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martes, 8 de marzo de 2011

Bruckner. Sinfonía nº 9. Leonard Bernstein. Orquesta Filamónica de Viena. 1990.


Volvemos a la obra de Bruckner y en esta ocassión en unas manos poco habituales a la hora de interpretar al maestro austriaco. Leonard Bernstein en sus últimos meses de vida volvió con sus músicos vieneses para ofrecer una aproximación fascinante, arrolladora, soberbia, de una emoción latente absolutamente vigorosa. Un Bruckner creo llevado de las manos de un alma atormentada para servir de vehículo transmisor de otra alma absolutamente entregada a su paz definitiva. De un músico que anheló aquello que por su perseverancia y humildad con conocimiento logró: ser un enorme compositor. Uno se dispersó, otro se concentró y ambos alcanzaron sus deseos; uno a regañadientes otro con absoluta aceptación de la tarea cumplida.


La Novena de Bruckner nos deja la expresión clara de la convicción profunda y personal de Bruckner; en ella se entrelazan de forma maravillosa elementos renovadores con numerosas citaciones y recuerdos de las anteriores obras; una obra visionaria y moderna a la par que globalizante. Es la cumbre estilística del compositor y ya se vislumbra en ella nuevas épocas musicales que se harán realidad a principios del siglo XX. Hay un trazo maravilloso de concepto temporal, del aspecto espiritual del compositor, sonoridades modernistas en un conjunto armónico tradicional. Una verdadera fusión de intenciones genialmente elaborada y que no deja de asombrarte en cada escucha.

Tras algunas aproximaciones edulcoradas se ha de esperar al trabajo de Orel en 1932 para poder escuchar la música original de la obra. Unión perfecta entre el pasado, aceptado y puesto en valor con las osadas iniciaciones al modernismo, serialismo o tonalidad llevada a sus últimos extremos.

Si bien esto podría ser una forma de ver la obra desde un punto de vista puramente técnico, lo que más impacta de ella es su elaboración soberbia, la perfecta integración de sus temas, la belleza monumental de la construcción técnica y la impresionante sonoridad bruckneriana llevada a su expresión más bella. Una definitiva despedida por todo, todo lo alto, con una obra única, irrepetible y sensacionalmente emotiva.

Bernstein, aún no siendo un experto en Bruckner, sea quizá por la edad, por la unión mágica con los vieneses, o por otras circunstancias, se entrega al máximo en un derroche de intensidad, lirismo, profundidad de lenguaje y belleza pura; bálsamo musical perfecto para las almas indecisas en lucha y en su etapa final. El mensaje definitivo está pleno de amor y pasión. Venceremos siempre, tarde o temprano y alcanzaremos nuestra paz.

La orquesta de Viena absolutamente excepcional, bellísima en color, calidad, timbre, rica en matices; suavidad elegante, energía vigorosa y compenetración absoluta con el director. Y el mensaje de Lenny está flotando en el aire: era un artista con todas la de la ley ese Bruckner.

Por favor ámenla y disfrútenla como una muestra de amor sincero.


Bruckner
Sinfonía nº 9
Orquesta Filarmónica de Viena
Leonard Bernstein
Musikverein Grosser Saal, febrero y marzo de 1990 (entre otras se realizaron además las tomas para la grabación del DVD)
Versión de 1894 Versión Original en Edición de Leopold Nowak de 1951








domingo, 6 de marzo de 2011

Beethoven. Sinfonía nº 9. Furtwängler. Orquesta Filarmónica de Viena. 1953.


Queridos amigos, fin de una semana difícil y comienzo de otra que espero sea mejor. Y qué mejor manera de empezarla que con este excepcional disco. Otra aproximación a la Novena de Beethoven en manos de Furtwängler y la extraordinaria Filarmónica de Viena.

Es quizá junto al registro de Lucerna una de la Novenas más impresionantemente bellas que se hayan registado. Cada una con sus matices y detalles propios. Algo mejor sonido en el registro de Lucerna y una vivacidad sorprendente en el vienés.

La Sinfonía nº 9 de Beethoven está ligada en la historia a la orquesta vienesa. La, en su tiempo, denominada Orquesta de la Ópera de la Corte Real e Imperial fue la orquesta que tuvo el honor de estrenar esta obra el 7 de mayo de 1824 en el Teatro de la Corte Real e Imperial de Viena. Este conjunto musical es en la actualidad la Orquesta Filarmónica de Viena.


La interpretación del estreno fue oficialmente dirigida por el maestro de capilla Michael Umlauf que compartió escenario con Beethoven. El éxito fue ipresionante. Fue además una de las últimas apariciones públicas del compositor.

En años posteriores el director Otto Nicolai incluyó en los programas de conciertos filarmónicos la obra, interpretándose de nuevo en Viena el 19 de marzo de 1843 y repitiendo la ejecución en el aniversario de la muerte de Beethoven el 26 de marzo.

En los numerosos años de vida de la orquesta vienesa se ha mantenido el lazo de unión con la obra de Beethoven. A lo largo de su historia, sus diferentes Directores Titulares tales como Eckert (fundador de los ciclos de abono de los conciertos filarmónicos vieneses), Dessoff (en su etapa tuvo lugar la presentación del coro vienés de la Gesellschaft der Musikfreunde), Richter, Mahler, Weingartner, etc. han representado con frecuencia la obra.

Asociación particularmente importante es la de Furtwängler. Desde 1927 las interpretaciones de la Novena por Furtwängler y la Filarmónica de Viena han sido muy numerosas: 52 ocasiones han visto esta asociación casi mágica entre ambas "instituciones". Inluso tras su obligada renuncia a la dirección de Viena, impuesta desde Berlín, la asociación prosiguió manteniendo lazos mediante colaboraciones en los Conciertos Nicolai amén de las apariciones en otros escenarios.

Esta grabación recoje la penúltima interpretación de Furtwängler con la orquesta vienesa en el marco de los conciertos vieneses. El registro proviene de los archivos de la radio Rojo-Blanco-Rojo de Austria y de la propia orquesta.


Sencillamente asistimos a una genial, maravillosa y coberbia interpretación. Absolutamente llena de energía y de vitalidad. Una de las interpretaciones de Furtwängler que reflejan quizá con mayor claridad su concepto vital de esta obra. Ritmo, belleza instrumental, claridad expositiva, vitalidad, control aparentemente "anárquico" de la obra (admiren ese final de aspecto caótico y alocado), fuerza interna, tensión y emotividad. Todo queda reflejado en este registro.

Resulta arrollador el ímpetu que se transmite desde el inicio y que se mantiene a lo largo de toda la obra. Independientemente de la calidad sonora que no es de lo mejor, la interpretación inmediatamente te atrapa por la belleza y la energía que se transmite de ella. Podrá gustar más o menos pero para mí resulta un referente en esta obra, una interpretación que me impacta y emociona, que me llena de alegría, energía y fuerza. Sigo admirando ese loco control de Furtwängler, esa dimensión imposible de describir con palabras que hace de la música algo especial; me sigue maravillando, sin saber los motivos exactos, las emociones que es capaz de transmitir aún sin tener esa perfección técnica que en años posteriores se ha ido imponiendo.

Espero que les guste.

Disfruten de una arte supremo de la dirección orquestal, un arte más allá de lo técnico: sencillamente humano.

Beethoven
Sinfonía nº 9

Furtwängler
Irmgard Seefried, soprano
Rosette Anday, alto
Anton Dermota, tenor
Paul Schöffler, bajo

Grabación
Viena. Wiener Singakademie. Musikverein, Grosser Saal. 30 de mayo de 1953





lunes, 28 de febrero de 2011

Bruckner. Sinfonía nº 5. Wagner. Götterdämmerung. Hans Knappertsbusch. Orquesta Filarmónica de Viena. 1956.


Queridos amigos. Pasado este puente en Andalucía, día festivo por la celebración del 28 de febrero Día de Andalucía, retomamos la actividad en el blog dejando en esta ocasión una muy bellísima y particular aproximación de Knappertsbusch a la excepcional Quinta de Bruckner.

Las obras de Bruckner y en particular esta preciosa Quinta experimentaron de manos del triunvirato Löwe y los hermanos Schalk numerosas modificaciones, en ocasiones con "acuerdo" del compositor y en otras muchas sin siquiera su conocimiento. Las obras eran acortadas, reorquestadas, cambiadas en detalle o estructura de manera que se desfiguraba en muchísimas ocasiones su espíritu inicial. Muy probablemente su objetivo no era otro que satisfacer a la crítica vienesa contraria al maestro.

En la primera mitad del siglo XX, los excepcionales trabajos de Haas y de Nowak fueron permitiendo rescatar las obras originales y/o las diferentes versiones de las revisiones de las mismas.


La Quinta Sinfonía, compuesta entre 1875 y 1878, ha sido una de las más frecuentemente desfiguradas. Decepcionó incluso a los cercanos al círculo de Bruckner y se interpretó por vez primera en una adaptación a dos pianos de Josef Schalk no viendo una ejecución orquestal hasta el 9 de abril de 1894 en Graz, con la dirección de Franz Schalk y en una de las revisiones muy "retocada" del mismo Franz Schalk (numerosos retoques orquestales, scherzo abreviado, su final recortado y el añadido de metales y percusión del final). Esta versión fue publicada en Viena por Doblinger en 1896.

Franz Schalk a partir de los años 1900 estableció lazos muy estrechos con la Filarmónica de Viena que por entonces era una de las principales orquestas "Brucknerianas" del mundo. En su labor permanente de Director Invitado de la orquesta vienesa, no es de estrañar que introdujera poco a poco en los programas y en el repertorio de la orquesta sus propias versiones de la obra.

Precisamente esta versión adaptada de Schalk es la que usa Knappertsbusch en la presente grabación de Decca. Mientras numerosos directores de la talla de Furtwängler, Schuricht, Klemperer o Jochum daban a conocer las diferentes ediciones Haas y Nowak, Knappertsbusch, un maestro de la vieja escuela, ardiente y pasional, obstinado e irreductible, permanecía fiel a la vieja versión Schalk. Y hacía maravillas con ella.


La interpretación resulta majestuosa e imponente, sabiamente conducida y muy detallada. De bellísimo sonido orquestal e individual, las líneas generales son amplias, generosas, extendidas en un manto sonoro inconmensurablemente bello. A pesar de las diferencias con otras versiones, podemos gozar de otra forma de ver esta obra. Tenga o no cortes o añadidos, vamos a disfrutar de una preciosa música, sencillamente soberbia, majestuosa e imponente. Para nada se pierde la estructura global de la misma ni su significado. La dirección de Kna es precisa, directa, sin concesiones, extrayendo la intimidad de la partitura, la belleza de su sonido profundo y embriagador, el sentido constructivo de la misma. En concreto siempre me ha parecido una de las interpretaciones más bonitas de esta obra "diferente".

La pieza de Wagner que completa el disco, no hace sino refrendarnos a un director wagneriano de primer orden, sublime, sedoso, vitalísimo, dinámico y vital. Si le ayuda la imresionante belleza y calidad de los vieneses tendrán una obra wagneriana para paladear con gusto. Una delicia.

Que disfruten de ambas obras.

Bruckner
Sinfonía nº 5
Edición de 1896 de Doblingler en revisión de Franz Schalk

Hans Knapperstsbusch
Orquesta Filarmónica de Viena

Wagner
Götterdämmerung: Tagesgrauen und Siegfrieds Rheinfahrt (Amanecer y Viaje de Sigfrido por el Rhin)

Grabaciones, Viena, Sofiensaal, 3 al 6 de junio de 1956







domingo, 27 de febrero de 2011

El Club de Lectura Infantil-Juvenil de Cajasol. Sevilla. “Sopa de Sueño y otras Recetas de cocoCina”, Editorial Kalalandra. Jose Antonio Ramírez Lozano. Julillo amenizando a la Guitarra.


Queridos amigos, os quiero dejar hoy un pequeño conjunto de fotografías de mi hijo Julio en la última participación pública que ha tenido.

En esta ocasión amenizaba el acto de presentación del libro de D. Jose Antonio Ramírez Lozano “Sopa de Sueño y otras Recetas de cococina” de la fantástica Editorial Kalalandrae ilustrado por Riki Blanco. El acto fue organizado, como en esta y otras muchísimas ocasiones por esa fantástica persona que es Fran Nuño, que amén de ello puede presumir de ser un fantástico escritor, editor y dinamizador cultural.

En el acto, que tuvo lugar en la sede de Cajasol de Sevilla dentro de las Jornadas de El Club de Lectura Infantil-Juvenil de Cajasol, estuvieron presentes además del autor D. Jose Antonio Ramírez Lozano enormemente expresivo y divertido, la editora de Kalalandra, Eva María García, Fran Nuño, David Postigo, excelente pianista y músico y mi hijo Julio Salvador.

Entre el público destacar la numerosa muestra de una infancia y juventud interesada en la lectura y en los actos participativos de esta naturaleza; unos niños y jóvenes directos, frescos, de mente ágil y palabra preciosa que animaron el acto con la lectura de diversos fragmentos del libro y sorprendieron a propios y extraños por su mente bien afinada.

Una jornada preciosa que esperamos se repita.

Les animo a visitar los enlaces de esa estupenda editorial, de esa fuente de lectura amena que es Fran y de ese músico excepcional que es David.



El Club de Lectura Infantil-Juvenil de Cajasol
Autor D. Jose Antonio Ramírez Lozano
Editora de Kalalandra, Eva María García
Animador Cultural Fran Nuño
Ilustrador, Riki Blanco
David Postigo, pianista y músico
Julio Salvador Belda Abreu, guitarra


Jose Antonio Ramírez Lozano, Eva María García, Fran Nuño
 
Manos de Andrés, hijo de David Postigo, pianista

David Postigo, pianista

Panorama General del Acto I

Panorama General del Acto II

Jose Antonio Ramírez Lozano

David Postigo al piano y Auditorio

Jose Antonio Ramírez Lozano y Eva María García de Kalalandra

Jóvenes lectoras, Carla Manzano e Isabel Movilla

Eva Postigo, lectora

David Postigo, piano; Julio Salvador Belda, guitarra

David Postigo, piano; Julio Salvador Belda, guitarra
La "Iluminada del Foco" es mi mujer Inma.

Detalles


miércoles, 23 de febrero de 2011

Mahler. Sinfonía nº 1. Janácek. Sinfonietta. Rafael Kubelik. Orquesta Filarmónica de Viena. 1954. 1955.


Queridos amigos. Vamos a dejar hoy testimonio del arte directorial de Rafael Kubelik en uno de sus autores preferidos y del cuál ha dejado numerosos testimonios de enorme brillantez: Gustav Mahler. Se completa el disco con la obra de otro de los autores habituales en Kubelik, Janácek con su Sinfonietta.

Debo decirles que siento una debilidad especial por este disco. Desde siempre lo tengo en los altares mi particular "Iglesia Musical", por su valor musical, histórico y testimonial. Creo que jamás he escuchado una Filarmónica de Viena tan bellísima en los detalles y en el conjunto orquestal.

El CD que comentamos es el reflejo del inicio de una colaboración extraordinariamente fructífera entre Kubelik y la casa Decca (según la información es la primera grabación con Decca). Y qué mejor forma de iniciarla que con dos especialidades de la casa: Mahler y Janácek. La grabación presentada procede de una remasterización de los originales Decca por el sello Retrospective y tiene una calidad sonora magnífica. Se acompaña de unas tomas de la grabación con comentarios de Víctor Olof el productor de Decca, del propio Kubelik y de la orquesta (con aplausos de felicitación en una toma que fue realizada el 28 de junio de 1954 justo el día antes del cumpleaños de Kubelik).

La Primera Sinfonía de Mahler está perfectamente elaborada. De enorme precisión técnica y con una filarmónica vienesa espectacular resulta bellísima en todos y cada uno de sus movimientos, sin exageraciones ni monumentalismos, con una exposición de detalles maravillosa, un juego instrumental delicado, soberbio, enormemente rico y colorido (es espectacular de verdad la ejecución de los vieneses, espectacular). Un ritmo magistralmente mantenido en toda la obra y apropiado en cada movimiento que te hace disfrutar al máximo de la belleza musical de esta preciosa sinfonía.

Un inicio que resulta maravillosamente conmovedor, detallado al máximo y con un fraseo maravilloso; un segundo movimiento danzable, finísimo y elegante; un tercer movimiento con el que nada más empezar te llenas los oídos de pura belleza sonora y melódica, sencillamente magistral, con en el que no puedes más que admirar la belleza del mismo y la magistral interpretación de los diferentes músicos solistas. El final, bellísimo, como indicaba se traduce sin aspavientos ni exageraciones a las que en muchas ocasiones nos hemos ido acostumbrando. Resulta un final poderoso, lleno de fuerza, de intensidad y de enorme vitalidad pero sin alegrías vanas, superfluas o excecivas.


Si la joya de este disco es la sinfonía de Mahler, he de decir que la Sinfonietta de Janácek resulta extraordinariamente agradable de escuchar. No es una obra que en particular la tenga trillada ni que escuche frecuentemente, pero reconozco que es preciosa y muy amena de escuchar. Los ritmos, colores y texturas de la obra resultan embriagadores y excitantes, a veces muy mecánicos o fríos aunque la perfección técnica instrumental está fuera de duda y da su punto especial a la interpretación de una obra festiva y muy expresiva. La obra fue estrenada en Praga el 26 de junio de 1926 dirigida por Vaclav Talich. 

Les dejo este precioso disco para que disfruten del mismo. No se arrepentirán de su escucha y pienso que con la aproximación a Mahler se sorprenderán de las altísimas cotas a las que llegan tanto Kubelik como la Filarmónica de Viena así como los técnicos de sonido.

Personalmente es la aproximación a la que más estima le tengo, incluso superior a la aproximación oficial de DG, la de Audite del 79 o la de 1975 (otra joya musical y otra maravillosa aproximación de Kubelik a esta Primera Sinfonía) todas ellas con la maravillosa Orquesta de Baviera. Me sigue pareciendo absolutamente maravillosa y disfruto enormemente de la preciosa y precisa dirección de Kubelik, de su forma de presentar la música de esta Primera de Mahler y de la excepcional prestación sonora e interpretativa de la orquesta y de los músicos vieneses.

Para mí, soberbia e irrepetible. Espero que les guste.

Mahler
Sinfonía nº 1
Janácek
Sinfonietta*
Rafael Kubelik
Orquesta Filarmónica de Viena
Grabaciones Decca
Viena, 27 de junio de 1954; 8 y 9 de marzo de 1955*