1941 la Sinfonía nº 1 de Brahms había sido dirigida 117 veces (la primer ocasión a Lübeck en 1913) que comparándolo con las 148 interpretaciones de la Quinta de Beethoven, muestran hasta qué punto era la afinidad de Furtwängler por esta magna sinfonía de Brahms (por su carácter beethoveniano, por la atmósfera global de la obra trágica-romántica, no sabría expresarlo).

Lo cierto es que en esta preciosa obra de Brahms, de una envergadura enorme, la tristeza va dominando todo su desarrollo hasta ese final a modo de explosión luminosa de alegría, entrega, sublimación y conquista de algo más allá que te transporta a otro estado anímico y sensorial totalmente indescriptible. Y la forma en la que Furtwängler domina el transcurso de todos y cada uno de los movimientos para conducir a esa harmonía final, a esa tempestad espiritual que luego es calmada, a ese crecimiento continuo y perpetuo de la emoción, es tan apasionada como en pocas ocasiones podrán escuchar. 

¿Y las Variaciones Haydn? Sin comentarios. Absolutamente soberbias, preciosas, con una continuidad y un sonoridad sorprendente. No tienen desperdicio. Bellísimas. Para difrutar con los ojos cerrados y dejarse transportar. Si no lo hacen con ellas, no se preocupen. Escuchen la Primera Sinfonía y verán amanecer en su corazón un nuevo "solecito" de vida.

Las tomas de sonido son excepcionales, enormes para unas grabaciones de más de medio siglo, únicas. Les permitirán escuchar todos los matices de una orquesta entregada al arte musical y todo el tejido sonoro y emotivo que se logra.



Brahms
Variaciones Haydn
Sinfonía nº 1

Furtwängler
Sinfonieorchester des Norddeutschen Rundfunks (NDR) de Hamburgo

Grabación
Hamburgo, 27 de octubre de 1951













domingo, 2 de mayo de 2010

Beethoven. Sinfonías nº 5 y nº 7. Fricsay. Orquesta Filarmónica de Berlín. 1961. 1960.



Os dejo una grabación preciosa, acoplando las sinfonías nº 5 y nº 7 de Beethoven por Fricsay y la Orquesta Filarmónica de Berlín. Para mi amigo Daniel. Espero que las disfrutes a pesar del pequeño fallito que tiene en la transición entre los movimientos 3º y 4º de la quinta sinfonía (lo siento). Aún así es una grabación soberbia del año 1961.

Las versiones orquestales del Beethoven de Fricsay tienen una ligereza, una continuidad y una fluidez maravillosa. Le unimos aquí la excepcional prestación ofrecida por la Filarmónica de Berlín y obtenemos unos resultados maravillosos. Un Beethoven fino, emotivo, rico en matices, sutil, heroico y monumental, con la delicadeza justa y la fuerza precisa y con un ritmo musical estupendo. Todos ls movimientos son excepcionales guiados de una forma extraordinaria por Fricsay y transmitiendo a la fantástica música de Beethoven ese alma que quizá sólo Furtwängler o  Kleiber eran capaces de hacer.




Las grabaciones corresponden a las realizadas con la DG y la Orquesta Filarmónica de Berlín en sesiones de los años 1961 y 1960 respectivamente para la quinta y la séptima.



Espero que las disfruten. El arte de Fricsay lo merece. Sirva este post como pequeño homenaje a un músico prematuramente desaparecido.




Beethoven
Sinfonía nº 5
Fricsay
Orquesta Filarmónica de Berlín
25 y 26 de septiembre de 1961 

Beethoven
Sinfonía nº 7
Fricsay
Orqusta Filarmónica de Berlín
3 al 5 de octubre de 1960






Mp3

FLAC