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sábado, 14 de agosto de 2010

Dvorak. Concierto para Violín. Obras Concertantes de Violonchelo y Violín. Walter Susskind, Saint Louis Symphony Orchestra. Zara Nelsova, Violonchelo. Ruggiero Ricci, Violín. 1975. 1974.


Queridos amigos un bello resumen de las Conciertos para instrumentos de Dvorak y de las de Violín y Violonchelo para Orquesta.

En esta ocasión os dejo el segundo de los CD, el correspondiente al bellísimo Concierto para Violín (una absoluta preciosidad) que se une con cuatro obras menores que muestran la combinación del violín o del violonchelo con la orquesta.

El Concierto para Violín fue compuesto por Antonín Dvořák en el año 1879 y dedicado inicialmente a Joachim. Tuvo numerosas modificaciones que finalizaron con la versión de 1882 y al parecer el distanciamiento con Joachim. El concierto fue estrenado el 14 de octubre de 1883 por Frantissek Ondrícek en Praga quien también le dio el estreno en Viena y Londres. Hoy en día sigue siendo una importante obra en el repertorio de violín aunque menos valorada que sus Conciertos para Violonchelo o Piano. Es una obra preciosa en directa sucesión de las obras del periodo clásico y romántico con añadido de elementos tradicionales folclóricos. Un primer movimiento bellísimo, saltarín, bailable, enormemente técnico que sin solución de continuidad enlaza con el segundo lleno de un lirismo bellísimo, solemne y dulce a la par. El tercer movimiento a modo de sus Danzas eslavas es fresco, alegro, danzarín, enormemente rítmico y virtuosístico tanto en el instrumento como en la orquesta. En suma una obra digna de escuchar con atención.


La Romanza para Violín Op. 11 resultó de un encargo de Simrock en 1877 y resultaron de un trabajo precioso de adaptación del movimiento lento del cuarteto op. 9. Resulta de una finura, elegancia y sentimiento poco comunes. Bellísima.

El Rondó para Violonchelo fue compuesto en 1891 en un viaje por Bohemia y Moravia de Dvorak con el fin de despedirse de familiares y amigos antes de la partida para EEUU y aunque inicialmente era una obra de chelo y piano acompañante la versión orquestal quedó como segunda opción, bellísima por lo demás. De una belleza rítmica enorme, una frescura sorprendente y una danzabilidad propia de ese espíritu que tenía Dvorak. Preciosa.

La Mazurka para Violín resulta también de otro encargo de Simrock en 1879 y pedía una mezcla de espíritu húngaro, bohemio y eslavo a modo de fantasía y de melodía fácil. Así lo obtuvo, ¡era Dvorak! La obra fue dedicada al violinista español Pablo de Sarasate. Es una pieza alegre, melódica, de cierto empañamiento levemente triste pero de una profundidad emotiva fantástica.

Waldesruh (Bosques Silenciosos) para Violonchelo fue preparado por Dvorak dentro de un poético ciclo para piano Para el Bosque de Bohemia. De esas piezas la quinta, Waldesruh fue elegida para realizar en 1893 una bellísima adaptación para violonchelo y orquesta que les aseguro encoge el alma en su escucha.

Las interpretaciones son ofrecidas por la Saint Louis Symphony Orchestra dirigida magistralmente por ese gran director checo, algo olvidado, que fue Walter Susskind. Finísimo en el acompañamiento orquestal, preciso, dulce, y dejando fluir una música por sí misma bella. Le acompañan dos solistas de excepción. La violonchelista canadiense Nelsova, precioso su sonido y expresividad y el genial violinista estadounidense Ricci, de técnica perfecta, sonoridad espléndida y belleza incomparable.






Les recomiendo sinceramente la audición. Disfrutarán de ella.


Dvorak
Concierto para Violín*
Romanza para Violín y Orquesta*
Rondo para violonchelo
Mazurka para Violín*
Waldesruh para violonchelo

Saint Louis Symphony Orchestra
Walter Susskind
Zara Nelsova, chelo
Ruggiero Ricci, Violín

Grabaciones
Saint Louis, mayo de 1974 y enero de 1975*



Morena

Morena

Tú, morena, de ojos negros,

tú morena, de cabello suave,

tú morena, de piel tersa y bronceada:

tú morena eres mi sueño y mi alegría.

Que sin verlos brillar

mi día se apaga;

sin verlos volar

el aire me falta y el astío se hace en mí;

sin sentirla, sin sentirte

pena soy.


Pequeña poesía (es un atrevimiento desde luego llamarla así).

viernes, 13 de agosto de 2010

Beethoven. Sonatas para Violonchelo y Piano. Rostropovich, chelo; Richter, piano. 1964.


Tras mi enorme alegría expuesta en en post de ayer dada por el reencuentro son el disco de Solti y la Obertura 1812, hoy viernes, con un pequeñito puente a la vista, nada más falta me hace que descansar bien, darme un paseo en la moto para "sentir el aire" e irnos con los nenes a casa de unos amigos con piscina donde disfrutaremos de una amena charla amén del fresquito del agua, os dejo un disco bastante más sosegado con el que pienso entretenerme durante estos días.

La Integral de las Sonatas para Violonchelo y Piano del gran Beethoven. En esta ocasión en una interpretación en vivo de dos "monstruos musicales": Rostropovich y Richter. Reconozco que estas obras me han emocionado siempre, desde su primera escucha.

Las sonatas para chelo y piano son una complicación, bellísima complicación, por el carácter de ambos instrumentos pero cuando se logran combinar sin "taparse uno al otro" resultan de una belleza conmovedora. Y en ello el gran Bethoven fue un experto. Fue uno de los iniciales compositores para esta agrupación y uno de los grandes hasta Brahms y Martinu.



Las sonatas son:

Sonata en F mayor nº 1; Sonata en Fa mayor nº 2 Op. 5, nº 1
Sonata in G minor nº 2; Sonata en Sol menor nº 2, Op. 5, nº 2
Sonata in A major nº 3; Sonata en La mayor nº 3, Op. 69
Sonata in C major nº 4; Sonata en Do mayor nº 4, Op. 102, nº 1
Sonata in D major nº 5; Sonata en Re mayor nº 5, Op. 102, nº 2

Las dos primeras sonatas son algo inusuales en su estructura con dos bellísimos adagios de movimientos iniciales que preceden a dos movimientos rápidos expansivos y llenos de enormeme vituosismo. Fueron compuestas en 1796 y dedicadas al Rey Prusiano Federico Guillermo II.

La sonata intermedia, la Op. 69, quizá la más bella de todas, es una muestra perfecta del tono medio entre el tempermento de las dos iniciales y la profundidad clásica de las dos últimas. Fue dedicada al barón Gleichenstein y compuesta en 1808. La sonata fue estrenada en 1812 por Czerny y Linke y fue presentada años más tarde en el concierto celebrado en 1927 en la Ópera de París por Alfred Cortot y Pablo Casals. Es un equilibrio precioso entre el virtuosismo y la solemnidad artística, el juego entre ambos instrumentos está maravillosamente logrado en todas y cada una de sus secciones e intervenciones.

Las dos últimas sonatas del 1815 son muestras del último Beethoven, explorador de las posibilidades instrumentales, de su atractivo musical, de ir un poco más allá en la exploración de sus posibilidades y de abrir un camino a la exploración formal hacia las grandes agrupaciones de cuerda. Fueron dedicadas a la Condesa Marie von Erdödy.

Todas ellas en global son de una belleza suprema, de una armonía tan bonita que te hacen escucharlas ensimismado en su sonoridad y en el seguimiento de su desarrollo vas descubriendo pasajes cada cual más bello. Francamente una bellísima música para momentos de necesidad de tener placer por la simple belleza sonora y paz y tranquilidad en su escucha.

Parte final. La interpretación. Mis dudas he tenido a la hora de dejaros una muestra de ellas. Me he decantado quizá por esta al ser algo menos conocida. Desde luego tiene un valor musical extraordinario y son conmovedoras y perfectamente interpretadas. Son dos marvillosos artistas tocando en directo y en una unión perfecta. Pero no es la que más me emociona ni la que más sentimientos me hace aflorar. Eso se queda para Fournier-Gulda y los geniales Casals-Serkin de Prades (llegarán). Es sólo una simple cuestión de pellizcos al corazón.






De todas maneras os dejo este maravilloso ejemplo de música preciosa interpretada por dos magistrales músicos: Richter y Rostropovich.






Beethoven
Sonatas para Violonchelo y Piano
Rostropovich
Richter
Edimburgo, 30 de agosto de 1964, directo


Mp3

Disco 1
Disco 2

FLAC

Disco 1
Disco 2

jueves, 12 de agosto de 2010

Tchaikovsky. Obertura 1812. Fantasía Obertura Romeo y Julieta. Suite del Cascanueces. Solti. Orquesta Sinfónica de Chicago. 1986.


¡Felicidad!

Es la palabra justa que en estos momentos puedo indicaros define mi estado anímico. Justo hace unos momentitos estaba comentando con un amigo del blog, Quinoff, que no sabía definir mi estado emocional, una mezcla entre abatido y medio alegre lo que unido a un cansancio, quizá aumentado por el calor sofocante de esta semana, me hacía sentir cuanto menos extraño.

Estaba repasando el correo de hoy y terminando unas tareas pendientes del trabajo y estaba enormemente nervioso esperando a que un programilla estupendo fuera capaz de separarme y decodificarme un archivo que nuestra amiga Ipromesisposi me localizó ayer (muchísimas gracias) y que le había pedido por favor si era capaz de encontrar. Y finalmente lo hizo, y lo descargué, y me leí unos cuantos manuales rápidos de procesos informáticos de codificar, descodificar, convertir, etc., etc., y unos programitas para hacer esas cosillas técnicas.

La ilusión y los nervios me comían por dentro hasta que finalmente el citado programita hizo "pit-pit" lo que deduje significaba que al  fin iba a poder disfrutar de un disco perdido y enormemente ansiado. Este que ahora os dejo: la estupenda versión e interpretación por Solti y su orquesta de Chicago de la Fantasía Obertura Romeo y Julieta, la Suite del Cascanueces y la maravillosa, soberbia y espectacular Obertura 1812 (concretamente esta era la pieza que andaba buscando con ansiedad).


No tengo palabras para describiros cómo el ánimo cambió al escucharlo. La sonrisa en la cara y el placer interior renacieron; volvía a escuchar esos sonidos maravillosos que nunca había vuelto a escuchar desde que perdí el CD (¿dónde estará querido Julio?). Recordaba en mi mente ese sonido tan bello y tan espectacular, era uno de mis discos preferidos, de esos que pones cuando necesitas algo de aliento. Y al fin lo reencontraba.

No voy a marearles con detalles de las obras, simplemente recomendarles encarecidamente que las escuchen y disfruten con ellas. Son absolutamente soberbias. El mejor Solti y una espectacular Orquesta Sinfónica de Chicago se ven acompañados de una toma sonora absolutamente espectacular.

¡Qué bonitos me han sonado esos "cañones" y esas campanas, Dios mío, qué bonitos!

¡Qué feliz me han hecho hoy! Una preciosa entrada número 150.

¡Que la disfruten!

Tchaikovsky
Obertura 1812
Fantasía Obertura Romeo y Julieta
Suite del Cascanueces

Solti
Orquesta Sinfónica de Chicago

Grabación
Chicago, Orchestra Hall, enero de1986







PD: 3 de diciembre de 2017. Más felicidad aún. Al fin he podido conseguir el disco y disfrutarlo. Añado el enlace FLAC. Espero que gozen tanto como yo de esta joya.

lunes, 9 de agosto de 2010

Martinu. Conciertos para Piano nº 3, nº 4 y nº 5. Jirí Belohlávek. Emil Leichner piano. Orquesta Filarmónica Checa. 1986 a 1989.


Queridos amigos, completamos con esta entrega el doble CD dedicado a los conciertos para piano de Martinu. En esta ocasión corresponde el segundo de los discos con las soberbias grabaciones de los conciertos 3º, 4º y 5º.


El Tercer Concierto para Piano es una verdadera preciosidad. Martinů lo completó el 10 de marzo de 1948, el mismo día de la trágica y sospeschosa muerte del ministro de Asuntos Exteriores de Checoslovaquia, Jan Masaryk (oficialmente un suicidio). Martinů abandonó los planes de regresar a su patria dadas las circunstancias políticas no demasiado propicias para el arte en general. Visitó Francia y Suiza en verano y volvió a los Estados Unidos en el otoño para convertirse en profesor de composición en la Universidad de Princeton, cargo que ocupó hasta 1951.

Su amigo Rudolf Firkusny había pedido a Martinů un concierto en el año1945, pero hasta 1947 no se puso a trabajar en el que sería su Concierto para Piano N º 3. Firkusny ofreció el estreno en Dallas, Texas, el 20 de noviembre de 1949, con la Orquesta Sinfónica de Dallas dirigida por Walter Hendl. La escucha nos permite apreciar un precioso trabajo de vuelta al concierto clásico-romántico, invocando a Beethoven y a Brahms, con algunos pasajes que muestran una pincelada del Martinů más elegante y bello. El segundo movimiento es particularmente destacable, bellísimo, una mezcla exquisita de Brahms y Martinů. En conjunto, resulta una maravillosa obra del siglo XX que utiliza lo mejor de los antecedentes musicales del pasado y de su presente, resultando una composición delicada, fuerte y deliciosa.

El Cuarto Concierto para Piano "Incantations" es otra obra espléndida. Compuesto a finales de 1955 atendiendo al encargo de la Fundación para la Música de Chicago fue estrenado por Rudolf Firkusny el 4 de octubre de 1956 en New York con la Symhony of the Air dirigida por Leopold Stokowski. Martinů asume (si esto es posible) la imposibilidad del regreso a su patria y la lucha interior es enorme entre su plenitud interior y la imposibilidad de ese regreso. Crea una música delirante, poderosa, imaginativa, con la originalidad de los dos movimientos, enormemente lírica, soñadora y con alturas dramáticas impactantes en su parte final. Resulta de una estética neoclasicista y moderna siendo también propiamente Martinů.

A finales de 1957, por invitación de Paul Sacher y Maja, Martinů y su esposa Charlotte se trasladaron a Schönenberg-Pratteln en Suiza, al sureste de Basilea cerca de la frontera alemana. Al año siguiente completó Martinů su Concierto para Piano y Orquesta N º 5 "Fantasía concertante". Escrito en una forma clásica de tres movimientos se estrenó en Berlín Occidental el 31 de enero de 1959, con la pianista Margrit Weber y la Orquesta de la RIAS (Rundfunk im Sektor amerikanischen) bajo la batuta de Gotthold Efraim Lessing. Martinů murió casi exactamente siete meses después de dicho estreno. Resulta una obra encantadora, conmovedora, extraordinariamente animosa, tensional, espiritual, colorida y sencillamente bella. Su tercer movimiento no tiene desperdicio.



Brillante y precisa la orquesta y geniales, simplemente maravillosos Jirí Belohlávek y Emil Leichner.

Les dejo con este segundo disco deseándoles sobre todo que disfruten con pasión y con sus sentidos plenamente abiertos y receptivos de estas preciosas composiciones. Son dignas de saborear y les dejaran un muy buen sabor de boca. Su espíritu tendrá un viaje emocional maravilloso que le reconfortará y hará sentir más feliz.

Martinů
Conciertos para Piano nº 3, 4 y 5

Jirí Belohlávek
Emil Leichner piano
Orquesta Filarmónica Checa

Grabación
Rudolfinum, Praga, de 1986 a 1989









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